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OEA/Ser.G
CP/RES. 829 (1342/02)
6 noviembre 2002
Original: español |
CP/RES. 829 (1342/02)
ADOPCIÓN DE LOS LINEAMIENTOS SOBRE LA ELABORACIÓN DE DOCUMENTOS
SOBRE POLÍTICAS Y DOCTRINAS NACIONALES DE DEFENSA
EL CONSEJO PERMANENTE DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS,
RECORDANDO:
Que mediante su resolución "Fomento de la Confianza y la Seguridad"
[AG/RES. 1801 (XXXI-O/01)], la Asamblea General solicitó al Consejo Permanente
que, por intermedio de la Comisión de Seguridad Hemisférica, celebrara "un
seminario sobre la elaboración de documentos sobre las políticas de defensa, en
coordinación con el Colegio Interamericano de Defensa y otras instituciones
especializadas en la materia, y presente un informe que servirá de base para
elaborar lineamientos generales para dichos documentos";
Que asimismo, en la resolución "Fomento de la Confianza y la
Seguridad" [AG/RES. 1879 (XXXII-O /02)] la Asamblea General hizo
referencia a estos Lineamientos preparados por el Consejo Permanente y le
solicitó transmitirlos "a la consideración de la Quinta Conferencia de
Ministros de Defensa de las Américas a celebrarse en Santiago de Chile en
noviembre de 2002";
CONSIDERANDO que la Comisión de Seguridad Hemisférica celebró el seminario en
cumplimiento del mandato de la Asamblea General el día 22 de abril de 2002 y
que esta Comisión ha continuado sus deliberaciones sobre este tema con el fin
de concluir la preparación del proyecto de dichos Lineamientos antes de la
celebración de la Quinta Conferencia de Ministros de Defensa arriba citada;
TENIENDO EN CUENTA que en las Conferencias de Santiago y San Salvador sobre
medidas de fomento de la confianza y de la seguridad, celebradas en 1995 y 1998
respectivamente, se reconoció el fomento de la elaboración e intercambio de
información sobre políticas y doctrinas de defensa nacionales como una medida
de fomento de la confianza y de la seguridad; y
VISTO el Informe del Presidente de la Comisión de Seguridad Hemisférica en
relación a los Lineamientos para la Elaboración de Documentos sobre Políticas y
Doctrinas Nacionales de Defensa,
RESUELVE:
1. Adoptar los Lineamientos para la Elaboración de Documentos sobre
Políticas y Doctrinas Nacionales de Defensa presentados por la Comisión de
Seguridad Hemisférica, que se acompañan a esta resolución.
2. Transmitir estos Lineamientos a la Quinta Conferencia de
Ministros de Defensa de las Américas.
3. Instar a los Estados Miembros a implementar estos Lineamientos e
informar al respecto a la Organización.
4. Solicitar a la Secretaría General que brinde el apoyo a los
Estados Miembros, según se solicite, para la implementación de estos
Lineamientos.
5. Solicitar a la Secretaría General que transmita esta resolución y
los Lineamientos aprobados al Secretario General de las Naciones Unidas, y al
Presidente de la Junta Interamericana de Defensa y del Colegio Interamericano
de Defensa.
ANEXO
LINEAMIENTOS PARA LA ELABORACIÓN DE DOCUMENTOS SOBRE POLÍTICAS Y DOCTRINAS DE
DEFENSA (LIBROS BLANCOS)
Los países de las Américas han identificado la elaboración y el intercambio de
Libros Blancos de Defensa como útil mecanismo de fomento de la confianza y de
la seguridad para la promoción de la seguridad en el Hemisferio. El presente
estudio está destinado a reseñar brevemente características esenciales de esos
documentos y explicar sus fundamentos y su proceso de elaboración. También se
incluye un listado de los componentes que habitualmente contienen.
