Discursos

PRESIDENTA DEL CONSEJO PERMANENTE, EMBAJADORA CARMEN MARINA GUTIÉRREZ SALAZAR, REPRESENTANTE PERMANENTE DE NICARAGUA
EN LA SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL CONSEJO PERMANENTE CON MOTIVO DE LA TOMA DE POSESIÓN DEL DR. MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ SECRETARIO GENERAL DE LA OEA

23 de septiembre de 2004 - Washington, DC


• Su Excelencia Abel Pacheco de la Espriella, Presidente de la República de Costa Rica,
• Su Excelencia Runaldo Ronald Venetiaan, Presidente de la República de Suriname,
• Su Excelencia Oscar Berger, Presidente de la República de Guatemala,
• Su Excelencia Jorge Battle Ibáñez, Presidente de la República Oriental del Uruguay,
• Su Excelencia Ricardo Maduro Presidente de la República de Honduras,
• Su Excelencia Elías Antonio Saca González, Presidente de la República de El Salvador,
• Su Excelencia Maître Boniface Alexandre, Presidente interino de la República de Haití,
• Su Excelencia Baldwin Spencer, Primer Ministro de Antigua y Barbuda,
• Su Excelencia Enrique Bolaños, Presidente de la República de Nicaragua,
• Su Excelencia Ralph Gonsalves, Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas,
• Su Excelencia Alejandro Toledo, Presidente de la República del Perú,
• Su Excelencia Roosevelt Skerrit, Primer Ministro de la Mancomunidad de Dominica,
• Su Excelencia Francisco Santos, Vicepresidente de Colombia,
• Su Excelencia Samuel Lewis Navarro, Primer Vicepresidente de la República de Panamá,
• Distinguidos Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores,
• Altos ex dignatarios que hoy nos acompañan,
• Señoras y Señores Representantes Permanentes,
• Señoras y Señores Observadores Permanentes,
• Señor Secretario General, Dr. Miguel Ángel Rodríguez,
• Señor Secretario General Adjunto, Embajador Luigi R. Einaudi,
• Señoras y Señores Miembros del Cuerpo Diplomático,
• Invitados Especiales,
• Señoras, Señores:


Constituye un altísimo honor para mi país, Nicaragua, ejercer la Presidencia del Consejo Permanente en ocasión de esta sesión extraordinaria convocada para celebrar, con toda solemnidad, la toma de posesión del Dr. Miguel Ángel Rodríguez, Secretario General de la Organización de los Estados Americanos.

Nunca antes en la historia de nuestra institución había correspondido a un país de Centroamérica la alta responsabilidad de dirigir los destinos de este principalísimo órgano ejecutor de los mandatos de la Asamblea General, la Reunión de Consulta y los Consejos de la Organización.

Como centroamericana, me embarga el orgullo de que hoy, en este foro regional interamericano de ideales, principios y objetivos centenarios, se proclame al Dr. Miguel Ángel Rodríguez, octavo Secretario General de la OEA.

Y este Consejo Permanente se complace en que esta alta distinción haya recaído en un hombre de cualidades personales y profesionales como las del Dr. Miguel Ángel Rodríguez.

Así lo decidieron, los Ministros de Relaciones Exteriores, por unanimidad y mediante un voto por aclamación, durante el curso del recientemente pasado trigésimo cuarto período ordinario de sesiones de la Asamblea General.

El Dr. Rodríguez exhibe una sólida formación intelectual que abreva en el pensamiento filosófico y sociológico de Locke, Hume, Montesquieu Tocqueville y tiene la continuidad de desarrollo histórico que ofrecen las concepciones libertarias de Hayek, Mises y Popper. La Doctrina Social de la Iglesia, por otra parte, nutre su concepción integradora de “la acción humana” y de la “sociedad espontánea y abierta”.

El Secretario General cuenta con una fuerte vocación de servicio, es un político preocupado y ocupado de la “cosa pública”.

Abogado, egresado de la Universidad de Costa Rica, completó sus estudios con un Doctorado en Economía de la Universidad de California, Berkeley, y desde entonces, ha desarrollado una exitosa trayectoria profesional en todos y cada uno de los emprendimientos a los que ha comprometido siempre sus mejores esfuerzos.

