Capítulo IV. Observaciones sobre la vinculación de la región centroamericana con otros países de América Latina

Los beneficios que ofrece una mayor vinculación de la región centroamericana con otros países y esquemas de integración de América Latina han sido reconocidos desde los inicios del Mercado Común¹⁸. Una mayor inserción comercial de Centroamérica en la economía latinoamericana podría convertirse en un escalón para elevar la capacidad competitiva de los países centroamericanos, experiencia que podría aplicarse con ventaja en otros mercados. Asimismo, la entrada de los productos centroamericanos al mercado mexicano constituiría un paso importante para ganar acceso al mercado norteamericano.

(¹⁸ Véase G. Siri, Opciones de Integración de Centroamérica con Otras Regiones del Continente. Seminario sobre Ajuste, Crecimiento, y Comercio Internacional en Economías Pequeñas y Abiertas, Universidad de Costa Rica y Fondo Monetario Internacional, San José de Costa Rica, noviembre de 1990.)

La tradición de cooperación tiene precedentes importantes como el apoyo del Grupo Contadora y los acuerdos en el marco del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) que dio origen a CADESCA. Asimismo, en 1987, los ocho presidentes latinoamericanos que conforman el Mecanismo de Concertación Política establecieron un programa de cooperación comercial y financiero con América Central (Compromiso de Acapulco). Más recientemente, los países han avanzado en procesos de libre comercio con México y con Venezuela y Colombia.

No obstante estos esfuerzos, las posibilidades de concertación comercial no se han materializado (véase Cuadro 3). Si se excluye la importación de petróleo, el comercio de los países centroamericanos con América Latina continúa siendo muy limitado (9% del total). Si a este residuo se le resta el comercio del Mercado Común con dos países vecinos, México y Panamá, este porcentaje se reduce a menos de la mitad. Más aún, los desequilibrios comerciales son muy desfavorables para Centroamérica: la relación de intercambio es de 4 a 1 y el déficit es de US$1316 millones (1992). El saldo es fuertemente negativo tanto con el Grupo Andino como con el MERCOSUR, y sobretodo, con el Grupo de los Tres. Para el caso de este último, la factura petrolera explica gran parte del fuerte déficit comercial¹⁹.

(¹⁹ SIECA, Algunas consideraciones sobre el libre comercio en América, Guatemala, noviembre de 1993.)

Como se ha indicado anteriormente, el comercio intraregional centroamericano consiste esencialmente en productos manufacturados y se apoya en el sistema de transporte por carretera. Esto contrasta con el patrón de comercio dentro de los otros esquemas de integración latinoamericanos, en los cuales la proporción de productos manufacturados comerciados es mucho menor y se utiliza mayormente la vía marítima. El bajo volumen de comercio de Centroamérica con América Latina (con excepción del correspondiente a México y Panamá) se debe no solo a obstáculos arancelarios y no arancelarios que limitan su acceso al mercado, sino al alto costo del transporte naviero, el cual resulta a su vez de los bajos volúmenes de comercio. Para romper este círculo vicioso parece necesario promover el establecimiento de un sistema de transporte que sirva de impulsor de la integración con los países del Caribe y América del Sur, en la misma forma que fueron las carreteras para la integración ístmica centroamericana. Asimismo, Centroamérica debe negociar la eliminación de las trabas al comercio que impiden su entrada a los mercados latinoamericanos. La integración regional centroamericana no puede considerarse como un instrumento defensivo frente al exterior, sino como un instrumento activo de negociación y penetración de los mercados externos.

Cuadro 3. MERCADO COMUN CENTROAMERICANO Comercio con otros esquemas de integración de América Latina -1992^a (millones de dólares y porcentajes)