Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN LA INSTALACION DEL SEGUNDO PERIODO ORDINARIO DE SESIONES DEL CICTE

28 de enero de 2002 - Washington, DC


Bienvenidos Cancilleres, Ministros, Embajadores, expertos, Presidente Monblatt, a esta Segunda Sesión Ordinaria del Comité Interamericano Contra el Terrorismo.

Hace pocos días se cumplieron cuatro meses del infame ataque terrorista del 11 de septiembre. Los pueblos se miden por el espesor de su memoria y en nuestras naciones sigue intacto el compromiso y la solidaridad con las víctimas de 28 de los 34 países miembros de la OEA, y en especial con la Nación Americana que ha tenido que padecer, la crueldad de estos hechos.

Porque a nadie le debe quedar ninguna duda de que el objetivo de los extremistas ha sido minar nuestra confianza en el sistema democrático y en los valores que sustentan nuestra de la sociedad. Lo que han intentado es introducir una carga de profundidad a un sistema político que promueve la responsabilidad individual como fundamento de la dignidad humana; que cree en el consenso como instrumento de legitimidad política; que niega el fundamentalismo, porque y es pluralista y cree la libertad en todos sus alcances.

Señoras y señores: aquí no nos une el miedo colectivo, sino al defensa de unos valores compartidos.

El pasado 21 de septiembre de 2001, en la Reunión de Consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores, éstos instruyeron a todos los Estados miembros de la OEA a adoptar medidas eficaces para impedir que los grupos terroristas tengan capacidad de operar en sus territorios; reforzar la cooperación, en los planos regional e internacional, y en particular, fortalecer la cooperación judicial recíproca y el intercambio oportuno de información; y, suscribir o ratificar, según fuera el caso, la Convención Internacional para la Supresión del Financiamiento del Terrorismo, adoptada en Nueva York el 9 de diciembre de 1999.

De igual manera, los Ministros instruyeron al Consejo Permanente de la OEA, convocar una reunión del Comité Interamericano contra el Terrorismo, con el objetivo de identificar acciones urgentes dirigidas a fortalecer la cooperación interamericana para prevenir, combatir y eliminar el terrorismo en el Hemisferio y, además encomendaron la elaboración de un proyecto de Convención Interamericana contra el Terrorismo, con miras a presentarlo a la próxima Asamblea General de la Organización.

Durante estos cuatro meses, la comunidad hemisférica reunida en la OEA ha trabajado incesante e incansablemente en el cumplimiento de los mandatos encomendados por los Señores Ministros.

El Órgano de Consulta de la Vigésimo Cuarta Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, de los Estados Partes del Tratado de Río continua abierto y operando bajo el liderazgo del Embajador del Brasil, quien preside la comisión especial integrada por los representantes de cada Estado Parte de este Tratado en el Consejo Permanente de la OEA. Este Organo de Consulta reiteró, durante una sesión celebrada el 16 de octubre de 2001, su pleno apoyo individual y colectivo a las labores realizadas por el Gobierno de los Estados Unidos, y ratificaron su disposición de prestar asistencia y apoyo adicional tomando en consideración todas las disposiciones del mencionado Tratado, en relación con los ataques de septiembre 11 y para prevenir y evitar futuros ataques armados cometidos por terroristas.

Por otra parte, y en cumplimiento del mandato de elaborar una Convención Interamericana contra el Terrorismo, se estableció un grupo de trabajo, presidido por el Embajador de México, dedicado específicamente a esta labor. La semana pasada, este Grupo de Trabajo culminó una segunda sesión de discusión, acercamiento e identificación de los temas a ser abarcados. La presión del tiempo y la búsqueda de consensos han hecho de esta labor un reto aún mayor, pero encuentro con satisfacción que hay confianza en que se logrará el objetivo propuesto. Además, continúa siendo evidente e incuestionable la voluntad política de los países de comprometer todo su esfuerzo y dedicación en alcanzar tan importante cometido.

Con respecto al CICTE me es grato observar su importante transformación, desempeño y desarrollo no sólo como un ente especializado, sino como foro político de discusión e intercambio de ideas. Claro está, su rápida y efectiva evolución ha sido posible gracias al impulso de los Estados miembros y de algunos países observadores( en particular Italia), a través de varios tipos de aportes, económico, logístico y humano. . Desde los nefastos ataques del 11 de septiembre, el CICTE ha realizado dos sesiones extraordinarias, incontables reuniones informales y ha materializado aportes sustantivos frente a los aspectos de controles fronterizos, controles financieros y de su programa de trabajo para el próximo año.