Es importante señalar que en las Américas no existe un formato estándar
establecido de común acuerdo para los Libros Blancos, lo que es quizá una
consecuencia lógica de los diversos contextos históricos, geográficos,
culturales, políticos y fiscales en que los países de las Américas definen los
peligros para su seguridad y sus objetivos, capacidades y restricciones en
materia de defensa. No obstante, hay elementos comunes a muchos Libros Blancos.
En el presente documento se consideran los principios básicos y se plantean
problemas que podría ser conveniente que los gobiernos consideraran para la
elaboración de sus propios Libros Blancos, basados en la experiencia de los
Estados miembros de la OEA que ya han emprendido ese proceso.
-
El Libro Blanco de Defensa: Características esenciales
Un Libro Blanco de Defensa es un documento de política clave en que se expone el
concepto de defensa del Gobierno. Se trata de un documento público en que se
presenta el amplio marco de política estratégica para la planificación de la
defensa, con una perspectiva de mediano plazo. No se prevé que sea reelaborado
cada uno o dos años, sino que brinde una perspectiva suficiente para la
presupuestación y planificación plurianual. Su diseño debe ser suficientemente
flexible como para dar cabida a pequeños cambios del entorno de seguridad.
Normalmente se prepara un nuevo Libro Blanco cuando se producen cambios
importantes en el entorno estratégico o las prioridades públicas varían
sustancialmente.
Los Libros Blancos de Defensa se producen luego de amplias consultas dentro y
fuera del Gobierno. Esos documentos están destinados a reflejar un consenso de
amplia base con respecto al papel que deben cumplir las fuerzas de defensa en
el país, en el contexto de las prioridades nacionales y del marco jurídico y
los recursos del país.
En los Libros Blancos se deja constancia de los análisis realizados por el
Gobierno con respecto al entorno de seguridad del país, tanto en la esfera
interna como en la internacional. Esta labor puede incluir una evaluación de
los riesgos y factores tradicionales y no tradicionales que afectan a la
seguridad del país. En el documento se destacan cuestiones de máxima prioridad
para el país de que se trata y se reseña la manera de aplicar la política de
defensa de modo de atender esos problemas de seguridad. También se describen en
términos amplios las capacidades y funciones, corrientes y programadas, de las
fuerzas de defensa.
Los Libros Blancos son, además, instrumentos tendientes a hacer efectiva la
responsabilidad. Es esencial que las políticas y los objetivos que en ellos se
enuncian hagan referencia a los niveles de recursos que el Gobierno pondrá a
disposición de las fuerzas de defensa, y que sean congruentes con los mismos.
Pueden contener criterios de desempeño mensurables (por ejemplo fechas-objetivo
para la reestructuración de las Fuerzas Armadas o marcos cronológicos máximos
para el despliegue de determinado activo militar). Esto permite hacer
responsables al Ministerio de Defensa y a las Fuerzas Armadas de los objetivos
estipulados, y además permite a esos organismos justificar las solicitudes de
recursos presupuestarios que necesitan para alcanzar ese nivel de desempeño a
los efectos del cumplimiento de la política de defensa del Gobierno.
-
Beneficios y ventajas de la preparación de un Libro Blanco de Defensa
La preparación de un Libro Blanco de Defensa constituye de por sí una labor
fundamental en la democracia. Este proceso requiere amplia colaboración entre
civiles y militares. El proceso de consulta entre dos o más autoridades
políticas, ministerios de Gobierno, las Fuerzas Armadas y el público da lugar a
un amplio conocimiento de las funciones y el valor de las Fuerzas Armadas. Por
lo tanto el producto final de este proceso confiere a la política de defensa
nacional mayor legitimidad democrática que si se creara sin debates ni
consultas.
Por tratarse de un documento público, el Libro Blanco explica qué funciones
cumplen las Fuerzas Armadas y por qué esas funciones revisten importancia para
los ciudadanos. Ayuda a crear un sostén público que respaldará el continuo
financiamiento del presupuesto de defensa en un contexto de presiones de
intereses de política nacional contrapuestos.
