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Welcome to the House of the Americas
The OAS headquarters were inaugurated in 1910 (More information)
Es uno de los salones más importantes de Washington, DC, y es utilizado para reuniones y ceremonias importantes, visitas presidenciales oficiales, y recepciones y conciertos. Ha acogido momentos trascendentales de la historia de la región, como el 7 de septiembre de 1977, cuando el Presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter y el Jefe de Gobierno de Panamá, Omar Torrijos firmaron el acuerdo conocido como Tratado Torrijos-Carter, que estableció la sesión a Panamá del control completo del canal a partir del 31 de diciembre de 1999.
La sala tiene una gran variedad de detalles arquitectónicos y decorativos y mide más de 30 metros de largo, 20 metros de ancho, y 14 metros de altura. El salón cuenta con una nave central abovedada de cinco alas separadas de los corredores laterales hacia el este y el oeste por cuatro pares de columnas jónicas, de fuste acanalado, todas sobre pedestales elevados. El foco de atención de la nave central se ubica en cada uno de sus extremos octagonales, donde una composición ornamental de estilo beaux-arts crea un telón de fondo majestuoso. En su centro se encuentra un pórtico clásico coronado a la altura de la nave por un vitral ovalado rematado por ricas guirnaldas florales. A cada lado de los pórticos, hay un nicho clásico sobre el cual se entrelazan las guirnaldas del vitral con un escudo con la palabra “PAX”, uno de los objetivos fundamentales de la OEA. El piso es de parquet espigado de roble pulido, y la bóveda cuenta con tres arañas de cristal. La profusión de molduras ornamentales de escayola en blanco recrea la vista desde todos los ángulos de la sala. En la bóveda principal y en el techo de los corredores laterales, las guirnaldas se entretejen para formar molduras llamativas que enmarcan cofres y paneles ricamente ornamentales. El programa decorativo incorpora motivos alegóricos de las Américas y otros derivados de la tradición clásica. El Salón de las América se cubre de luz natural que se filtra por los cinco majestuosos arcos que se abren al oeste.
En el extremo oval sur del salón hay dos bustos, uno es de Andrew Carnegie, hombre de negocios y filántropo estadounidense; y el otro es del estadounidense Leo Rowe, quien fue Director de la Unión Panamericana, precursora de la OEA, filántropo y quien donó un fondo que lleva su nombre y ha financiado miles de becas de estudios superiores a estudiantes de todas las Américas.
La Oficina ha sido utilizada por todos los Directores y Secretarios Generales, desde el Primer Director General de la Unión Panamericana, John Barrett, cuando el edificio fue inaugurado en 1910, hasta el actual Secretario General de la OEA, Luis Almagro Lemes, quien asumió su cargo en mayo de 2015. La mayor parte de las reuniones bilaterales del Secretario General y la firma de algunos acuerdos se realizan en esta oficina.
La Oficina del Jefe de Gabinete del Secretario General de la OEA está ubicada en la esquina de las calles 17 y Avenida Constitution. El Jefe de Gabinete es un cargo de confianza del Secretario General. La Jefatura de Gabinete de la Secretaría General están bajo la dirección general, supervisión y control del Jefe de Gabinete de la Secretaría General, quien responde al Secretario General, conforme al ordenamiento jurídico de la Organización.
La Sala de entrada de la Oficina del Secretario General es utilizada por el personal administrativo que trabaja con el Secretario General y como sala de espera para las personas que se entrevistan con el representante principal de la Organización.
La cocina se utiliza para preparar los alimentos y bebidas que se consumen en las diferentes actividades que se realizan en la Casa de las Américas, ya sean recepciones, ceremonias, desayunos o almuerzos de trabajo.
El Salón Cristóbal Colón, en homenaje al navegante genovés, quien al servicio de la Corona de Castilla, arribó en 1492 a la isla de Guanahani, actualmente en Las Bahamas y descubrió América para los europeos, se utiliza para diversas reuniones de trabajo de la Organización.
