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Capítulo 13 - Minerales y petróleo

La minería en la selva central
Actividad petrolera en la selva central
Factores limitantes de la minería y la perforación en la selva central
Interacciones entre las industrias minera, petrolera y otras
Lineamientos para la planificación minera y petrolera en la selva central
Referencias

La minería en la selva central

Los diversos depósitos minerales metálicos y no metálicos de la Selva Central se concentran principalmente en el Departmanto de Junín (véase el Mapa 1-1). En el mismo se encuentra plata (Ag), zinc (Zn), plomo (Pb), cobre (Cu) y cantidades menores de oro, así como depósitos de minerales no metálicos como arcillas y calizas. Muchos de esos minerales se trabajan en la mina San Vicente, la más típica y más importante de la región. Las operaciones de esta mina se examinarán más adelante como modelo de actividad minera en la Selva Central.

La mina San Vicente está localizada a una altitud de 1500 m sobre el nivel del mar. Descubierta en 1935, era accesible a través del río Puntayacu. Aunque diversos depósitos de minerales se hallan expuestos a ambos lados del cañón formado por el Puntayacu, recién en 1960 se constituyó la Compañía Minera San Vicente S.A. para realizar trabajos de prospección y explotación en la zona, iniciándose la producción en 1970. La empresa ha construido una red de carreteras para facilitar sus operaciones mineras, así como laboratorios, oficinas administrativas, un centro médico y otras edificaciones. Para el suministro de energía para estos servicios y para la mina propiamente dicha, la empresa cuenta con 8 motores de combustión interna instalados en una estación eléctrica con una potencia de 4 500 KW. Una planta hidroeléctrica permitirá incrementar este potencial.

Inicialmente, se identificaron diez depósitos de zinc-plomo y uno de zinc-plomo-cobre, en una franja de aproximadamente 16 km. El sulfuro más común es la esfalerita o sulfuro de zinc, seguido por la galena o sulfuro de plomo, que se encuentra en forma de cristales finos. La Smithsonita, la cerusita, la anglesita y la calamina son minerales secundarios. Los minerales de ganga están representados por calcita y dolomita. Los análisis químicos previos del mineral determinaron la presencia de zinc en la forma de sulfuro de zinc en un 60.41 por ciento y óxido de zinc en un 5.83 por ciento. Los análisis químicos posteriores de los minerales de la mina determinaron una proporción de 11.52 por ciento de zinc, 1.11 por ciento de plomo y 0.98 por ciento de hierro.

La reserva es tabular, o sea que los minerales se encuentran en las capas superficiales de la roca. En 1980 las reservas se calcularon en 5 156 000 TM de depósitos probados y probables (minerales de zinc y plomo). La pureza del mineral se determinó en un 13.6 por ciento de sulfuro de zinc y un 0.8 por ciento de sulfuro de plomo.

Si se toma en cuenta que en 1980 la mina produjo 429 947 TM de minerales, la empresa debería poder mantener una producción constante durante los próximos 12 años. Por lo tanto, probablemente existan reservas de mineral probado y probable de 5 256 000 TM, y es posible que los trabajos de exploración y desarrollo demuestren la existencia de reservas adicionales.

Los minerales se extraen mediante el método de corte y relleno convencional, cámaras y pilares y a cielo abierto. Se perfora una serie de túneles cortos entre la superficie y la veta de mineral, donde se abren chimeneas con el objeto de facilitar la ventilación de las áreas de trabajo. La infiltración de grandes volúmenes de agua requiere la utilización de bombas y sistemas especiales de drenaje.

El mineral es transportado mediante carros mineros desde el interior de la mina, utilizando líneas decauville. En la superficie, el mineral se carga en volquetes, que lo transportan hasta la planta concentradora. El material concentrado es entonces llevado en volquetes hasta el puerto del Callao, a 320 km, desde donde se exporta al mercado internacional. Los camiones atraviesan un territorio accidentado y cruzan dos pasos de más de 4 000 m de altura.