Como instrumento de política pública, el Libro Blanco brinda orientación al
Ministerio de Defensa y a las Fuerzas Armadas con respecto a las expectativas
del Gobierno acerca de sus funciones. También ofrece el fundamento y las
facultades necesarias para la asignación de los recursos a las fuerzas de
defensa y legitima el gasto de fondos públicos a esos efectos.
En virtud de su perspectiva estratégica, un Libro Blanco es un importante
instrumento para la justificación de recursos presupuestarios a lo largo de un
marco cronológico plurianual. En consecuencia, la certeza de disponer de
financiamiento previsible constituye un auxiliar importante a los efectos de
los procesos continuos de planificación de la defensa.
También se ha comprobado que los Libros Blancos de Defensa constituyen
importantes medidas de fomento de la confianza y de la seguridad. Su
preparación y distribución aumenta la transparencia, no sólo en el contexto
interno, sino también a escala internacional. La consulta con aliados, vecinos
y otros asociados regionales e internacionales que puedan verse afectados por
la política de Libros Blancos es especialmente importante a los efectos de
evitar interpretaciones erróneas de las intenciones de un país. El intercambio
de Libros Blancos promueve también un diálogo de políticas constructivo sobre
la variación del entorno de seguridad y la evaluación de peligros tradicionales
y no tradicionales, y asimismo sobre tendencias en evolución en materia de
política de defensa y planificación entre las autoridades militares y los
funcionarios de defensa de diferentes países. El proceso
Los Libros Blancos de Defensa son una expresión fundamental de la política
nacional. El producto final es un enunciado de la política pública, y no
simplemente de la política del Ministerio de Defensa o de las Fuerzas Armadas.
La política expresada en el Libro Blanco debe ser congruente con los
propósitos, prioridades y objetivos del Gobierno, incluida la política
exterior. Evidentemente el Libro Blanco debe respetar también la Constitución y
el marco legal del país.
Las cuestiones presupuestarias representan una parte esencial del debate de
política interna. El Libro Blanco debe abordar cuestiones referentes a
recursos, ya que la disponibilidad de financiamiento para gastos de capital,
operacionales y de personal determinará que las fuerzas de defensa estén o no
en condiciones de cumplir los objetivos enunciados a su respecto.
Con respecto al contexto de política internacional, un Libro Blanco confirma las
obligaciones y compromisos bilaterales, regionales y multilaterales del país.
También en este caso esas funciones suscitan consecuencias, en cuanto a
recursos, que deben tenerse en cuenta en el proceso de planificación
presupuestaria.
-
Consulta con protagonistas clave:
La elaboración de un Libro Blanco representa un proceso de consultas orientadas
por el Gobierno a los más altos niveles. El Gobierno -el ejecutivo político
electo- es la autoridad con competencia suprema para el establecimiento de
orientaciones con respecto a la política nacional. Es por lo tanto el Gobierno
el que aporta la guía política a la elaboración del Libro Blanco y tamiza los
intereses, exigencias y presiones de todos los interesados a los efectos de
adoptar decisiones sobre su prioridad relativa en el contexto de los más
amplios propósitos del Gobierno.
A los efectos de adoptar decisiones informadas, el Gobierno puede basarse en las
recomendaciones y aportes de los ministerios pertinentes, así como en el
asesoramiento de las comisiones parlamentarias o congresionales. Las opiniones
del público en general, de organizaciones no gubernamentales, de las empresas
privadas, de las entidades académicas, de los grupos de estudio y de los
asociados internacionales también revisten importancia a los efectos del
proceso, y el Gobierno y el Ministerio de Defensa pueden tomar la iniciativa de
hacer participar a esos grupos en diferentes etapas de elaboración del Libro
Blanco.