El Salón José Gustavo Guerrero es utilizado para diversas actividades, principalmente para reuniones de las diversas comisiones que forman parte de la Organización, así como para reuniones de las actividades que realizan los Departamentos y otros organismos de la institución hemisférica. Cuenta con una extensa mesa equipada con micrófonos y un sistema de audio moderno, y con casillas para los traductores, lo que permite su utilización para las reuniones más importantes de la Organización, incluso las del Consejo Permanente (cuando por diferentes razones no se puede reunir en el Salón Simón Bolivar).
Dos grandes escalinatas que flanquean el patio central conectan el primer piso con el segundo. La escalera de la derecha es utilizada durante las ceremonias protocolares, cuando el Secretario General de la OEA recibe a un mandatario u otra alta autoridad en las puertas de la OEA y ambos se dirigen al Salón de las Américas, donde son recibidos por los representantes de los Países Miembros.
La Oficina del Presidente del Consejo Permanente es ocupara por el titular del Consejo, que cada tres meses rota entre los Países Miembros. El Estatuto del Consejo Permanente establece que la Presidencia deber ser ejercida sucesivamente por los representantes titulares, en el orden alfabético de los nombres en español de sus respectivos países, y la vicepresidencia, en idéntica forma, siguiendo el orden alfabético inverso.
Leo Rowe fue Director General de la Unión Panamericana, precursora de la OEA, desde 1920 hasta su muerte en 1946. Entre sus legados, dejó un fondo rotativo-denominado Leo S. Rowe- que se estableció en 1948 en cumplimiento de una cláusula de su testamento.
Durante las últimas siete décadas, el Fondo Panamericano Leo S. Rowe ha ayudado a estudiantes de América Latina y el Caribe, y a funcionarios de la OEA a realizar estudios superiores en los Estados Unidos. Varios miles de personas del continente americano se han beneficiado de esta iniciativa.
En un principio la Sala Francisco Miranda se denominó “Sala del Directorio”. Está ubicada al extremo sur del Salón de las Américas, con el que conecta a través de tres puertas del pórtico serliano del Salón. Las paredes están cubiertas en brocado de oro que se eleva del lambriz o revestimiento de madera de la parte inferior del friso perimetral. La sala está iluminada parcialmente por candelarios metálicos de pared de un diseño basado en el calendario azteca. Cuenta con cuatro paneles en relieve dorado sobre el friso perimetral, en la parte superior de las paredes. Cada panel representa un evento importante en la historia del Nuevo Mundo. El mobiliario es de estilo colonial español, hecho en caoba dominicana y cuero español. La mesa de conferencias ovalada tiene ocho metros de largo por tres de ancho. La sala cuenta con 22 sillas con altos respaldares, cada uno de los cuales tiene tallados el nombre y el escudo de un país miembro de la OEA.
La Casa de las Américas, sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA), fue inaugurada en 1910, y es un edificio único en Washington, DC, porque en su arquitectura se refleja la unidad del continente americano, con influencias de la época de la colonia española, de los pueblos originarios del continente y de Europa.
El edificio está ubicado a 200 yardas (183 metros) de la Casa Blanca y fue inaugurado cuando la Organización hemisférica contaba con 21 Países Miembros. Hoy en día, la OEA cuenta con 35 miembros -34 activos-, y 70 Observadores Permanentes.
Concebida como tributo a las numerosas culturas del Hemisferio Occidental, la arquitectura beaux-arts de la Casa de las Américas es única por cuanto imprime a su modelo renacentista europeo un vocabulario arquitectónico hondamente enraizado en las tradiciones americanas. Su planta rectangular, organizada en torno a un patio central, reconoce sus orígenes en los diseños históricos de las antiguas Grecia y Roma, más tarde depurados en la región mediterránea y de las Américas.
