Discursos


INTERVENCIÓN DEL ING. ERNESTO LEAL SÁNCHEZ CANDIDATO A SECRETARIO GENERAL ADJUNTO DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS (OEA) ANTE LA SESIÓN ORDINARIA DEL CONSEJO PERMANENTE

24 de mayo de 2005 - Washington, DC


Embajador Alberto Borea Odría, Presidente del Consejo Permanente
Embajador Luigi Einaudi, Secretario General Interino
Señoras y Señores Representantes Permanentes y Alternos
Señores Observadores Permanentes
Señoras y Señores

Quiero agradecer la oportunidad que me brindan de compartir con ustedes algunas ideas sobre nuestra Organización hemisférica especialmente en momentos históricos que sin lugar a dudas marcarán su futuro.

Vengo representando a una Nicaragua comprometida con el desarrollo, el progreso y con el respeto a los valores intrínsecos de la persona humana, principios fundamentales de este foro hemisférico.

Lo hago desde la perspectiva de un nicaragüense más, que ha sufrido también en carne propia los horrores de la guerra y la fatalidad de la injusticia.

Vengo de un país pequeño en territorio pero con grandes sentimientos de hermandad y solidaridad. Un país que ha experimentado con éxito la participación de nuestra Organización en la consecución de la paz, y la democracia. La Organización de los Estados Americanos ha sido un actor principal no sólo con la XVII Reunión de Consulta, que dio inicio al derrocamiento de una dictadura de más de cuatro décadas, sino que también en el proceso de pacificación que logró concluir una guerra de casi diez años.

Contribuye, además en la actualidad, con el proceso de desminado humanitario, que constituye una experiencia sin precedentes en la Región Centroamericana.

Por estas razones, es que soy un fiel creyente en que nuestra Organización debe de anticiparse a los acontecimientos que puedan amenazar algunas de nuestras nacientes democracias, no esperando así hasta que los hechos, siempre lamentables por cierto, ya hayan sucedido y los daños sean irreparables e irreversibles.

Si bien es cierto que en nuestro continente la democracia ha ido superando los regímenes que en el pasado oprimieron a algunos de nuestros pueblos, también es cierto que ahora se hace necesaria la unidad de nuestras naciones para enfrentar los nuevos retos que la agenda política, social y económica nos demanda.

Nuevos desafíos han nacido al amparo de las libertades conquistadas por nuestras naciones, que requieren adecuar nuestro sistema particularmente en el fortalecimiento, preservación y consolidación de la democracia representativa, incorporando la cada vez más vigorosa presencia de la sociedad civil. Asimismo, impulsando políticas de desarrollo con justicia social y la búsqueda de un orden internacional cada vez más justo.

Esa democracia debe ser protegida por todos nosotros en el marco de la Carta Democrática Interamericana, cuyo antecedente más inmediato se dio en la XXIII Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos realizada en Managua, Nicaragua, la cual tuve el honor de presidir.

En esa ocasión, los Estados Miembros expresaron en la Declaración de Managua para la Promoción de la Democracia y el Desarrollo: “su convicción de que la misión de la Organización no se limita a la defensa de la democracia en los casos de quebrantamiento de sus valores y principios, sino que requería además, una labor permanente y creativa dirigida a consolidarla, así como un esfuerzo permanente para prevenir y anticipar las causas mismas de los problemas que afectan el sistema democrático de gobierno.”

Ejemplo vivo de esta acción es la que realizó la OEA en 1993, cuando envió una misión especial a Guatemala, de la cual formé parte como Ministro de Relaciones Exteriores, cuando este hermano país se encontraba viviendo una crisis institucional.

No obstante, las mejores acciones preventivas son las que nacen de la confianza y las convicciones de los pueblos en sus Instituciones, y la mejor contribución que nuestra Organización puede hacer, es el fortalecimiento de los principios y valores democráticos, así como de las instituciones de la democracia.

