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1.1 Objetivos nacionales

El Plan Nacional de Reconstrucción y Desarrolló establece los siguientes objetivos fundamentales para el período 1975-1979:

- Reactivar el proceso de crecimiento hasta alcanzar ritmos de ascenso de la economía, superiores a los que prevalecieron en la segunda midad de la década pasada y en los años iniciales del presente decenio.

- Fortalecer la autonomía del país principalmente en base a la diversificación y consolidación de las corrientes de exportación.

- Mejorar la distribución del ingreso y su difusión geográfica, especialmente recurriendo a políticas de empleo y desarrollo social.

- Lograr el desarrollo regional.

- Proseguir el proceso de reconstrucción de Managua procurando eliminar en forma relativamente rápida los desajustes ocasionados por el terremoto.

- Fortalecer las vinculaciones con el movimiento centroamericano de integración.

i. Reactivación del proceso de crecimiento económico

Durante los pasados 25 años hubo un notable incremento en la producción de bienes y servicios. El Producto Interno Bruto aumentó a una tasa anual promedio de 6.0% entre 1950 y 1972. La tasa de incremento del PIB cayó bruscamente en 1973, el año que siguió al terremoto, a una tasa de 1.7%, pero resurgió rápidamente en 1974 a una tasa de 12.8%. Existen indicios de que el incremento de la tasa para 1975, aunque menor que la de 1974, se comparara favorablemente con el promedio general.

Para el período 1975-1979 se plantea una meta de crecimiento anual de 6.1% en el Producto Interno Bruto con un crecimiento mas rápido en los sectores industria (7.1%), energía eléctrica (10.9%) y agricultura (6.4%) (ver Cuadro 1-1).

El dinamismo previsto supera ampliamente al crecimiento demográfico del país, cuya tasa. interanual ha sido de 2.6% en el período 1963/1971.

El plan pone énfasis en las inversiones. La inversión total subirá del 22% del PIB en 1975 al 25.3% en 1979; la parte correspondiente al sector publico pasará de 7.6 a 9.1% y la del sector privado de 14.6 a 16.2%.

Cuadro 1-1. NICARAGUA: METAS DE CRECIMIENTO DEL PRODUCTO SECTORIAL 1975-1979


Tasa promedio anual (%)

PRODUCTO INTERNO BRUTO


6.1

Actividades primarias


5.5

 

Agricultura

6.4


Pecuaria

4.6


Silvicultura

6.5


Caza y pesca

0.2


Actividades secundarias


7.0

 

Industria

7.1


Construcción

7.2


Minería

4.1


Actividades terciarias


5.9

 

Comercio

5.1


Gobierno Central

8.8


Transporte y comunicaciones

5.1


Bancos, seguros y otros

8.0


Energía eléctrica y agua

10.9


Propiedad de vivienda

6.5


Otros servicios

4.1


Fuente: Plan de Reconstrucción y Desarrollo 1975-1979.

El sector agropecuario tendrá una trascendencia especial por su participación en el producto, su contribución al valor total de las exportaciones y por su capacidad generadora de empleos. La estrategia involucra los siguientes puntos:

a) Aumentar la producción agrícola de artículos para el consumo interno con el propósito de continuar mejorando la dieta alimenticia de la población. El esfuerzo se dirigirá hacia el aumento de producción de granos básicos, de carne vacuna, porcina y de aves, además de productos como huevos, leche, frutas y verduras, y otros cultivos.

b) Contribuir al mejoramiento de la balanza de pagos. Se continuara apoyando los programas tradicionales de exportación (algodón, café, carne, azúcar), y se perseguirá una explotación creciente de nuevos productos, como frutas y vegetales. El aumento de la producción de arroz se destinará tanto al consumo interno como a la exportación, y la expansión de la producción pecuaria permitirá elevar la exportación de este sector.

c) Proveer la materia prima para el desarrollo industrial. Se prestará atención especial a la tecnificación de la producción pecuaria con el objeto de integrar los productos y subproductos con la industria.

En el campo industrial se pretende no sólo restaurar y ampliar el volumen de la producción durante el período, sino además poner en marcha un fuerte proceso de capitalización que podría incluir grandes complejos, base fundamental para el crecimiento futuro de la actividad industrial. El programa industrial contempla la ampliación y vigorización de las ramas química y agroindustrial, la rehabilitación de empresas medianas y pequeñas, la creación de una gran empresa productora de pulpa y papel en la región del Atlántico y el desarrollo de las ramas vinculadas con la industria de la construcción a raíz de la reconstrucción de la ciudad de Managua.

ii. Reducción de la vulnerabilidad externa

La dependencia de Nicaragua de los mercados externos, que es algo típico de muchos países de su tamaño y estado de desarrollo, sobresale a la luz de estas cifras: durante el período 1966-1973, sus exportaciones de productos y servicios representaron el 29% y sus importaciones el 30% del Producto Interno Bruto. Los ingresos del Gobierno Central representaron el 29% del valor total de las exportaciones e importaciones en 1972, y este porcentaje se elevó al 38.1% en el año siguiente como resultado directo de la aplicación de un 10% de impuesto sobre las exportaciones. Esta fue una medida de emergencia impuesta después del desastre que asoló a la ciudad capital.

