Discursos

PRIMER MINISTRO DE SAN VICENTE Y LAS GRANADINAS, DR. RALPH E. GONSALVES
VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DURANTE LA SEGUNDA SESION DE TRABAJO DE LA CUMBRE EXTRAORDINARIA DE LAS AMÉRICAS

13 de enero de 2004 - Monterrey, Mexico


Señor Presidente.

Durante las últimas dos jornadas me parece que ha venido surgiendo

un consenso y he identificado cuáles son las áreas de dicho

consenso a los temas interrelacionados del crecimiento económico,

de la equidad, del desarrollo social y de la gobernabilidad.

En primer lugar, existe un espíritu de optimismo y de esperanza en

torno a esta mesa con el reconocimiento de la grave realidad de la

ampliamente difundida pobreza que desgraciadamente ha venido

acrecentándose.

El planteamiento es el siguiente:

Desde cuándo es que este optimismo se suscitó incluso ante la

grave realidad de este amplio incremento de la pobreza.

Me parece que no debemos de ceder o de sentirnos inermes y de

definir situaciones difíciles como crisis porque lo que hemos estado

promoviendo aquí son soluciones a los problemas y que las crisis tan

sólo se presentan si no se conoce la extensión del problema y no se

conoce un posible camino de salida.

En segundo lugar, me parece que sin un enfoque ideológico hemos

aceptado una economía de mercado pero hemos dicho que no a una

sociedad de mercado, a una sociedad en la cual el estado

democrático se convierte en una fuerza del bien y los estados no se

pueden retrotraer de hacer el bien, incluso ante nuestra aceptación

de la noción de riqueza creciente a través de una economía de

mercado.

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El Presidente del Brasil ha subrayado el hecho de que la corporación

de la comunidad internacional y me parece que existe consenso al

respecto, no es solamente algo que existe en función de su propio

interés sino que es una cuestión de un derecho de una obligación

fundamental que de viene de una creencia profundamente arraigada

de que somos hermanos y que debe de existir una solidaridad que se

refleje a nivel de programas y políticas de índole práctica.

También hay consenso en cuanto a que tenemos que profundizar la

integración de nuestra región, profundizándola de tal manera que

esté fundamentada en los pueblos, en la gente, de tal suerte que en

última instancia el todo sea más que la mera suma de las partes

individuales.

Si existe efectivamente un consenso en cuanto a cuestiones

fundamentales de esta índole, la interrogante es ¿Por qué no hemos

tenido un desempeño tan bueno como el que deberíamos haber

tenido?

Más que otra cosas, señor Presidente, me parece que esta Cumbre

Extraordinaria entendiendo lo que ha tratado de promover por

ejemplo el gobierno del Canadá, se presenta ante circunstancias en

las que ha surgido un nuevo desafío, cómo recomprometernos ante

las metas del milenio, ante los diferentes planes de acción que

vienen de la reunión de la reunión de la ciudad de Québec, ante

circunstancias de terrorismo internacional, con una economía

mundial cíclica donde ha habido una desaceleración en los últimos

años, con incertidumbre política en algunos puntos del orbe.

Cómo es que en ese contexto podemos ante renovarnos y reanudar

nuestro compromiso respecto a aquellas áreas que han sido motivo

de ese consenso.

Hablando con toda franqueza diré que todo esto es algo que a todos

los aquí presentes nos atañe, con suma frecuencia llegamos a estas

conclusiones, pero muchas veces permitimos que sean personas de

nivel técnico a niveles más bajos, quienes tienen a cabo las políticas

y los programas, que no reconocen cabalmente lo que nosotros

hemos enunciado.

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Por lo tanto se requiere de una mayor supervisión política de ese

proceso, una mayor directriz política, es la razón por la que nos

hemos apartado en cierta medida de lo que fuera la declaración de la

Cumbre de Miami de 1994, en cuanto a temas vinculados con el

Libre Comercio, yendo de un paquete totalizador que incluía a

aquellas áreas que tratamos de rescatar ahora, pasando a

simplemente un elemento de libre comercio y sigue siendo tema de

discusiones amplias en las que muchos órganos nacionales están

tratando de obtener ventaja de esta situación.

Viniendo de un país pequeño y habiendo escuchado el debate señor

Presidente, deseo instar a que los temas sobre los cuales hemos

alcanzado un acuerdo fundamental los dotemos con un vehículo para

asumir un derrotero político.

La Cumbre de las Américas es una reunión ciñera efectivamente

pero parece haber una ausencia de dirección política en el momento

en que la Cumbre llega a su terminación.

Muchas gracias.