En este magno edificio, símbolo del Americanismo, se firmaron en 1977 los Tratados Torrijos Carter, mediante los cuales, Estados Unidos y Panamá, acordaron en forma negociada la devolución del Canal a su legítimo dueño.

Desde la muerte del Presidente John F. Kennedy en 1963, no se habían reunido en Washington tantos jefes de Estado como los que asistieron ese 7 de septiembre a la firma de dichos tratados. El memorable acto pudo haberse celebrado en diversos lugares. Sin embargo, a solicitud de Omar Torrijos, con el beneplácito del Presidente Carter y la anuencia de los Estados miembros, se escogió la histórica sede de la Organización de Estados Americanos.

Todos los pueblos representados en esta entidad multilateral, depositaron su confianza en que Panamá no solo haría valer su soberanía sobre todo su territorio como resultado de esta negociación, sino que seria responsable y visionaria con respecto al servicio que dicho canal ha estado destinado a prestar al mundo entero.

Hoy, con orgullo, le decimos al mundo que hemos cumplido. No los hemos defraudado. Permítanme de una manera muy rápida hacer un recuento de lo transcurrido desde aquel día en 1977. En primer término los tratados pactaron un periodo de transición de 23 años, el cual se llevó a cabo de una manera ejemplar por ambos países. Aprovecho esta oportunidad para hacer una vez más, un sincero reconocimiento a los Estados Unidos por la amplia y eficaz colaboración que prestaron para que el proceso de entrega del Canal y la reversión de tierras y aguas, se realizase con éxito.

Panamá reformó algunas de sus instituciones con el fin de adecuarlas al compromiso de manejar el canal. De igual forma, se adoptó un capítulo en nuestra Constitución en el cual se le dio al tema canalero, rango constitucional, como un tributo a todas las luchas que las distintas generaciones de panameños protagonizaron durante todo el siglo XX.

Así, el 31 de diciembre de 1999, y ante la presencia en Panamá de múltiples jefes de gobiernos amigos y de un mundo que se mantenía a la expectativa, los Estados Unidos le transfirieron a Panama el control total del Canal según lo acordado.

A partir de ese momento, le ha correspondido a Panamá administrar un activo estratégico para el comercio mundial y a la vez ponerlo al servicio del desarrollo integral de nuestros conciudadanos. Como podrán apreciar en el video, lo hemos hecho bien, de manera muy satisfactoria.


En la actualidad, nadie en el mundo puede poner en duda la capacidad de los panameños y mucho menos el compromiso de prestar un servicio seguro, eficiente, competitivo y confiable para así facilitar el comercio entre todas las naciones del mundo.

Han pasado ya seis años y en este corto periodo de tiempo se ha aumentado la capacidad de la vía mediante un proceso constante de modernización en el cual se han invertido sumas realmente importantes. Esto ha garantizado que el canal de Panamá se mantenga como una de las principales rutas para el comercio mundial.

Sin embargo, el ritmo de crecimiento del flujo comercial ha superado todas las previsiones. Este hecho ha llevado a los que administran esta empresa panameña a encomendar la preparación de estudios sobre la forma más eficiente y por ende, viable, de poder aumentar la capacidad de transporte de carga por esta vía.

Luego de múltiples estudios llevados a cabo por técnicos nacionales y extranjeros en diversos campos, relativos al impacto social, impacto medio-ambiental, las proyecciones económicas y financieras, al igual que de ingeniería, que se derivarán de las obras, el pasado 24 de abril la Autoridad del Canal de Panamá le hizo entrega al Presidente Martín Torrijos de la propuesta de ampliación del Canal mediante la construcción de un tercer juego de esclusas.

La Constitución Política de la Republica de Panamá, expresa en su artículo 325 que cualquier propuesta de construcción de un tercer juego de esclusas deberá ser sometida a referéndum.

En consecuencia, en el mismo acto de presentación de la Propuesta, el Presidente Torrijos puso la misma a disposición de todo el pueblo panameño y garantizó el libre acceso a todos los estudios que sustentan esa propuesta, con el propósito de que se tenga la información que debe servir de base para la decisión soberana que por primera vez en nuestra historia y gracias a los tratados que aquí se firmaron, tomaremos los panameños sobre el futuro de la vía acuática.
Esa proyección futura, tiene que conjugar los intereses del pueblo panameño con las realidades y las necesidades del comercio mundial.

