Assistant Secretary General Speech

DISASTER SIMULATION EXERCISE AT THE INTER AMERICAN DEFENSE BOARD

25 de mayo de 2021 - Washington, DC

• General Huascal González Payano, Vicepresidente del Consejo de Delegados de la Junta Interamericana de Defensa (República Dominicana);
• General Juan José Gómez Ruiz, Director General de la Junta Interamericana de Defensa (México);
• Coronel Raúl Devoto Uribe, Asesor en Gestión del Riesgo de Desastres de la Junta Interamericana de Defensa, y organizador de este ejercicio de simulación (Perú);
• Autoridades Nacionales de Gestión del Riesgo de Desastres;
• Miembros del Comité Interamericano para la Reducción de Desastres;
• Representantes del sector defensa y de las unidades especializadas en respuesta de los Estados Miembros;
• Apreciados Colegas y Amigos de la OEA y de la JID;
• Señoras y Señores

Es un placer acompañarlos esta mañana durante este valioso y oportuno Ejercicio de Simulación de Desastre organizado por la Junta Interamericana de Defensa (JID) en coordinación con la Secretaría Ejecutiva para el Desarrollo Integral de la OEA (SEDI).

Deseo agradecer a la JID por el gran trabajo de organizar este ejercicio, así como a los distinguidos miembros del Comité Interamericano para la Reducción de Desastres Naturales (CIRDN), a la Federación Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja, a la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas y al Instituto Nacional de Defensa Civil del Perú por su colaboración en la ejecución de este evento de aprendizaje para todos.

Asimismo, agradezco la presencia de las autoridades nacionales de gestión de riesgo de desastres y protección civil de los Estados Miembros de la OEA que se encuentran presentes.

As you are aware, the Western Hemisphere is one of the most disaster-prone regions in the world, and in recent years climate change has triggered an increase in the frequency and magnitude of natural disasters including floods, hurricanes, wildfires, and droughts, among others, which have led to devastating effects and loss of human lives. These disasters will regrettably continue to have a detrimental impact on the livelihoods, infrastructure, and economies of the countries in the Americas.

As the beginning of the 2021 Atlantic hurricane season approaches, experts are once again anticipating for above normal activity. The National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) is forecasting and calls for 13-20 total named storms, 6-10 hurricanes, and 3-5 major hurricanes (Category 3 or higher). All of those categories are above the past average of 14 total named storms, seven hurricanes, and three major hurricanes.

Given this scenario, the Inter-American System must be prepared to respond quickly and effectively to climate change-related challenges ahead of us. In recent years, Member States have relied on the support provided through the Inter-American Committee on Natural Disaster Reduction (IACNDR) which has met several times during emergencies to define concrete actions and facilitate more coordinated, needs-based multilateral action with all the agencies of the Inter-American System that focus on disaster prevention and mitigation.

As a proactive member of this Committee, the Inter-American Defense Board has been instrumental in offering valuable support during disaster events in our hemisphere. The Organization of American States (OAS) and the Board share a common objective and commitment to help improve the capacity of our Member States in responding to natural disasters and humanitarian crises.

Emergencies are undeniably becoming increasingly more complex and costly to manage. With its vast years of experience, the Inter-American Defense Board possesses the resources and expertise to work effectively with OAS Member States on these issues.

For example, Article 3 of the Statutes of the IADB mentions as one of the specific functions of the Board the provision of technical advisory and consultative services to OAS Member States in relief and humanitarian assistance activities in cases of disasters.

In that regard, the IADB must be commended for this week’s table-top exercise which simulates a natural disaster occurrence and strategic decision-making response by participants. This activity is another excellent example of the IADB’s efforts to enhance regional synergies and collaboration in the area of disaster preparedness, disaster reduction and risk management.

Este ejercicio de simulación de desastre se realiza en seguimiento al mandato 171 de la Resolución AG/RES. 2950 (L-O/20) Promoción de la Seguridad Hemisférica: Un Enfoque Multidimensional, adoptada por la Asamblea General de la OEA en octubre de 2020.

La Resolución “solicita a la JID que se coordine con la Secretaría Ejecutiva para el Desarrollo Integral de la OEA (SEDI) y la Secretaría Ejecutiva de la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas (CMDA), dependiendo de la disponibilidad de recursos financieros, organice y lleve a cabo un ejercicio de simulación sobre gestión de desastres, respuesta a desastres y operaciones de asistencia humanitaria.” Su importancia radica en que se busca fortalecer la coordinación y la cooperación en la estructura interamericana en respuesta ante desastres.

