Página precedente Indice Página siguiente

Estudio de casos 5 - Estudio de la Región del Chapare Bolivia

I. Introducción
II. Diseño del estudio
III. Ejecución del estudio
IV. Implementación de las recomendaciones
V. Lecciones aprendidas
VI. Bibliografía

RESUMEN DE LOS PROBLEMAS

Creación de una Base Económica para Apoyar la Colonización: Estudio de Desarrollo Integrado de la Región del Chapare, Bolivia

El estudio del Chapare (1978-79) se inició con el objeto de integrar y racionalizar el desarrollo de los recursos en un área de 24 500 km2 abierta a la colonización. El Gobierno boliviano (que había iniciado programas de erradicación de la coca en el área con ayuda de la AID de los Estados Unidos) procuraba que los nuevos colonos tuvieran adecuados servicios sociales y de transporte y alternativas económicamente viables para la producción agrícola. Como los colonos independientes estaban obteniendo mayores rendimientos en sus cosechas que los que lograban los colonos apoyados por el gobierno, las autoridades también querían sacar provecho de estos éxitos orientando la asistencia a aquellos colonos que pudieran hacer el mejor uso de las nuevas tecnologías, del crédito y los servicios.

El DDR, trabajando conjuntamente con el Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios (MACA), el Instituto Nacional de Colonización (INC), y la Corporación de Desarrollo de Cochabamba (CORDECO), desarrolló un plan quinquenal de acción basado en proyectos de inversión por un total de 20 millones de dólares. Dichos proyectos incluyeron la construcción de 224 kilómetros de caminos de acceso y el mejoramiento de 219 kilómetros de otros caminos que no cumplían con las normas mínimas; la extensión de servicios de investigación agrícola a 7 700 familias; actividades de desarrollo agroindustrial; programas de crédito agrícola y comercialización; un programa de reforestación; un programa de agua potable en beneficio de al rededor de dos mil familias, y un programa de vacunación para niños y mujeres embarazadas. El DDR también ayudó a preparar lineamientos para la colonización de nuevas tierras. Estos lineamientos - basados en una evaluación de os recursos naturales del área - se utilizaron para determinar la cantidad de tierras a ser ocupadas, la infraestructura física necesaria para sustentar las actividades agrícolas en el área, y la distribución de las nuevas parcelas.

BOLIVIA

ESTUDIO DE LA REGION DEL CHAPARE

Hoja de datos

Area del estudio: 24 500 km2

Población: 40 000 (1978)

Características físicas:

- Zonas de vida de Holdridge:

Predominancia de bosque húmedo Tropical con variaciones a muy húmedo en el área del piedemonte y subhúmedo en las planicies septentrionales

Bosque pluvial Subtropical en las áreas bajas de montaña

Bosque seco Tropical y bosque Subtropical

- Elevación: De 300 a 5 000 m

- Clasificación productiva de la tierra:

Clases I-IV: 39%
Clases V-VIII: 61%

Duración del proyecto:

Primera misión preliminar: 1975
Segunda misión preliminar; 2/1978
Trabajo de campo: 4/1978-5/1980
Publicación del informe final: 1980

Contribuciones técnicas:

Especialidades del DDR

Número de expertos DDR

(19)

(24)

Ingeniero agrícola (jefe del Estudio)

1

Planificador regional

1

Agroecólogo

1

Especialista agroindustrial

1

Agrónomo

1

Especialista en salud animal

1

Cartógrafo

3

Especialista en producción ganadera

1

Especialista en desarrollo forestal

2

Especialista en desarrollo institucional

1

Especialista en mano de obra y empleo

2

Especialista en agua potable

1

Economista de proyectos

1

Especialista en formulación de proyectos

1

Economista regional

2

Ingeniero de caminos

1

Especialista en electrificación rural

1

Especialista en suelos

1

Especialista en recursos hídricos

1

Total de meses/hombre (profesionales):

DDR: 74.4
Gobierno de Bolivia: 45.5

Contribuciones financieras:

DDR: US$296 000
Gobierno de Bolivia: US$147 000

Total de inversiones en los proyectos propuestos: US$20 000 000

MAPA 1 - ESTUDIO DEL CHAPARE - REPUBLICA DE BOLIVIA - Ubicación del Area

I. Introducción

El desarrollo de bosques subtropicales húmedos presenta un desafío importante debido a que contienen los recursos naturales y el espacio para acomodar a una población y migración crecientes. Pero en la mayoría de los casos, su explotación ha representado el peor ejemplo de los esfuerzos de desarrollo: la transferencia de prácticas adoptadas en regiones vecinas más desarrolladas y densamente pobladas, y la aplicación de modelos inapropiados provenientes de zonas templadas. En ausencia de una planificación integral del desarrollo rural, los ecosistemas se han deteriorado, desestabilizando la producción agrícola. En esas áreas de frontera, la tarea principal no es ahora solamente desarrollar las tierras no ocupadas, sino también reestructurar la economía y los servicios sociales existentes.