El Ministro de Defensa cumple un papel cardinal en la elaboración de la
concepción y el temario de defensa. La jerarquía superior del Ministerio y de
las Fuerzas Armadas proporciona al Ministro análisis de políticas y
asesoramiento militar. Sus recomendaciones deben tener en cuenta la evaluación
realizada por el Gobierno sobre el entorno estratégico, las necesidades de
defensa del país, las finalidades y prioridades del Gobierno y los recursos
disponibles. Este aporte se basa en evaluaciones internas y consultas con
autoridades de otros ministerios del Gobierno y de expertos externos. La
moderna tecnología de las comunicaciones crea posibilidades de consultas muy
abiertas a través de la creación, por ejemplo, de sitios en Internet en que
integrantes del público pueden dar a conocer sus opiniones.
El Ministerio de Relaciones Exteriores es consultado continuamente a lo largo
del proceso de elaboración del Libro Blanco, ya que la política de defensa debe
ser compatible con los objetivos de política exterior del país, y servirles de
respaldo. El Ministerio de Relaciones Exteriores suele actuar también como
vehículo de transmisión de las opiniones de los asociados internacionales.
Varios otros ministerios o jurisdicciones subnacionales (estados, provincias)
pueden tener también interés directo en las consultas, especialmente en casos
en que las Fuerzas Armadas les prestan importantes servicios, con frecuencia en
ámbitos no tradicionales. Puede ser necesario recurrir, por ejemplo, a la
capacidad de vigilancia marítima de las Fuerzas Armadas para que otros
ministerios puedan cumplir sus cometidos en materia de protección de la pesca,
interdicción del narcotráfico, asistencia humanitaria o protección del medio
ambiente.
Es esencial realizar consultas con los organismos centrales encargados del
presupuesto y el gasto nacionales (por ejemplo la Oficina del Consejo Privado o
el Ministerio de la Presidencia, el Ministerio de Finanzas, la Tesorería, etc.)
para definir las restricciones de recursos en cuyo contexto deba llevarse a
cabo la defensa nacional. En este orden de ideas, casi todos los ministerios
tendrán un interés directo en el Libro Blanco, en la medida en que los recursos
a disposición del presupuesto de defensa afecten al volumen de recursos que
subsistan para financiar a otros Ministerios.
En general, los miembros del Parlamento o del Congreso cumplen un papel
importante en la elaboración de los Libros Blancos. Pueden realizarse reuniones
de comisiones para escuchar a las autoridades militares y funcionarios públicos
de diferentes ministerios, así como a especialistas no gubernamentales en
política de defensa y seguridad, académicos y miembros del público. Además los
miembros de las comisiones pueden viajar a diferentes partes del país o al
exterior para realizar consultas y celebrar audiencias públicas o reuniones
municipales. Estos mecanismos no sólo promueven un amplio debate público, sino
que en ellos participan también autoridades políticas que no pertenecen al
partido de Gobierno, a fin de que participen en la formulación de la política
nacional. Además, este proceso suele dar lugar a una amplia cobertura en los
medios de difusión, con lo cual se logra una mayor atención nacional con
respecto al análisis de la política pública.
Además de participar en consultas promovidas por el Gobierno o su Ministerio de
Defensa, representantes del sector privado pueden cumplir también un papel muy
proactivo incorporando sus opiniones al debate público y al proceso de
políticas a través de otros canales. Grupos de estudio, académicos,
representantes de las empresas privadas, organizaciones no gubernamentales y
otras entidades pueden organizar conferencias, ofrecer entrevistas, publicar
artículos en los medios de difusión o en la prensa especializada, escribir a
autoridades electas y abogar, por otras vías, por intereses especiales a los
efectos de la elaboración del Libro Blanco.
También deben tenerse en cuenta los temas que preocupan a los asociados
internacionales interesados en el Libro Blanco, o que puedan verse afectados
por el mismo. Pueden realizarse consultas con aliados o vecinos con los que el
Estado mantenga tratados o acuerdos bilaterales o regionales. Además, si el
Libro Blanco implica apoyo para la consecución de objetivos referentes a la paz
y la seguridad internacionales de organismos multilaterales como las Naciones
Unidas, esas entidades también deben tomar parte en el proceso de consultas.
