Discursos

JOSÉ ANTONIO MEJÍA, COORDINADOR DEL PROGRAMA, MECOVI-BIV
DURANTE LA REUNION DE ALTO NIVEL SOBRE POBREZA, EQUIDAD E INCLUSION SOCIAL

9 de octubre de 2003 - Isla de Margarita, Venezuela


Con su venia señor Presidente, muy buenas tardes a todos los participantes, Delegados, Ministros damos por empezada esta Segunda Sesión sobre: Desafíos de medición de la pobreza, tenemos tres panelistas con nosotros, pero antes de darle las palabras me tomaré la libertad de dar una pequeña introducción al tema de 5, 6 minutos para poner sobre la mesa los elementos más importantes cuando hablamos de medición de la pobreza.

Como forma introductoria tengo esta presentación que consta de siete partes donde hablaremos de la definición de concepto de pobreza, la métrica con la que se mide la pobreza, los parámetros, es decir, los puntos de corte para determinar quién es pobre y quién no es pobre, los insumos necesarios para llevar a cabo estas estimaciones, la metodología utilizada para realizar estas estimaciones, la utilidad que tiene éstas y los usos que se dan a estos números que se generan y por último unas reflexiones para ceder la palabra a los panelistas.

En término de definición hace algunos momentos en la mañana la Ministro de Jamaica nos daba una definición de pobreza muy interesante y nos damos cuenta con esa definición y con lo que sabemos que la pobreza es un fenómeno multimencionalidad extremadamente complejo y por tanto muy difícil de definir, en cierta forma podemos decir que es un fenómeno fácil de reconocer, me voy a permitir parafrasear una cita de un libro llamado “Voces de los pobres” del Banco Mundial en donde se le preguntaba a la gente ¿qué es ser pobre? Y alguien contestaba, bueno, no me pregunta qué es ser pobre, simplemente mírame, mira mi casa, mira mi ropa y esta es la pobreza. Es decir, es fácil de ver, saber qué es pobreza pero es difícil de definir; alguien más contestaba cuando le preguntaban ¿qué es ser pobre? Decía, no sé decirte qué es ser pobre, ser pobre es como el calor, la pobreza es como el calor, cuando lo sientes sabes que eres pobre, entiendes lo que es pero si me pides que lo describa, no lo podría describir.

En general se ha llegado a una serie de acuerdos para tratar de este complejo concepto llevarlo a una definición y los acuerdos en general es que la pobreza es un sinónimo de insuficiencia, insuficiencia en términos de ingresos, en términos de capacidad de consumo, en términos de oportunidades, en términos de acceso a servicios, pero bueno, una vez teniendo una definición y sabiendo en qué línea vamos a avanzar es necesario tener una métrica, sí, podemos definir la pobreza pero cómo vamos a medirla, qué indicador nos va a tratar de sintetizar este concepto tan complejo y multidimensional, es muy difícil como cualquiera que haya estado involucrado en este tipo de estimaciones llegar a un solo indicador que pueda abarcar todas estas dimensiones del concepto de pobreza. Cualquier tipo de indicador que seleccione tiene que ser un indicador que sea posible cuantificar para que sea útil, además que sea posible captar, es decir, que de alguna forma se pueda recoger información que permita hacer las mediciones de pobreza.

Además es necesario que se trate de un indicador que no sea más complicado que el concepto que trate de definir, es decir, de qué sirve un indicador que es más difícil de explicar que el concepto que está detrás del indicador.

Entre las métricas que se han utilizado formalmente para la definición de la pobreza podemos resumir las principales como una métrica monetaria y así en términos de ingreso o en términos de gasto o también entre comillas, consumo, y otra métrica que se ha utilizado es el acceso a servicios y oportunidades. Estos ejemplos han sido utilizados ampliamente en la región porque son indicadores cuya realidad refleja de alguna forma la definición básico del concepto de pobreza yendo más allá del entendimiento simple de este indicador, por ejemplo cuando hablamos de ingreso no estamos hablando simplemente en ingreso sino de la capacidad, del potencial que de el ingreso para acceder a bienes y servicios; cuando hablamos de gasto, hablamos de gasto en el sentido de que eso muestra a qué tipo de servicio, qué tipo de bienes están exhibiendo los hogares y cuando hablamos de acceso a servicios lo que nos interesa es el tipo de bienestar que proviene del acceso a los servicios, por eso en ese sentido hablamos del acceso a agua potable, acceso a saneamiento como una aproximación a potencial de una familia un hogar tiene de acceder a salud.

No es solamente necesario tener una definición y una métrica, también hay que tener unos parámetros que nos permitan hacer cortes para decir: bueno, quien está sobre esta línea no es pobre, quien está bajo esta línea es pobre, es pobre extremo y de ahí que se hayan utilizado con estas diferentes métricas, la métrica monetaria y la métrica de servicios y oportunidades diferentes métodos, con la métrica monetaria el método más conocido es la línea de pobreza; en el métrica de servicios oportunidades el ejercicio más conocido es energías básicas y satisfechas, cada uno con sus características muy peculiares que veremos muy ampliamente a continuación.

