DECLARACIÓN DE SAN SALVADOR SOBRE MEDIDAS DE FOMENTO
DE LA CONFIANZA Y DE LA SEGURIDAD
Los Estados miembros de la Organización de
los Estados Americanos, reunidos en la Conferencia Regional de San Salvador sobre Medidas
de Fomento de la Confianza y de la Seguridad en seguimiento de la Conferencia de Santiago:
Reafirman la plena vigencia de la
Declaración de Santiago sobre Medidas de Fomento de la Confianza y de la Seguridad de
1995 y las medidas incluidas en ella1 y
expresan su voluntad de continuar con el proceso de fortalecimiento de la confianza y de
la seguridad en el Hemisferio, estimulados por la consolidación de la democracia en la
región y por los esfuerzos en favor del desarme, la paz y la seguridad internacionales.
Reconocen que la confianza mutua se ha
visto fortalecida por la cooperación interamericana para hacer frente a problemas comunes
que afectan la seguridad de los Estados.
Reafirman que el respeto al derecho
internacional, el fiel cumplimiento de los tratados, la solución pacífica de
controversias, el respeto a la soberanía de los Estados y al principio de no
intervención y la prohibición del uso o de la amenaza del uso de la fuerza, de acuerdo
con los términos de las Cartas de la Organización de los Estados Americanos y de las
Naciones Unidas, son la base de la convivencia pacífica y de la seguridad en el
Hemisferio, y constituyen el marco para el desarrollo de medidas de fomento de la
confianza y de la seguridad. Asimismo manifiestan que condición esencial para lograr un
efectivo régimen internacional de seguridad es que todos los Estados se sometan a reglas
universales, iguales y vinculantes.
Reafirman también que el afianzamiento de
los procesos democráticos fortalece la convivencia entre los Estados y la seguridad en el
Hemisferio.
Constatan los significativos avances
registrados en la identificación y aplicación de medidas de fomento de la confianza y de
la seguridad desde la adopción de la Declaración de Santiago. Ello ha contribuido a la
reducción de factores generadores de desconfianza y a la promoción de la transparencia y
la confianza mutua en el marco de los propósitos y principios de la Carta de la
Organización de los Estados Americanos, el respeto al derecho internacional y la
promoción de relaciones de amistad y cooperación entre los Estados de la región.
Constatan asimismo que los avances
alcanzados en el Hemisferio por los procesos de integración económica fortalecen la
confianza y la seguridad, y reconocen la importancia de que todos los Estados miembros
participen en dichos procesos y se beneficien de ellos.
Señalan con satisfacción que a tres
décadas del esfuerzo pionero consagrado en el Tratado de Tlatelolco se ha conseguido
establecer la primera zona habitada en el mundo, libre de armas nucleares.
Consideran que el clima de seguridad
hemisférica también se ha visto reforzado por la decisión de la Asamblea General de
reafirmar las metas de lograr la eliminación global de las minas terrestres antipersonal
y la conversión del Hemisferio Occidental en una Zona Libre de Minas Terrestres
Antipersonal; por la adopción del Protocolo II enmendado de la Convención de las
Naciones Unidas sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Ciertas Armas
Convencionales que Puedan Considerarse Excesivamente Nocivas o de Efectos Indiscriminados;
y por la suscripción de la Convención sobre la Prohibición del Empleo, el
Almacenamiento, la Producción y la Transferencia de Minas Terrestres Antipersonal y sobre
su Destrucción, considerando conveniente que todos los Estados miembros la firmen y la
ratifiquen a la brevedad posible. Además, reconocen la contribución a la seguridad
hemisférica efectuada por las diversas prohibiciones, moratorias y otras restricciones
sobre las minas terrestres antipersonal ya declaradas por los Estados. Toman nota de los
esfuerzos para abordar el asunto de las minas antipersonal en otros foros, incluyendo las
Naciones Unidas, organizaciones y grupos regionales y la Conferencia de Desarme.
Consideran asimismo que la seguridad
hemisférica también se ha visto fortalecida mediante dos esfuerzos internacionales
importantes: la suscripción del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares
y la entrada en vigor de la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la
Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción.
