Discursos

DISCURSO PARA LA INTERVENCIÓN DE LA DELEGACIÓN DE MÉXICO
DISCURSO PARA LA INTERVENCIÓN DE LA DELEGACIÓN DE MÉXICO EN EL TEMA "IMPACTO SOCIOECONÓMICO Y AMBIENTAL DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LOS PAÍSES DEL HEMISFERIO

3 de junio de 2008 - Medellín, Colombia


Señoras y señores:

A lo largo de las últimas tres décadas la comunidad internacional ha venido cobrando conciencia acerca de los graves efectos negativos que el uso generalizado de tecnologías contaminantes y la destrucción de áreas forestales, han tenido en la temperatura de la tierra.

De manera creciente, tanto los Estados en lo individual como la comunidad de naciones en su conjunto han promovido medidas para hacer frente al cambio climático, un fenómeno sobre cuya existencia la evidencia científica es hoy irrefutable.

No cabe duda, sin embargo, que los esfuerzos realizados no han rendido los resultados esperados.

En la última década se han registrado las temperaturas más altas de que se tenga noticia y, con ello, una larga cadena de situaciones atípicas con serias consecuencias para el desarrollo y el bienestar de nuestros pueblos: incremento en el número y frecuencia de huracanes; alza en el nivel de los mares; deshielo de glaciares; cambios en los patrones de lluvia; inundaciones, sequías e incendios, entre otros daños y desastres.

Estos fenómenos han provocado afectaciones sociales, pérdidas económicas y daños ambientales de creciente magnitud. Basta recordar las tragedias ocasionadas por los huracanes Mitch en 1998, Wilma en 2005 y Félix en 2007, mismas que pueden repetirse, aún de manera más intensa, si no tomamos medidas urgentes y decididas para abatir este problema.

En el caso de México, además de la lamentable pérdida de vidas humanas, los fenómenos meteorológicos extremos registrados en el año 2005 provocaron daños superiores a los cuatro mil quinientos millones de dólares.

Estamos convencidos de que el calentamiento global es uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad. Resulta impostergable adoptar las medidas necesarias para detener ese proceso y, eventualmente, revertirlo. Sabemos que sólo mediante una acción concertada, responsable e inmediata estaremos en condiciones de lograrlo.

Por ello, en México hemos desarrollado una Estrategia Nacional sobre Cambio Climático que identifica medidas y rangos de mitigación a la vez ambiciosos y realistas. Ello nos ha permitido establecer bases sólidas, sustentadas en evidencia empírica, para definir metas que sean asequibles y eficaces.

Consideramos que el Mecanismo para un Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto es un instrumento útil para promover la realización de acciones de mitigación en países en desarrollo.

A la fecha, México ocupa el cuarto lugar mundial por el número de proyectos registrados en este Mecanismo, el quinto por las reducciones esperadas por año, y el sexto por la obtención de Reducciones Certificadas de Emisiones. No obstante, el Mecanismo aún es limitado en cuanto a su alcance.

Uno de los principales obstáculos para la adopción de políticas nacionales dirigidas a combatir el cambio climático es su alto costo financiero. México, al igual que muchos países aquí presentes, podría reforzar sus programas de mitigación, con el consecuente beneficio para ese bien común de la humanidad que es el medio ambiente global, mediante el acceso a mayores recursos financieros.

Enfrentar el cambio climático es económica y tecnológicamente viable. Sabemos también que prevenirlo es mucho menos costoso que hacer frente a sus consecuencias. Entonces, ¿cuánto más debemos esperar?

Necesitamos alentar una mayor participación de todos los países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo, en el combate al cambio climático.

Necesitamos destinar mayores recursos al financiamiento de las acciones de mitigación y de reducción de gases de efecto invernadero.

Necesitamos, en suma, redoblar nuestras acciones, en el marco del Plan de Acción de Bali, para transitar hacia economías bajas en carbono.

Por ello, México ha propuesto la creación de un Fondo Mundial contra el Cambio Climático (Fondo Verde), basado en fórmulas claras e incluyentes para la aportación y la asignación de recursos.

El objetivo de este fondo es apoyar los esfuerzos de países decididos a adoptar acciones de mitigación y de adaptación eficaces para el combate al cambio climático.

El Fondo complementa, pero no sustituye los esquemas financieros desarrollados en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático y su Protocolo de Kioto.

Los proyectos susceptibles de recibir financiamiento deberán ser desarrollados por los Estados, de acuerdo con sus necesidades y circunstancias nacionales, y deberán, asimismo, producir resultados reales, medibles, reportables y verificables, tal como lo establece el Plan de Acción de Bali.

Sr. Presidente:

En Bali las naciones aquí presentes nos comprometimos a impulsar medidas eficaces, equitativas, con perspectiva de largo plazo y basadas en la cooperación para alentar la mitigación y la adaptación ante el cambio climático.

Es indispensable que estas medidas incluyan compromisos claros para todos los Estados con base en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y de acuerdo con las capacidades respectivas.

La tarea no es menor. Exige modificaciones profundas en nuestras pautas de producción y de consumo, y esfuerzos denodados para alentar un crecimiento limpio, que mejore la calidad de vida y contribuya al bienestar de las generaciones presentes y futuras.

Muchas gracias.