El área del Chapare en la parte norte-central de Bolivia constituye un ejemplo de esta necesidad. Dotada de bosques subtropicales y abundante agua, esta región escasamente poblada fue designada por el Gobierno de Bolivia en la década de 1960 como área prioritaria de colonización. Lo que contribuyó a la decisión del Gobierno fue el tamaño de la región, su capacidad agrícola subutilizada, los limitados servicios sociales y de infraestructura, su creciente dependencia económica de la producción de hojas de coca, y su proximidad a mercados potenciales en las tierras altas densamente pobladas. Desde entonces el área ha recibido una gran afluencia de colonos auspiciados por el Gobierno, así como colonizadores espontáneos.

De 1978 a 1980, el Departamento de Desarrollo Regional de la Organización de los Estados Americanos ayudó al Gobierno de Bolivia a formular una estrategia de desarrollo e identificar proyectos de inversión para ejecución inmediata en la región del Chapare. En la primera fase del estudio se efectuó un diagnóstico de los recursos naturales, la infraestructura, y la organización socioeconómica e institucional del área. En la segunda fase se formularon y aprobaron siete programas integrados de inversión.

Aunque las propuestas de inversión se hallan aún en espera de acción, el estudio del Chapare demuestra la eficacia de tres metodologías:

· La adopción de un enfoque sectorialmente integrado del desarrollo rural, que permita apoyar tanto a la colonización espontánea como a la auspiciada por el Gobierno.

· La determinación desde el principio del proceso de planificación, de los énfasis geográficos, técnicos y de política necesarios para identificar proyectos de inversión directamente relacionados con las necesidades de los habitantes de la región.

· El diseño y la ejecución de un estudio de planificación que tenga en cuenta las actividades de desarrollo nacionales e internacionales que ya están en marcha.

El área de asentamiento del Chapare, en el Departamento de Cochabamba, se halla situada entre dos regiones de rápido desarrollo, como son Santa Cruz y Beni. Geográficamente, esta área triangular de 24 500 km2 está limitada por una estribación de los Andes orientales en el sur, el río Securé en el oeste y los ríos Ichilo y Mamoré en el este. La región desagua a través de cuatro ríos que fluyen hacia el nordeste fuera de los Andes.

El Chapare puede dividirse en tres partes principales. En la parte superior, formada por tierras bajas al pie de los cerros y las colinas bajas (1 3 por ciento del área), densos bosques subtropicales sobre las laderas empinadas crecen por encima de numerosos valles y arroyos pequeños. La porción del centro, una planicie aluvial estabilizada de aproximadamente el mismo tamaño que la porción superior contiene terrazas altas con buen drenaje y es una continuación del piedemonte. Los ríos principales se ensanchan y los suelos son los mejores de toda la región del Chapare. En la planicie inferior de inundación, que cubre casi las tres cuartas partes del área, se depositan continuamente los sedimentos provenientes de la erosión originada en la parte superior. Los suelos son fértiles pero las inundaciones anuales disminuyen el potencial agrícola, inundando constantemente las terrazas bajas. Toda el área es húmeda y subtropical, aunque el clima varía con la elevación. La precipitación anual varía de 2 800 a 5 500 mm. Estas unidadas principales se indican en el mapa de zonas y subzonas agrícolas (véase el mapa 3).

De las 156 000 hectáreas ocupadas en 1976 (alrededor del 6 por ciento del total) sólo se hallaban en producción unas 35 000 con los siguientes cultivos: el 34 por ciento con arroz; el 28 por ciento con coca; el 23 por ciento con plátano; el 11 por ciento con cítricos, y el 4 por ciento con otros productos. Aunque se emplearon primitivas tecnologías para la producción agrícola, el Chapare produjo el 39 por ciento de todo el plátano de Bolivia, el 32 por ciento de los productos cítricos y el 20 por ciento del arroz. La mayor parte de esta producción era transportada a los centros de consumo sin clasificarse ni procesarse por una cooperativa de camioneros que también financiaba la producción y controlaba los precios.