El proceso de concentración comprende el triturado y la pulverización del mineral y la separación de los componentes por flotación y filtración. Para elevar la ley de los minerales, la empresa utiliza una planta de concentración que emplea métodos basados en flotación y gravedad y cuya capacidad teórica es de 2 500 TM por día. En 1980 se procesaron 429 947 TM de mineral, que produjeron 75129 TM de concentrados de plomo y zinc. El análisis químico de los concentrados de plomo determinó una proporción de 64.01 por ciento de plomo, 5.91 por ciento de zinc, y 1.14 por ciento de hierro. Los concentrados de zinc mostraron una proporción de plomo de 1.28 por ciento, de 56.48 por ciento de zinc y de 1.94 por ciento de hierro. Después del procesamiento, se recupera algo más del 72 por ciento del plomo y 0.64 por ciento del zinc en los concentrados de plomo, y 20.17 por ciento de plomo y 85.85 por ciento de zinc en los concentrados de zinc.

El mineral no utilizado en el lavado de la planta procesadora se vierte en el río Puntayacu, dándole una coloración blanco azulada hasta su confluencia con el río Tulumayo. Pasada la confluencia del Tulumayo con el Tarma, el agua presenta características normales, aunque se han observado algunos notables fenómenos relacionados con la presencia de desechos minerales en estos ríos. Entre ellos pueden mencionarse ciertas afecciones de la piel en las personas que utilizan sus aguas, la ausencia de actividad agropecuaria en sus márgenes, y la ausencia de peces hasta la confluencia del río Chanchamayo con el Paucartambo. Las propuestas presentadas para incrementar de 1 000 a 4 000 TM el procesamiento diario de minerales aumentarían significativamente la contaminación de estos ríos.

Depósitos de Oro y Manganeso

Los depósitos auríferos existentes en la zona son de tipo aluvial, producidos por la acción mecánica de los ríos y arroyos que drenan la región. Las rocas graníticas antiguas que existen en la región son las fuentes de oro y minerales pesados. Los principales depósitos se encuentran en las márgenes de los ríos Perené, Unine, Anapote y Urubamba. Estos metales preciosos se extraen en su totalidad con métodos rústicos.

Los depósitos de manganeso también son ricos en hierro y generalmente están conformados por óxidos tales como pirolusita, manganita, hausmannita y hematita, y se encuentran en las zonas de Quimiri y Huatshiroki en Chanchamayo, Pampa Tigre, Pampa Silva y Sachavaca, en la margen izquierda del río Perené. A pesar de tratarse de depósitos de gran volumen, hasta la fecha no han sido explotados. Se ha identificado otras zonas con 97.6 por ciento de pirolusita y 68 por ciento de hematita, que también son potencialmente ricas en manganeso y en hierro. Sin embargo, no existen datos confiables acerca de su volumen y valor potencial.

Depósitos de Minerales No Metálicos

Las arcillas calizas y los materiales de construcción se hallan distribuidos ampliamente en la región, en diferentes horizontes litológicos. Por ejemplo, las salinas (domos) constituyen parte de la formación jurásica de Sarayaquillo, mientras que los distintos tipos de arcillas corresponden fundamentalmente a depósitos cuaternarios distribuidos a lo largo de las márgenes de los ríos. Asimismo, las calizas se encuentran distribuidas en la zona como componentes estratigráficos de diferentes formaciones geológicas. Por último, la arena y la grava para materiales de construcción están ampliamente distribuidas como parte de las formaciones cuaternarias expuestas a lo largo de la red de drenaje de la región.

Actividad petrolera en la selva central

Se estima que los yacimientos de gas y de petróleo del Perú se hallan ubicados fundamentalmente en la región nordeste y, en la Selva, al norte del río Marañón y en el Ucayali Central. Debido al escaso conocimiento de su rendimiento potencial, el Gobierno peruano ha dividido la región oriental en sectores para su exploración y posterior explotación.

