Estamos acá reunidos para celebrar un nuevo camino de los muchos ya recorridos por la “Sociedad Imaginaria”, donde se proclama el ideal de “América: Sin Fronteras”. La sociedad imaginaria es una gran aspiración, podríamos decir que utopía, pero no lo decimos porque sí se puede alcanzar, si ponemos todo de nuestra parte para conseguir la unión de nuestros pueblos mediante la búsqueda de los valores humanos supremos en verdad, en justicia, en entendimiento mutuo entre los seres humanos.

A esta agrupación de eminentes personalidades los reúne Batuz, quien fue proclamado como líder por Octavio Paz. Batuz es un artista, un pensador, un humanista que con una enorme visión es el promotor incansable de la mejor esperanza: un mundo unido donde la tolerancia mutua y el respeto por los otros, por las ideas ajenas, como señalara don Benito Juárez, sea el comienzo de un futuro que anime esa unión, esa utopía en convivencia democrática, donde no existan diferencias ni jerarquías.

Este ideal de paz, al cual han adherido eminentes personalidades en las últimas dos décadas, se ha propuesto eludir los etnicismos y nacionalismos, y se propone abrir las fronteras a las personas, a las ideas, a todas las expresiones artísticas.

Esta propuesta, como bien sabemos, va en contracorriente de nuestras realidades, cuando la defensa de razas, religiones, creencias son las que prevalecen y surgen de los instintos de los hombres y los pueblos. Allí está Batuz para ayudar a colocarnos por encima de las banderas, de las sectas, de todos los ismos. Pero no es una verdad defendida de una manera hegemónica o intransigente, sino mas bien para buscar los deseos del hombre de trascender, de buscar la hermandad, de hallar en el arte un método que nos aproxime.

El Museo Imaginario Andre Malraux propone la síntesis de toda la historia del arte de todos los países, de todos los tiempos, como un documento abierto que afirma cómo desde la perspectiva del arte el hombre selecciona su destino y ese destino no es divisivo, ni expansivo; es lo que nos propongamos hacer de él.

La sociedad Imaginaria ha producido una serie de portafolios que sirven de testigos a esas aspiraciones, que nos traen las posibilidades de los distintos lenguajes que para expresarse usan los artistas y que convergen hacia el mismo destino. No se trata de destinos encontrados. Estos portafolios están depositados en algunos de los mejores museos de mundo.

Quizás este ánimo ideal de congregar los esfuerzos comunes para un futuro mejor, tenga lo siguiente como principio de un proceso: el convencimiento de que el don de la vida es nuestra única gran oportunidad para soñar con esta utopía. Así superaremos la enorme barrera que nos impone entender que los verdaderos obstáculos hacen parte de la naturaleza humana.

En esta presentación, la sociedad imaginaria ha querido mostrarnos el proyecto que reúne ese propósito: la carpeta Batuz-Milosz, documento que es una colaboración común de individuos que desde sus altas posiciones y grandes logros, se unen a este sueño común. Y para darle investidura a este propósito, recordamos el proverbio brasilero que ve los sueños individuales como siempre individuales, pero los sueños comunes, por su ánimo colectivo, con la posibilidad de sobrepasar la dimensión de la mera esperanza.

Se trata de una de los muchos documentos que Batuz ha publicado como testigos de los esfuerzos que mundialmente ha impulsado con miras a acercar a los hombres y reunir esfuerzos donde el sentido del hombre encuentre su destino en la construcción de una cultura humana y universal.

El portafolio se conserva en The National Gallery y es un excelente ejemplo de la propuesta de Batuz por “no más fronteras en las Americas”. Es una empresa común que nos propone un camino desafiante, que nos obliga a buscar un futuro común para todos.

Batuz viene a dejarnos la idea semilla de su ideal de una aldea universal, donde el principio fundamental sea la cultura, que con su práctica se reemplacen las otras prioridades y que sea el sentido profundo de la expresión humana.

No en vano los poetas también reclaman este sueño. Olga Orozco nos muestra un pedazo egoísta de la realidad “como una mesa a la deriva donde los comensales persisten ataviados por el prestigio de no estar. Cada cual con su copa para medir el vino que se acaba donde empieza la sed. Y cada plato para encerrar el hambre que se extingue sin saciarse jamás”

Mario Benedetti nos invita a conspirar y dice: Estarás como siempre en alguna frontera jugándote en tu sueño lindo y desvencijado recordando los charcos y el confort todo junto, tan desconfiado pero nunca incrédulo. Nunca más que inocente, nunca menos esa estéril frontera con aduanas que separa pretérito y futuro.

Son estas diversas voces que insisten en el solitario confín en el que vivimos. Son voces y luces de esta enorme complejidad de egos personales, orgullos nacionales, razones políticas lo que hoy justifican las barreras y divisiones que conspiran contra este ideal.

Gracias a Batuz y a todos ustedes por su presencia esta noche. Quiero dejarlos en compañía de Batuz, quien mejor que nadie nos puede ilustrar sobre este maravilloso proyecto

Muchas gracias