Discursos

JOSÉ MIGUEL INSULZA, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
ENCUENTRO HEMISFERICO DEL SECTOR PRIVADO

2 de noviembre de 2005 - Buenos Aires, Argentina


Excelentísimo Señor Presidente de la República Argentina, Néstor Kirchner,
Excelentísimo Señor Presidente de El Salvador Elías Antonio Saca,
Excelentísimo Señor Vicepresidente de la República de Panamá, Samuel Lewis Navarro,
Ministros de Relaciones Exteriores,
Señor Ernesto Gutiérrez Conte, Presidente del Comité de Coordinación del Encuentro Hemisférico del Sector Privado,
Embajador Albert Ramdin, Secretario General Adjunto de la OEA,
Dr. Brian Stevenson, Secretario Ejecutivo para Desarrollo Integral de la OEA
Señores y señoras representantes del sector empresarial de las Américas,
Amigos todos


En nombre de la Organización de los Estados Americanos, les doy la más cordial bienvenida a este Encuentro del Sector Privado, que se realiza en ocasión de la IV Cumbre de las Américas. Quisiera extender mi más sincero agradecimiento a las autoridades argentinas por habernos abierto las puertas de esta magnífica ciudad para llevar a cabo esta reunión y a todos ustedes por estar aquí para intercambiar opiniones sobre los principales desafíos que enfrentan las naciones de las Américas en su lucha por hacer realidad los beneficios de la democracia, y discutir, en este contexto, el rol del sector privado. La celebración de este evento constituye un motivo de particular interés para la OEA, por cuanto da seguimiento al primer Foro del Sector Privado de la OEA realizado el pasado 5 de junio, en Ft. Lauderdale, Florida durante la XXXV Asamblea General de la OEA.

Por segunda vez este año, ustedes se reúnen para ofrecer sus aportes y recomendaciones a los gobiernos porque reconocen que su hacer diario tiene un impacto directo en la creación de empleo y, por ende, en la reducción de la pobreza y el bienestar de los pueblos de las Américas. Espero que este acercamiento con los Estados del hemisferio en el marco de la OEA se transforme en una fructífera instancia de diálogo permanente y cooperación que redunde en el desarrollo, el bienestar y el fortalecimiento de la democracia en el hemisferio.

Este Encuentro se realiza en un momento crítico para nuestro continente porque confrontamos desafíos económicos y sociales que amenazan la gobernabilidad democrática, y que requieren de una activa participación del sector privado. La presencia de ustedes hoy es una fuerte señal de apoyo y demuestra su compromiso con la búsqueda de soluciones que garanticen un futuro próspero y seguro para nuestras poblaciones.

Como ustedes saben, en contraste con la ilusión y el optimismo que caracterizó el inicio de los procesos de reforma económica y política a principios de la década de los 90s, en los últimos años han surgido nuevas ansiedades y preocupaciones. América Latina está amenazada por una crisis de gobernabilidad e inestabilidad generadas por la pobreza y el desempleo.

La relación entre inestabilidad política, crisis económica, pobreza, desigualdad y en definitiva gobernabilidad democrática es una relación muy visible y muy cierta en nuestro hemisferio. Y por ello es tan importante el tema de la IV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en Mar del Plata “Crear trabajo (empleo??) para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática”. Y es aún más imprescindible que de esta Cumbre salgan conclusiones útiles y propuestas concretas, para atacar estos problemas que están en el corazón de América Latina y el Caribe.

La pobreza genera la ingobernabilidad e inestabilidad. Un número inaceptable de la población de nuestro hemisferio vive en condiciones de pobreza, la tasa de desempleo juvenil es elevada, con los efectos conocidos de frustración, violencia y migración. Este es un reto actual y de largo plazo para la estabilidad y competitividad global del hemisferio.

En efecto, tenemos 224 millones de pobres y 96 millones de indigentes. Además, la brecha entre los ricos y los pobres es peor en América Latina que en cualquier otra región del mundo. Un reciente estudio del Diálogo Interamericano indica que debido a esa brecha, América Latina debe experimentar un crecimiento dos veces mas rápido que el de Asia para alcanzar niveles similares en la reducción de la pobreza. Los niveles de pobreza en la región duplican los del Medio Oriente, aunque las dos regiones poseen similares niveles de ingreso per capita.

