Comunicado de Prensa


OEA conmemoró el Vigésimo Aniversario de las Cumbres de las Américas con debate sobre sus logros

  15 de diciembre de 2014

La Organización de los Estados Americanos (OEA) conmemoró hoy el Vigésimo Aniversario de las Cumbres de las Américas con una edición de su Mesa Redonda de Políticas que incluyó un debate sobre los logros del proceso y una mirada a la próxima cita, que se celebrará en abril en Ciudad de Panamá.

El Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, pronunció las palabras de apertura del evento, titulado “Vigésimo Aniversario del Proceso de Cumbres: Progreso y Alianzas” y celebrado en la sede de la institución en Washington, DC. El acontecimiento incluyó un panel de discusión en el que participaron el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno; el ex Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos Alexander Watson; el Embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis Carlos Villegas; y la Directora del Programa de las Américas del Centro Carter, Jennifer McCoy. El Secretario General Adjunto de la OEA, Albert Ramdin, estuvo a cargo de la moderación, y el Secretario de la Secretaría de Cumbres de las Américas, Alfonso Quiñonez, pronunció las palabras de cierre del evento.

Al presentar el tema, el Secretario General Insulza afirmó que la Cumbre de las Américas, que congrega a los Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas, “es el evento fundamental del Sistema Interamericano para la toma de decisiones multilaterales”, e insistió en su afirmación puntualizando que “no existe otro momento más elevado ni más importante para la toma de decisiones continentales”. Indicó seguidamente que las Cumbres han dado numerosos resultados concretos, entre los que destacó la Carta Democrática Interamericana, cuya génesis estuvo en la Cumbre de Canadá, y la creación dentro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Relatoría de la Libertad de Expresión, que nació en la Cumbre de Chile.

Insulza destacó que históricamente, el fin de la Guerra Fría y la recuperación de la democracia en la región trajeron “una nueva era de consenso y entendimiento”, en la que es posible que los países trabajen en conjunto para “solucionar colectivamente, sobre la base de la cooperación, problemas concretos que son comunes o que afectan a todos”. La creación de las Cumbres de las Américas y su crecimiento a lo largo de 20 años, dijo el Secretario General, son “la más clara muestra del fortalecimiento del multilateralismo en nuestra región y de que sí somos capaces de buscar, juntos, soluciones colectivas a nuestros problemas comunes”.

El máximo representante de la institución hemisférica enfatizó la importancia de que los países de la región se enfoquen en los temas en que hay consensos, y en particular instó a los participantes a discutir los temas de crecimiento económico y la distribución de la riqueza en las sociedades. El éxito de la Cumbre de Panamá, dijo el Secretario General Insulza, depende de que “concretemos cosas en las que podemos trabajar juntos”.

Alexander Watson, ex Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, enfocó su intervención en la Cumbre de Miami en 1994, la primera cita continental, en un momento en que había una “convergencia de intereses” entre los países de la región, cuando la democracia había reemplazado el autoritarismo en muchos países, y las tensiones de la Guerra Fría estaban desapareciendo. Watson recordó que en aquel momento se apreció un nuevo sentido de unidad en la región, fundado en valores compartidos. Desde entonces, dijo el ex diplomático estadounidense, uno de los grandes desafíos es la implementación de los acuerdos alcanzados en las Cumbres, porque “a veces hay demasiadas iniciativas, y la gran mayoría de los gobiernos no tienen las estructuras para implementarlas a todas”.

El Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, destacó los cambios ocurridos en el continente en los últimos 20 años desde la primera Cumbre de las Américas, entre ellos el hecho de que hoy “más de 50 por ciento de la población vive en las clases medias”, y el muy expandido rol de las mujeres en las sociedades de la región. Asimismo, resaltó la importancia de la Cumbre Empresarial, que tuvo lugar por primera vez en la Cumbre de Cartagena de Indias 2012, que se repetirá en la Cumbre de Panamá 2015, y que tiene “el propósito de ir recogiendo las inquietudes del sector empresarial”. Ese diálogo, dijo Moreno, ha tenido como consecuencia el nacimiento de un conjunto de áreas de trabajo para el BID, entre ellos los referidos a la integración regional y global, en términos de facilitación de comercio, infraestructura, logística, conectividad, finanzas, capital humano e innovación, entre otros.

La Directora del Programa de las Américas del Centro Carter, Jennifer McCoy, se manifestó a favor de que la sociedad civil desempeñe un papel más preponderante en las Cumbres. “Los problemas que tenemos como hemisferio son transnacionales, y requieren de cooperación multisectorial”, afirmó. Un desafío en ese campo, dijo la Directora McCoy, es la falta de confianza entre los gobiernos y la sociedad civil, para lo que planteó llevar a cabo “un debate sobre esta tensión y que nos enfoquemos en cómo aumentar la confianza, cómo las organizaciones de la sociedad civil pueden rendir cuentas de mejor manera, y cómo los gobiernos pueden reducir las restricciones sobre la participación de estos grupos”. Finalmente, sugirió un mayor enfoque en el seguimiento de las Cumbres, y cómo cumplir con los mandatos que surgen de las Cumbres.

El Embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis Carlos Villegas, se centró en los “grandes cambios” en la relación de América Latina con Estados Unidos en los últimos 20 años, debido a la creación de “numerosos vehículos para el intercambio, desde educación hasta energía, desde inmigración hasta cooperación en ciencia y tecnología”. “Y las dos cosas que no pueden cambiar sino en la Cumbre de las Américas, y que no han cambiado todavía, son: Cuba y el tema de las drogas”, agregó el Embajador Villegas. “El sitio para lograr acuerdos sobre el cambio es la Cumbre; no hay otro lugar donde los Jefes de Estado se pueden sentar a hablar con la capacidad que da ese espacio entre ellos”, aseguró. “El tema de Cuba es una realidad latinoamericana que Estados Unidos tiene que procesar”, insistió Villegas, y agregó que “Cuba hace parte de la comunidad latinoamericana, formal e informalmente, política y económicamente, independientemente del debate sobre el régimen que se ha querido dar”.

El Secretario General Adjunto de la OEA, Albert Ramdin, que moderó el evento, puso de relieve que no hay conflictos armados en las Américas, algo que distingue la región frente a otras y que calificó de “un logro importante de un proceso en que los líderes políticos tienen la voluntad de hablar juntos”. A pesar del hecho de que las Cumbres de las Américas son menos frecuentes que en otras regiones, dijo el Secretario General Adjunto Ramdin, han logrado el establecimiento de más de 50 iniciativas, procesos y mecanismos concretos.

Al cerrar el evento, el Secretario de la Secretaría de Cumbres de las Américas, Alfonso Quiñonez, presentó una exposición que se inauguró en la Sede de la OEA sobre la historia de las ocho Cumbres de las Américas, que incluye documentos clave, recuerdos y fotografías, entre ellos el documento original con las firmas de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Declaración de Quebec.

La galería de fotos del evento está disponible aquí.

El B-Roll de este evento está disponible aquí.

Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org

Referencia: C-554/14