Discursos y otros documentos del Secretario General

GRAN PREMIO SIP A LA LIBERTAD DE PRENSA

28 de octubre de 2017 - Salt Lake City, Utah

Los instrumentos interamericanos fueron diseñados para establecer principios y salvaguardas para el ejercicio pleno de la Libertad de Expresión. No tienen un afán declarativo y teórico, son mecanismos efectivos y útiles para proteger las libertades fundamentales y la existencia misma de la sociedad democrática.

Amigos y amigas,

  • Es un gran honor recibir este premio, el Gran Premio SIP a la Libertad de Prensa. Y es un honor adicional compartir este momento con la prensa independiente de Venezuela.
  • Los periodistas venezolanos cumplen a diario con su labor de informar al público a pesar de las constantes amenazas, y la violencia permanente, así como las campañas de estigmatización orquestadas por una dictadura que criminaliza toda forma de disenso.
  • Una dictadura que quiere prensa a su medida, también quiere una oposición a su medida.
  • Es enorme lo que nos estamos jugando en la defensa de la democracia en las Américas hoy: la diferencia entre ser ciudadanos o súbditos de gobiernos autoritarios, que nuevamente quieren digitar a la gente desde lo que pueden ver, leer y decir.
  • La posibilidad de participar del debate público, de hacer periodismo libre y la de defender los derechos humanos. Todo eso está en juego hoy.
  • Quiero rendir tributo a los periodistas en el mundo, y en particular en nuestra región, que siguen pagando el altísimo precio de su vida por ejercer una de las profesiones más vinculadas a nuestras libertades fundamentales, el periodismo.
  • No podemos dejar de olvidar que el año pasado, 2016, al menos 33 periodistas que informaban sobre hechos de interés público fueron asesinados en el continente Americano.
  • Además de esta cruel forma de censura, que es la peor de todas, varias periodistas fueron agredidos, hostigados y atacados de diversas formas.
  • Otros fueron víctimas de vigilancia en sus comunicaciones, como una forma de conocer sus fuentes y entorpecer sus funciones.
  • Tampoco hay que olvidar las declaraciones ofensivas y estigmatizantes por parte de funcionarios públicos, muchos de ellos de alta jerarquía que se registraron en algunos países como mecanismo para amedrentar a periodistas y medios de comunicación.
  • Por cuarto año consecutivo la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH registró un aumento en el método más repudiable de acallar voces: en 2016 hubo 33 homicidios documentados de comunicadores, frente a los 27 de 2015, los 25 de 2014 y los 18 de 2013.
  • Aunque en la mayor parte de estos casos es evidente la relación entre el asesinato y el ejercicio de la profesión, es difícil confirmar este nexo en todos los casos debido al elevado índice de impunidad que persiste en el castigo de estos crímenes.
  • Sabemos quiénes son, los recordamos. Recordamos cada una de las víctimas del abuso despótico, del crimen organizado, de la corrupción, y en algunos países de la dictadura.
  • Su legado nos obliga a transitar el camino que ellos nos señalaron. Ustedes hoy me entregan un premio respecto a lo que hecho, y yo lo acepto aquí por lo que haré, mi compromiso es renovar la lucha y los esfuerzos en la lucha por los principios que defendemos.
  • En otros países de la región, aunque en menor medida, se ejercen otras formas de violencia como las amenazas y los atentados contra los medios de comunicación.
  • Este tipo de violencia no sólo afecta a los periodistas, también paraliza a la sociedad que pierde sus mejores fuentes de información y queda silenciada.
  • Quiero reafirmar mi compromiso con aquellos periodistas que han perdido su libertad o corren el riesgo de perderla por la utilización de leyes penales por la difusión de información o el ejercicio de la crítica y, aún así, están dispuestos a mantener su independencia.
  • En particular a los presos políticos que permanecen en prisión en Venezuela, y los periodistas que han sufrido persecución, encarcelamiento y todo el escarnio de la dictadura que hoy gobierna la tierra de Simón Bolívar.
  • Del mismo modo quiero rendir homenaje a los mártires de los sectores más vulnerables de la sociedad, que en muchos lugares pierden la vida por ejercer su derecho a manifestar o protestar exigiendo por más derechos.