Los yacimientos de hidrocarburos más importantes de la cuenca amazónica, en términos de su actual producción, se hallan en la Selva norte, en el Departamento de Loreto, mientras que los de la Selva Central son los depósitos de Maquía, Aguas Calientes y Aguaytía en los Departamentos de Ucayali y de Huánuco.

Otros afloramientos de gas y petróleo se han detectado en numerosos lugares de la Selva. En la Selva Central se han encontrado en el curso del río Ucayali, cerca de Iquitos, y a lo largo de los ríos Marañón, Santiago, Alto Madre de Dios y Colorado.

Los hidrocarburos son una mezcla de miles de diferentes compuestos químicos, que varían desde gases ligeros hasta hidrocarburos semisólidos como el asfalto, o sólidos como la parafina. La mayoría de estos hidrocarburos se encuentran en solución en los hidrocarburos líquidos. En la Amazonia peruana también se han encontrado petróleos pesados que no pertenecen al tipo asfalto bituminoso, pero debido a su alto peso molecular no presentan un potencial comercial promisorio. No obstante, las exploraciones más recientes revelan la posible existencia de petróleo del tipo comercial en la región.

Actividades de Exploración y Explotación

En toda la Selva peruana se han llevado a cabo actividades de exploración, especialmente en la zona situada entre los ríos Urubamba, Tambo y Ucayali. Se han utilizado diversos métodos, siendo los más importantes el sísmico y los pozos exploratorios.

Los datos correspondientes a 1979 muestran que la cuenca amazónica produjo el 67 por ciento del total de hidrocarburos del país. Las reservas nacionales se estiman en 4 000 millones de barriles de petróleo recuperables, de los cuales se calcula que el 71.5 por ciento corresponde a la región de la Selva peruana. El gas natural representa el 50 por ciento de las reservas totales. La producción de petróleo en 1979 fue de 70 millones de barriles, lo que significa que al ritmo actual de explotación, las reservas durarían aproximadamente 57 años.

La actividad petrolífera en la región consiste en trabajos de exploración basados en el campo de Aguas Calientes, y de extracción y transporte en otras partes de la región. La refinería de Aguas Calientes tiene una capacidad de 2 500 barriles diarios.

Transporte de Petróleo y Derivados

Los equipos que se utilizan en la exploración y explotación de hidrocarburos se transportan principalmente por avión, helicópteros, barcos de mediano tonelaje y barcazas. El río Ucayali constituye parte de la ruta más económica para el transporte de productos y materiales entre la Selva y la Costa, lo que por supuesto favorece los asentamientos en la región (Faura Gaig, 1962). También favorece la exploración de sus recursos naturales, ya que el río Ucayali cruza terrenos en los cuales se ha comprobado la existencia de grandes depósitos de sustancias bituminosas.

El petróleo que se produce en la Selva norte del Perú es transportado por medio de un oleoducto de 856 km de longitud, que se extiende desde Saramuro hasta Bayovar y de los ramales procedentes de cada centro de producción. También se utilizan barcazas denominadas "chatas" tanto para el transporte del petróleo en su estado natural como para sus derivados, principalmente diesel.

Subproductos del Petróleo

Normalmente, la separación de petróleos y aguas salinas no es completa, y partes de petróleo, compuestos orgánicos y gases disueltos se descargan conjuntamente con el agua salina. La concentración de estas sustancias es variable, y generalmente constituyen de 0.1 a 3.0 por ciento del volumen de agua. También se pierden considerables cantidades de petróleo a causa de derramamientos, pérdidas, lavado y reparación de equipos y accesorios. Los vapores de la combustión del petróleo, del quemado de los gases del petróleo y vapores aromáticos en los tanques de almacenamiento y pozos se descargan en la atmosfera. Generalmente, los gases que se queman durante la refinación del petróleo contienen hidrógeno, metano, etileno, etano, propileno y propano. Se desconoce el impacto que estas sustancias pueden tener sobre los ecosistemas tropicales húmedos, pero los datos provenientes de otros lugares sugieren que su descarga en los cursos de agua de la región podría tener serias consecuencias para toda la cuenca amazónica (Ossio, 1979).

