Discursos y otros documentos del Secretario General

25° ANIVERSARIO ATENTADO A LA AMIA

18 de julio de 2019 - Washington, DC

Recordemos y honremos la memoria de todas aquellas personas que perdieron la vida en el atentado terrorista contra la sede de la Asociación Mutual Israelí-Argentina (AMIA) en Buenos Aires.

Quiero acompañar en su dolor y expresar mi solidaridad a los familiares de las víctimas y a los sobrevivientes.

Nuestras palabras están comprometidas con la justicia. Nuestras condolencias a la República Argentina en nombre de la embajadora Paula Bertol que, como hemos visto la emoción en sus palabras, expresan el más profundo sentimiento del pueblo argentino respecto a este atentado.

Los atentados terroristas cometidos contra la Embajada de Israel y la AMIA en Buenos Aires en los años 1992 y 1994 respectivamente, conmovieron profundamente a todos los países de la región, generando una nueva percepción sobre los riesgos de la amenaza terrorista en el continente y generando también una nueva percepción respecto a la acción del antisemitismo en nuestra región y en el mundo.

Si no entendemos la dimensión antisemita del atentado no estamos entendiendo los nexos causales ni la dimensión humana de este ataque.

Nuestra conciencia es el elemento más importante para prevenir tomar acciones y encontrar las soluciones integrales que esto necesita.

El antisemitismo es un mal, un mal a nivel global, es un mal a nivel regional. Cada uno en nuestros países tiene que tener el cuidado al respecto y tiene que tonar acciones contundentes.

Hace poco solicitamos -y lo reafirmamos hoy- por parte de los países la adopción de la definición de la “International Holocaust Remembrance Alliance”, la definición de antisemitismo que la Organización ha adoptado y la adoptamos para los trabajos de la Secretaría General de la OEA. Esta definición señala que “el antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas al antisemitismo se dirige a las personas judías y no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto”.

Es necesario que toda la comunidad hemisférica e internacional adopte esta definición como oficial. Debemos partir del mismo entendimiento de lo que es el antisemitismo en todas sus expresiones, porque ello es lo que colaborará de manera más eficaz a combatirlo eficientemente.

El atentado del que fuimos testigo hace 25 años en Argentina, junto con las amenazas que seguimos viviendo hoy nos obligan a mantener la lucha contra el terrorismo y el antisemitismo como prioridad de la agenda latinoamericana.

El terrorismo constituye una amenaza para la vigencia de los derechos humanos y las libertades fundamentales, socava la integridad de las instituciones democráticas y el estado de derecho, deteriora la confianza de la sociedad, pero además acarrea enormes perjuicios de carácter económico que afectan al desarrollo de los países de la región y del mundo.

El terrorismo busca sembrar el pánico y la inseguridad en nuestras sociedades, utilizando el miedo como factor desestabilizador, explotando la sensación de vulnerabilidad que generan estos actos de violencia irracional.

Hasta hace unos años entendíamos como actos terroristas aquellos cometidos con bombas y contra objetivos predeterminados. Actualmente, somos testigos que esta amenaza ha mutado hacia nuevas modalidades que pueden tener lugar en cualquier región del mundo, aún en aquellas alejadas de las zonas de conflicto y puede ir dirigida a cualquier ser humano, sin importar raza, sexo, edad, nacionalidad o religión.

El atentado contra la sede de la AMIA marcó un hito en la historia de nuestra región. A partir de aquel trágico acontecimiento, la Organización de los Estados Americanos en su carácter de principal foro político del hemisferio, emprendió iniciativas y acciones en pos de alcanzar un objetivo común que es un hemisferio libre de terrorismo.

Resulta a todas luces evidente que este objetivo no es fácil de alcanzar. No es suficiente afirmar y reafirmar que los Estados miembros de la OEA estamos en contra del terrorismo. Las palabras, las proclamaciones y declaraciones son solamente parte de prevenir y combatir el terrorismo.