En el ámbito académico, el Dr. Miguel Ángel Rodríguez es reconocido como prestigioso profesor universitario, tanto en su país cuanto en el exterior, habiendo también publicado numerosos libros y ensayos sobre temas económicos, sociales y políticos, entre ellos, “Al Progreso por la libertad”, “Una Revolución Moral” y “La solución Costarricense”.

En el sector privado, el Dr. Rodríguez se ha destacado como un empresario de renombre, miembro, asesor y presidente de distintas cámaras, y asociaciones.
Ocupó los escalones más altos, tanto en la administración pública como en el Congreso de su país.

Corona su vida política, ejerciendo la presidencia de la República de Costa Rica, entre 1998 y el 2002, fijándose una gestión de gobierno austera, transparente y de amplia concertación política, con objetivos ciertos en materia de apertura comercial de mercados, fortalecimiento institucional, descentralización, preparación del capital humano y reordenamiento de programas sociales.

Dr. Rodríguez:

Su elección a la Secretaría General de la OEA es el reconocimiento expreso de los gobiernos de los Estados Miembros a sus profundas convicciones de paz, democracia y libertad, postulados por excelencia de la Organización de los Estados Americanos, consagrados en la Carta Constitutiva de 1948 y en la Carta Democrática Interamericana, de 2001.

Como costarricense y ex Presidente de su país, representa usted a cabalidad los principios básicos que son, a comienzos del siglo XXI, la razón de ser de esta Organización: defensa de los derechos humanos y promoción y consolidación de la democracia.

La OEA, como decía, está hoy dedicada íntegramente al servicio de los valores de los derechos humanos, la democracia y la paz, aquella que surge cuando elevamos la vista hacia los cuatro ángulos superiores de este magnífico salón de Las Américas, como un mensaje unívoco de este Hemisferio.

Todos fuimos testigos de sus palabras en Quito cuando afirmaba su compromiso de promover los ideales interamericanos para que, en armonía pueda lograrse “más paz, más justicia y más bienestar para los ciudadanos de las Américas”.

Estamos convencidos que su gestión al frente de la Secretaría General, será decisiva para alcanzar estas metas.

El Consejo Permanente tiene certeza que, bajo su dirección, contará con una Secretaría General pro activa, capaz de coadyuvar a la elaboración de un renovado orden interamericano que encamine los procesos democráticos hacia mayores niveles de perfectibilidad; que sea, también, instrumento de superior eficacia para la promoción y respeto de los derechos humanos –civiles y políticos—; que conduzca, además el quehacer colectivo de nuestros gobiernos con una visión institucional de los procesos de integración y, que constituya el eje de equidad y solidaridad que oriente el desarrollo y el crecimiento de nuestras naciones.

Sabemos que la disminución de los niveles de pobreza es la gran tarea pendiente en nuestra región. Encararla con éxito requerirá de la participación y actitud responsable de unos y otros como lo fue, con inusitado éxito, en su gobierno, el “Triangulo de la Solidaridad” que promovió la responsabilidad individual y colectiva como una estrategia de participación activa en el proceso de desarrollo.

Conocemos de sus desvelos por la búsqueda de vías que alivien las condiciones de pobreza y la construcción de economías inclusivas que reduzcan los factores de desigualdad social. Su experiencia en estos temas nos brindará un invaluable apoyo para llevar adelante un trabajo compartido e inaplazable, cual es el de enfrentar con éxito el reto de la pobreza.

Señoras y Señores:

Ante la presencia de tan ilustres dignatarios y en nombre del Consejo Permanente me es altamente honroso declarar instalado en el cargo de Secretario General de la OEA al Dr. Miguel Ángel Rodríguez Echeverría a quien expresamos los mejores deseos de éxito en su gestión

Señor Secretario General

No podría finalizar estas palabras sin extender la calurosa recepción de este Consejo Permanente a todos los miembros de su familia que hoy le acompañan, a su distinguida esposa, Lorena Clare Facio, a sus hijos y nietos.

Muchas gracias.