Discursos

EMBAJADOR JORGE VALERO, REPRESENTANTE PERMANENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA ANTE LA OEA
DISCURSO DEL EMBAJADOR JORGE VALERO EN EL CONSEJO PERMANENTE. TEMA: PETRÓLEO, DEMOCRACIA Y COOPERACIÓN HEMISFÉRICA

29 de septiembre de 2005 - Washington, DC


El Presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, planteó en este Consejo Permanente, el pasado 13 de septiembre de 2005, que la OEA puede contribuir a que la comunidad internacional reaccione frente al alza de los precios del petróleo ya que, en su opinión, esta situación está generando protestas sociales que socavan la estabilidad democrática en varios países del hemisferio. Pidió que el tema “Energía y Desarrollo” fuera colocado en la agenda de la OEA.

Un día antes, el Presidente Ricardo Maduro, había indicado -en este mismo cuerpo- que el costo de la factura petrolera hondureña y de otros países centroamericanos es el doble de la ayuda que reciben del exterior.

Y el Presidente de El Salvador, Elías Saca, en su reciente discurso en la ONU, manifestó que el aumento de los precios del petróleo y los desastres naturales limitan el desarrollo de los países pobres.

Al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, que lidera Hugo Chávez Frías, también le preocupa el impacto que tienen los precios del petróleo. Es por eso que realiza denodados esfuerzos para que el petróleo venezolano contribuya al desarrollo integral de nuestros pueblos. Fomenta la cooperación energética basada en la solidaridad y condena la rapacidad de los especuladores en el mercado petrolero mundial.

Son evidentes las desigualdades y asimetrías que existen en nuestro continente. Padecemos problemas de injusticia social y económica, a lo que se suman presiones geopolíticas que dificultan, e incluso impiden, el acceso de nuestros pueblos a los recursos energéticos. Por eso el pueblo venezolano hoy defiende el derecho soberano a manejar sus recursos naturales.

El petróleo puede ser, y así lo concibe nuestro Gobierno, una poderosa palanca para impulsar el desarrollo, la integración, la cooperación, la solidaridad y la complementariedad económica y social de nuestros países.

El filósofo alemán Herbert Marcuse, en su más famosa obra El Hombre Unidimensional (1964) prefiguró la sociedad capitalista “avanzada” como una sociedad donde el hombre ha perdido su sentido crítico. La sociedad “unidimensional” ejerce su dominio, su control total “manipulando los deseos y las necesidades de las personas”. Esa sociedad ha llegado. Es necesario superarla.

El Siglo XXI se inicia con una población mundial que supera los 6 millardos de personas, de las cuales más de 2 no tienen acceso a los recursos de hidrocarburos.

Durante el Siglo XX el mundo consumió 1 trillón de barriles de petróleo. Más de un 70% de este consumo tuvo lugar en los países altamente desarrollados, los cuales representan solamente el 20% de la población mundial. Los países desarrollados consumen hidrocarburos sin ponderar las consecuencias sobre el ambiente y, consecuencialmente, la vida humana.

El irracional consumo de un recurso natural agotable, no renovable, y de alto valor estratégico, ha alterado los macro-equilibrios climáticos. Los huracanes que recurrentemente afectan a países insulares, como los Caribeños, son fenómenos naturales devastadores que tienen que ver con el sobrecalentamiento global.

Los desastres naturales vienen azotando al mundo entero y causan un gran número de víctimas y destrozos materiales, particularmente, en los países en desarrollo: inundaciones en países como la India, China, Bangladesh y el fenómeno del Niño y la Niña, que impactaron países de América Latina. Esta fresco también el terrible efecto de los recientes huracanes Katrina y Rita, que han desbastado áreas de Estados Unidos.

La International Strategy for Disaster Reduction de las Naciones Unidas ha señalado que los pobres del tercer mundo aportan el 96% de los muertos por desastres naturales. Dos mil desastres naturales han causado 618.000 muertos, en los últimos 15 años.

Ante este kafkiano panorama ¿por qué rehusarse a suscribir el Protocolo de Kyoto de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático?

Los precios del petróleo han sufrido históricamente grandes oscilaciones. La OPEP siempre ha buscado estabilizarlos coadyuvando a que sean justos, tanto para productores, como para consumidores.

La verdad es que el incremento de los precios del petróleo es un incremento nominal. En términos reales son notablemente inferiores a los registrados durante la llamada “crisis energética” de los años setenta y ochenta. Y a diferencia de lo observado en esa época, ahora no se observa un impacto significativo sobre el crecimiento mundial.