Los bosques cubren el 75 por ciento del Chapare, y abarcan desde el 96 por ciento del área total en las zonas montañosas hasta el 61 por ciento en las planicies aluviales con una relativa densidad de población. Las operaciones de corta de trozas, que proveyeron el impulso inicial para abrir el Chapare a los asentamientos, han abierto el paso gradualmente a la agricultura. Pero las grandes compañías que obtienen concesiones del Gobierno han ignorado típicamente los requerimientos de replantación, han quemado la madera no comercial y abandonado las parcelas después de utilizar solamente el uno por ciento de los árboles talados. A mediados de la década de 1970, la producción anual de madera del Chapare era baja aunque representaba el 9 por ciento de los recursos maderables nacionales de Bolivia.

Los 26 aserraderos del Chapare pueden procesar en conjunto 30 mil metros cúbicos de madera al año. Sin embargo, en 1977 operaraban solamente a un 60 por ciento de su capacidad, procesando la mitad de la madera cortada y enviando el resto en forma de trozas a los aserraderos de Cochabamba.

La producción ganadera recién ha comenzado en el Chapare. Las cruzas de ganado nativo son las más numerosas, aunque en las áreas muy húmedas también se cría el búfalo.

Las oportunidades de producción agrícola se ven limitadas debido al sistema de transporte. Aunque existen caminos troncales pavimentados que unen a Cochabamba con Villa Tunari y Puerto Villarroel, la red de caminos secundarios no está bien desarrollada y el 20 por ciento de dichos caminos son intransitables durante parte del año.

Los pequeños asentamientos unidos por estos caminos no están interconectados funcionalmente y carecen de servicios básicos. El problema inmediato más serio lo constituyen las deficientes condiciones de salud existentes. Las tasas de mortalidad, morbilidad y natalidad son superiores a las ya elevadas tasas nacionales. La mortalidad de infantes y de adultos ha sido vinculada a la falta de agua potable y a las deficientes condiciones sanitarias. La escasez de personal médico se agrava por la falta de sistemas de alcantarillado, energía eléctrica, instalaciones de telecomunicaciones, y por la falta de caminos transitables durante todo el año.

Aunque los patrones agrícolas y la influencia de las cooperativas de camioneros son los mismos en los asentamientos espontáneos y en las colonias auspiciadas por el Gobierno, los rendimientos de los cultivos y los niveles de ingresos son notablemente distintos. Debido a que el programa gubernamental atrajo a los más pobres campesinos sin tierras y a muchos agricultores sin experiencia en los cultivos locales, las operaciones agrícolas en estos asentamientos han carecido de la capitalización y la tecnología necesarias. En agudo contraste, muchos jefes de familia que se instalaron en el Chapare por iniciativa propia (el 62 por ciento de las familias agrícolas) tuvieron empleos seguros en la corta de árboles cuando llegaron, y de esa manera pudieron acumular ahorros o dejar las tareas agrícolas para otros miembros de sus familias. Otros, en su mayoría pequeños agricultores y empresarios que vivían cerca de Cochabamba utilizaban desde hacía tiempo sus capitales familiares para cultivar cítricos y bananas destinados a un mercado seguro. Con más experiencia y los fondos necesarios para innovar, las colonias asentadas espontáneamente producían cultivos de mayor rendimiento y gozaban de un nivel de vida más elevado que los asentamientos auspiciados por el Gobierno.

Porción superior de la región del Chapare. Bosques subtropicales en valles angostos y con pendientes.

La población total de las colonias del Chapare alcanza sólo a 40 mil habitantes, la mayoría de los cuales son indios que hablan quechua y que no se han adaptado completamente al clima. El resto, unos 600 a 800 indios nómadas de raza aimará y familias aborígenes están siendo forzados a instalarse en áreas boscosas que no han sido colonizadas.

La intervención en el Chapare de 54 instituciones internacionales, nacionales, regionales y privadas de desarrollo complicó desde el punto de vista administrativo la atención de las necesidades de esta aislada y dispersa población. Las actividades de estas instituciones competían por el tiempo, los recursos y la capacidad de supervisión. Los trabajos, en su mayor parte, consistían en estudios básicos, o sea expresiones de buenas intenciones más que propuestas concretas o acciones basadas en la experiencia. Algunas de estas actividades incluso desorientaron a los colonos, y les hicieron forjar falsas esperanzas.