Diversas encuestas de opinión indican que la satisfacción con la democracia está directamente relacionada con la percepción que los ciudadanos tienen del funcionamiento de la economía y el mercado laboral. Por ello es crucial consolidar un crecimiento económico alto y sostenido para avanzar hacia un desarrollo con trabajo decente y productivo, que permita la participación de las mayorías en la generación de riqueza y en el goce de sus beneficios.

Qué puede hacer el sector privado para promover la creación de empleo y fortalecer la gobernabilidad democrática?

Una sociedad civil dinámica requiere la activa participación de una comunidad privada productiva, que respalde el estado de derecho, promueva la gobernabilidad democrática, combata la corrupción y fomente la transparencia en todos los ámbitos del gobierno. Por ello, el sector privado es un actor importante, no solo como motor de crecimiento, sino también en la promoción de la gobernabilidad.

Es indispensable propiciar diálogos público-privados para identificar e implementar acciones orientadas a mejorar la calidad de las instituciones y regulaciones que afectan el desarrollo del sector privado. Aquí, quiero hacer una pausa para felicitar el esfuerzo conjunto del sector privado de las cinco subregiones del hemisferio, que en preparación para este evento y para la IV Cumbre de las Américas, realizó consultas a fin de presentar sus recomendaciones y aportes a los gobiernos sobre cómo, mediante alianzas público-privadas, se puede promover la creación de empleo y contribuir a hacer realidad los beneficios de la democracia.

Antes de concluir, permítanme mencionar algunas ideas que ilustran el imprescindible rol del sector privado en hacer realidad los beneficios de la democracia.

Mientras que el rol del gobierno en los países en desarrollo debe centrarse en construir la fundación para el crecimiento económico a largo plazo, el empresariado tiene un papel crítico que jugar como creador de ingreso y de riqueza. La reducción de la pobreza a largo plazo no puede ocurrir sin los empleos, los mercados, el comercio y las inversiones que los empresarios y empresarias crean.

En la era de la globalización, los intereses del empresariado coinciden cada vez más con objetivos y metas de desarrollo. La reducción de la pobreza ayuda a crear mercados estables e inclusivos. Según investigaciones del profesor C. K. Parlad, de la Universidad de Michigan, cuando las empresas comienzan a prestar atención a los que se encuentran en la base de la pirámide – cerca de 5 mil millones de personas en total – la dinámica de alivio de la pobreza adquiere una nueva perspectiva. Ya muchos de ustedes reconocen que se pueden generar ganancias atendiendo las necesidades de los consumidores en los países más pobres del mundo.

Por otra parte, la responsabilidad social corporativa es buen negocio también. Cuando empresas invierten en escuelas primarias en un país en desarrollo, también están invirtiendo en la capacitación de los trabajadores que podrá contratar en el futuro. Cuando empresas apoyan el proceso de fortalecimiento de capacidades institucionales, están invirtiendo en seguridad pública y mejoras de infraestructura de las cuales se beneficiarán más adelante. Construir nexos con micro, pequeñas y medianas empresas también promueve crecimiento económico entre la población pobre.

Cuando Cemex de México (la productora de Cemento más grande de México) lanzó su programa Patrimonio Hoy, que ofrece microcréditos a fin de vender cemento y otros materiales de construcción a familias de bajos recursos y a individuos interesados en construir sus propias casas, la compañía desarrolló un mercado y contribuyó a incrementar la riqueza nacional.

Si, juntos, los gobiernos y los empresarios redoblan los esfuerzos en política económica y social, los desposeídos de hoy van a ser los clientes de mañana.

Su activa participación a través alianzas público-privadas, y diálogos como el que tendrá lugar mañana en Mar del Plata con los gobiernos del hemisferio, será un factor crítico para avanzar la agenda de desarrollo y fortalecer la gobernabilidad democrática en nuestro continente. Los invito a trabajar de cerca con la OEA y otros organismos internacionales en hacer de este nuevo diálogo una instancia permanente, de la cual se deriven propuestas concretas para el desarrollo de las Américas.

Concluyo agradeciendo el liderazgo y compromiso del Señor Ernesto Gutiérrez Conte, Presidente del Comité de Coordinación de este Encuentro, y de los líderes empresariales que lo acompañan en forjar este nuevo diálogo para beneficio de nuestros pueblos.