De acuerdo a la Propuesta, el proyecto contempla la construcción de dos nuevos complejos de esclusas: uno en el Atlántico y otro en el Pacifico. Las obras no interrumpirían en ningún momento la operación del canal.
Con las nuevas esclusas, el Canal podría operar casi el doble del volumen de carga y permitiría el tránsito expedito de todos los buques que hoy hacen largas filas en las entradas de la vía. El Canal tendría la flexibilidad de permitir el tránsito de buques de hasta 180,000 toneladas, es decir tres veces la capacidad de los Panamax. En los trabajos se haría uso de la tecnología ya probada y que funciona de manera eficiente, rentable y exitosa. Las nuevas esclusas funcionarían con agua dulce conducida por gravedad, tal y como operan hoy las existentes. Cada una tendría un sistema de tinas laterales que permitiría reutilizar millones de galones de agua en cada tránsito, generando un ahorro considerable de este recurso. La afectación al ambiente es mínima, pues las esclusas se construirán en áreas previamente intervenidas.

Si no se enfrenta el desafío de ampliarlo y mejorar su capacidad de tráfico para seguir dando un servicio eficiente y competitivo surgirán, inevitablemente, otras alternativas que pueden implicar una presión competitiva sobre el Canal.

Lo anterior también conlleva el compromiso político de reafirmar su valor como instrumento de desarrollo nacional, para que sus beneficios nos permitan superar con urgencia la pobreza extrema y las desigualdades más acentuadas que confrontan demasiados panameños y contribuyan a proyectarnos a elevados niveles de desarrollo y bienestar.

Panamá, desde el inicio de su propia existencia como República, se ha venido especializando en el comercio y los servicios internacionales. Vinculado al Canal, que sirve a unas 120 rutas marítimas del mundo, hoy existe una plataforma logística que ofrece e incluye un centro de acopio y redistribución de mercancía a través de la Zona Libre de Colón; una estructura portuaria en ambos océanos mediante un ferrocarril interoceánico paralelo al Canal que transporta 100,000 contenedores por año. Además, la Compañía Panameña de Aviación o COPA Airlines, ha consolidado a Panamá como el eje para el transporte de carga y pasajeros de las Américas.
El Canal, si bien representa un valioso aporte para los ingresos de la Nación, forma parte, junto con otros elementos, de una economía altamente especializada, acerca de la cual haré una somera referencia:
La rápida integración de nuevas tecnologías a su economía de servicios, sector cuya contribución al Producto Interno Bruto alcanzó ya el 80%. El sector privado ha invertido cientos de millones de dólares para actualizar la infraestructura de telecomunicaciones de Panamá, logrando que el país cuente con las últimas tecnologías y los más seguros sistemas de la región. Los cinco cables de fibra óptica más importantes del mundo llegan a Panamá, logrando que el país cuente con la mejor conectividad de América Latina.

• La recién creada Área Económica Especial Panamá - Pacífico, antigua Base Aérea de Howard, para aprovechar las nuevas ventajas de la infraestructura de telecomunicaciones, del liderazgo en servicios y de su calificada fuerza laboral. Se desarrolla en ella un “cluster” de información, tecnología y telecomunicaciones.
• Uno de los mejores centros financieros en Latinoamérica y el Caribe, con más de 70 bancos internacionales y locales provenientes de 35 países. El uso del dólar como moneda de curso legal data de más de 100 años, lo cual ha permitido mantener la inflación promedio anual en menos del 2%.

• El enorme y poco conocido potencial turístico que combina turismo ecológico, histórico, de compras, de playa y para cruceros. De igual manera se ha considerado Panamá como uno de los más atractivos lugares de residencia para jubilados.


• La Ciudad del Saber, que es una antigua base militar norteamericana convertida en un complejo internacional para la educación, la investigación y la innovación, organizado para promover y facilitar la sinergia entre organismos internacionales, universidades, centros de investigación científica y empresas vanguardistas

Entre los más grandes esfuerzos pacíficos de la humanidad que han contribuido significativamente con el progreso en el mundo, la construcción del Canal se destaca como un logro que inspira admiración, y es un monumento vivo al ingenio y la tenacidad del ser humano. Este triunfo de ingeniería sin paralelo, fue posible gracias a la conjunción de esfuerzos de trabajadores de distintas nacionalidades y una alta capacidad tecnológica que hizo realidad el sueño de siglos de unir los dos grandes océanos del planeta.

Con responsabilidad y orgullo, Panamá se presenta hoy ante la comunidad internacional, que siguió de cerca y apoyó su lucha por recuperar el Canal y la Zona del Canal, como un administrador confiable y eficiente y como socio con visión de futuro para todas las naciones del mundo.

Desde luego, es deber de todos los Estados atender a la necesidad de elaborar políticas públicas que tiendan a garantizar el beneficio colectivo de sus poblaciones. Sin embargo, es imprescindible mantener las condiciones que permitan el aumento de la producción de bienes y servicios.

Hoy concurrimos a esta solemne Sala y ratificamos el compromiso de continuar siendo un eslabón trascendente en esta nueva etapa de progreso y desarrollo, facilitando el comercio mundial para beneficio de todos nuestros pueblos

Muchas gracias!