Dados estos problemas administrativos y el éxito comparativo de los colonos espontáneos, el objetivo de este estudio de planificación fue utilizar como punto de partida ese éxito, igualando al mismo tiempo las oportunidades económicas entre los dos grupos y mejorando la calidad de vida de ambos.

II. Diseño del estudio

A. La misión preliminar
B. El plan de trabajo

A. La misión preliminar

En 1975, el DDR llevó a cabo una misión preliminar a solicitud del Gobierno de Bolivia. El informe de esta misión de reconocimiento incluyó: (1) un examen de los datos socioeconómicos y de recursos naturales disponibles; (2) una definición geográfica del área; (3) una evaluación tentativa de su potencial de desarrollo; (4) una evaluación cuantificada de la cooperación técnica necesaria para planificar y llevar a cabo acciones de desarrollo, y (5) un plan de trabajo para el estudio. Entre 1975 y 1977, el Gobierno de Bolivia examinó este informe, que incluía una recomendación para llevar a cabo un estudio de desarrollo integrado del área. En 1978, el Gobierno solicitó al DDR que realizara el estudio propuesto.

Para 1978, los cambios ocurridos en el Chapare habían hecho necesario introducir alteraciones en el estudio. Varios organismos internacionales de asistencia para el desarrollo y organizaciones nacionales de contraparte estaban llevando a cabo conjuntamente estudios sectoriales como parte de un esfuerzo tendiente a revitalizar los proyectos de colonización auspiciados por el Gobierno. Ni siquiera el 20 por ciento de estas actividades programadas se habían ejecutado, aunque ya se había comprometido un volumen sustancial de fondos. Al mismo tiempo, los programas bilaterales de asistencia técnica destinados a erradicar la producción de coca estaban alterando la economía agrícola local y la estructura social.

A principios de 1978 viajó a Bolivia una segunda misión preliminar del DDR, integrada por un economista, un especialista en recursos naturales y un ingeniero agrícola (el designado jefe del proyecto). Junto con las autoridades locales y nacionales la misión tomó tres importantes decisiones. En primer lugar, el equipo de estudio del Chapare debería orientar las propuestas de desarrollo integrado tanto a corto como a mediano plazo. En segundo lugar, las propuestas de proyectos deberían basarse en el uso racional y en la protección de los recursos naturales y humanos del área. En tercer lugar, debía asignarse máxima prioridad a los proyectos para los asentamientos espontáneos.

El Gobierno de Bolivia nombró al Instituto Nacional de Colonización (INC) como contraparte nacional para el estudio. Con los auspicios del Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios (MACA), esta institución apoya a las organizaciones de productores de los asentamientos y coordina los proyectos de tenencia de la tierra, vivienda, agua potable, saneamiento, comercialización y crédito. El INC coordinaría las recomendaciones del equipo con las actividades del MACA, de otras entidades sectoriales y de la Corporación de Desarrollo Departamental de Cochabamba (CORDECO).

En colaboración con el INC, la segunda misión de programación fijó tres tareas para el estudio:

1. Realizar un inventario de todos los proyectos de desarrollo existentes y propuestos para el área. Para cada proyecto, determinar la ubicación geográfica, el período de ejecución y la compatibilidad con las metas nacionales de redistribución de la población y fortificación de los mercados nacionales.

2. Completar los análisis económicos, sociales y de recursos naturales, y la estrategia de desarrollo para el área.

3. Para los asentamientos espontáneos, identificar los proyectos de desarrollo a implementarse inmediatamente, para asegurar la cooperación y la aceptación de los colonos.

Para llevar a cabo estas actividades era esencial interesar a los organismos nacionales e internacionales que trabajaban en el Chapare. Con más de cincuenta entidades privadas nacionales e internacionales realizando los estudios y proponiendo actividades para el área, las colonias estaban confundidas y desencantadas. Unicamente si se consultaba a los colonos y se les hacía participar en la planificación del estudio podría esperarse que apoyaran los nuevos proyectos de inversión durante la etapa de ejecución.