Como decía, cada uno tiene sus características en el término de la línea de pobreza, hablamos de una canasta de bienes, una canasta de bienes que refleja patrones de consumo, que refleja una canasta nutricional que consideramos apropiada para llevar una vida digna pero también nos enfrentamos no solamente a hablar de bienes en términos de alimentos sino a una canasta que debe de incluir una cierta proporción de otros bienes, educación, vivienda, salud y es ahí donde metodológicamente hay ciertas dificultades.

En términos de necesidades básicas y satisfechas tenemos como características primero hay que seleccionar qué tipo de necesidades vamos a hablar, hablaremos de acceso a agua potable, a saneamiento, electricidad, educación, a un trabajo digno pero podemos seleccionar necesidades pero el siguiente paso también es decir ¿cuáles son los niveles adecuados de esa necesidad, es decir, es lo mismo tener acceso a agua potable directamente dentro del hogar a tenerlo afuera, es decir, cómo cuantificar estas diferencias y además cómo priorizar estas necesidades, es decir si ponemos una canasta de necesidades básicas y satisfechas, el acceso a electricidad, el acceso a saneamiento y acceso a agua potable, cómo darles prioridad, cómo darle un orden para de esas tres cuál es más importante.

Tenemos un métrica, tenemos parámetros, tenemos una definición pero hay un punto que es el inicial y yo creo que uno de los puntos de mayor importancia, es decir, cuáles son los insumos que vamos a utilizar para hacer este ejercicio de medición de la pobreza y es aquí donde no se puede dejar de recalcar la importancia de la información base que se utiliza para hacer las estimaciones de pobreza, es decir, de nada sirve que tengamos la mejor definición, la mejor métrica y los mejores parámetros si no tenemos información de base de calidad y aquí hay que subrayar la importancia que tienen las oficinas de estadística como generadores de información y subrayar las necesidades que hay de invertir en mejorar la calidad de esta información, calidad que se da en términos de oportunidad de la información, en términos de cobertura geográfica y temática de la información que se genera y en términos de la accesibilidad que se tiene a esta información.

¿Cuáles son las fuentes? Ya decíamos, la información que producen los institutos de estadística, tales como: Encuesta de Hogares y Censos.

El siguiente paso es decir, ya tenemos fuentes, tenemos todo ¿cuál es la metodología que vamos a seguir? Y es aquí donde hay grandes detalles que impactan en los niveles de pobreza y en los números que se generan con estas estimaciones. En términos de la línea de pobreza hay que tomar en consideración además del nivel y la composición de la canas, hay temas como economía de escala, diferenciales regionales dentro del país no solamente en precio sino también en composición de las canastas de consumo, el valor de uso de los activos tales como vivienda o activos productivos; cuando hablamos de necesidades básicas y satisfechas tampoco es sencillo, como decíamos está el tema de la selección de las necesidades, es decir, cuáles son esas necesidades que vamos a observar, qué jerarquía le vamos a dar y qué ponderación le vamos a dar dentro de este ordenamiento y aquí lo que cabe resaltar es que todos estos elementos nos hacen entender que detrás de cada número hay una historia y que cuando escuchamos que la pobreza es 45, 50, 70 es importante saber, ese 70 de dónde viene y además es importante saber ese 70 qué es lo que implica.

Nos comentaba el Ministro Palma el caso de Chile, nos mostró muy claramente la dimensión de la pobreza y ese grupo de pobreza extrema en donde lo importante no solamente es saber que es 5% sino es saber cuáles son las características de ese 5%. De ahí que no lo más importante al llegar a hacer estimaciones de pobreza sea, bueno, primero saber qué uso le vamos a dar a estas estimaciones, qué nivel de desagregación le vamos a dar, cuál es la información con la que se cuenta para hacer estos cálculo y además qué regularidad van a tener estas estimaciones, porque como sabemos diferentes fuentes tienen diferentes potencialidades, los censos tienen cobertura geográfica total del país pero son limitados en términos temáticos, las encuestas tienen una cobertura temática muy profunda pero para hacer encuestas por muestreo tiene una representatibidad geográfica mucho más limitada.

Finalmente, en términos de la utilidad de las mediciones, hay que recordar que no se mide por medir, no es un ejercicio académico simplemente para saber qué es 45, qué es 50, se mide para caracterizar, para tener un perfil de pobreza que nos permita tener una imagen, nos permita entender quiénes son los que se encuentran en esta condición, se mide para identificar además cuáles son las causas que están generando estas situaciones y cuáles son los efectos que se tienen.

La idea es que el método utilizado sirva para generar políticas tal como nos mostraba el Ministro Palma.

Unas reflexiones finales, independientemente del método utilizado, es esencial que el proceso de estimación, hay muchos elementos técnicos que ya veíamos, pero es esencial que este proceso esté basado en información de calidad, que sea consistente, las tendencias son muy importantes, es decir, no solamente son los niveles sino las tendencias y si cada año que estimamos la pobreza cambiamos de metodología de poco nos va a servir el ejercicio, este proceso debería ser lo más transparente posible para que todo el mundo entienda que hay detrás de estos números debería ser ampliamente replicable, es decir, la información de base y la metodología ampliamente accesible para que cualquiera pueda reproducir los resultados y entender qué hay detrás de ellos.