Discursos

JOSÉ MIGUEL INSULZA, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
INFORME SOBRE HONDURAS DEL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA, ANTE EL CONSEJO PERMANENTE

10 de noviembre de 2009 - Washington, DC


Gracias Señor Presidente, voy a hacer una relación de lo ocurrido desde la última información que se planteó al Consejo. Y voy a tener que entrar en detalles y leer algunos textos que me parecen importantes, sobre todo para precisar algunas cosas que se dicen por la prensa y que no coinciden con la realidad.

Como ustedes saben, el llamado “Acuerdo Tegucigalpa – San José para la Reconciliación Nacional y el Fortalecimiento de la Democracia en Honduras” creó, en su punto 6, una Comisión de Verificación que estaba encargada precisamente de verificar los compromisos que se asumían en el Acuerdo y los que de él se deriven, estaría integrada por dos miembros de la comunidad internacional y dos miembros de la comunidad nacional y debería ser coordinado por la Organización de los Estados Americanos. El texto del acuerdo, además, ponía como fecha el día 2 de Noviembre para conformar esa Comisión. La Comisión fue conformada ese día, es decir yo nombré ese día a las dos personas que acudirían en la misión: por el lado internacional, el ex Presidente de Chile, Ricardo Lagos Escobar, y la Secretaria del Trabajo de los Estados Unidos, Señora Hilda Solís, y quiero agradecer a estas personas y también agradecer al Gobierno de Estados Unidos por su disposición a enviar a una Secretaria del Gobierno actualmente en funciones, lo que demostró el interés que teníamos todos en que esto funcionara.

La Comisión llegó a Tegucigalpa y se constituyó el día 3 de noviembre, para desarrollar una agenda bastante extensa que incluiría reuniones con el Presidente Zelaya; reuniones con el gobernante de facto, Señor Micheletti; reuniones con el Congreso Nacional y con otras autoridades; con los partidos políticos; pero también reuniones de la Comisión misma para llevar a cabo las tareas que iba a cumplir. En términos prácticos el acuerdo “Tegucigalpa – San José” fija varios temas, pero lo que la Comisión tenía que verificar en primer lugar era que hubiera un avance en la creación del Gobierno de Unidad Nacional, y que hubiera también un avance en el tema del pronunciamiento respecto de la restitución del Presidente Zelaya, consignado en el acuerdo. Por cierto, también se suponía que la Comisión, a lo largo de su trabajo, debía verificar cuestiones relativas a cómo se estaba cumpliendo todos los demás compromisos asumidos tras el acuerdo.

Pero lo clave en ese momento era conformar un gobierno integrado por representantes de los diversos partidos políticos reconocidos por su capacidad, honorabilidad, idoneidad y voluntad para dialogar, quienes ocuparían las distintas Secretarias y Subsecretarias, así como otras dependencias del Estado de conformidad al Articulo 246 y siguientes de la Constitución de la Republica. El Acuerdo dice esto pero no dice de qué manera se va a proceder aunque se entendía, de manera razonable, que ya que había habido una Comisión de Diálogo y estando representadas las dos partes de esa comisión en el Comité de Verificación (porque me olvidaba decir, el Señor Micheletti designó al Señor Arturo Corrales que había encabezado su delegación en la comisión de negociación y el Presidente Zelaya designó al Embajador Jorge Arturo Reina, que es representante del Gobierno de Honduras ante la Organización de las Naciones Unidas a pesar de estar en estos momentos en Honduras) parecía razonable, digo, que dentro de esa comisión se fuera a desarrollar una especie de negociación ante la presencia de los delegados internacionales, una negociación para determinar cómo se constituía este Gobierno de Unidad Nacional. Por cierto existía un segundo problema, que no era quién presidía porque, como dije en una declaración pública, el que preside todas las cosas es el Presidente constitucional, el Presidente legítimo. Ese segundo problema era cómo se juramentaba este Gabinete de Unidad nacional en caso de que se constituyera antes de que el Congreso resolviera este tema.