Factores limitantes de la minería y la perforación en la selva central

Aproximadamente 37 millones de hectáreas (8 por ciento de la superficie total de la cuenca amazónica) son suelos húmedos y blandos, que dificultan la construcción de adecuados caminos de acceso. Aún en el caso de que pudiera construirse una red de caminos de acceso a las distintas instalaciones y lugares de producción, la misma debería complementarse con el empleo de helicópteros, aviones y barcazas, ya que los caminos se deterioran fácilmente por la intensidad de las lluvias.

En los trópicos húmedos, el clima se caracteriza por la existencia de prolongadas estaciones húmedas y secas, que facilitan la erosión y los deslizamientos de tierras en las zonas donde la actividad del hombre ha eliminado la cubierta vegetal. Además, los equipos mecanizados se deterioran rápidamente en tales condiciones. El factor humano también tiene importancia: la escasez de trabajadores nativos con conocimientos especializados significa que deben traerse personas de fuera de la región para trabajar en las minas y en los campos petrolíferos.

Interacciones entre las industrias minera, petrolera y otras

El sector minero desempeña un papel muy importante en la economía del país. Las exportaciones mineras originan un importante ingreso de capitales en el Perú y, por lo tanto, aceleran el desarrollo nacional. La minería crea oportunidades de empleo, y los trabajadores de las minas se encuentran entre los mejor remunerados del Perú.

La explotación de minas y la refinación de metales requieren la construcción de obras de infraestructura física y social, tales como redes viales, escuelas, servicios de salud y viviendas. Al mismo tiempo, la minería tiene un efecto multiplicador en los demás sectores. El sector agrícola debe producir más alimentos, y el sector ganadero más carne y leche para satisfacer la demanda de los asentamientos mineros. También aumenta el uso de productos forestales para la construcción de viviendas, oficinas y minas, y se consume más leña y forraje para el ganado. La minería incrementa el consumo de recursos hídricos para uso doméstico, procesamiento metalúrgico, generación de energía, navegación, control de incendios, disolución de contaminantes y transporte de sedimentos.

Las prácticas mineras también pueden tener efectos perjudiciales sobre otras actividades, especialmente aquéllas afectadas por el agua. Mientras que la presencia de pequeñas cantidades de elementos como el zinc, el manganeso y el cobre puede ser beneficiosa para el suelo y el agua, en concentraciones mayores los mismos pueden resultar tóxicos. La concentración de estos elementos en el suelo puede aumentar por efecto de la acción atmosférica y por descarga de relaves y de aguas residuales de las minas, como ha ocurrido en la zona de influencia de la mina San Vicente. La acumulación de metales pesados como el plomo, el zinc, el cobre y el mercurio representa un problema para ciertos cultivos, especialmente lechugas y tomates, en los que la mayor concentración se convierte en tóxica.

Cuanto más soluble es un componente, más tóxico resulta. El zinc, por ejemplo, se desprende fácilmente del sulfato de zinc en el suelo, y es arrastrado por las aguas superficiales y subterráneas. En consecuencia, el zinc en forma iónica es bastante móvil y se halla en una forma intermedia entre los cationes solubles y los elementos hidrolizados. El zinc es un elemento esencial en la biosfera y se fija en el suelo, en parte a través de microorganismos. En pequeñas concentraciones estimula el crecimiento de las plantas, mientras que en grandes cantidades resulta tóxico.

El manganeso y el cobre son también elementos esenciales que se encuentran en todas las plantas, en concentraciones que varían con la concentración del suelo. El manganeso afecta el crecimiento de las plantas y contribuye a la reducción de nitratos, tanto en las plantas superiores como en las algas verdes. Como el zinc, tanto el manganeso como el cobre, en pequeñas cantidades estimulan el crecimiento de las plantas, mientras que en grandes cantidades resultan tóxicos.

