Comunicado de Prensa


El hambre: una de las principales causas de la migración a EEUU en el “corredor seco” de El Salvador, Guatemala y Honduras, según nuevo informe

  23 de agosto de 2017

Un nuevo informe presentado hoy en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) señala que la migración desde El Salvador, Guatemala y Honduras hacía Estados Unidos está motivada en gran parte por la pobreza y el hambre, agravadas por las condiciones de sequía asociadas con el fenómeno El Niño que empezó en 2014.

El informe “Seguridad Alimentaria y Emigración: Por qué la gente huye y el impacto que esto tiene en las familias que permanecen en El Salvador, Guatemala, y Honduras” analiza la conexión entre la inseguridad alimentaria y la migración en estas naciones centroamericanas, particularmente en una de las zonas más vulnerables de la región conocida como “El Corredor Seco”, que atraviesa los tres países.

En su inauguración del evento, el Secretario General Adjunto de la OEA, Nestor Mendez, dijo que, "sin derechos humanos no hay inclusión social ni democracia ni sociedades en paz. Cuando millones de nuestros hermanos padecen hambre, cuando los beneficios del desarrollo no alcanzan a todos, cuando la riqueza solo la comparten algunos, no podemos asegurar una ruta democrática para nuestra región”.

Según el Director Regional para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Miguel Barreto, “el estudio brinda una importante visión de por qué huyen las personas y el impacto en los miembros de familia que permanecen en sus países”. "Es quizás este segundo aspecto lo que hace que este estudio se destaque de gran parte del análisis realizado sobre la migración desde El Salvador, Guatemala y Honduras hasta la fecha", añadió.

Por su parte, el Canciller de El Salvador, Hugo Martínez, coincidió con el estudio respecto a que hay una “clara vinculación entre la seguridad alimentaria y la migración”. “El impacto del cambio climático es muy drástico en el Corredor Seco y particularmente en El Salvador. Solo en 2015 nosotros perdimos 4 millones de quintales de maíz, que equivale a 470.000 toneladas de maíz, y también perdimos unos 60.000 quintales de frijol, que son unas 6.000 toneladas”.

El Ministro de Seguridad Alimentaria y Nutrición de Guatemala, German González, también indicó que su país sufre las inclemencias del cambio climático, y mencionó los daños causados por el fenómeno del Niño en los últimos cinco años. “El déficit de lluvia ha provocado daños y pérdidas en los cultivos de granos básicos de los agricultores del Corredor Seco, y esta situación afectó la capacidad de respuesta y la seguridad nutricional en el corto y mediano plazo”.

En tanto, la Vicecanciller de Honduras, María Andrea Matamoros, dijo que a pesar de la “voluntad política” de su gobierno para mejorar la vida de las comunidades del Corredor Seco, el asunto migratorio “sigue siendo un reto para el gobierno y la sociedad por ser un tema sumamente complejo, cambiante y un tanto irónico, en el sentido –y como lo vimos reflejado en el estudio- muchas veces las personas salen de nuestros países huyendo de la pobreza y de la violencia, para encontrarse con mayor pobreza y mayor violencia en el camino”.

El informe demuestra la necesidad de invertir en programas a largo plazo para desalentar a las personas en el Corredor Seco de emigrar, reducir los peligros que afrontan los emigrantes en su viaje al norte del continente, y el impacto en las familias que quedan en los lugares de origen tras la partida de los miembros más fuertes del núcleo familiar en búsqueda de mejores oportunidades.

El informe sostiene que en 2016, el 47 por ciento de los hogares del Corredor Seco de El Salvador, Guatemala y Honduras donde alguno de sus miembros había emigrado, padecían de inseguridad alimentaria.

Entre los hallazgos del informe se destacan:
• Las pobres condiciones de vida que afrontan las comunidades que viven en el Corredor Seco generan migrantes hacia el norte a una escala cada vez mayor.
• En el año fiscal 2016, la Policía de Migración y Aduanas de EEUU (CBP) detuvo a más de 400.000 personas indocumentadas en la frontera sur, de las cuales casi 60.000 eran menores de 16 años, la mayoría provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras.
• Existe un vínculo claro entre la inseguridad alimentaria y la migración
• El 58 por ciento de los hogares entrevistados para este estudio en el corredor seco gastan más de dos tercios de sus ingresos en alimentos lo que evidencia un nivel alto de vulnerabilidad económica.
• El 42 por ciento de los hogares entrevistados en Guatemala mostró niveles preocupantes de consumo alimentario con categoría de pobre o fronterizo.
• La violencia es la causa dominante de la emigración en El Salvador, pero es una causa menos importante en Guatemala y Honduras.
• El 79 por ciento de los migrantes son hombres entre 20 y 29 años
• La mitad de los deportados trabajaban en agricultura antes de partir.

La investigación es un seguimiento a los resultados y recomendaciones del estudio exploratorio sobre los vínculos entre migración, violencia y seguridad alimentaria, “Hambre sin Fronteras”, publicado en 2015.

Durante el evento, el Secretario General Adjunto de la OEA, Nestor Mendez, y el Director Ejecutivo del PMA, David Beasley, firmaron además una Declaración conjunta sobre la Agenda 2030 para apoyar a los países de América Latina y el Caribe a alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial el ODS 2 “Hambre Cero”.

Este estudio fue financiado y producido conjuntamente por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el PMA, con la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la OEA.

Referencia: C-065/17