Los países altamente industrializados pueden cancelar su factura petrolera, dada las características de su economía y el enorme flujo de capitales, que reciben del exterior. Los países en desarrollo, en cambio, sienten el peso de esta factura. Hoy se está produciendo, nuevamente, un reciclaje de petrodólares de la mayoría de los países productores de petróleo hacia las grandes metrópolis del capitalismo mundial.

En el marco de la Segunda Cumbre de la OPEP, celebrada en el año 2000 en Caracas, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela sugirió adoptar una Banda de Precios que oscilaba entre los 22 y 28 dólares por barril. Esta fórmula fue colectivamente aceptada por la OPEP. Gracias a esta decisión y a la política de producción petrolera, después que se habían alcanzado precios nominales muy bajos, el precio del barril de la cesta OPEP se mantuvo en este, rango durante los años 2000 y 2001.

A raíz de los sucesos del 11 de septiembre de 2001, en Nueva York y Washington, se desataron –al margen de las Naciones Unidas- acciones militares en zonas que constituyen epicentro de actividades petroleras en el Mundo: Irak, en el Medio Oriente y el Golfo Arábigo- Pérsico, y Afganistán, en la vecindad de un nuevo centro de actividades petroleras que es el Mar Caspio.

El volumen de la producción petrolera en Irak, que en el 2002 promediaba 2.5 millones de barriles diarios, no ha sido reestablecido hasta el momento debido a las consecuencias de la invasión.

Los pronósticos estimaban que, para este año, Irak estaría produciendo más de 3 millones de barriles diarios, pero en realidad apenas produce la mitad de esa cifra. El mercado petrolero es muy volátil y puede ser influido, como en este caso, por la inseguridad que genera una situación bélica en un país productor de petróleo.

El mercado energético ha sido afectado, también, por las tensiones con Irán; la creciente demanda de China y del mundo industrializado. Ahora hay que agregarle los daños causados por los huracanes Katrina y Rita, que han afectado instalaciones petroleras y refinerías en el golfo de México.

En el mercado ha surgido la llamada “Prima de Miedo”. Esta incluye el riesgo que los traficantes del petróleo calculan en el mercado a futuro para garantizarse ganancias excesivas. Por otra parte, los especuladores obtienen ganancias obscenas que impactan los precios del combustible en el mercado final.

Esta “Prima de Miedo” se calculaba en 6 dólares en el año 2003, pero ha llegado a constituir hasta un 18% del precio del barril, según cifras de Daniel Yergin, Presidente de la Cambridge Energy Research Associates (CERA).

Otro factor que encarece el precio del petróleo y sus derivados, son los altos impuestos que imponen los países industrializados a los consumidores. Se estima que los fiscos de Inglaterra, Alemania e Italia pechan, en más de un 70%, el consumo de la gasolina. En Estados Unidos equivale, aproximadamente, a un 30%.

La producción de los países no OPEP ha tocado techo. La OPEP, entre tanto, satisface crecientemente la demanda y aporta el 42% de la producción mundial.

Quizás, lo que más contribuye al incremento en el precio del crudo, lo cual no es deseado ni por Venezuela ni por la OPEP, es la insuficiente capacidad de refinación que existe a nivel mundial, particularmente en Estados Unidos. Desde hace 25 años no se construyen refinerías en este país, que con un 5% de la población mundial consume del 28% al 29% de energía del planeta.

Hay otra circunstancia relevante que incide sobre los precios del petróleo. La acumulación de inventarios, stocks y reservas petroleras estratégicas por parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En la actualidad estos superan los 6,5 billones de barriles, tanto de crudos como de productos refinados. Esta demanda adicional de petróleo no se utiliza para satisfacer la demanda del consumidor, sino que se acumula como un instrumento de poder.

Recordemos una reciente experiencia. Cuando la Agencia Internacional de Energía (AIE) y el Gobierno de EE.UU, decidieron sacar unos 50 millones de productos refinados de sus reservas estratégicas, el precio del barril retrocedió en 7 dólares en unos días.

Sin embargo, cuando la OPEP anuncia un incremento de su producción petrolera, el mercado reacciona con indiferencia. Los dueños de las refinerías saben que transcurrirán unos 45 días para que el crudo prometido esté disponible físicamente para alimentar sus instalaciones. Ello se debe a las grandes distancias que el crudo tiene que transitar, sea desde Indonesia, el Medio Oriente o África.

