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Prefacio

El Programa de Desarrollo Regional de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se complace en poner a disposición de los países latinoamericanos esta nueva publicación que recoge, en forma resumida, las fases sucesivas de los estudios realizados sobre la región conocida como Línea Noroeste de la República Dominicana, que culminaron en un Plan de Acción para su desarrollo.

La participación de la Secretaria General en las tareas de investigación se inició en 1972 en respuesta a una solicitud de asistencia técnica del Gobierno dominicano. En la misma fecha comenzó también la formulación de los programas y proyectos, así como la organización institucional de planificación y ejecución. El propósito del estudio solicitado por el Gobierno se concretó a la determinación de un conjunto de proyectos de inversión que beneficiaran a la población de la zona aledaña a la frontera con Haití. Esta región había quedado al margen del proceso dinámico de desarrollo experimentado en el país en los últimos años y su rehabilitación se consideraba entre los programas de más alta prioridad.

Para cubrir adecuadamente todos los aspectos necesarios para el programa de estudios, la metodología adoptada para su ejecución tuvo un enfoque experimental y formativo. En primer lugar, se planteaba la necesidad de acopiar una amplia base de conocimientos sobre la realidad regional , evaluarlos y determinar las opciones mas favorables para su transformación. Para lograr esta meta se procedió a definir la vocación productiva de las distintas áreas, su utilización actual y el efecto de la tecnología en uso sobre los recursos naturales y el medio ambiente. De esta labor surgió la identificación de las subregiones y la selección de áreas específicas para la experimentación a nivel de proyectos piloto.

La segunda meta perseguida en esta fase incipiente del proceso de planificación fue el reforzamiento de los mecanismos de ejecución, supervisión y coordinación existentes o el establecimiento de los que se consideraron complementarios. Estas acciones permitieron sentarlas bases - aunque en forma rudimentaria - para el ordenamiento institucional de la región en lo concerniente al esfuerzo de desarrollo.

Los alcances del estudio no se limitaron a la formulación de un plan basado en patrones teóricos, sino que, de acuerdo con las peculiaridades de la región, sus recursos naturales y humanos y el nivel de organización social y económica, se procedió a sentar las bases instrumentales para su desarrollo. Muchas acciones de carácter preparatorio realizadas por la Misión en este sentido se han omitido en el presente informe para dar mayor cabida a otras de mayor importancia en el proceso de planificación.

Al concluir sus trabajos, la Misión de Asistencia Técnica y los organismos nacionales que participaron en la realización de los estudios elevaron a la consideración de la Comisión Ejecutiva del Proyecto un extenso informe del cual se ha extractado la presente publicación. Dicho informe fue presentado el 3 de junio de 1976.

En lo referente a los programas, proyectos y propuestas de estudios, se presentaron las alternativas más favorables, seleccionadas en base a las investigaciones y experiencias conducidas durante dos años sobre los recursos físicos, humanos, actividad económica, empleo, ingreso, y el uso actual y potencial de los espacios productivos.

Cabe señalar, asimismo, la importancia que se le da a la conservación y manejo de los recursos naturales. El estado actual de deterioro del medio ambiente debido a las prácticas nocivas de explotación, justifica la vigorosa campaña de protección que el Gobierno se propone realizar, así como la introducción de técnicas de cultivo que ofrezcan mayor rendimiento. Las acciones recomendadas tienden a lograr ambos propósitos. El sistema de siembra en terrazas y la formación de lagunas colinares mediante pequeñas represas para facilitar el regadío, y la retención del suelo por medio de practicas de reforestación en áreas que habían sido devastadas probaron ser la respuesta para alcanzar ambos objetivos. Aunque el Plan de Acción incluye proyectos de mayor envergadura, las obras mencionadas, por su viabilidad y bajo costo, deben considerarse de alta prioridad.

En acciones sucesivas, se recomienda el fomento de proyectos agroindustriales y ganaderos. Mientras que en el campo de la producción agropecuaria la iniciativa y contribución del sector privado juega un papel preponderante, la dotación de la infraestructura física y social, que constituye un complemento obligado para propiciar el desarrollo, corresponde al sector público.

Si bien se ofrecen indicaciones acerca del ordenamiento sucesivo y la coordinación que deberá observarse en el proceso de ejecución, se reconoce que todos los proyectos deben estar sujetos a una revisión continua y a las adaptaciones que aconseje el análisis de retroalimentación.

Los resultados a largo plazo que se deriven de las gestiones para el desarrollo planificado de la Línea Noroeste dependen en alto grado de la consistencia que se mantenga en el esfuerzo iniciado, tanto para el perfeccionamiento de los mecanismos de planificación y de operación como para obtener la inversión necesaria.

La Secretaría General de la OEA y en particular su Programa de Desarrollo Regional saben muy bien que el servicio rendido a la República Dominicana, que se resume en este informe, es sólo un componente muy modesto entre todos los que demanda el desarrollo regional integrado a que aspira el Gobierno en la Línea Noroeste.

Kirk P. Rodgers Director
Programa de Desarrollo Regional Washington, D.C., 1977

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