El problema básico es que los productos que exporta Nicaragua son artículos de consumo que tienen una demanda poco elástica, o que, sin tener esta característica, dependen de la consolidación y crecimiento del Mercado Común Centroamericano. Contrastando con esto, la elasticidad de las importaciones (bienes de consumo manufacturados y materiales procesados), es mayor que la que corresponde a las exportaciones.

Para el período del Plan fueron establecidas las siguientes metas:

- Un incremento de exportación de bienes y servicios a una tasa anual de 9.6%.

- Un superávit comercial con los países del Mercado Común Centroamericano de US$11 millones a precios de 1975, eliminando así, durante el período, el déficit de US$25.5 millones del año 1975.

- Un balance en las reservas netas internacionales al final del Plan, equivalente al 11% del valor de las importaciones de bienes y servicios (CIF), que es aproximadamente la suma que se necesita para financiar un mes y medio de importaciones.

La estrategia a aplicar consistirá en:

a) Hacer una promoción intensiva de exportaciones tradicionales (algodón, café, azúcar) combinada con un esfuerzo conjunto con otros países centroamericanos para defender los términos de intercambio. También se dedicarán esfuerzos especiales para incrementar las exportaciones de carne, que es uno de los grandes potenciales que tiene Nicaragua.

b) Promover la venta de nuevos productos que parecen tener promisorias perspectivas en el mercado internacional, tales como tabaco, okra, marañón y otros. Los productos forestales, como pulpa y papel, caerían en esta categoría, pero únicamente a largo plazo.

c) Incrementar las exportaciones de Nicaragua a los países del Mercado Común Centroamericano.

d) Lograr una substitución selectiva de importaciones de acuerdo con el principio de ventajas comparativas.

iii. Promoción del empleo y mejoramiento de la distribución de ingresos

Se ha visto en los países en desarrollo que la sola promoción del crecimiento de la producción sectorial no es garantía de un crecimiento proporcional en el empleo: el problema es multifacético y estructural.

Aproximadamente la mitad de la población económicamente activa de Nicaragua se encuentra en el campo; en consecuencia, tanto el número de ocupados como de desocupados es mayor en este sector que en cualquier otro. Por lo tanto, el Plan le da alta prioridad a la promoción del empleo en el sector agropecuario en base al apoyo a la agricultura tradicional, donde la subocupación es notoria. Esto significa que habrá que establecer y desarrollar en el sector rural actividades agropecuarias y agroindustriales que permitan elevar los niveles de ingresos y empleo de la mano de obra; significa también la construcción de caminos, de pequeñas obras de regadío, de escuelas y otros edificios de interés social. Se espera que el aceleramiento de las actividades de asistencia técnica y financiera del Instituto de Bienestar Campesino (INVIERNO), que ha sido recientemente establecido, dará impulso al logro de estos fines.

En el sector industrial, el aumento del empleo dependerá de un mejor uso de la capacidad instalada, de la ampliación del número de turnos de trabajo y del aprovechamiento de las opciones tecnológicas existentes, en especial en aquellos casos en donde el mayor uso de la mano de obra no implique introducir ineficiencia en la producción.

La política social vendrá a complementar a la política del empleo, en particular facilitando a la población el acceso a la educación; para ello se establecerán más escuelas y centros de entrenamiento vocacional para lograr una conexión más estrecha con los mercados laborales; se reforzará la orientación de los planes de estudio de la educación primaria y secundaria hacia una mayor enseñanza de materias prácticas y prevocacionales, y se ampliará el entrenamiento y la capacitación de la mano de obra en los lugares de trabajo.

Finalmente, la reorientación del desarrollo urbano propuesta por el Plan, con el fortalecimiento de las ciudades pequeñas fuera del área de Managua, tendrá efectos indirectos sobre los desempleados y subempleados del sector marginado urbano de la capital. La creación de empleos, el suministro de servicios básicos y las condiciones de vida mas atractivas contribuirán a reorientar los flujos migratorios hacia dichas ciudades y a mejorar la difusión geográfica del empleo.

iv. Desarrollo regional y reconstrucción de Managua

Un precedente significativo del Plan de Reconstrucción y Desarrollo 1975-1979 es la inclusión del desarrollo regional como objetivo nacional a largo y corto plazo.