La economía mundial experimenta un ciclo expansivo. La demanda petrolera ha venido creciendo sistemáticamente a pesar de los esfuerzos de la OPEP para satisfacerla.

Asia actúa como locomotora del crecimiento económico, energético y petrolero. China e India, que superan lo 2.1 millardos de personas, recuerdan el experimento de reconstrucción económica europeo y japonés después de la Segunda Guerra Mundial. La oferta petrolera mundial tiene que satisfacer la exigente demanda de los países de la OCDE. Los países en desarrollo también son demandantes de petróleo.

Esta demanda implica una extracción anual de aproximadamente 30 millardos de barriles de petróleo. Las inversiones en el área de exploración -a fin de localizar nuevas reservas- han tenido poco éxito. El estancamiento de las reservas hace que el mundo tome conciencia de que “LA ERA DEL PETRÓLEO FÁCIL FINALIZÓ”: la publicidad de la petrolera Chevron lo viene recalcando últimamente.

La OPEP promueve un diálogo en función de alcanzar un acuerdo petrolero de largo plazo, que permita establecer precios justos para productores y consumidores.

El Gobierno de Hugo Chávez potencia la producción del país, con el objeto de cumplir con los compromisos que PDVSA ha adquirido con sus clientes, principalmente en este hemisferio. Venezuela es el primer exportador de productos derivados a Estados Unidos. Ocupa el cuarto lugar como exportador de crudos y productos refinados a este país.

La integración energética de nuestro continente, permitiría aprovechar el formidable potencial que representa un mercado conformado por más de 530 millones de seres humanos.

Nuestros países pueden incrementar sus fortalezas y reducir sus debilidades. Más del 80% de las reservas de petróleo y de gas del continente americano se encuentran en América Latina. Esto coloca a nuestra región en una posición ventajosa como suplidor de energía. Venezuela, México, Brasil, Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú y Argentina poseen el 11,5% de todas las reservas petrolíferas del planeta. He allí un gran potencial que debe ser puesto al servicio de nuestros pueblos.

Venezuela asume su responsabilidad en este momento de la historia. Dispone de reservas de petróleo que se calculan en 77 millardos de barriles de crudo convencional. Y agréguese los 235 millardos de barriles de crudos pesados y extra-pesados localizados en la Faja Petrolífera del Orinoco. Al ritmo de su producción actual de 3,3 millones de barriles diarios habrá petróleo para más de 285 años.

Venezuela se propone incrementar su producción petrolera a 5.8 millones de barriles diarios, en los próximos cinco años. Y con el objeto de satisfacer la creciente demanda mundial realizará una inversión superior a los 56 mil millones de dólares en la industria petrolera. De éstos, 16 mil millones se destinarán al área de refinación. El Estado venezolano aportará 37 mil millones, mientras que la restante inversión corresponderá al sector privado, principalmente extranjero. Damos la bienvenida a nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños.

Venezuela se ha planteado construir, en los próximos años, tres nuevas refinerías en territorio nacional. Una en Brasil, en concierto con su Gobierno, y mejorará y ampliará refinerías en Argentina, Uruguay y Paraguay.

Nuestras empresas nacionales estatales y privadas han acumulado experiencia y desarrollado capacidades. La sinergia de conocimiento entre ellas, representa un potencial que debemos aprovechar en beneficio de nuestros pueblos.

Consideramos que los excedentes de los países exportadores de petróleo deben destinarse a diversificar y fortalecer sus economías; a estimular inversiones con alto retorno social; y a apoyar el desarrollo de los países más pobres. Este es el enfoque de Venezuela en esta hora, para contribuir al desarrollo integral de los países de América Latina y el Caribe.

