Comunicado de Prensa


INSULZA DESTACA QUE TRABAJO DECENTE ES UN FACTOR CLAVE EN LA PROMOCIÓN DE LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS

  6 de noviembre de 2008

“La riqueza del concepto de trabajo decente radica precisamente en que pone el acento en la dignidad de las personas”, precisó el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, al inaugurar el miércoles en la 11ª Mesa Redonda de Políticas de la OEA.

Evento organizado por la OEA y la Oficina Regional de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) para las Américas, la Mesa Redonda se llevó a cabo en la sede de la OEA bajo el tema de “Juventud, Trabajo Decente y Prosperidad Humana en las Américas”, como parte de los preparativos de la Quinta Cumbre de las Américas, programada para celebrarse en abril 2009. El encuentro contó con la participación del Ministro de Trabajo, y Desarrollo de Pequeñas y Micro Empresas de Trinidad y Tobago, Rennie Dumas; el Ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral de Panamá, Edwin Salamín; y el Director Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para América Latina y el Caribe, Jean Maninat, entre otros.

El Secretario General Insulza sostuvo en su intervención que los jóvenes de las Américas deberían de tener “un trabajo estable y decente no sólo porque deben ganarse la vida sino porque además deben desarrollar sus capacidades, alcanzar reconocimiento social, experimentar su propio valor y reafirmar su autoestima”.

Al mismo tiempo, garantizar trabajo decente para nuestros jóvenes y para nuestros ciudadanos en general “es un medio para alcanzar la prosperidad humana y el crecimiento económico que deben sustentar nuestras democracias”, señaló Insulza, tras compartir estadísticas de la OIT según las cuales el desempleo entre los jóvenes de América Latina y el Caribe es de 16.6%. Además, agregó el Secretario General, “22 millones de jóvenes no estudian ni trabajan y 6 millones de ellos no están buscando empleo”.

Por su parte, el Ministro Dumas, de Trinidad y Tobago, enfatizó que hay que incorporar las energías de la juventud en la construcción de las instituciones que no hemos lograr construir en nuestro tiempo. “Si queremos obtener mayor prosperidad humana, debe haber mayor capacidad humana”, afirmó. “Si queremos lograr la evolución de las contribuciones requeridas, pues esa capacidad debe ser transferible a la construcción de las empresas y de las organizaciones y a la previsión de oportunidades para que los jóvenes puedan construir las instituciones que no hemos podido construir antes”, resaltó Dumas.

Charlotte Ponticelli, Subsecretaria de Asuntos Internacionales del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, se refirió a tres desafíos para el empleo de la juventud en las Américas: la urgencia de sacar a los niños de un ambiente laboral de explotación y proveerles acceso a la educación; atender a aquellos jóvenes que dejaron al sistema de educación pero no se han incorporado al mercado laborar formal; y asegurar que la educación y la capacitación proporcionadas son relevantes a las necesidades cambiantes de los empleadores y de la economías. Al subrayar la importancia que reviste la educación como “la fundación del trabajo decente”, Ponticelli aseguró que “hoy más que nunca la educación y la adquisición de las habilidades y del conocimiento son los pronosticadores más importantes del éxito futuro en el mercado laboral”.

Maninat expresó en sus palabras de clausura que en la próxima Cumbre de las Américas—que se celebrará en Trinidad y Tobago en abril de 2009—los Jefes de Estado y Gobierno deben hacer una reflexión suficiente sobre la cuestión de cómo darles a los ciudadanos de las Américas un piso mínimo social sobre el cual se puedan levantar. Se requiere de una voluntad política que debería expresarse en esa reunión, dijo, agregando que, en torno al papel de los jóvenes, éstos no deben de ser tratados sólo como factores de producción o como empresarios creando riqueza, sino que también son precisamente el sustento del proceso democrático y “portadores de la vocación democrática del continente”.

Por su parte, la Embajadora Glenda Morean-Phillip, Representante Permanente de Trinidad y Tobago ante la OEA y Embajadora ante la Casa Blanca, destacó que “no obstante el actual ambiente económico global, si no logramos promover el trabajo decente para los jóvenes se pueden socavar los beneficios económicos, sociales, cultural y políticos que podrían acumularse a favor de nuestros países”. La Embajadora Morean-Phillip sugirió, asimismo, una mayor participación de los jóvenes en las discusiones que se llevan a cabo en el ámbito continental.

Armand Pereira, Director del la Oficina de la OIT en Washington, D.C., moderó el panel sobre “Juventud y Trabajo Decente”, mientras que le correspondió a David Morris, Director de la Secretaría de Cumbres de las Américas de la OEA, moderar la discusión sobre “Trabajo Decente y Prosperidad Humana”. A su vez, Irene Klinger, Directora del Departamento de Relaciones Internacionales de la OEA, moderó partes de las discusiones sostenidas.

Referencia: C-429/08