Sin embargo cuando la Comisión se instaló y comenzó a funcionar tomó conocimiento, prácticamente a las pocas horas de haber llegado, de una nota que el Señor Micheletti había dirigido a muchas personas, entre ellas al Presidente Zelaya. Esto me parece clave porque no ha sido conocido, han sido conocidas otras declaraciones posteriores, pero esta nota no. La nota dice lo siguiente, la fecha es importante, por lo tanto la leo desde arriba: “Tegucigalpa, 3 de Noviembre de 2009”, es decir el día que llegó la Comisión a Honduras y antes de que se entrevistara con el Señor Micheletti y con el Presidente Zelaya, y digo que creo que con el Presidente Zelaya también porque me reiteraba esta mañana el Sr. Enrique Correa que el Presidente Zelaya no los había informado en ese momento sobre esta nota, por lo tanto no la había recibido aún, la habrá recibido durante el día.

Dice, “Oficio 803 2009 PG etc.…Señor José Manuel Zelaya Rosales Presente; Señor Zelaya Rosales. Por instrucciones del Señor Presidente Constitucional de la República, don Roberto Micheletti Bain, y con el propósito de dar cumplimiento al número uno sobre el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional contenido en el Acuerdo de Tegucigalpa – San José, suscrito en esta ciudad el 30 de octubre de 2009, atentamente se le solicita a usted proporcionar sin demora una lista de ciudadanos con los requisitos establecidos en la Constitución de la República para, dentro de ellos, hacer la escogencia de los servidores públicos que a partir del 6 de noviembre en curso, habrán de integrar el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional. Con el ruego de su pronta atención, atentadamente Rafael Pineda Ponce, Ministro de la Presidencia”.

Creo que era necesario leer esta nota porque explica muchas cosas. Cuando se dice que el Presidente Zelaya no mandó los nombres… no es que no tuviera nombres, sino que no los mandó para que el Señor Micheletti formara el Gabinete de Unidad Nacional, porque eso no estaba consignado en ninguna parte, no estaba en ningún acuerdo, a pesar que él declaró que aspiraba a formar ese Gobierno. Es importante señalar que en ese momento la Comisión de Verificación ya tuvo sus primeros problemas, incluso se discutió de qué manera se podía continuar esta misión.

Pero hubo otros problemas además, como el que al consignar la agenda y pedir la entrevista con el Congreso Nacional y el señor Micheletti; el señor Micheletti dijo que no podía hablar hasta el día siguiente. Por lo tanto, estando esta nota ya vigente absolutamente el 3 de noviembre, el señor Micheletti aplazó la reunión con la Comisión de Verificación hasta el día 4 de noviembre. El Congreso, que había emitido una declaración saludando el Acuerdo Tegucigalpa-San José, poniéndose completamente en la línea de trabajar en él, le informó a la Comisión por intermedio de su Presidente que por otras actividades “estaba impedido de recibir a los miembros de la Comisión”. Naturalmente esto generó muchos problemas en la misión porque el punto 5 de este Acuerdo, que el Congreso había declarado que iba a discutir, le da un papel al Congreso Nacional que es absolutamente fundamental: pronunciarse sobre el punto del Acuerdo de San José relativo a la restitución de la situación al 27 de junio de este año.

Sin perjuicio de esto, posteriormente, a raíz de esta molestia de la Comisión Verificadora, el Congreso envió un grupo de diputados, encabezados por el señor Secretario de la Junta Directiva del Congreso, miembro del Partido Liberal, don Carlos Lara; por don Juan Ramón Velásquez Nasar, Vicepresidente del Congreso, del Partido Demócrata Cristiano; por el Jefe de Bancada del Partido Nacional, Rodolfo Irias Navas; y por el Jefe de la Campaña del PINU, Toribio Aguilar. En la conversación ellos plantearon un conjunto de temas y destacó su reticencia a aceptar la restitución del Presidente Zelaya antes de la elección.