En el Perú, los recursos humanos también se ven profundamente afectados por la industria minera. La minería y las actividades petroleras utilizan mano de obra de fuera de la región. En general, los pobladores andinos se dedican a la minería, y los costeños a las actividades petroleras. La adaptación de estos pobladores al ambiente selvático es variable: algunos permanecen durante años, mientras que otros regresan rápidamente a sus lugares de origen. Las tasas de deserción son elevadas porque los trabajadores están separados de sus familias y porque el trabajo es tedioso. El hecho de trasladarse de una zona a otra también involucra ciertos riesgos de salud, principalmente el peligro de contraer enfermedades como la disentería, la amoebiasis y la malaria. Además, los trabajadores de las minas pueden verse expuestos a gases tóxicos como el monóxido de carbono, el hidrógeno sulfurado, el acetileno, el metano y el dióxido de carbono.

La actividad petrolera, al igual que la minería, contribuye al desarrollo de otros sectores, ya que les proporciona energía indispensable. Alrededor de los campos petrolíferos se desarrollan otras industrias de apoyo, como la explotación forestal para la provisión de madera para la construcción de viviendas y oficinas; la agricultura para suministrar alimentos, plantas ornamentales y medicinas, y la caza para proporcionar carne. Anteriormente, la empresa fomentaba la caza indiscriminada con el objeto de obtener suficiente carne, pero se halló que ello constituía una seria amenaza para la fauna silvestre, que también se veía reducida por las explosiones y el ruido de los helicópteros y aviones.

El proceso de extracción y desalinización del petróleo en la región de la Selva genera un promedio de dos a tres barriles de agua salina por cada barril de crudo procesado (variando de casi 0 a 100 barriles o más por cada barril procesado). La cantidad de agua salina varía en función de la estructura geológica, la localización, el tipo y la edad del pozo. Con frecuencia el agua salina se descarga en los cursos de agua. Este es el método menos costoso de dilución (Ossio, 1979). No obstante, debe tomarse en cuenta la capacidad de dilución del río, los niveles de salinidad de las aguas salinas, los usos del agua del río y las características de las especies acuáticas, ya que los elevados niveles de salinidad pueden perjudicar seriamente los ecosistemas de agua dulce, especialmente durante el período de reproducción y cuando existen larvas y peces jóvenes. Un cambio brusco y apreciable en la salinidad puede ocasionar la muerte de los peces, aunque con el tiempo los peces desarrollan un mecanismo de adaptación o escapan de las zonas de alta salinidad. El principal problema es que las secciones de aguas salinas actúan como barreras para los peces migratorios, impidiéndoles migrar aguas arriba o aguas abajo, para completar su ciclo de reproducción (Snedaker, 1977).

Si se considera que el contenido promedio de cloruros en los ríos amazónicos es de 7 mg/l, puede estimarse fácilmente que el volumen de agua requerido para disolver estas sales a dicha concentración será de 323 960 m3/día, o sea 3.75 m3 por cada 1 000 barriles procesados. El Cuadro 13-1 permite apreciar el contenido iónico de estas aguas saladas comparadas con el agua de mar. Las mismas contienen además sulfatos, carbonatos de calcio y magnesio y, en menor proporción, algunos componentes como aceites, compuestos orgánicos y gases en disolución.

Cuadro 13-1 CONTENIDO IONICO DE LAS AGUAS SALINAS COMPARADAS CON EL AGUA DE MAR

Ion

Agua de Mar

Agua Salina

ppm

ppm

Na+1

10600

12000-150000

K+1

400

30-4000

Ca+2

400

1000-120000

Mg+2

1300

500-25000

C1-1

19000

10,000-250000

Br-2

65

50-5000

I-1

0.65

1-300

HCO3-1

-

0-1200

SO4-2

2700

0-3600

Fuente: G. Reid, et al. (1974).

Las descargas de aguas salinas pueden también contaminar los acuíferos, lo que puede resultar perjudicial para la agricultura. En las descargas de aguas salinas, el petróleo forma una película sobre la superficie del agua, que interfiere en los mecanismos de transferencia de oxígeno, esencial para la vida acuática y que también afecta el plumaje de las aves.

