Oficina de Prensa de la CIDH
Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) saluda el fallo Orden David and others v. the Attorney General of Antigua and Barbuda que declaró la inconstitucionalidad de secciones de la Ley de Delitos Sexuales de Antigua y Barbuda, vigente desde la época colonial, que penalizaban la actividad consensual entre personas del mismo sexo.
En su histórica decisión del 5 de julio, el Tribunal Supe`rior de Justicia de la Corte Suprema del Caribe Oriental sostuvo que los delitos conocidos como sodomía (‘'buggery'') e indecencia grave son inconstitucionales en la medida en que afectan los derechos de las personas con capacidad legal para consentir la actividad sexual. En particular, la Corte determinó que se habían violado los derechos a la libertad, la protección de la ley, la libertad de expresión, la protección de la intimidad personal y la protección de la discriminación por motivos de sexo. La decisión analizó la jurisprudencia internacional, con enfoque de derechos humanos, y de los estándares interamericanos que protegen los derechos de las personas LGBTI.
La Comisión celebra el trabajo de la sociedad civil y activistas de derechos humanos en el Caribe, quienes están impugnando leyes y políticas que discriminan en razón de la orientación sexual y la identidad de género. Esto ha permitido la evolución del marco legal y de política pública. Asimismo, se observa con beneplácito que el Gobierno, en general, no se opuso a la moción de las personas demandantes y aceptó que las disposiciones eran incompatibles con las libertades y los derechos humanos.
La criminalización de las relaciones consensuadas viola el principio de igualdad, no discriminación y el derecho a la privacidad por lo que leyes como las derogadas fomentan un entorno que promueve la discriminación, la estigmatización, la violencia y el control social sobre las personas LGBTI, ya que se han utilizado para justificar los arrestos arbitrarios, la detención e incluso la tortura. La mera existencia de tales leyes pueden ser causas de ansiedad, culpa y depresión lo que impacta en la salud mental de las personas LGBTI.
La CIDH llama a todos los Estados de la región interamericana a derogar cualquier ley que continúe criminalizando las relaciones sexuales consentidas entre personas adultas o permita la persecución de personas LGBTI en cualquier otra forma. Los Estados también deben tomar medidas positivas para crear un marco jurídico que las proteja contra todas las formas de discriminación.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 162/22
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