CIDH y RELE rechazan la escalada de tensión, intolerancia y violencia tras las elecciones presidenciales en Brasil

2 de diciembre de 2022

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Washington D.C. - La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) rechazan el aumento de episodios de violencia e intolerancia en el marco de las elecciones en Brasil; y urge al Estado a garantizar la seguridad de todas las personas, investigar los hechos de manera diligente, así como a promover el pleno respeto de la democracia y el debate público.

No obstante, a que el proceso de votación transcurrió de manera pacífica y tranquilla, de acuerdo a lo informado por el Estado, se presentaron distintos hechos de violencia con ocasión al contexto electoral. Entre otros casos, se destaca la persecución de una diputada de São Paulo a hombre afrodescendiente a quien apuntó un arma por supuestas divergencias políticas; el asesinato de la niña afrodescendiente de 12 años, Luana Rafaela Oliveira, en un tiroteo que habría sido motivado por razones políticas, en Belo Horizonte, situación en la que también falleció un hombre y una mujer resultó con agresiones; y el desmayo de un niño por la asfixia provocada por un policía militar después de expresar su preferencia política.

En el contexto de las manifestaciones en contra de los resultados finales de la elección, que bloquearon distintas carreteras del país, se conoció que niñas, niños y adolescentes, mujeres y personas mayores habrían utilizados como escudos en contra de las fuerzas de seguridad que liberaban las carreteras; un agente de la Polícia Rodoviária Federal fue agredido mientras participaba de una operación para liberar vías ocupadas por manifestantes; el atropellamiento a personas que manifestaban en São Paulo. Adicionalmente, se observaron saludos nazistas por parte de un grupo de personas manifestantes por el resultado de las elecciones que no favoreció su candidato en Santa Catarina.

A la vez, al menos 40 equipos de periodistas sufrieron agresiones físicas o verbales, acoso u hostigamiento por parte de manifestantes desde la proclamación del resultado de las elecciones. Entre otros, obstrucciones a la cobertura de manifestaciones, ataques contra vehículos de equipos periodísticos, declaraciones estigmatizantes, y expresiones discriminatorias en contra de periodistas afrodescendientes.

La Comisión y su Relatoría Especial instan a prohibir toda propaganda en favor de la guerra y apología del odio nacional, por motivos raciales o religiosos que constituyan incitaciones a la violencia, así como cualquier otra acción ilegal, como el principio democrático de la separación de poderes y la expresión de la voluntad colectiva de la ciudadanía manifestada a través del sufragio. Igualmente, reafirman el rol primordial que ejerce la prensa en canalizar el debate público y para mantener a la sociedad informada, en particular en el contexto de manifestaciones.

De esa manera, llaman a Brasil a investigar todos los hechos con la debida diligencia reforzada, considerando los grupos en situación de especial vulnerabilidad, e imponer las sanciones correspondientes a quienes resulten responsables. A su vez, promover y proteger la labor que realizan periodistas en situaciones de elevado interés público. Por otro lado, urgen a las autoridades públicas y las distintas instituciones del Estado a contribuir a la disminución de la tensión social, a través de discursos que privilegien y den valor a los hechos ciertos y a la información verificada, y que alientan la utilización de las vías institucionales como mecanismos legítimos de resolución de controversias.

Por último, la Comisión Interamericana reafirma su confianza en la institucionalidad democrática de Brasil, que cuenta con un sólido sistema de pesos y contrapesos, y llama a las más altas autoridades del Estado a promover y reforzar un proceso de diálogo interinstitucional genuino en busca del respeto y fortalecimiento de la democracia y, por lo tanto, de los derechos humanos en el país.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

No. 266/22

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