  • Como sucedió con prácticamente los 140 manifestantes asesinados este año durante las valientes protestas brutalmente reprimidas en Venezuela. La libertad de expresión tiene su punto más alto en la expresión política.
  • La OEA no está ajena a esta situación. En esta misma fecha está celebrando su 20 aniversario la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión.
  • En estos años, la Relatoría ha sido aliada de los periodistas, las organizaciones como la SIP y los medios denunciando cada una de estos abusos.
  • Las palabras, los pensamientos del Relator Especial, Edison Lanza, recorren este discurso.
  • También ha impulsado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos casos en los que los Estados han estado omisos en identifica y sancionar a los responsables materiales e intelectuales de periodistas, o para derogar los delitos que penalizan la crítica y la expresión disidente, así como la censura indirecta.
  • En la OEA nunca vamos a olvidar a los periodistas que han sido asesinados, vamos a rendir tributo a su coraje y no vamos a descansar hasta encontrar justicia a nivel nacional e internacional.
  • En los informes anuales de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de los últimos diez años, se anticipa lo que sucede hoy en Venezuela: se ha documentado el sistemático ataque y deterioro a la libertad de expresión en ese país.
  • Prácticamente comenzó todo en 2006 con la revocación del permiso a la televisora RCTV y otros ataques de las autoridades venezolanas de entonces a medios y periodistas.
  • Fue el preludio de la destrucción del Estado de Derecho que terminó de ejecutar el gobierno de Nicolás Maduro brutalmente en estos años.
  • No obstante de la gravísima situación de Venezuela, la región sigue mayoritariamente bajo gobiernos democráticos y los avances, que también los encontramos, se deben en buena medida a los estándares interamericanos sobre libertad de expresión que contaron con el impulso y la cooperación decisiva de ustedes, los medios de comunicación, los periodistas y la sociedad civil.
  • Querríamos aislar cada vez más los casos de Venezuela y Cuba, casos extremos y patéticos de aislamiento, pero también de sofocación y de represión de la libertad de expresión.
  • Han habido avances en estos 20 años, unos 25 países de las Américas han aprobado leyes de acceso a la información; y progresivamente la mitad de nuestros países han derogado los delitos de desacato, difamación e injurias.
  • La protección de las fuentes periodísticas y el derecho de réplica como mecanismo alterno a la resolución de conflictos entre la prensa y quienes se sienten vulnerados en su reputación también es común en nuestras legislaciones.
  • En democracia, debemos estar atentos a otras formas sutiles o indirectas que los gobiernos, aún los más democráticos pueden utilizar para interferir con los medios de comunicación.
  • Estas medidas  que a veces son presentadas como bien intencionadas, pero pueden restringir la libertad de expresión, y también constituyen amenazas.
  • La idea de que el Estado debe garantizar la información veraz que ofrecen los medios; la distribución de la publicidad oficial como mecanismo de premio y castigo; el reparto a dedo de las frecuencias para medios audiovisuales; las restricciones del uso de papel; las leyes penales que protegen a los funcionarios; el uso del poder fiscal del Estado contra los medios... son todos mecanismos que han sido plagas que durante mucho tiempo minaron la libertad de expresión en muchos países de la región.
  • La democracia necesita de un debate robusto y razonado, los populismos han depredado a la libertad de expresión, para instalar un modelo represivo de las libertades fundamentales que se han exportado y que aún hoy perdura.
  • Muchos de estos procesos contaron con la legitimidad del voto originario, pero los excesos que cometieron en materia de libertad de expresión fueron tolerados por parte de otros gobiernos democráticos, e incluso por movimientos sociales históricos. Un error que no se puede volver a cometer.
  • Los autoritarismos y nacionalismos basados en la promesa de la ley y el orden, son ejemplos de la exacerbación de sentimientos de miedo y odio que anidan en la sociedad y van acompañados de desbordes de poder.
