Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN LA CEREMONIA DE INVESTIDURA DEL SECRETARIO GENERAL ADJUNTO

6 de septiembre de 2000 - Washington, DC


Me es muy grato participar en esta ceremonia de investidura del Embajador Enaudi como Secretario General Adjunto.

Más allá de los múltiples reconocimientos que ha recibido de su país, él posee un merecido prestigio por su experiencia, por ser un pensador estratégico, un destacado académico y un eficaz diplomático. El tiene una inteligencia crítica y conoce como pocos el sistema interamericano.

El Embajador Enaudi participó activamente en el diseño y la adopción del Compromiso de Santiago y la decisión 1080, así como en su puesta en práctica en el caso de Haití. Él fue actor principal en los tratados del Canal de Panamá y en la exitosa negociación de los acuerdos de paz entre Ecuador y Perú. Hace poco menos de un año lo designé mi representante para reducir las tensiones entre Honduras y Nicaragua. Él coronó tal proceso con éxito abriendo el camino para que la organización, acudiendo a la adopción de medidas confianza, pudiera ejercer sus funciones en la solución de conflictos.

No tengo duda de que el Embajador Enaudi va a jugar un papel crítico en el proceso de renovación y fortalecimiento de la OEA para que ella sea el epicentro del diálogo político, la integración y la cooperación, y para que contribuya de manera singular a la búsqueda de la igualdad, la justicia social y al mantenimiento de la democracia, la paz y la prosperidad.

Embajador Enaudi:

En hora buena lo tenemos de nuevo en este equipo. Su llegada, como dicen en los medios deportivos, es un refuerzo importante. Todos nos beneficiaremos no solo de sus dotes intelectuales, sino de su consejo, de su capacidad infatigable de trabajo, de su don de gentes y contagioso entusiasmo. Está de plácemes la Casa de las Américas.

Muchas gracias