En la cercanía de los puertos y embarcaderos de la Selva Central, el agua también se contamina por la eliminación de los desechos de la tripulación de las embarcaciones y por las descargas de combustibles. Ello constituye un problema especialmente grave en las épocas de estiaje. Los derrames de petróleo son difíciles de prevenir, excepto mediante una constante supervisión de los oleoductos y las instalaciones de almacenamiento. Los accidentes causados por la ruptura de los oleoductos pueden ser de dos tipos: derrames pequeños que pasan inadvertidos pero que pueden tener efecto acumulativo, y derrames mayores debidos a la ruptura total o parcial de las cañerías. Los efectos económicos de los derrames son apreciables, e incluyen los costos de limpieza, y los daños a la pesca, la agricultura, las actividades recreativas y el turismo.

Los compuestos volátiles de bajo peso molecular y los gases disueltos en el petróleo presentan riesgos de explosión, especialmente cuando se combinan con el oxígeno del aire. Cuando la concentración de gases es baja, como sucede en ambientes bien ventilados, o es muy superior a los niveles explosivos, existe el riesgo de la explosión, y puede resultar muy peligroso trabajar en tales condiciones.

Los mismos trabajadores pueden ejercer un impacto en las zonas circundantes, no previsto por los planificadores de la empresa. Cerca de los campos petrolíferos tienden a formarse asentamientos en forma no planificada ni ordenada. Con frecuencia esas comunidades están formadas por familiares de los trabajadores petroleros que no pueden acomodarse en las instalaciones de la empresa.

Con frecuencia, los intereses mineros ignoran las reglamentaciones que rigen el uso de los parques nacionales de la Amazonia. Por ejemplo, en la Reserva Nacional Pacaya-Samiria, desde hace más de 10 años se vienen efectuando actividades tanto petroleras como de caza y de pesca, sin tener en cuenta las disposiciones que rigen la reserva. Cuando se desató la "fiebre del oro" en el Departamento de Madre de Dios, se produjo una gran inmigración de mineros, comerciantes y otras personas a la región y al Parque Nacional del Manu, en el mismo Departamento.

Lineamientos para la planificación minera y petrolera en la selva central

Una gran parte de la Reserva de Pacaya-Samiria, donde la actividad petrolera ha sido intensa, está contaminada con restos de materiales sintéticos (plásticos y tecnoport), y la fauna de las orillas del río, constituida por ronsocos, monos y aves, se muestra cada día más nerviosa por el ruido de los helicópteros y las embarcaciones. Además, las playas de desove de paiches, tortugas, taricayas y cupisos han sido erosionadas por el oleaje ocasionado por las embarcaciones.

Con el propósito de evitar la descarga de materiales nocivos se ha propuesto a las empresas de los Estados Unidos una técnica mediante la cual se utiliza concreto y asfalto para sellar herméticamente el material contaminante. Los materiales remanentes pueden quedar expuestos o cubiertos con tierra, dependiendo del material y del uso futuro del suelo. La Figura 13-1 muestra esquemáticamente esta técnica.

Los desechos generados por la desalinización del petróleo se eliminan generalmente mediante descarga directa, lagunas de evaporación e inyección subterránea. Las Figuras 13-2 y 13-3 muestran la forma de controlar dicha contaminación.

La Ley de Aguas prohibe la contaminación de los recursos hídricos, y su cumplimiento es responsabilidad de las empresas mineras y petroleras. Una medida preventiva sugerida es prohibir la construcción de instalaciones que no cuenten con filtros eficaces, depuradores y anticontaminadores, e inspeccionar los equipos de control de la contaminación de todas las nuevas empresas mineras y petroleras. Igualmente deben inspeccionarse los sistemas de drenaje y otras obras hidráulicas, para asegurar que las aguas que contengan sustancias contaminantes no penetren en los sistemas de drenaje natural (Cuadro 13-2).

Las empresas mineras y petroleras pueden tratar, almacenar y eliminar los desechos nocivos para minimizar los conflictos que puedan producirse con otras actividades. Un informe recientemente publicado por el "Committee on the Challenges of Modern Society" enumeró las siguientes siete opciones, en orden de prioridad, para un efectivo manejo de los desechos peligrosos.