En ese momento la Comisión de Verificación tuvo una breve reunión para señalar su disgusto, su molestia, y plantear la necesidad de que hubiera condiciones reales para la verificación del Acuerdo. A juicio de los miembros internacionales de la Comisión, era muy importante que para que se facilitara el clima de confianza y concordia necesario para llevar a buen término el Acuerdo Tegucigalpa-San José, se definiera la disposición de salir de su cargo del Gobierno de Facto del señor Micheletti.

Los miembros de la Comisión habían conversado en la mañana con el señor Micheletti, que nuevamente dijo que estaba dispuesto a dejar su cargo si era necesario, y que él creía que debía de formar el Gabinete de Unidad Nacional. Se le contestó que era una mala idea, que el Gabinete tenía que formarse de otra manera y que no sería en caso alguno presidido por él. Los miembros de la Comisión extranjera partieron de Honduras y yo pedí a las dos personas que los habían acompañado, señores Enrique Correa y José Octavio Bordón, que permanecieran allí pero no –y esto es muy importante porque se ha dicho de manera distinta- como integrantes de la Comisión de Verificación: la Comisión de Verificación tiene cuatro miembros, dos hondureños y dos no hondureños, y los dos no hondureños partieron el día 5 de noviembre de Tegucigalpa. Por lo tanto la Comisión de Verificación no está en funciones en este momento (y todos ustedes conocieron las declaraciones de hace unos días atrás hizo el Presidente Ricardo Lagos).

El día 5 de noviembre, sin embargo, continuaron las conversaciones entre los miembros locales sobre distintos temas en que se pusieron de manifiesto los problemas de cómo juramentar a un nuevo gabinete, de cual sería la metodología, etc. Los representantes del Presidente Zelaya propusieron una metodología de propuestas y vetos, es decir, se proponen nombres, se vetan nombres, se va conformando un gabinete de esa manera. Sin embargo esto no fructificó; y no solamente no fructificó sino que en la noche, la noche del 5 –ustedes lo siguieron por la prensa igual que yo que me encontraba en Jamiaca- el señor Micheletti en un comunicado pidió la renuncia a su Gabinete manifestando que era para constituir el Gobierno de Unidad Nacional.

Me parece importante este aspecto que algunos consideraron favorablemente porque la intención era que, con las listas que se entregaban, el señor Micheletti pensaba constituir un Gobierno de Unidad y Reconciliación, cosa que no ha hecho hasta ahora. El Presidente de facto de Honduras Roberto Micheletti -y leo una noticia- “anunció hoy viernes la conformación de un Gobierno de Unidad y Reconciliación. Micheletti confirmó que el ex Presidente Manuel Zelaya no forma parte del mismo, ya que no envío la lista de sus candidatos para las carteras ministeriales. El Presidente explicó que el Gobierno es representativo de un amplio espectro ideológico de nuestro país, cumpliendo estrictamente con la letra del Acuerdo Tegucigalpa-San José, y dejó abierta la posibilidad de que los zelayistas envíen sus propuestas, incluso una vez finalizado el plazo en el medio día de ayer”.

Hubo algunas declaraciones posteriores, pero el Presidente Zelaya tomó las decisiones que ustedes conocen y publicó una declaración en que señala algunas de las cosas que yo he planteado acá. Dice que al no resolver el Congreso Nacional el tema de fondo y principal que es la restitución, y al mismo tiempo al no formarse el Gobierno de Unidad Nacional, naturalmente el Acuerdo, según establece el Presidente Zelaya, ha fracasado.

Como ustedes saben, en los mismos días el Congreso Nacional emitió un pronunciamiento pidiendo informes de la Corte Suprema, del Tribunal Electoral, de la Fiscalía Nacional y de la Contraloría General de la República, cosa que evidentemente ha demostrado un interés por resolver estos temas, pero tendiendo a tomar una resolución bastante después de lo que se hubiera deseado.

Conversé varias veces con el Presidente Zelaya, por lo tanto ni siquiera sería necesario leer el texto de sus pronunciamientos porque claramente es lo que he señalado. El Presidente Zelaya considera que lo que se pretendió hacer, esto es crear un Gobierno de Unidad Nacional de la forma en que se planteó, no era lo acordado.