En el largo plazo, es deseo expreso del Plan que todas las regiones del país estén integradas en la economía nacional. El Plan cita también otros beneficios que se derivaran en el largo plazo del desarrollo regional, además del logro de la equidad o de una nivelación de la distribución de los ingresos en toda la nación. Entre estos otros beneficios se señala que la explotación de los recursos naturales de cada región, de acuerdo con su potencial, contribuirá a la total eficiencia de la economía, al incremento de los mercados nacionales y a la integración psicológica de todas las regiones como parte de la nación.

Sin embargo, en el corto plazo, específicamente en el período 1975-1979, las necesidades de reconstrucción de la ciudad de Managua presentan un estado que no ha podido ser pospuesto. Entre la alternativa de dar absoluta prioridad a la reconstrucción de Managua en el quinquenio 1975-1979, que prácticamente agotaría los fondos de inversión pública del país - y quizás hasta los privados - y la otra alternativa de proseguir el crecimiento económico, que tendría el efecto de minimizar los esfuerzos de reconstrucción en favor de Managua, el Plan Nacional ha optado por una solución intermedia. Esto significa que la distribución de inversiones públicas se hará de acuerdo con una fórmula de transacción con una obligación del 30% de los fondos disponibles de inversión pública para la ciudad de Managua en el período 1975-1979. A la vez, en este quinquenio deben establecerse las bases para la descentralización de la actividad económica en la Región del Pacífico.

Una segunda característica de importancia de la política de "desarrollo regional y descentralización urbana" es que el Plan incluye, por vez primera, una delimitación del país en ocho regiones: tres de ellas se encuentran en el área del Pacífico (norte, central y sur); otras tres se encuentran en el área del interior (interior norte, central y sur), y las dos regiones restantes están en el área del Atlántico, (Atlántico norte y sur) (ver Mapa 1-1).

A continuación se ofrece el planteamiento del Pian Nacional con respecto a las perspectivas de las regiones Pacífico Norte, Central y Sur durante el período 1975-1979.

a. Región I (Pacífico Norte)

"Se procurará la creación de un polo regional formado por el eje León-Chinandega-Corinto, con León como núcleo principal por sus condiciones de equipamiento urbano y por tener cierta economía de aglomeración que le permite desempeñarse como centro administrativo, comercial, cultural y turístico de la región. Por su parte, Chinandega será un centro de apoyo de las actividades agropecuarias, y Corinto el puerto principal de comercialización hacia el exterior. Asimismo, la vocación agrícola de la región determina la perspectiva de establecer las agroindustrias, pues cuenta con un buen potencial de irrigación. A fin de fortalecer la integración física de la región, se ejecutaran proyectos para mejorar y ampliar el sistema de transporte y comunicaciones intrarregionales; también se promoverá un mayor intercambio con las localidades de Matagalpa y Estelí".

b) Región II (Pacífico Central) y Región III (Pacífico Sur)

"La reconstrucción de Managua se apoyará en los criterios de desconcentración urbana y desplazamiento paulatino del centro de gravedad industrial conforme a la política de descentralización, lo cual implica la promoción simultánea de centros sub-regionales anexos que atenúen o modifiquen las tendencias históricas hacia la concentración de actividades y recursos en la capital. Con este fin se continuará el avance en las obras de infraestructura en las regiones, buscando al mismo tiempo la máxima integración entre los centros urbanos de cada región y un desarrollo armónico del conjunto".

El Plan pretende estimular el desarrollo de la Región I poniendo especial énfasis en lograr un equilibrio más armónico al iniciar la descentralización y desconcentración de la ciudad de Managua. Simultáneamente, el Plan está orientado a cimentar las bases para el futuro desarrollo de la Región Atlántica.

v. Fortalecimiento de los vínculos con el movimiento centroamericano de integración

Este objetivo constituye un aspecto fundamental del Plan, pues contribuye significativamente a la reducción de la vulnerabilidad externa y da permanencia al proceso de desarrollo. Dentro de los esquemas integracionistas se trataría de desarrollar proyectos que permitirían disponer de escalas de producción suficientemente grandes y lograr mejores condiciones competitivas, con el propósito de conseguir entrada en los mercados mundiales.

Se propugnará también la fijación de incentivos en el marco regional (dentro de un esquema sustitutivo centroamericano) para tender al desarrollo de industrias básicas de productos intermedios, ya que con esto Nicaragua participaría en el establecimiento de algunas líneas de especialización.

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