Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN LA SESION INAUGURAL DE LA REUNION DEL GRUPO DE TRABAJO PARA ANALIZAR EL PROYECTO DE CONVENCION INTERAMERICANA DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACION POR RAZONES DE DISCAPACIDAD

3 de marzo de 1998 - Washington, DC


El motivo que nos reúne hoy, analizar el proyecto de Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación por Razones de Discapacidad, es un asunto que ha venido preocupando a la Organización de los Estados Americanos desde hace varios años. Tanto en Managua como en Belém do Pará, la Asamblea General tomó conocimiento de los problemas relativos a la situación de los discapacitados del Hemisferio, y se propuso identificar medidas efectivas de prevención de la discriminación contra la discapacidad y de rehabilitación de las personas con discapacidad, asimilándolos a la sociedad mediante el pleno ejercicio de sus derechos y deberes.

Los Jefes de Estado y de Gobierno del Hemisferio, en el Plan de Acción de la Cumbre de las Américas de 1994 asumieron el compromiso de revisar la legislación nacional relativa a los discapacitados y a realizar los cambios necesarios para facilitar que esas personas disfruten de los mismos derechos y libertades que el resto de la sociedad.

Posteriormente, en la Asamblea General reunida en la ciudad de Panamá en 1996, los Estados miembros reiteraron su compromiso con la defensa y promoción de los derechos humanos de estas personas y manifestaron la necesidad de mejorar los servicios y ofrecer mayores oportunidades para las personas con discapacidad en el Hemisferio. En esa ocasión se encomendó al Consejo Permanente que preparara un proyecto de convención sobre la materia. El grupo de trabajo establecido para tales efectos laboró arduamente sobre el referido proyecto de convención y redactó el proyecto preliminar de convención que ustedes estudiarán durante estos dos días.

Por último, la Asamblea General, reunida en 1997 en la ciudad de Lima, reiteró al Consejo Permanente la convocatoria de esta reunión extraordinaria del grupo de trabajo con la participación de expertos de los Estados miembros, a fin de reformular el proyecto para que sea sometido a la consideración de la Asamblea General en su próximo período ordinario de sesiones.

La persistencia en tratar este asunto parte de una convicción muy simple, pero muy profunda. Tratamos aquí un asunto que es esencial a los derechos desde tres perspectivas: equidad, justicia e igualdad. Primero, es necesario dejar de mirar las personas con discapacidades como una carga y dejarlos tomar parte en nuestra vida productiva. En segundo lugar, ello implica incorporar al proceso productivo, político y social a aquellas personas que, por diversas razones, hemos mantenido al margen de una participación plena en nuestras sociedades. En tercer lugar, la lucha contra la discriminación hacia las personas discapacitadas es fundamental para cerrar heridas que fueron abiertas por años de conflictos armados en muchos de nuestros países.

Esas son algunas de las razones que tornan tan importante el trabajo que ustedes están realizando. El proyecto de convención que analizarán en estos días busca enfrentar esos desafíos de una manera decidida y equilibrada. Por ello el proyecto ha sido construido en torno a tres conceptos básicos: prevención, rehabilitación y asimilación plena a la sociedad.

Para ello los Estados adquieren compromisos en dos niveles. A nivel interno, se comprometen a promover medidas de carácter legislativo, social, educativo, laboral o de cualquier otra índole necesarias para eliminar la discriminación contra las personas con discapacidad. A nivel internacional, los Estados se comprometen a cooperar entre sí para contribuir a prevenir y erradicar la discriminación por causas de discapacidad.

Lo novedoso de este proyecto de convención es que trata un asunto que cruza los campos normativos, económicos y sociales. Por esta razón quisiera sugerir que en sus deliberaciones tengan presente dos criterios centrales que hoy orientan el trabajo de la OEA. En primer lugar, las tareas y responsabilidades que emanen de este proyecto de convención deben estar fuertemente enraizada en la idea de cooperación solidaria, con la participación de todos los países, basada en el intercambio de experiencias.

En segundo lugar, las iniciativas que se tomen en este asunto deben contar con un diseño integral. Eliminar las formas de discriminación contra las personas con discapacidad y fomentar su integración plena a la sociedad requiere de políticas públicas que promuevan soluciones multisectoriales y que movilicen a diversos sectores de la sociedad. En esta tarea tienen responsabilidad todos: gobierno, sector privado, instituciones educativas, organizaciones no gubernamentales y familias, entre otros.

En los últimos años la OEA ha asumido una serie de responsabilidades nuevas con gran determinación. Ello ha logrado para la Organización captar la atención y el respeto de la comunidad internacional. La situación de las personas con discapacidad debe ser asumida con esa misma vocación innovadora. Agradezco sus esfuerzos. La tarea que hoy inician contribuirá directamente a lograr una América más justa, más democrática y solidaria.

Gracias