  • La estrategia de algunas autoridades de colocar a la prensa como el "enemigo del pueblo", y acusar a los periodistas y a medios de deshonestos, corruptos y ahora con una nueva etiqueta perversa... quienes le mienten al pueblo acusan a la prensa de fabricar noticias  noticias falsas porque buscan desacreditar al periodismo que molesta, el de mayor rigor y calidad.
  • Es claro que esto genera en la gente la idea de que todo es relativo, de que hay verdades alternativas y peor aún minan la credibilidad de los ciudadanos en las grandes marcas del periodismo de nuestros países.
  • La ambición de algunos líderes de perpetuarse en el poder sin tener consideración por el Estado de Derecho y el orden constitucional ha hecho un gran daño y la prensa ha tenido un lugar central en denunciar este flagelo.
  • ¿Hay una respuesta a la actual situación?
  • La respuesta se encuentra en buena medida en esta sala y en los mecanismos de pesos y contra pesos que proporciona la democracia y el derecho internacional.
  • Muchos de ustedes son el testimonio valiente y presente de que la única salida es la resistencia ante el autoritarismo y la no claudicación ante  los embates. No se puede trabajar con las reglas de juego de las dictaduras.
  • La libertad de expresión y la democracia requieren de eterna vigilancia del abuso de poder, la corrupción y la impunidad.
  • Los abusos que destruyen las instituciones son posibles en cualquier parte, aún en las democracias más longevas.
  • Por ello, el papel de los medios independientes, el periodismo de calidad y el periodismo libre es relevante para la sociedad democrática.
  • Más y mejor periodismo es la respuesta frente a los ataques y al descrédito que pretenden imponer los poderosos sobre la última barrera al autoritarismo: la libertad de expresión y la prensa libre.
  • Por ello los medios de comunicación tienen una tarea central en la llamada era de la pos verdad.
  • Frente a la falsedad o a la falsificación de la verdad los medios deben adoptar altos estándares éticos y redoblar su compromiso con la verdad y el pluralismo.
  • Hoy más que nunca es necesario no apartarnos del rigor y desnudar las mentiras que afectan a la democracia: vengan de donde vengan.
  • La respuesta es volver a reiterar el principio de que sin una efectiva garantía de la libertad de expresión se debilita el sistema democrático y sufren quebranto el pluralismo y la tolerancia.
  • Tampoco nos podemos dejar arrastrar por el fanatismo y la polarización. La democracia exige tolerancia y pluralismo.
  • El sistema democrático está hecho para convivir en la diferencia de ideas, de estilos de vida y de diversidad de opiniones políticas.
  • Los artículos 3 y 4 de la Carta Democrática Interamericana resaltan que “[s]on elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales”, y que “son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa”.
  • La democracia es una lucha cotidiana, una práctica constante que, como la libertad de prensa, no puede desatenderse un solo día para mantenerla viva y fuerte.
  • La tenemos en la mayoría de los países de las Américas, pero hemos pagado un precio muy alto para conservarla y con problemas de salud. Sobre todo ustedes, los periodistas y las periodistas, son quienes pagan este precio cotidianamente.
  • Ustedes son las víctimas directas de la violencia a la que hice referencia, porque en buena parte de América Latina el periodismo es una profesión de alto riesgo.
  • Las organizaciones periodísticas son blanco frecuente del crimen organizado. Así como de la guerrilla y los paramilitares.
  • La lista de perseguidos, de encarcelados, de exiliados—y de caídos—es trágicamente larga. Eran nuestros compañeros de ruta, colegas, amigos y también servidores de la sociedad.
  • Lo tomo como un incentivo para redoblar esfuerzos por la libertad, los derechos humanos y la democracia. En el entendido  que ninguno de los tres sería posible sin ustedes, sin el periodismo, sin los periodistas.
  • Quiero que sepan que mientras yo esté a cargo, la OEA será siempre su casa. Mi compromiso y mi lema ha sido desde el primer día, “Más derechos para más gente”.
  • No tengan duda, la OEA está y estará siempre al frente del derecho a la libertad de expresión.

Muchas gracias!