Ayer tuvimos la oportunidad de recibir la disertación del Presidente Ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú, Doctor Hernando Tavera, para dar sustento científico al escenario planteado en este ejercicio, que es un sismo de gran magnitud.
Se habló de la potencialidad sísmica de la Costa Oeste de las Américas, es decir que este supuesto escenario para el ejercicio no solo sería para Perú, sino que puede suceder en cualquier país que se encuentra en esta parte de la Costa Oeste de las Américas, para lo cual debemos estar preparados.
Las Américas es una región especialmente expuesta a terremotos por su ubicación cercana a placas tectónicas en movimiento y ha sufrido el efecto de grandes sismos a lo largo de su historia. Tenemos el terremoto de mayor magnitud registrado en el mundo que tuvo lugar en la cuidad de Valdivia en Chile en 1960, dejando a más de 2.000 muertos y dos millones de personas damnificadas. También recordamos con mucha tristeza el sismo que sacudió a Haití en enero del 2010, que dejo más de 300.000 muertos.

El riesgo de desastre surge cuando las amenazas interactúan con factores de vulnerabilidad físicos, sociales, económicos y ambientales. Los fenómenos de origen geofísicos constituyen los desastres más catastróficos y las pérdidas que ocasionan estos desastres van incrementando, acarreando graves consecuencias para la supervivencia, la dignidad y los medios de vida de los seres humanos – en particular de los más vulnerables.

Pese a que haya más conocimiento y se va reconociendo cada vez más la importancia de la reducción del riesgo de desastre y a que han aumentado los medios de respuesta, los desastres y en particular la gestión y la reducción del riesgo siguen representando un desafío regional.

Ayer, como parte de este ejercicio, el Coronel Raúl Devoto de la JID leyó el memorándum emitido por la Presidencia del Comité Interamericano para la Reducción de Desastres, convocando a una reunión de urgencia a consecuencia del terremoto sucedido en la Costa Central del Perú, afectando principalmente a la Ciudad de Lima - según lo planteado en el ejercicio. Asimismo, a manera de realizar un repaso del liderazgo que cada miembro del referido Comité brinda, cada uno ha expuesto su rol, sus responsabilidades, sus capacidades y nivel de coordinación necesario para apoyar a un país afectado por un desastre.

Estas reuniones se dan en el contexto real, la última que tuvimos se dio a raíz de la erupción del volcán La Soufrière, en el país caribeño de San Vicente y las Granadinas, que dio como resultado una mejor coordinación entre las agencias del Sistema Interamericano y las autoridades en el Estado Miembro.
El riesgo de desastres es un motivo de creciente preocupación en las Américas cuyo impacto y acción en un país pueden repercutir en los riesgos de otro país, y viceversa. Ello, sumado a la vulnerabilidad exacerbada por la evolución de las condiciones geográficas, demográficas y socioeconómicas, el crecimiento urbano sin planificación, el desarrollo en zonas de alto riesgo, el subdesarrollo, la degradación del medio ambiente, el cambio climático, las amenazas geológicas y el impacto de la actual pandemia, presagia un futuro de amenaza creciente de los desastres para la economía regional, que sin duda traerán mucha pérdida en el PBI de sus respectivos países, sin precisar el impacto negativo para la población afectada.

En este segundo día del ejercicio de simulación de desastre contaremos con una interacción más dinámica en los procesos de la respuesta y de la recuperación, teniendo al Perú como escenario y a través del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) quienes presentarán las medidas adoptadas y las acciones resultantes después de su evaluación de daños y un análisis de necesidades, después del sismo.

Ustedes podrán hacer preguntas o comentarios proactivos para comprender el rol y la participación en la respuesta a desastres de las organizaciones miembros del CIRDN, la coordinación y la cooperación entre los Estados Miembros, así como el de otros actores internacionales, fortaleciendo la coordinación y colaboración entre todos los organismos, dentro y fuera del Sistema Interamericano.

Finalmente, quiero agradecer a nombre de la OEA a las autoridades presentes por compartir con nosotros su trabajo, su experiencia, sus buenas prácticas, sus ideas, y más que todo por su valioso tiempo. Les deseo éxitos y un fructífero ejercicio.

Muchas gracias.