Discursos

LUIGI R. EINAUDI, SECRETARIO GENERAL ADJUNTO DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN LA CEREMONIA DE GRADUACIÓN DE LA CUADRAGÉSIMA SEGUNDA CLASE DEL COLEGIO INTERAMERICANO DE DEFENSA

25 de junio de 2003 - Washington, DC


General Freeman, embajadores, otras autoridades civiles y militares, y, muy especialmente, participantes en esta cuadragésima segunda clase del Colegio Interamericano de Defensa:

Quiero hacer dos puntos solamente.

Primero, Les pido un favor: miren a los colegas a sus lados.

Ellos serán de las personas más importantes de sus vidas y del futuro desarrollo de sus carreras profesionales.

Lo digo porque la vida es difícil e incierta. No siempre se pueden seguir recetas o fórmulas preestablecidas. No siempre llegan a tiempo las órdenes. Y cuando llegan pueden ser poco claras.

Son en estos momentos que el ser humano tiene que depender del acervo de conocimientos, profesionalismo, y amistades previamente adquiridas.

En otras palabras, ustedes son y, espero seguirán siendo, parte esencial del acervo hemisférico.


Segundo, la recién concluida Asamblea General de la OEA en Santiago tuvo como tema la gobernabilidad.

Es obvio que presiones sociales, carencias económicas, incapacidades políticas y la todavía inconclusa búsqueda de un engranaje internacional más constructivo están acumulando decepciones que a veces podrían hacer tambalear el orden y la democracia.

Hoy más que nunca se necesita la disciplina que caracteriza al militar. Hoy más que nunca se necesita también que la disciplina se extienda al imperativo de evitar actos arbitrarios. Consultar requiere tiempo y consume energías. Pero no consultar es riesgoso. No consultar es muy riesgoso en un mundo complicado y en el cual la estabilidad es imposible sin la participación social y sin el apoyo de amigos y aliados.

A veces nos parece que tenemos que actuar solos. Es la gran atracción de la estatua del héroe inspirador. Pero en la vida de las naciones actuar solos es crear nuevos problemas.

Por eso les repito: mírense bien, civiles y militares, americanos todos. De ustedes depende nuestro futuro.

Os auguro buena suerte y éxito.