El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ha propuesto crear una herramienta que conjugue voluntades políticas y acopie recursos energéticos de los países de la región, con el fin de obtener un mayor beneficio recíproco y ejercer a plenitud la soberanía energética: esa herramienta es Petroamérica.
Esquema de integración energética basado en los principios de solidaridad, cooperación, complementariedad, desarrollo socioeconómico y visión conservacionista. Su principal objetivo es luchar contra la pobreza para alcanzar la justicia social.
En Petroamérica confluyen tres iniciativas subregionales de integración energética:

 Petrocaribe, cuyo nacimiento fue suscrito por 14 países de la región caribeña: Jamaica, República Dominicana, Cuba, Guyana, Grenada, Suriname, Dominica, Antigua y Barbuda, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, Belice, San Vicente y las Granadinas y Venezuela.
 Petrosur, donde convergen Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela;
 Petroandina, que la conforman Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela.
Petroamérica está concebida como un habilitador geopolítico orientado hacia el establecimiento de mecanismos de cooperación e integración, utilizando los recursos energéticos de las regiones del Caribe, Centroamérica y Sudamérica.
Petroamérica utilizará en forma soberana los recursos energéticos como motor de desarrollo endógeno e integración de los pueblos de América Latina y el Caribe; aprovechará la complementariedad económica, social y cultural para disminuir las asimetrías en la región; minimizará los efectos negativos que sobre los países de la región tienen los costos de la energía; y fortalecerá otras instancias de integración subregional como la CARICOM, el Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Comunidad Suramericana de Naciones y la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
Las áreas de cooperación de Petroamérica han sido definidas:
 Negociaciones directas entre los Estados para eliminar la intermediación y abaratar los costos de las transacciones.
 Suscripción de convenios integrales de cooperación.
 Identificación de áreas de cooperación y acuerdos bilaterales entre empresas y/o entes de los estados. Venezuela dará cooperación técnica para apoyar la constitución de entidades estatales donde no existan.
 Acuerdos de cooperación en materias como: suministro de crudo y productos; intercambio de bienes y servicios; desarrollo de infraestructura y financiamiento; diseño, construcción y operación conjunta de refinerías; facilidades de almacenamiento y terminales; comercialización conjunta de crudos, productos, gas, asfaltos y lubricantes; transporte y logística; exploración y explotación conjunta de petróleo y gas; procesamiento y comercialización de gas; petroquímica; tecnología, adiestramiento; combustibles ecológicos; y políticas públicas.
A iniciativa de Venezuela, PetroAndina fue creada como plataforma común o “alianza estratégica”. Nuestro país aportó 50 millones de dólares para un Fondo Social Humanitario del que se beneficiarán los otros cuatro países firmantes del acuerdo.
Un beneficiario inmediato ha sido Ecuador. Un país que a pesar de ser exportador de petróleo, tiene que importar la gasolina que consume. Refinará en Venezuela parte de sus crudos con lo cual se ahorrará una parte de los 1.000 millones de dólares anuales que paga por combustibles importados.

El Acuerdo de Cooperación energética de Petrocaribe es una iniciativa venezolana destinada a brindar facilidades tanto financieras como estructurales, garantizando el suministro directo hacia los países del área, afectados por la intermediación y la especulación en el mercado de hidrocarburos.

Petrocaribe potencia acuerdos preexistentes, como el Convenio de San José y el Acuerdo Energético de Caracas.
Petrocaribe instrumenta una escala de financiamiento de la factura petrolera, tomando como referencia el precio del crudo. Contempla un financiamiento a largo plazo del 30% de la factura petrolera, cuando el barril esté a un precio mayor o igual a 40 dólares; de 40% si el barril alcanza los 50 dólares y un 50% si, eventualmente, el precio llegara a los 100 dólares. Extiende el período de gracia para el financiamiento a largo plazo de 1 a 2 años; mientras que el pago a corto plazo se extiende de 30 a 90 días.

Para los pagos diferidos, se mantendrán las mismas bases del Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas, es decir: 17 años, incluyendo los dos años de gracia señalados, cuando el precio se mantenga por debajo de 40 dólares el barril.

Cuando el precio exceda los 40 dólares, el período de pago se extenderá a 25 años, incluyendo los dos años de gracia referidos, reduciendo el interés al 1%.

En el marco de los principios solidarios de este acuerdo, Venezuela aceptará que parte del pago diferenciado de la factura se realice con bienes y servicios. Mi país podría adquirir, a precios preferenciales, el azúcar y el banano afectados por las oscilaciones de precios en el mercado internacional.
Petrocaribe impulsará programas de ahorro de energía. Gestionará créditos e intercambiará tecnologías para que los países beneficiados desarrollen programas y sistemas altamente eficientes de consumo energético, así como actividades que les permitan reducir su consumo de petróleo.
Instrumentará la cooperación para enfrentar los desastres naturales y para luchar contra el SIDA.

Venezuela financiará, en el marco de Petrocaribe, 17.000 millones de dólares de factura petrolera en los próximos 10 años, a razón de 200.000 barriles de petróleo diarios..... Y esto supera, con creces, la cooperación ofrecida por los países desarrollados en el marco de los objetivos del Milenio de las Naciones Unidas.