Debido a que ningún instituto nacional boliviano tenía la experiencia o el poder necesarios para dirigir por sí mismo un estudio multisectorial, el DDR y el Gobierno de Bolivia crearon una Comisión Coordinadora integrada por representantes del INC, del MACA, de la CORDECO y del DDR para proporcionar dirección técnica y administrativa. El Gobierno también nombró codirectores del INC y del DDR para dirigir la unidad técnica. La figura 1 muestra el organigrama del estudio.

B. El plan de trabajo

El Plan de Trabajo formulado en abril de 1978 especificó cinco actividades para la Fase I, que abarcó el período de mayo a diciembre:

1. Analizar los objetivos del estudio y alinearlos con los objetivos nacionales y regionales.

2. Formular una estrategia quinquenal de desarrollo para el área.

3. Reunir datos básicos sobre recursos naturales, características socioeconómicas y elementos de infraestructura para ayudar al equipo a identificar las áreas geográficas y técnicas prioritarias y fijar los plazos para las actividades subsiguientes.

4. Identificar proyectos sectoriales de desarrollo.

5. Preparar un informe de la primera fase resumiendo estas cuatro actividades.

Durante la Fase II, que duraría 14 meses, la unidad técnica llevaría a cabo las siguientes actividades:

1. Seleccionar programas y proyectos sectoriales para formulación y evaluación.

2. Desarrollar proyectos y programas a nivel de prefactibilidad (véase el Glosario).

3. Preparar un plan de acción a corto y a mediano plazo.

4. Emitir un informe final.

Entre 1975 y 1978, el diseño del estudio fue modificado para reflejar mejor las limitaciones institucionales de planificación y las necesidades económicas de los colonos. El diagnóstico abierto planificado originalmente fue abandonado reemplazándoselo por un estudio enfocado más específicamente en una porción de la región, y la unidad técnica comenzó a tomar la iniciativa de trabajar con organizaciones internacionales, organismos sectoriales nacionales y residentes locales. En realidad, aunque el DDR fue la última entidad internacional involucrada en el Chapare, fue la primera en ayudar al Gobierno de Bolivia a coordinar las numerosas actividades de desarrollo que estaban en marcha. Otro cambio fue poner mayor énfasis a la satisfacción de las necesidades de los colonos espontáneos en cuanto a un mayor acceso al crédito y a los mercados, mejores servicios de comunicación y de salud, redes de electrificación y de caminos, incremento de la productividad agrícola, y transferencia de tecnología. La figura 2, es una síntesis de la metodología empleada en el estudio y muestra la secuencia de actividades. Por su parte, la figura 3 muestra la distribución de meses-hombre durante las Fases I y II.

Porción media de la región del Chapare. Es evidente un fuerte proceso de erosión y deposición causado por las corrientes, así como tierras arables sobre terrazas aluviales.

Colonización espontánea a lo largo de un camino recientemente pavimentado en la región del Chapare.

III. Ejecución del estudio

A. Fase I: Recopilación y análisis de datos
B. Fase I: Preparación del informe interino
C. Fase II: Desarrollo del plan de acción
D. Fase II: Preparación del informe final

A. Fase I: Recopilación y análisis de datos

En mayo de 1978 se estableció la sede de la unidad técnica en Cochabamba. Allí comenzó la evaluación de recursos naturales con la preparación de mapas temáticos basados en la información existente sobre el sistema fluvial local, el sistema de caminos y los asentamientos. Como se esperaba, la mayor parte de la información disponible correspondió a las dos porciones superiores del área, donde se habían realizado estudios previos de los asentamientos dirigidos por el Gobierno, y donde se habían reunido datos socioeconómicos en relación con los proyectos de erradicación de la coca. Se necesitaba mayor información sobre vegetación, clasificación de suelos, unidades agroclimáticas e infraestructura.

FIGURA 1 - ORGANIGRAMA DEL ESTUDIO

FIGURA 2 - METODOLOGIA Y CRONOGRAMA

FIGURA 3 - CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES DE LOS ESPECIALISTAS INTERNACIONALES

La unidad técnica decidió recopilar únicamente la información necesaria para identificar y formular nuevos proyectos y evaluar los existentes. Para poder afrontar y manejar el esfuerzo de recopilación de datos, se decidió confinar el estudio principal mente a las áreas más populosas y utilizar mapas a escala pequeña (1:250 000). También se redujo la evaluación de recursos, trazando sólo mapas de vegetación, clases de suelos, unidades agroclimáticas y de infraestructura básica.