El predio fue adquirido en 1907 por la Junta Directiva de la Oficina Internacional de las Repúblicas Americanas, que por entonces era la Secretaría de la Unión Internacional de Repúblicas Americanas, fundada en 1889; y que antecedió a la Unión Panamericana, fundada en 1910, que a su vez precedió a la OEA, cuya fundación fue en 1948.
El majestuoso edificio de dos plantas se destaca en la esquina prominente del predio, con paredes exteriores de mármol (provenientes del Estado norteamericano de Georgia) color blanco con vetas azules y un techo a dos aguas proyectado, de tejas de cerámica roja. Su fachada principal, orientada al Oeste, sobre la Calle 17, está articulada por órdenes corintios clásicos que destacan la triple arcada de que forman una entrada monumental. Los arcos están modulados por pilastras de capiteles ricamente ornamentados que sostienen un entablado intrincado de ménsulas, dentículos, modillones y otras decoraciones clásicas que, aunque típicas del estilo, utilizan motivos americanos. La importancia plástica de esta porción de la fachada central está realzada por altos pabellones de mármol que marcan cada extremo.
Además de los ornamentos botánicos corintios, la fachada de la Casa de las Américas incorpora numerosos elementos decorativos esculturales que simbolizan el objetivo de entendimiento y cooperación hemisféricos entre los Países Miembros de la OEA. Este programa ornamental incluye el uso reiterado de motivos, como la paz entre los países de las Américas, simbolizada por letras “P” y “A”, a veces entrelazadas; la estrella, elemento que figura en los símbolos nacionales de muchas naciones americanas, y la figura femenina de la paz, que aparece en cada capitel de pilastra, entre las clásicas hojas de acantos.
Entre las esculturas decorativas sobresalen dos grupos de tamaño mayor que el natural que, sobre pedestales que se elevan en la base de los pabellones laterales, flanquean la arcada de la entrada. Cada escultura es la figura de una mujer y de un joven que representan, respectivamente, los continentes norte y sur del Hemisferio Occidental. La que simboliza a Norteamérica está a la derecha, o al norte, y es obra de Gutzon Borglum; la que representa a Sudamérica, a la izquierda, o a l sur, es obra de Isidore Konti. La antorcha y la rama de olivo sostenidas en los alto pro las figuras femeninas de ambos costados representan el anhelo de sabiduría y paz, valores en que se asientan los principios del sistema interamericano. Los jóvenes protegidos por cada mujer simbolizan la juventud de los continentes y la promesa de futuro, sugerida por las alas en los tobillos y en las sienes del joven norteamericano y por la esfera que sostiene el joven sudamericano. En este último, el papagayo y la vegetación exuberante simbolizan la riqueza de Sudamérica en recursos naturales. Del lado norteamericano, la pequeña rueda mecánica y otras herramientas son alegorías de los albores industriales del continente norte.
El acceso de la calle al edificio está marcado por grandes antorchas de bronce que montan guardia a cada lado del primero de los dos tramos de la escalinata ceremonial de mármol que asciende a las tres grandes entradas en el arco del edificio, donde, como ornamentación en la piedra angular de cada arco, luce la letra “A”, que significa América. Las aberturas en arco presentan un extraordinario entramado ornamental inspirado directamente en el enrejado de la Catedral de Zaragoza, España. Al igual que el resto de la fachada, mucho de los detalles, que incluyen representaciones del águila y el cóndor que se miran cara a cara sobre el trazo elaborado de una letra “A”, rinden homenaje a las tradiciones culturales de Norteamérica y América Latina.
Sobre la entrada, inscrita centrada en el friso, luce una contrastante placa de mármol con el nombre de Organización, que en 1948, con la adopción de su Carta, fue cambiado a Organization of American States. A ambos extremos del friso aparecen paneles en relieve en los que predomina la figura de un niño y que representan respectivamente las raíces americanas nativas del Hemisferio y sus antecedentes europeos. Esculpidos por Isidore Konti, junto con los seis capiteles de las pilastras que están por debajo, cada panel muestra una figura sentada con una nutrida cornucopia, en referencia a la abundancia de recursos naturales de las Américas.