Hoy ya podemos referirnos a un Comité no virtual sino con domicilio propio, que cuenta con responsables de tiempo completo y que tiene su ventana al mundo a través de Internet. Se están elaborando las redes de expertos y puntos de contacto entre las distintas entidades públicas, así como un directorio de competencias intergubernamentales. Bases de datos con información sobre legislación doméstica; sobre el control de armas ilícitas y de armas biológicas y químicas; de centros académicos especializados y de legislación doméstica. Esta es hoy una tarea en proceso de formación, lo cual nos ha mostrado la gran debelidad que nos aquejaba en el análisis sistemático e histórico sobre el terrorismo, pero también la infinita disposición de nuestros países para construir una política hemisférica que sirva para que hechos como los del 11 de septiembre no se repitan jamás.

Este segundo período ordinario de sesiones del CICTE tiene como objetivo definir o “formalizar los cursos de acción del CICTE en el futuro inmediato y adoptar medidas para la cooperación hemisférica en la lucha contra el terrorismo”.

Las deliberaciones que se inician pueden estar acompañadas de dos preguntas que sirvan como coordenadas de orientación en las tareas del Comité: la primera de ellas, estamos haciendo lo suficiente para prevenir y castigar el terrorismo en nuestro hemisferio?; y en segundo lugar, estamos haciendo lo que nos corresponde? En otras palabras, estamos realizando el esfuerzo necesario en aquello que deberíamos estar haciendo como la organización política por excelencia del hemisferio?

Soy un convencido, en ambos casos, de que si. Como el instrumento político más importante de las Américas, todos los países, sin excepción, han cerrado filas alrededor de los Estados Unidos para consolidar una coalición que permita la legitimidad necesaria para actuar con pleno respaldo político de la comunidad internacional. A nivel del CICTE, todas las delegaciones han trabajado sin pausa para convertir en acciones el discurso político, como lo consignó públicamente en la última reunión su Presidente Steve Montblatt, quien por su parte, merece especial mención como artífice del éxito del CICTE. Gracias tambien al Embajador Noriega por su eficacia en las tareas de coordinación.

Y también creo que vamos en la dirección correcta frente a nuestras funciones y responsabilidades. Ya se han identificado varias prioridades, algunas que quiero resaltar:

En cuanto a los controles financieros, se ha visto la urgencia de ampliar la tipificación del delito de financiamiento del terrorismo; la asistencia del CICTE en la formulación de recomendaciones y ampliación de la definición de institución financiera a instituciones financieras no bancarias; el levantamiento de la reserva bancaria, cambiaria y tributaria; y la adopción en las legislaciones internas de las 40 recomendaciones, y las 8 recomendaciones especiales del GAFI, así como las Convenciones Internacionales como el Convención Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo de 1999 y la Resolución del Consejo de Seguridad 1373 de ONU.

Con respecto a los Controles Fronterizos se ha priorizado la facilitación de flujos de información para identificar personas sospechosas; la elaboración de sistemas de alerta temprana; la conformación de bases de datos sobre movimientos migratorios y la capacitación de funcionarios responsables de flujos migratorios.

También se ha visto la necesidad de mejorar la calidad de los documentos de identidad y de viaje, armonizar procedimientos y políticas aduaneras, la prevención del tráfico de armamento, el entrenamiento regular y la capacitación técnica de funcionarios, así como el fortalecimiento de las redes de comunicación aduanera.

Vendrán nuevas tareas y nuevos retos. Tendremos que consolidar los vínculos con nuestros pares en Europa y Asia, a nivel político y operativo. Vamos más adelante y más seguros que otras organizaciones en el mundo, lo cual nos debe estimular a compartir nuestras experiencias. Debemos pensar informes periódicos de la situación y las tendencias del terrorismo en el hemisferio; tenemos que ser estrictos en la evaluación de los resultados y las metas propuestas por el Comité; y debemos lograr transmitir conocimientos y experiencias a través de múltiples organizaciones civiles, policiales y militares de diferente cultura institucional pero igualmente trascendentes.

Nuestro reto, Ministros y embajadores, es mantener intacta la voluntad política de hacer de la lucha contra el terrorismo una prioridad hemisférica, más allá de la emotividad, que es a veces volátil y pasajera. El terrorismo busca inmovilizar de espanto nuestras sociedades en una macabra representación de muerte, inhabilitar la capacidad de movilizar nuestro estado de derecho. Y si el terrorismo es teatro, en la lapidaria frase de Brian Jenkins, nosotros debemos ser capaces de controlar el escenario Por eso la respuesta debe ser vigorosa: robustecer nuestras instituciones, especializarlas, crear nuevas, si es necesario. Perseverar con voluntad, profesionalismo y dedicación..

Muchas Gracias.