Para el inventario de recursos naturales se utilizaron imágenes por satélite, ya que la cubierta de nubes impedía el uso de la fotografía aérea convencional. El equipo utilizó estas imágenes para preparar mapas de suelos y de la vegetación natural (véase el mapa 2). Estos datos se correlacionaron luego con un mapa de zonas de vida de Bolivia que el DDR había ayudado a preparar en 1975 para producir un mapa de zonas y subzonas agrícolas (véase el mapa 3). Para obtener la información sobre límites de las propiedades y población del Chapare, la unidad técnica trabajó con el INC. Esta información fue de vital importancia, porque el acceso a nuevos programas de crédito - que constituye la base del desarrollo agrícola - dependería de la obtención de los títulos legales de las tierras.

MAPA 2 - ESTUDIO DEL CHAPARE - REPUBLICA DE BOLIVIA - Vegetación Natural

MAPA 3 - ESTUDIO DEL CHAPARE - REPUBLICA DE BOLIVIA - Zonas y Subzonas Agrícolas

Los datos sobre transporte obtenidos de los organismos nacionales y de CORDECO revelaron que si bien los caminos pavimentados proporcionaban un excelente acceso a Cochabamba y a la parte norte-centro de Bolivia, el Chapare se hallaba no obstante aislado de las regiones situadas en las áreas más al norte y más al sur del país. Estos mercados potenciales podían alcanzarse únicamente por vía fluvial, ya que el 80 por ciento de los caminos locales del Chapare eran intransitables en la temporada de lluvia. El estudio concluyó que la construcción de mejores caminos crearía nuevos mercados para la producción adicional, pero también sometería a nuevas zonas boscosas a la extracción destructiva de leña y a nuevos asentamientos espontáneos por parte de agricultores que practican la corta y quema de árboles.

Debido a que la producción de coca también se incrementaría al abrirse nuevas tierras, el equipo trabajó con el MACA y los organismos internacionales de asistencia técnica en el trazado de mapas de las áreas productoras de coca, determinando la cantidad de años que se habían dedicado a la producción de coca en cada subárea, y la importancia de la coca en relación con otros cultivos. Si bien el Gobierno de Bolivia había fijado límites a la producción y comercialización de las hojas para el consumo interno, la mayor parte se cultivaba ilegalmente para el tráfico internacional de drogas. Finalmente la unidad técnica llegó a la conclusión de que una estrategia basada únicamente en la erradicación de la coca fracasaría debido a que por lo menos un tercio del ingreso de los colonos provenía de la producción de dicho producto. Respondiendo racionalmente a las fuerzas del mercado, los colonos no abandonarían el cultivo de la coca hasta que se identificaran otros productos lucrativos y fáciles de cultivar.

A pesar de que se establecieron contactos con organismos nacionales bolivianos mientras estaba diseñándose el estudio, la necesidad de formalizar las comunicaciones entre las instituciones y la unidad técnica se evidenció una vez que el estudio hubo comenzado. Para satisfacer esta necesidad se creó el Comité de Coordinación Interinstitucional, en dos niveles, cuyo nivel superior estaba formado por representantes de los organismos nacionales de Cochabamba, y el inferior por los representantes de las mismas instituciones en el Chapare (véase la figura 1).

El Comité de Coordinación Interinstitucional inició un diálogo entre las entidades nacionales y regionales, las organizaciones de agricultores, las cooperativas de camioneros y las de colonos locales. Sin embargo, funcionó solamente a instancias de la unidad técnica, y los delegados en el Chapare debían consultar con sus superiores en Cochabamba o en la capital para tomar cualquier decisión. Las discusiones locales no compensaron la falta de un proceso de planificación sectorialmente integrado a los niveles regional y nacional.

Cuando la información técnica fue trazada en el mapa, se hizo evidente que sería necesario contar con un permiso especial de las autoridades superiores de La Paz para obtener cualquier información sobre las actividades de desarrollo existentes y las que se habían propuesto. En consecuencia, los miembros del equipo debieron viajar a la capital una o dos veces al mes. Debido a que ya estaban haciendo tres o cuatro viajes por mes al Chapare para hablar con los representantes del Comité de Coordinación Interinstitucional en el área y con las organizaciones de colonos, el tiempo que pasaban en la sede de Cochabamba fue muy limitado. Sin embargo, a pesar de que la gran distancia existente entre el lugar de estudio en el campo y las fuentes de información (típico de los estudios de desarrollo regional en América Latina) incrementó la carga administrativa del proyecto, de todos modos Cochabamba era la ubicación más adecuada para la sede del estudio. El personal de contraparte y las instalaciones de apoyo estaban allí, y el área del estudio se encontraba tan sólo a noventa minutos de distancia en automóvil.

