Discursos

DR. FREDDY GUTIÉRREZ, RELATOR ESPECIAL SOBRE TRABAJADORES MIGRATORIOS Y MIEMBROS DE SUS FAMILIAS DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
ANTE EL GRUPO DE TRABAJO ENCARGADO DE ELABORAR UNA PROPUESTA DE PROGRAMA INTERAMERICANO PARA LA PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS TRABAJADORES MIGRATORIOS

16 de abril de 2004 - Washington, D.C


Señor Presidente del Grupo de Trabajo
Señoras y Señores Representantes de los Estados:

Es para mí un honor dirigirme a ustedes por primera vez, desde mi elección como miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y como Relator Especial sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias. Permítanme empezar por expresar el agradecimiento de la CIDH y el mío propio por la invitación a participar en esta reunión del Grupo de Trabajo encargado de elaborar una propuesta de programa interamericano para la promoción y protección de los derechos humanos de los migrantes. Espero que este intercambio de ideas contribuya a la tarea que ustedes tienen a cargo.

Conforme a la invitación que me han formulado, mi presentación va a tener dos partes. Inicialmente, voy a hacer referencia a los antecedentes y contenido del Programa Interamericano y a continuación presentaré brevemente el estado actual de los trabajos que desarrolla la relatoría a mi cargo. Me gustaría empezar por compartir con ustedes el proceso de elaboración de dicho documento, así como describir su contenido.

El punto de partida de la Relatoría para su trabajo es el de su mandato: la promoción de los derechos humanos de los trabajadores migratorios cualquiera sea su status en el país en que se encuentren. Esto supone, como lo ha indicado la Relatoría en sus informes anuales, reconocer en primer lugar que los Estados tienen la facultad o potestad de regular la entrada y permanencia de personas no nacionales en su territorio. Tal facultad está restringida por los principios generales del derecho internacional de los derechos humanos, incluyendo el respeto a la integridad y dignidad de la persona, la no discriminación por razón de raza, sexo, religión, origen nacional y otras categorías prohibidas; y el debido proceso en las determinaciones de status y en los procedimientos de remoción, deportación o expulsión.

Nuestra segunda consideración, también emanada del mandato de la Relatoría, como lo entendemos, se refiere a la necesidad de impulsar una mirada multidisciplinaria sobre el fenómeno migratorio, y de generar una cultura de respeto a los derechos humanos fundamentales de toda persona, lo que implica no dirigirnos exclusivamente a los aspectos jurídicos del problema.

Sobre esas bases, y en virtud de un convenio suscrito con la Organización Internacional para las Migraciones, el equipo de la Relatoría trabajó estrechamente con profesionales designados por la oficina de la OIM en San José, Costa Rica, en la elaboración de un primer borrador de programa durante el año 2002. Los gastos originados a la OIM para esta tarea fueron sufragados por la Oficina de Población y Refugiados del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América. El trabajo de la Relatoría se solventó con los fondos recaudados por la CIDH a través del Fondo Voluntario y de fuentes externas.

Funcionarios de la Relatoría, incluyendo al Relator, y consultores contratados por OIM se reunieron a lo largo de varios meses en Washington y en San José, e intercambiaron ideas y proyectos. En noviembre de 2002, un documento inicial fue terminado. Mi antecesor, Juan E. Méndez tuvo el honor de presentarlo en la Conferencia Hemisférica sobre Migraciones celebrada en Santiago de Chile en esa fecha, auspiciada por la OIM y CELADE. Al final de la presentación, el Relator recibió algunas reacciones de representantes de delegaciones de sus Estados. El documento presentado en Santiago de Chile era un documento en proceso de elaboración por lo que el Relator anunció que a partir de los comentarios recabados durante la conferencia y los que enviaran los representantes de los Estados, la Relatoría elaboraría una segunda versión.