A través de los acuerdos de Petrocaribe, Venezuela se compromete a suministrar el combustible que necesitan los pueblos del Caribe para los próximo 100 años.

PDV-Caribe, una filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA), organizará una red logística de buques, capacidades de almacenamiento y terminales, capacidad de refinación y distribución de combustible y productos.

La capacidad de transporte de esta filial de PDVSA será suficiente para cubrir los compromisos de suministros con los buques tanque venezolanos y los fletes que resulten de estas operaciones serán facturados al costo.

En el acuerdo de Petrocaribe se estableció la creación del Fondo Alba Caribe, para lo cual Venezuela destinó 50 millones de dólares para financiar programas sociales y económicos solidarios.

Los Jefes de Estado y de Gobierno del Caribe han acogido con beneplácito las oportunidades que proporcionará Petrocaribe y alabado el modelo de desarrollo que se ejecuta exitosamente en Venezuela.

La política de integración energética solidaria de Venezuela, sin discriminaciones políticas ni ideológicas, también abarca convenios bilaterales con países del continente.

 Argentina: se ha establecido una alianza petrolera. Ya se han inaugurado las primeras estaciones de servicio en la ciudad de Buenos Aires.

Venezuela vendió combustibles a Argentina cuando este país afrontó graves problemas de aprovisionamiento de gas natural y de otros energéticos a mediados de este año.

Igualmente nuestro país facilitó la operación con un acuerdo para comprar bienes agrícolas y pecuarios argentinos por montos equivalentes a los de las ventas de esos combustibles. Astilleros argentinos repararán y construirán buques para Pdvsa.

 Brasil: se ha firmado 14 convenios en materia de petróleo, gas y petroquímica. Destacan los referidos al desarrollo conjunto del Proyecto Mariscal Sucre y la Faja Petrolífera del Orinoco; negocios y actividades de cooperación en el área de producción y distribución de lubricantes; cooperación en el área de refinación, comercio y transporte marítimo; así como colaboración científica y capacitación de personal.

 Bolivia: se ha firmado un acuerdo energético. Venezuela respalda su esfuerzo por recobrar el control de sus recursos naturales mediante el fortalecimiento de su empresa nacional.

 Centroamérica: en el área de petróleo y gas, a través de los Acuerdos de San José y de Caracas, Venezuela ofrece petróleo y sus derivados en condiciones favorables a países centroamericanos. Estudia, además, las solicitudes formuladas por mandatarios centroamericanos para su ingreso a Petrocaribe.

 Chile: con motivo de la visita del Presidente Ricardo Lagos a Venezuela, abril 2005, se firmó un Memorandum de Entendimiento para compatibilizar iniciativas de integración energética entre la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) y PDVSA.

 Colombia: se ha pactado la construcción de un gasoducto binacional, que traerá gas colombiano a refinerías y petroquímicas del occidente venezolano y servirá para llevar el fluido en sentido inverso. Se han concretado planes de inversión para la explotación del carbón y se forjó una alianza para la exploración petrolera.

 Cuba: En el marco de Petrocaribe PDVSA Cuba abrió sus puertas en La Habana para trabajar conjuntamente con CubaPetróleo (CUPET) y multiplicar las potencialidades del mercado energético del Caribe.

 Paraguay: se negocia con ese país la venta de petróleo y derivados con facilidades de financiamiento, con base en el Acuerdo Energético de Caracas.

 Panamá: se estructuraron grupos de trabajo para estudiar la factibilidad de construir un oleoducto entre los dos países que facilitará y abaratará el trasiego de crudo hacia el Pacífico. Panamá recibe los beneficios del Acuerdo Energético de Caracas. También se estudia construir un gasoducto que una los yacimientos gasíferos entre Venezuela, Colombia y Panamá.

El Presidente Hugo Chávez Frías ha propuesto una iniciativa trascendental para procurar la integración energética de Sudamérica: construir un gasoducto desde Venezuela hasta la Patagonia. Esta iniciativa será analizada por los Jefes de Estado sudamericanos en su próxima Cumbre.

La integración energética solidaria que adelanta el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, que aquí hemos descrito brevemente, está demostrando que el petróleo puede ser utilizado para alcanzar el desarrollo integral y para fomentar la justicia social en los países hermanos del continente.