También obra de Konti e inscrito en los pabellones altos, encima de los grupos esculturales alegóricos, pueden verse dos paneles en altorrelieve que captan momentos importantes de la historia de Norteamérica y Sudamérica. En el panel sur, se ve una representación del encuentro de Guayaquil, en julio de 1822, entre el Libertador Simón Bolívar y el General José de San Martín, única reunión de estos dos héroes de la lucha por la independencia sudamericana. El panel norte muestra a George Washington despidiendo a sus generales al concluir la Revolución Americana y desbandarse las tropas del ejército continental.
Sobre el tejado, coronando la composición de la fachada central, se aprecia una balaustrada continua en mármol, cuyo ritmo es periódicamente interrumpido por sólidos dados del mismo material. En los altos del tejado, flamea la bandera de la OEA, como armonioso elemento que se integra a la silueta de la ciudad de Washington, DC.
The House of the Americas, headquarters of the Organization of American States (OAS), was inaugurated in 1910. It is a distinctive building in Washington, D.C., because its architecture reflects the unity of the American Hemisphere, with influences from the Spanish colonial era, the native peoples of the Continent, and Europe.
It is located 200 yards from the White House and was unveiled when the hemispheric Organization was made up of 21 member states. Today, there 35 member states—of which 34 are active—and 70 permanent observers in the OAS.
The House of the Americas, headquarters of the Organization of American States (OAS), was inaugurated in 1910. It is a distinctive building in Washington, D.C., because its architecture reflects the unity of the American Hemisphere, with influences from the Spanish colonial era, the native peoples of the Continent, and Europe.
It is located 200 yards from the White House and was unveiled when the hemispheric Organization, then called the Pan American Union, was made up of 21 member states. Today, there 35 member states—of which 34 are active—and 70 permanent observers in the OAS.
Conceived as a tribute to the many cultures of the Western Hemisphere, the Beaux-Arts architecture of the House of the Americas is unique in that it imparts to its European Renaissance model an architectural vocabulary deeply rooted in American traditions. Its rectangular plan organized around a central patio has its origins in historic schemes of ancient Greece and Rome, and later refined through the Mediterranean region and the Americas.
The site was acquired in 1907 by the Governing Board of the International Bureau of the American Republics, which was the secretariat of the International Union of American Republics, founded in 1889, and the precursor of the Pan American Union, established in 1910, which in turn preceded the OAS, created in 1948.
The majestic two-story building dominates its prominent corner site with exterior walls of white, blue-veined Georgia marble, and a projecting gabled roof of red-clay tiles. Its principal façade, facing west to 17th Street, is articulated by classical Corinthian orders that draw attention to the triple arcade forming the monumental entrance. The arches are modulated by pilasters whose richly carved capitals sustain an intricate entablature with dentils, modillions and other classical decorations that, while typical of the style, make use of American motifs. The visual importance of this portion of the central façade is enhanced by tall marble pavilions anchoring each end.
Apart from the Corinthian botanical ornaments, the façade of the House of the Americas incorporates many decorative and sculptural elements that symbolize the mission of hemispheric understanding and cooperation among the member countries of the OAS. This ornamental program makes reiterative use of motifs, such as peace among the countries of the Americas, symbolized by the letters “P” and “A,” at times entwined; the star, an element that figures in the national symbols of many American nations; and the female figure of Peace that appears in each pilaster capital among the classical acanthus leaves.
The access from the street to the building is marked by large bronze torchères, which stand guard at each side of the first of the two ceremonial flights of marble steps that ascend toward the three round-arched oversized building entries, where the letter “A,” signifying America, is prominent in the ornamental keystone of each arch. The arched openings feature remarkable ornamental grillwork inspired directly by the grille of the Cathedral of Zaragoza, Spain. Like the rest of the façade, much of its detailing, which includes depictions of an eagle and a condor facing each other through the tracery of an elaborate letter “A,” pays tribute to Latin and North American cultural traditions.