Durante la década de los noventa, siendo Ministro de Relaciones Exteriores, comparecí ante este Consejo Permanente para agradecer a la Organización y a todos los Estados Miembros y Observadores Permanentes su valiosa contribución a la democratización de Nicaragua. Hoy, una vez más, reitero ese agradecimiento que nos ha dejado como legado el que ahora todos los nicaragüenses vivamos en paz y en democracia.

En el seno de la OEA, todos los países, independientemente de su tamaño, tenemos retos comunes que requieren de soluciones comunes.

Es necesario entonces, además de la consolidación de la democracia, la lucha contra la pobreza y el desempleo; el respeto a los derechos humanos; la igualdad de género; un comercio libre y justo; la seguridad hemisférica; la búsqueda del consenso a través del diálogo y combatir eficaz y coordinadamente las nuevas amenazas multidimensionales; en fin, esos y muchos otros temas que son comunes.

Ese es nuestro reto. El reto de todos por igual.

Cooperación y Desarrollo

Señoras y Señores:

Debemos tener una visión clara sobre una renovada Organización de los Estados Americanos.

No puede haber democracia si ésta no está ligada al desarrollo. Desarrollo que tanto ansían muchos de nuestros pueblos. Esa democracia debe ser protegida por todos nosotros en el marco de la Carta Democrática Interamericana, pero también es importante vincularla con el progreso, para que nuestros propios pueblos sientan que la democracia produce bienestar, que sin democracia los beneficios del desarrollo son más difíciles de conseguir. Por lo que la Secretaria Ejecutiva para el Desarrollo Integral debe continuar siendo un pilar fundamental para contribuir al progreso especialmente de los Estados Miembros con pequeñas economías.

Nuestra propia Organización nace teniendo entre sus objetivos la erradicación de la pobreza, concebida ésta, como un obstáculo para el desarrollo. Por ello, es importante que nuestros pueblos asuman los vínculos indisolubles entre democracia, libertad y progreso, identificando a la Organización de los Estados Americanos como una Organización comprometida a trabajar en función de nuestras necesidades primarias. Debemos ir cada vez más vinculando a la OEA en los problemas sociales de aquellos países pequeños y vulnerables.

Muchos definen el desarrollo con simples sumas de cifras, que sin lugar a dudas son importantes, pero nuestro reto para el futuro es la vinculación de lo económico con lo social y lo ambiental, ya que no podemos pensar más en progresos basados únicamente en cifras económicas sino también basados en avances sociales y ambientales; en resumen en un verdadero desarrollo sostenible, donde lo económico, lo social, y lo ambiental interactúen como uno sólo.

Pero también es importante estar conscientes que nuestro progreso no sólo deberá depender de la cooperación de los países más desarrollados sino, también, y sobretodo, de nuestra capacidad de poner en práctica políticas económicas basadas en la solidaridad hemisférica y en un justo intercambio comercial con todo el mundo.

Por eso el proceso de “Cumbres de las Américas”, impulsado por nuestra Organización es de vital importancia ya que encara los desafíos actuales con una visión integral.

Las Declaraciones y todos los Planes derivados de las mismas así lo demuestran. Desde su inicio, las Cumbres han venido vinculando el libre comercio hemisférico con la erradicación de la pobreza, la educación y el desarrollo sostenible en un contexto de paz, democracia y desarrollo.

Derechos Humanos

Es sin embargo una realidad que así como debemos proteger la democracia como sistema político, al mismo tiempo debemos garantizar la promoción y respeto de los derechos humanos, y por eso es que mi país ofrece su apoyo tanto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, como a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Como nicaragüense personalmente he tenido que recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en momentos en que sufríamos los abusos de una dictadura, por lo que puedo certificar la importancia de contar con estas instituciones.