En los primeros días de febrero de 2003 la Relatoría recibió comentarios de Estados Unidos de América referidos al borrador presentado en noviembre de 2002 en Santiago de Chile. Debo indicar que ningún otro Estado presentó comentarios por escrito al documento presentado en Santiago de Chile.

El equipo de la Relatoría redactó una segunda versión, que puso a discusión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el curso del 117º período ordinario de sesiones. La segunda versión partía del borrador elaborado junto con la OIM, y tomaba en cuenta los comentarios a dicho documento. El programa interamericano fue aprobado por la CIDH y remitido a la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos. Hace un año, Juan Méndez presentó al Consejo Permanente el Programa Interamericano. Con la presentación de dicho documento entendemos que se dio cumplimiento a un mandato expreso de la Asamblea General de la OEA dirigido a la CIDH.

Aunque la CIDH entiende haber dado cumplimiento al mandato recibido, ha expresado en varias oportunidades e instancias su disposición a continuar discutiendo los proyectos de Programa, con la colaboración y en diálogo con los Estados. De modo, que me complace mucho esta invitación así como la oportunidad de presentar a ustedes los rasgos más importantes del documento aprobado por la CIDH.

Marco Conceptual. El programa adopta el marco conceptual del derecho internacional de los derechos humanos. Es decir, son los Estados quienes tienen la obligación de garantizar y proteger los derechos humanos de las personas que se encuentran en su territorio. Asimismo, el programa parte de la condición de vulnerabilidad estructural en la que se encuentran los migrantes. Finalmente, la condición de migrante irregular o no autorizado no incide en el carácter inalienable de los derechos humanos y por ende en el deber de los Estados de protección y garantía de éstos. No obstante, el programa resalta la importancia de reconocer e incluir el trabajo de las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales que desarrollan acciones en esta materia.

Elementos. La lectura y el desarrollo del programa deben incorporar los siguientes elementos. Primero, las personas migrantes son el destinatario y un actor central del programa, de manera que las actividades deben generar y permitir su participación activa en la transformación de su realidad. Segundo, se utiliza un enfoque transversal de género, es decir, los objetivos y actividades buscan eliminar la inequidad y tener en cuenta las necesidades y condiciones particulares de las mujeres, aunque no se haga explícito en todos los objetivos y actividades del programa. Tercero, la eliminación de la discriminación contra los grupos de afro-descendientes y pueblos indígenas es un elemento central del programa; las acciones que forman parte del mismo deberán propender por garantizar la inclusión de estos grupos y deberán tomarse las acciones y medidas adecuadas para ello. Cuarto, la coordinación de las actividades es esencial para alcanzar los objetivos propuestos. Quinto, los objetivos y acciones que propone este programa deberán desarrollarse de manera conjunta por actores estatales, organizaciones inter-gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil y los mismos migrantes. Sexto, el programa busca generar procesos de transformación, y en esa medida, deberán tomarse los recaudos adecuados para garantizar que el programa sea sostenible en el mediano y largo plazo.

Énfasis en Derechos. El programa se concentra o focaliza en los siguientes derechos humanos: garantías judiciales y protección judicial; derecho a la no discriminación; libertad personal; y derechos laborales.

Estructura. El programa se desarrolla en tres objetivos, para cada uno de ellos se proponen una serie de actividades y se indican los resultados esperados. Para no abusar de su tiempo, voy a omitir más detalles ya que entiendo que ustedes conocen el documento.

Para terminar, me gustaría referirme al trabajo que desarrolla la Relatoría a mi cargo. Dado que fui nombrado Relator en el mes de febrero último, me encuentro estudiando el trabajo desarrollado hasta ahora y formulando un plan de trabajo. No obstante, puedo adelantar que la Relatoría continuará haciendo seguimiento a la situación de los trabajadores migratorios, participando en eventos y foros en los que pueda contribuir a promover la utilización del sistema interamericano y la jurisprudencia de sus órganos en esta materia, así como adelantando visitas a Estados miembros y elaborando estudios sobre aspectos puntuales.

Muchas gracias por su atención.