1. Reducción de la cantidad de desechos en las fuentes; por ejemplo, la utilización de desechos para el apoyo hidráulico en la mina San Vicente, o la inyección de agua salada en los pozos de petróleo, o el tratamiento de la basura de los campamentos.

2. Separación y concentración; la separación de líquidos y sólidos para facilitar el tratamiento.

3. Cambios en los desechos peligrosos; podrían realizarse investigaciones para hallar materiales menos tóxicos para emplearse en la recuperación de minerales.

4. Recuperación de materiales; por ejemplo, los desechos pueden utilizarse directamente como fuente de energía o transformarse en productos útiles.

5. Destrucción por incineración y recuperación de energía.

6. Detoxificación y neutralización.

7. Reducción del volumen.

Figura 13-1 REDUCCION DE LA INFILTRACION DEL AGUA SUPERFICIAL

Fuente: Use of Latex as soil sealant to control acid mine drainage (1972) U.S. Environmental Protection Agency Research Series 10010 EFK

Figura 13-2 NEUTRALIZACION ALCALINA

Fuente: "Combination Limestone-Lime Treatment of Acid Mine Drainage" by Wilmoth, Roger C. et al, (1972), Melon Inst. Pittsburg, Penn, USA.

Figura 13-3 DIAGRAMA DEL PROCESO DE NEUTRALIZACION UTILIZANDO CALIZA

Fuente: Mine Water Research "The Limestone Neutralization Process" por Mihok, E.A. et al (1968) U.S. Department of Interior, Bureau of Mines. Information Circular Report of Investigation 7191

Cuadro 13-2 NORMAS DE CALIDAD DE AGUA PARA FINES DE PESCA Y RIEGO

Parámetro

Perú

OMSa

mg/l

mg/l

Sólidos flotantes

Ausentes

80

Aceites, grasas

Ausentes

-

Fenoles

0.001-0.002

0.001-0.002

Plomo

.10

0.05-0.10

Flúor

1.5-2.00

3.4

Arsénico

0.20

0.05

Selenio

0.05

-

Cromo+6

0.05

0.05

Cianuro

0.01

0.05

Plata

0.05

N/R

Nitratos

100

45

Cloruros

N/R

200-600

Manganeso

0.1-0.5

0.50-0.50

Cobre

1.0-1.5

0.05-1.50

Zinc

5.0-15.0

5.0-15.0

Sulfatos

400

200-400

Magnesio

150

30-150

Hierro

0.30-1.0

0.1-1.0

a. Organización Mundial de la Salud.
N.R. No regulado.

Fuente: MAA, 1969. Ley General de Aguas, Decreto Ley 17752, Ministerio de Agricultura, Lima, Perú, 1969.

Cada opción puede aplicarse eficazmente por sí sola o en combinación con otras, con el objeto de permitir que la minería y la perforación continúen siendo las principales actividades económicas del país, reduciendo al mismo tiempo el daño producido a los recursos y ecosistemas naturales de los cuales dependen.

Referencias

Davidow, M. 1974. La protección de la naturaleza. Moscú.

Faura Gaig, G. 1962. Los ríos de la Amazonia peruana. Lima, Perú.

Grim, E.G. y R.D. Hill. 1972. Surface Mining Methods and Techniques. Mine drainage Pollution Control Activities for National Environmental Research Center. Ohio.

Ossio, E.A. 1979. Análisis ambiental de la explotación de petróleo en la Amazonia peruana. V Congreso Nacional de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Lima, Perú. 12-16 noviembre.

Reid G., L. Streebin y L. Canter. 1974. Brine Disposal Treatment Practices Relating to the Oil Production Industry. Environmental Protection Agency (EPA). Washington, D.C. 660/2-74-037.

Snedaker, S. 1977. "Report to the Organization of American States covering the Mission to Peru." (Development Activities at Bayovar). OEA. Washington, D.C.

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