Nuestra realidad nos muestra que existe una necesidad imperiosa de actuar de inmediato, de implementar medidas efectivas coordinadas, de colaborar con esfuerzos reales, de compartir inteligencia, de compartir información, de compartir y colaborar en las formas de atacar aquellas organizaciones que son potenciales autores de atentados terroristas.

Les insto a tomar el liderazgo de nuestra región, demos el ejemplo y demostremos que las Américas definitivamente están involucradas en este problema, y a la vanguardia de la adopción de medidas para combatir el terrorismo.

Las iniciativas nacionales son indispensables pero este problema debemos verlo como un flagelo que tiene características comunes y que, por lo tanto, como problema común debemos abordarlo de una forma coordinada.

La cooperación internacional consiste en facilitar y acrecentar el intercambio de información, ejercer un mayor control y seguridad en las fronteras, incorporar herramientas eficientes para mejorar los procesos judiciales y alcanzar condenas adecuadas, adoptar medidas para prevenir el reclutamiento de terroristas, prevenir el apoyo financiero a personas o grupos terroristas privándolos de posibilidades de viajar, recibir apoyo financiero o adquirir material nuclear o radiológico.

La voluntad política a nivel nacional de la mano de la voluntad de cooperar internacionalmente es lo que construye barreras a las actividades de individuos afiliados a organizaciones terroristas como Hezbollah, ELN, inclusive quienes combatieron por ISIS en Siria que han llegado y han estado cooperando en nuestro hemisferio. En este hemisferio basado en principios de democracia, de derechos humanos y paz estos actores no son invitados y no tienen cabida alguna.

Los Tratados Internacionales, las Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y otras regulaciones y normativas internacionales ofrecen alternativas para incorporar en nuestros ordenamientos jurídicos e institucionales, además de medidas eficaces para prevenir y combatir este flagelo. En el marco de la OEA, la Convención Interamericana contra el Terrorismo constituye el eje esencial del acuerdo interamericano para enfrentar este flagelo.

Quisiera dirigirme nuevamente a las víctimas del terrorismo y asegurarnos de no olvidarlos. Como lo ha dicho el Presidente Macri quien estableció por decreto el 18 de julio como día de duelo nacional en conmemoración a las víctimas de este atentado.

Algunas heridas pueden curarse con el paso del tiempo, otras nunca llegan a cicatrizar del todo. Sin embargo, la justicia es el objetivo para los sobrevivientes o familiares de las víctimas de un atentado terrorista, en este caso la AMIA, lo cual debemos siempre colaborar de forma eficiente, todos los aquí presentes, con la justicia Argentina para alcanzar los resultados que definitivamente den verdad y resuelvan la reparación de las víctimas.

Definitivamente esto es esencial, quien piense que nuestro hemisferio está exento de terrorismo y antisemitismo está absolutamente equivocado.

Las dictaduras y las malas prácticas que hacen democracia en este hemisferio se han transformado en aliados con organizaciones terroristas como Hezbollah, con países que promueven activamente el antisemitismo como Irán. Con individuos que no les importa la paz, la aceptación de los derechos humanos y lo que buscan es enriquecerse y destruir.

Hoy en el 25 aniversario del atentado a la AMIA, por la memoria a las víctimas y sus familiares, por nuestro compromiso de librar a un hemisferio libre de terrorismo comprometámonos a lo siguiente:

Adoptar la definición oficial de antisemitismo, medida de la Secretaría General de la OEA y Estados como Canadá y Nicaragua han hecho.
Nombrar a Hezbollah como organización terrorista que atenta contra los principios de la dignidad humana que defendemos en este hemisferio.

Elevar la lucha contra el terrorismo y el antisemitismo en la agenda política interamericana, respaldando, como lo anunció Israel hoy, los esfuerzos del gobierno argentino para llevar a los perpetradores ante la justicia.

Con la colaboración de todos ustedes sin que ninguno permita visitas de los involucrados en ese atentado y los señalados como los responsables en ese atentado.

Que siempre se tomen las acciones que puedan poner a esta a gente a disposición de la Justicia Argentina.

Gracias señora presidenta.