Los mecanismos específicos de consultas varían de un país a otro en función de
las estructuras, políticas y prácticas nacionales. Compete al Gobierno
determinar la manera de organizar y coordinar los procesos globales de consulta
para formular un Libro Blanco de Defensa coherente, que permita atender
adecuadamente los intereses de seguridad internos e internacionales del país.
-
El contenido: Componentes habituales de los Libros Blancos
La siguiente es una recopilación de componentes habituales de los Libros
Blancos; además, se presentan sugerencias para la organización de esos
componentes.
I. Política y doctrina de defensa
A. Evaluación del entorno de seguridad y del contexto interno
Comprende la descripción del entorno de seguridad mundial, regional y nacional.
La evaluación se basa, cada vez con mayor frecuencia, en un concepto
multidisciplinario de la seguridad, y comprende la consideración de peligros y
factores tradicionales y no tradicionales que afectan a la seguridad del país y
de sus habitantes.
Debe incluirse una descripción del contexto interno (prioridades globales del
Gobierno, problemas presupuestarios), que es el marco en que han de adoptarse
decisiones con respecto a la política de defensa y su ejecución.
B. Estrategia de reacción frente a peligros percibidos, y de
cumplimiento de compromisos internacionales
En esta sección se expone el amplio enfoque de políticas que el Gobierno
adoptará, a través de su Ministerio de Defensa y sus Fuerzas Armadas, para
responder a los peligros y problemas de seguridad enunciados en su evaluación
del entorno de seguridad.
C. Funciones y misiones de las Fuerzas Armadas
Si bien las funciones y misiones de las Fuerzas Armadas tradicionalmente han
consistido en la protección del Estado, su territorio y sus habitantes frente a
agresiones externas, actualmente se tiende a incluir también funciones no
tradicionales, como la de brindar asistencia a otros ministerios de Gobierno.
Por ejemplo, las capacidades de vigilancia aérea y marítima pueden representar
un importante apoyo para que los ministerios con competencia en materia de
pesca, medio ambiente, inmigración, aduanas, interdicción del narcotráfico,
búsqueda y rescate, puedan cumplir sus cometidos.
Otra consideración clave consiste en establecer si el Gobierno desea usar las
capacidades de las Fuerzas Armadas para reforzar la paz y la seguridad
internacionales. Un respaldo de este género puede abarcar una amplia gama de
funciones, como la de suministrar tropas para planes de mantenimiento o logro
de la paz, dar respaldo operacional para asistencia humanitaria o en
situaciones de posguerra o de desastres naturales, o brindar asesoramiento y
experiencia técnica militares de respaldo para regímenes o acuerdos
internacionales de control de armas.
Esos papeles varían de un país a otro en función de la evaluación estratégica,
el marco jurídico, la historia, la geografía y el consenso nacional del país
acerca del papel que deben cumplir las Fuerzas Armadas.
II. Capacidades
En esta sección se ofrece una descripción de las capacidades corrientes y
programadas de las Fuerzas Armadas. Como ya se señaló, es útil incluir normas
de desempeño en el enunciado de las capacidades, ya que esos criterios
facilitan la responsabilización.
III. Problemas presupuestarios y de recursos
Las consideraciones sobre recursos financieros y humanos son esenciales para que
el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas puedan alcanzar los objetivos
del Gobierno. Por esa razón es importante que el compromiso de suministrar las
capacidades enunciadas cuente con el respaldo de un sólido plan financiero y de
personal.
IV. Orientación futura: Modernización de las fuerzas de defensa,
adquisición de armas en gran escala, etc.
En el Libro Blanco de Defensa deben destacarse todas las modificaciones de gran
envergadura programadas, tales como reestructuración de las fuerzas de defensa,
considerable incremento o disminución del personal, adquisiciones de armas en
gran escala u otras decisiones que influyan de manera importante sobre las
políticas o capacidades de las Fuerzas Armadas. Es extremadamente útil que esas
decisiones se adopten en forma transparente, de modo de fomentar la confianza y
la seguridad.
V. Estructura militar de la defensa
Desde el punto de vista de la transparencia también es útil describir la
estructura militar de la defensa.
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