Adicionalmente, la seguridad hemisférica se verá beneficiada por la pronta y exitosa
conclusión de las negociaciones en curso de un protocolo a la Convención sobre la
Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas
(Biológicas) y Toxínicas y sobre su Destrucción.
Recuerdan el objetivo de la OEA de concluir
el desminado en Centroamérica para el año 2000 y destacan los importantes logros del
Programa de Asistencia al Desminado en dicha región, el cual ha contado con la
participación y el apoyo de un número creciente de Estados miembros, Observadores
Permanentes y otros Estados, así como con la asistencia técnica de la Junta
Interamericana de Defensa.
Reconocen que la pronta ratificación y
entrada en vigor de la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico
Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados
contribuirá a profundizar la confianza, la seguridad y la cooperación entre los Estados
para combatir este grave problema.
Destacan la importancia de la entrada en
vigencia del Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica, fundamentado en su
propio modelo de seguridad, lo cual representa un paso concreto y significativo para la
subregión, y que la Comisión de Seguridad establecida por el Tratado está desarrollando
un programa anual de medidas de fomento de la confianza y de la seguridad, que fortalece
el estado de derecho y el sistema democrático.
Toman nota con satisfacción de la
Declaración de los Presidentes de Centroamérica y la República Dominicana y del
Representante del Primer Ministro de Belice sobre la No Participación en la Adquisición
de Armamentos Estratégicos de Alta Tecnología, Destrucción Masiva y Altos Costos, la
cual refleja los compromisos asumidos en la materia y la decisión de estos Estados de
dedicar sus recursos "al progreso económico y social para lograr índices crecientes
de desarrollo humano sostenible", y destaca la importancia de "concertar y
ejecutar un proceso de consultas a nivel hemisférico sobre la limitación y control de
armas de guerra".
Toman nota con satisfacción del inicio de
consultas dentro del Hemisferio, en seguimiento de la Declaración de Santiago, sobre
limitación y control de armas convencionales y en especial los trabajos y reflexiones del
Grupo de Río sobre este tema.
Destacan los importantes avances logrados
desde la Declaración de Santiago por los países del Cono Sur en la promoción de la
confianza mutua y de la seguridad, mediante el establecimiento de varios mecanismos
bilaterales permanentes de consulta y coordinación en materia de seguridad y políticas
de defensa por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay, así como la realización de
ejercicios militares combinados entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Toman nota con satisfacción de los
resultados de la II Reunión Ministerial de Defensa de las Américas, realizada en 1996 en
Bariloche, Argentina, la cual contribuyó a la confianza y al intercambio de puntos de
vista sobre temas de defensa y de seguridad.
Señalan la importancia que tienen las
conferencias interamericanas y reuniones de Jefes de Estado Mayor Conjunto y Jefes de
Estado Mayor de las Fuerzas Armadas para fortalecer la cooperación y poner en práctica
las medidas de fomento de la confianza de carácter militar que hubieran sido adoptadas
por los Estados miembros.
Reconocen que el concepto de seguridad para
los pequeños Estados insulares del Hemisferio tiene carácter multidimensional e
involucra a actores del Estado y no estatales e incluye componentes políticos,
económicos, sociales y naturales. Los pequeños Estados insulares han concluido que entre
las amenazas a su seguridad están el tráfico ilícito de drogas, el tráfico ilícito de
armas, los crecientes niveles de actividad delictiva y corrupción, la vulnerabilidad
ambiental y económica, particularmente en relación con el comercio, la susceptibilidad a
los desastres naturales, el transporte de desechos nucleares y los mayores niveles de
pobreza.
Constatan que, de conformidad con lo
acordado por la Asamblea General de la OEA en relación con la Declaración de Santiago,
la Comisión de Seguridad Hemisférica ha recibido informes de los gobiernos que vienen
contribuyendo a la preparación del inventario completo y sistemático de las medidas de
fomento de la confianza y de la seguridad. Ello permite la difusión, el seguimiento y la
evaluación periódica de su implementación. En este contexto, reiteran la importancia de
que los Estados miembros proporcionen anualmente la información sobre las medidas a que
se refieren las resoluciones AG/RES. 1409 (XXVI-O/96) y AG/RES. 1494 (XXVII-O/97).