El Presidente Zelaya hizo un pronunciamiento el día 6 de noviembre en que señala “declaramos fracasado el Acuerdo por el incumplimiento del régimen de facto del compromiso que a esta fecha debería estar organizado e instalado el Gobierno de Unidad y de Reconciliación Nacional”.

Esto ocurrió el día viernes. El día 8 surgió un comunicado del régimen de facto, en que plantea algo que es interesante, porque junto con discutir los argumentos del Presidente Zelaya, pide a la OEA y a los miembros de la comunidad internacional mantenerse dentro de los parámetros del Acuerdo, atendiendo los ofrecimientos de apoyo; por lo tanto señala que el Gobierno de Facto va a seguir adelante con el cumplimiento del Acuerdo, insta a la otra parte a que retorne al marco del mismo y señala que “no puede ni debe la comunidad internacional alentar a que una de las dos partes unilateralmente disponga romper un acuerdo que se suscribió bajo la tutela de la OEA”; y al día siguiente, ayer, emitió un segundo comunicado en el cual dice que la única que puede declarar que no se han cumplido los acuerdos es la Comisión de Verificación y por lo tanto ellos piden que sea la Comisión de Verificación la que haga este pronunciamiento. No descarto, pero no hemos decidido aún, pedir a los miembros internacionales de la Comisión de Verificación que entreguen su opinión sobre lo que ocurrió, es un tema que tenemos que ver pero, naturalmente, creo que no va a ser muy fácil que la Comisión de Verificación en su conjunto se pronuncie por unanimidad: por su forma de composición, no creo que las versiones sean todas las mismas respecto de lo ocurrido.

Como digo, el Gobierno de facto sigue culpando al Presidente Zelaya de haberse negado a cumplir el acuerdo y a entregar los nombres, sin referirse a la forma en que se pedía que se entregaran los nombres y a quien se le pedía que los entregaran para que se constituyera el Gobierno de Unidad Nacional. No ha habido ninguna designación de un nuevo Gabinete. Mis asesores recién a última hora del domingo tuvieron un conversación larga por teléfono con el Presidente Zelaya: se le aclaró que no había reuniones de negociación ni nada por el estilo, que sí sabían que había unas ciertas minutas que circulaban con una propuesta para formar, después de todo, el Gobierno de Unidad Nacional, la forma de crearlo, etc. El Presidente Zelaya a su vez manifestó que su frustración respecto de este tema había llegado a un límite y que no estaba dispuesto a seguir conversando y haciéndole el juego a la dictadura, que iba a defender sus principios con una actitud pacífica y lo ha reiterado esta mañana en una comunicación que me acaba de llegar, en la cual mantiene toda esta tesis.

Él piensa que no se cumplió porque se pretendió crear el Gobierno de Unidad Nacional de manera unilateral por parte del señor Micheletti, que no se ha resuelto el tema de la restitución, que esto constituye un intento del régimen de facto por ir a la propuesta de la tercería, es decir, dejar en el aire el tema de la restitución del Presidente y la evidencia de esto es la no convocatoria del Congreso pleno antes de las elecciones; por consiguiente, que él no está dispuesto a seguir en ese juego y, por cierto, desconoce las elecciones. El día de ayer uno de los candidatos, el señor Carlos Reyes, retiró oficialmente su candidatura; no lo ha hecho el señor Cesar Ham, el candidato de la izquierda, que ha mantenido su candidatura hasta hoy.

