Discursos y otros documentos del Secretario General

SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL CONSEJO PERMANENTE DE LA OEA “LUCHAS, LOGROS Y DESAFÍOS DE LAS MUJERES EN EL HEMISFERIO”,

17 de septiembre de 2018 - Washington, DC

La brecha persistente entre los derechos de las mujeres en el papel y los derechos de las mujeres en la práctica es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo sostenible, la gobernabilidad democrática efectiva y la seguridad humana. Durante mucho tiempo, demasiado tiempo, sus derechos han sido violentados y pisoteados.

Eso está afortunadamente cambiando, pero demasiado despacio y no sin dificultades. Observamos con preocupación cómo las Américas está enfrentando una reacción sin precedentes contra el avance de los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Esta reacción se ha vuelto muy visible y cuestionada en el contexto de los procesos electorales nacionales.

Con demasiada frecuencia, los derechos de las mujeres han sido víctimas de negociaciones políticas y la construcción de coaliciones, una realidad que ha dado lugar a una respuesta de grupos y movimientos pro derechos en todo el hemisferio, contribuyendo a un nivel de movilización y polarización social que rara vez se ha visto en la región.

El Sistema Interamericano se enorgullece de haber sido parte de esa respuesta en favor de los derechos de las mujeres. Desde 1928, nuestra Comisión Interamericana de Mujeres ha trabajado, no solamente para visibilizar la discriminación y la violencia que viven las mujeres en el continente, sino para proponer recomendaciones concretas para cerrar las brechas de derechos. La CIM presentó un primer estudio en Montevideo en 1933, el mismo año en que la Séptima Conferencia Internacional Americana adoptó la primera de varias Convenciones sobre los derechos de las mujeres.

La historia de la CIM se caracteriza por una serie de hitos pioneros. Con el tiempo, estos hitos representan el marco jurídico y político más fuerte en torno a los derechos de las mujeres después de Europa occidental. En sus 90 años de vida, la CIM ha promovido la adopción por el Sistema Interamericano de tratados, declaraciones, programas y resoluciones sobre todos los aspectos de la vida de las mujeres y su participación en los ámbitos social, político, y económico.

El lanzamiento del Atlas de las luchas de las mujeres da cuenta de este trabajo y reconoce el esfuerzo colectivo social necesario para asegurar que el marco jurídico sobre los derechos de las mujeres se vuelva una realidad.

La CIM ha construido una riqueza de conocimiento sobre temas como el trabajo decente, el desarrollo social, la ciudadanía política, la aplicación de la paridad, el liderazgo, las políticas de drogas y el encarcelamiento de mujeres, los derechos de las mujeres viviendo con VIH, el matrimonio infantil, los derechos sexuales y reproductivos y sobre todo las múltiples formas de violencia contra las mujeres, sus causas, sus consecuencias y los avances y restos de la respuesta estatal ante esta pandemia.

A lo interno de la OEA, y desde que firmé la Política Institucional de Equidad e Igualdad de Género, Diversidad y Derechos Humanos de la Secretaría General de la OEA, hemos trabajado para asegurar que somos una Organización feminista. Es decir, una organización que a través de su discurso, sus políticas y su accionar tanto externa como internamente – busca responder de manera efectiva a las demandas de la igualdad de género.

La agenda de la igualdad de género es hoy parte central de lo bueno en el mundo. En el contexto de la celebración tanto del noventa aniversario de la CIM como el setenta aniversario de la OEA, reafirmamos el compromiso de la Organización con una igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres y lo que ésta implica en todas las esferas de la vida – en lo personal, lo político, lo privado y lo público.

La violencia contra la mujer es un capitulo en sí mismo. Definitivamente nuestro continente tiene que hacerse cargo del femicidio, tiene que encontrar soluciones. Definitivamente no es admisible la dimensión de violencia contra la mujer, no es admisible el homicidio contra las mujeres, no es admisible de ninguna forma la violencia de género.