Destacan, en dicho contexto, la labor
desempeñada por la Comisión de Seguridad Hemisférica de la OEA de conformidad con las
resoluciones de la Asamblea General relacionadas con la Declaración de Santiago.
Reconocen que la aplicación creciente de
medidas de fomento de la confianza y de la seguridad es una manifestación de la voluntad
política de los Estados de fortalecer la paz y la seguridad en el Hemisferio. Su puesta
en práctica, de conformidad con las condiciones geográficas, políticas, sociales,
culturales y económicas de cada país o región y con las necesidades de cada Estado, de
la manera que sea más adecuada, contribuye a aumentar la seguridad en el Hemisferio.
Destacan que la aplicación de medidas de
fomento de la confianza y de la seguridad facilitará, a través de acciones prácticas y
útiles, procesos de cooperación de mayor envergadura en el futuro en áreas tales como
el control de armamentos y la seguridad hemisférica.
Convencidos de la importancia del proceso
de fortalecimiento de la confianza y de la seguridad y de la implementación de medidas
tales como las identificadas en la Declaración de Santiago, para consolidar una región
inspirada en valores democráticos y sustentada en una cultura de paz, acuerdan recomendar
la aplicación, de la manera que sea más adecuada, de medidas adicionales, entre las
cuales cabe mencionar las siguientes.
Estimular contactos y cooperación entre
legisladores sobre medidas de fomento de la confianza y temas relacionados con la paz y la
seguridad hemisférica, incluyendo la realización de encuentros, intercambio de visitas y
una reunión de parlamentarios, a fin de fortalecer este proceso.
Extender a los institutos de formación
diplomática, academias militares, centros de investigación y universidades, los
seminarios, cursos y estudios contemplados en las Declaraciones de Santiago y San
Salvador, sobre medidas de fomento de la confianza y de la seguridad, desarme y otros
temas vinculados a la paz y la seguridad hemisférica, con participación de funcionarios
gubernamentales, civiles y militares, así como de la sociedad civil, en dichas
actividades.
Identificar y desarrollar actividades que
promuevan la cooperación entre países vecinos en sus zonas fronterizas.
Promover el intercambio de información,
entre otros, a través de la publicación de libros de la defensa o documentos oficiales,
según sea el caso, que permita una mayor transparencia en materia de políticas de
defensa de cada país, así como sobre la organización, estructura, tamaño y
composición de las fuerzas armadas.
Con el propósito de promover la
transparencia y con el apoyo técnico de organismos internacionales económicos
apropiados, estimular la realización de estudios tendientes a avanzar en el
establecimiento de una metodología común que facilite la comparación del gasto militar
en la región, teniendo en cuenta, entre otros, el Informe Estandarizado Internacional
sobre Gastos Militares de las Naciones Unidas.
Desarrollar un programa de cooperación
para atender las preocupaciones presentadas por el transporte marítimo de desechos
nucleares y otros desechos, así como cooperar y coordinar en los foros internacionales
pertinentes para el fortalecimiento de las normas que regulan este transporte y su
seguridad.
Continuar apoyando los esfuerzos de los
pequeños Estados insulares para atender sus preocupaciones especiales de seguridad,
incluyendo aquellas de naturaleza económica, financiera y del medio ambiente, tomando en
consideración su vulnerabilidad y nivel de desarrollo.
Mejorar y ampliar la información que los
Estados miembros remiten al Registro de Armas Convencionales de la ONU, a fin de
fortalecer la contribución del Hemisferio a los objetivos de dicho registro, en
cumplimiento de las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de la ONU.
Continuar con las consultas e
intercambios de ideas dentro del Hemisferio para avanzar en la limitación y el control de
armas convencionales en la región.
Expresan la conveniencia de fortalecer los
mecanismos e instrumentos de solución pacífica de controversias.