Ayer de tarde, el Gobierno de Facto emitió un nuevo comunicado pidiendo al Congreso Nacional que vote a la brevedad posible para determinar el tema del poder Ejecutivo, cito: “urgimos que el Congreso Nacional realice un voto lo antes posible para determinar si se restaura o no la composición del poder Ejecutivo a su estado antes del 28 de junio.” La abogada Vilma Morales, miembro de la Comisión Negociadora por el señor Micheletti, señaló a su vez que “Tanto el Presidente Micheletti como esta Comisión Negociadora, estamos comprometidos con la puesta en vigor en su totalidad del Acuerdo Tegucigalpa-San José. Hacemos un llamado a nuestra parte y al ex Presidente Zelaya a hacer lo mismo; hasta el momento sólo le han dado la espalda al Acuerdo que firmamos”. Morales también hizo un llamado a la Organización de los Estados Americanos y al Gobierno de los Estados Unidos de América a mantener su compromiso y hacer cumplir todas las provisiones del acuerdo, incluyendo el reconocimiento de las elecciones del próximo 29 de noviembre: “Un trato hecho es un trato hecho, las partes que surgieron del Acuerdo se comprometieron a hacer valer su contenido, no hay nada que renegociar, ahora lo que debemos hacer todas las partes involucradas en este acuerdo es hacerlo cumplir, incluyendo los representantes de la OEA”. Esta última frase me parece muy interesante porque ayer comuniqué que pensaba ir a Tegucigalpa. No se me dijo que no, pero se me recordó -en una nota de la Cancillería del Gobierno de facto que tengo aquí- que la única que tenía alguna palabra que decir al respecto era la Comisión de Verificación.

En suma, la situación es que no se ve muy posible reentablar un diálogo porque, para empezar, una de las partes considera, y eso es bastante claro, que el diálogo ha fracasado. Les quiero decir que nuestros representantes hablaron muy largamente sobre este tema con el Presidente Zelaya y le preguntaron si podía haber algunos contactos informales, algunas reuniones, y el Presidente Zelaya dijo que no tenía absolutamente ninguna disposición a volver a conversar con el Gobierno de facto. Entiendo que eso se lo ha repetido a todos los que han hablado con él, incluso a mí por teléfono. Por lo tanto, cualquier solución solamente podría venir de decisiones unilaterales de dicho sector, allanándose a constituir el Gobierno de Unidad y Reconciliación y permitir que, por así decirlo, el Congreso se pronuncie sobre el tema de la restitución del Presidente Zelaya, poniendo además sobre la mesa la renuncia del gobernante de facto, porque ustedes comprenderán que mientras esté legitimada en el Congreso la existencia del Gobierno del señor Micheletti, es difícil que el Gobierno se pueda pronunciar sobre el retorno del Presidente Zelaya.

Esos tres temas son los que están en discusión hoy día en Honduras pero, repito, no existe una negociación en marcha, esa es la realidad. Creo que está demás decir que la decisión respecto de la posibilidad de una observación electoral es una cosa que realmente no podríamos ni siquiera considerar. Las condiciones materiales para hacerlo nosotros las tenemos, lo que pasa es que desde el punto de vista político no creemos que exista ninguna condición para enviar una misión electoral a Honduras.

Quiero decir esto porque en las reuniones que he estado recientemente del Grupo de Río y luego de la CALC, algún gobierno planteó que ellos habían tenido conocimiento esa mañana de que se estaba preparando en la OEA una misión electoral. No habían tenido conocimiento esa mañana, lo había planteado yo en este Consejo una semana antes, diciendo que iba a poner en marcha estos procedimientos, pero que ciertamente no iba a haber una misión electoral mientras la Asamblea General de la OEA no levantara las sanciones a Honduras, y espero que eso esté claro porque ha sido mi predicamento permanente. Incluso tengo un cronograma para la Misión de Observación, que se fue postergando día a día hasta que ya hoy día no tiene mucho sentido revivirlo a menos que haya algún efecto, algún vuelco dramático en la situación, porque nosotros no podemos enviar una misión electoral para observar elecciones a la luz, a mi juicio, de la resolución de la Asamblea General del día 4 de Julio.

Le pido excusas, Señor Presidente, por la extensión del informe, pero parecía importante dejar en claro cual es la realidad. La realidad es que cuando la Comisión de Verificación se instaló en Tegucigalpa ya estaba en marcha una acción para constituir un “Gobierno de Unidad y Reconciliación” formado por el Señor Roberto Micheletti, con las propuestas que un conjunto de actores “entre ellos” (y sólo uno más entre ellos) el señor Manuel Zelaya le hicieran, y en cambio no existía disposición a fijar una fecha para discutir el tema de la restitución del Presidente.

Muchas Gracias.