Enfoque Multidimensional de la Seguridad

Señoras y Señores:

Actualmente vivimos en un mundo globalizado, pero desafortunadamente la globalización no sólo comprende los asuntos económicos, sino que también todos tenemos nuevas amenazas tales como el narcotráfico, el terrorismo, el crimen organizado, la corrupción, el tráfico de niños y personas, inclusive los desastres naturales que nos afectan a todos por igual, los cuales solamente podremos combatir si actuamos de manera coordinada, y por esto es que los mecanismos con que ya contamos como la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), el Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE), son instrumentos de imprescindible utilidad para enfrentar estos desafíos.

Al término de mi servicio como Ministro de Relaciones Exteriores, fui electo por unanimidad por los Presidentes Centroamericanos, Secretario General del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), con el objeto de dirigir ese órgano de integración, en búsqueda de soluciones a los problemas regionales anteriormente mencionados, lo que me permitió profundizar en el multilateralismo.

Fuimos capaces de lograr la suscripción del Tratado Marco de Seguridad Democrática que definió una nueva relación entre civiles y militares, así como la adopción de políticas comunes en el sistema centroamericano, y convertir a la Comisión de Seguridad de Centroamérica en un mecanismo de coordinación para abordar los problemas comunes que nos afectan.

Integration

Dear Ambassadors,

If we share the same challenges, it is unquestionable that all of our Regional Organizations should, one way or another, share their experiences and promote coordinated efforts to jointly face our common threats.

In the 1990´s I had the honor to participate in the promotion of the dialogue between two important Sub Regional Organizations -SICA and CARICOM- and also to contribute to the creation of the Association of Caribbean States (ACS), which definitely has brought benefits for both Sub Regions.

The process of integration is becoming stronger between all of the Sub-Regions, and then we have SICA, CARICOM, MERCOSUR, COMUNIDAD ANDINA, PLAN PUEBLA PANAMA, etc.—organizations which allow us to work together to deal with the great challenges of globalization.

Last week I had the privilege of receiving in Managua, Dr. Rubén Silié, Secretary General of the Association of Caribbean States (ACS). We talked about how just by holding meetings between the different Secretariats of all our Sub Regional Organizations we would obtain great benefits, and if we coordinate them with the different mechanisms of the OAS, all of our countries without exception will receive the benefits of hemispheric solidarity, especially the countries with small economies.

One of the most important challenges is that our peoples receive the benefits of this Organization. All the citizens of our continent should know that the OAS serves not only to guarantee democracy, peace, and development and in addition it serves to promote integration, in spite of any differences among ourselves.


Señoras y Señores:

Centroamérica se siente comprometida a brindar su aporte con la experiencia de quien ha aceptado el reto de contribuir al engrandecimiento de esta Organización.

Ha llegado el momento –después de 25 años sin que un centroamericano ocupe la Secretaría General Adjunta- de ofrecer nuestra voluntad y capacidad de contribuir a que la Organización de Estados Americanos se fortalezca y supere las situaciones que muy bien ha definido el Señor Secretario General electo, doctor José Miguel Insulza, como prioritarias y urgentes.

La OEA debe modernizarse –en austeridad, con ideas nuevas y creativas-; estoy comprometido a trabajar coordinadamente con el Secretario General y con los Estados Miembros, para lograr una gestión eficaz, contribuyendo a solventar las dificultades presupuestarias por las que atraviesa nuestra Organización.

Con el objeto de contribuir a esa gestión eficiente y particularmente transparente, el día de ayer he entregado al Embajador Luigi Einaudi, Secretario General Interino, mi declaración de probidad, misma que entregué a la Contraloría General de la República de Nicaragua.

Señor Presidente del Consejo Permanente,
Señores Representantes,

He compartido con ustedes los valores y principios en que he basado mi compromiso por servir como Secretario General Adjunto. Nicaragua, que ha recibido los beneficios de esta Organización hemisférica, quiere ahora contribuir con las democracias de todo el Hemisferio.

Les pido su respaldo y agradezco la confianza que en mí han depositado ya varias naciones hermanas. Les agradezco a todos ustedes la oportunidad que me dieron de compartir con ustedes mis reflexiones.

Muchas Gracias.