Recomiendan que la Comisión de Seguridad
Hemisférica celebre anualmente una sesión especial con la participación de expertos,
dedicada a analizar e intercambiar información sobre las medidas de fomento de la
confianza y de la seguridad identificadas en la Declaración de Santiago, en esta
Declaración y en los mandatos pertinentes de la Asamblea General de la OEA, y destinada a
evaluar su progreso e implementación en el Hemisferio.
Recomiendan también que la Comisión de
Seguridad Hemisférica:
Estudie las recomendaciones emanadas de
la Reunión de Alto Nivel sobre las Preocupaciones Especiales de Seguridad de los
Pequeños Estados Insulares, celebrada el 25 de febrero de 1998, a fin de generar una
mayor conciencia y comprensión en cuanto a las preocupaciones especiales de seguridad de
los pequeños Estados insulares del Caribe, y continúe implementando acciones apropiadas
e identifique nuevas medidas de cooperación para atender esas preocupaciones.
Realice una reunión en la cual los
Estados miembros pongan a su disposición los expertos que hayan formado parte del grupo
de expertos gubernamentales sobre el Registro de Armas Convencionales de la ONU, para que
éstos proporcionen información sobre los resultados de los trabajos del mencionado grupo
y realice una reunión para intercambiar opiniones con miras a lograr una mayor
participación en el referido Registro.
Procure, en sus deliberaciones, avanzar
en el desarrollo del enfoque más apropiado que permita fortalecer a nivel hemisférico el
diálogo tendiente a abordar las cuestiones relativas al tratamiento de las armas
convencionales.
Procure, en sus deliberaciones, avanzar
en el desarrollo del enfoque más apropiado a nivel hemisférico que permita fortalecer el
diálogo tendiente a abordar las cuestiones relativas al tratamiento de las armas ligeras
y del tráfico de éstas.
Concluya la elaboración del programa de
educación para la paz en el Hemisferio acordado por la Asamblea General de la OEA y dé
inicio a su implementación.
Promueva el intercambio de experiencias
entre los Estados miembros y con organizaciones e instituciones regionales y
extrarregionales pertinentes, con el fin de fortalecer la paz y seguridad internacionales.
Recomiendan a la Organización de los
Estados Americanos que adopte las medidas iniciales para facilitar una reunión de
parlamentarios a la que se refiere previamente en de esta Declaración.
Recomiendan a la Secretaría General que
mantenga actualizado anualmente el Registro de Expertos de la OEA sobre Medidas de Fomento
de la Confianza y de la Seguridad, de acuerdo con la designación que sea realizada por
los Estados miembros.
Recomiendan que la Asamblea General
considere en el momento oportuno la celebración, a manera de seguimiento, de otra
conferencia regional sobre medidas de fomento de la confianza y de la seguridad, así como
otra reunión de alto nivel sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los
pequeños Estados insulares.
Recuerdan que la presente conferencia se
realiza en seguimiento de la Conferencia Regional sobre Medidas de Fomento de la Confianza
y de la Seguridad (Santiago, Chile, noviembre de 1995) que fuera dispuesta por la Cumbre
de las Américas (Miami, diciembre de 1994). En este sentido, expresan su convicción de
que la Cumbre de las Américas a celebrarse en abril próximo en Santiago, Chile, será
una importante oportunidad para consolidar los logros alcanzados en materia de confianza y
seguridad hemisféricas. Asimismo estiman que en dicha oportunidad se podrían considerar
orientaciones para que la OEA, a través de sus órganos pertinentes, estudie modos
posibles a fin de revitalizar y fortalecer las instituciones del sistema interamericano
relacionadas con los distintos aspectos de la seguridad hemisférica, con miras a
enfrentar los retos del próximo siglo.
Los Estados miembros dejan constancia de su
especial agradecimiento al Gobierno de El Salvador por la excelente preparación y
desarrollo de la Conferencia Regional y de la Reunión de Alto Nivel y por las múltiples
atenciones brindadas a las delegaciones participantes. También hacen extensivo su
reconocimiento a la Secretaría General de la OEA por la organización de ambas reuniones.