Otra imitación fue la incapacidad del INC para ejecutar proyectos de desarrollo. Esta institución carecía de presupuesto y de la autoridad para ejecutar los proyectos sectoriales de obras públicas, y no proveía directamente servicios de extensión agrícola, de salud ni de educación. Las instituciones nacionales y CORDECO tendrían que colaborar para que se implementaran los proyectos de inversión.

Se propusieron varios cambios para compensar las deficiencias institucionales. En primer lugar, para conseguir el apoyo de los colonos mientras se formulaba la estrategia de desarrollo, la unidad técnica diseñó planes para utilizar maestros locales y representantes de cooperativas agrícolas como agentes de cambio, y para mantener el diálogo con los colonos en las escuelas y otros edificios municipales. En segundo lugar, a la Comisión Coordinadora se le asignó la tarea de manejar la asistencia técnica, proveer el apoyo institucional y procurar financiamiento. En tercer lugar, se decidió ampliar la unidad técnica durante la ejecución del proyecto, incluyendo representantes de todos los organismos nacionales que actuaban en el Chapare y convirtiéndola en una entidad permanente dirigida por CORDECO y apoyada por el Comité de Coordinación Interinstitucional. Por último, se propuso la creación de una organización de desarrollo que estaría enfocada específicamente en el Chapare. La clave de este plan revisado fue el control de CORDECO sobre la implementación del proyecto y el financiamiento interno.

Para reforzar la coordinación intersectorial, a mediados de 1979, la unidad técnica también dictó un curso de dos meses de duración sobre manejo de recursos hídricos. Si bien el uso del agua en sí misma no constituía la inquietud principal del equipo de estudio, los instructores del CIDIAT (Centro Interamericano de Desarrollo Integral de Aguas y Tierras), de Venezuela, vincularon el manejo del agua de superficie con la producción agrícola, la conservación de suelos, el manejo de bosques, el agua potable para asentamientos, y las redes de caminos de las fincas a los mercados, aspectos que constituían problemas importantes del proyecto. Más aún, para captar el interés de los organismos nacionales, los instructores utilizaron al Chapare como estudio de caso del cual podrían inferirse principios más generales.

B. Fase I: Preparación del informe interino

En agosto de 1979, el equipo de estudio emitió un informe resumiendo el diagnóstico del área, los principales lineamientos para una estrategia quinquenal de desarrollo regional, y las propuestas de programas sectoriales. En el informe interino se indicaron cinco lineamientos principales: (1) Integrar el área en el contexto nacional desde el punto de vista social, económico, político y geográfico; (2) impulsar un crecimiento económico y demográfico autosostenido; (3) igualar la distribución del ingreso proveniente de las actividades económicas del área; (4) incrementar los servicios públicos, y (5) reducir la producción de coca protegiendo los patrones tradicionales del consumo nacional.

Los siete programas de desarrollo propuestos para el Chapare en el informe - transferencia de tecnología, crédito agrícola, agroindustria, desarrollo de mercados zonales, electrificación, construcción de caminos secundarios y agua potable - fueron integrados cuidadosamente. Dichos programas se desarrollaron al mismo tiempo y se coordinaron para cada población objetivo y zona agrícola. Los programas de transferencia tecnológica y crédito agrícola fueron vinculados directamente con los programas agroindustriales y de mercados zonales. Los programas de electrificación y de agua potable, junto con el programa de mercados zonales, tuvieron dos metas: mejorar las condiciones de salud y establecer una jerarquía de asentamientos en la cual cada centro y subcentro ofrecerían servicios públicos específicos. El programa de caminos secundarios proveería acceso a las agroindustrias propuestas, a los servicios de los asentamientos y a los nuevos mercados regionales a lo largo del corredor La Paz-Cochabamba-Santa Cruz, que es una ruta nacional principal.

El punto clave fue el programa de crédito agrícola, que tuvo por finalidad finan ciar los cultivos tradicionales del área. Para cultivos tales como cítricos, arroz, yuca y banana, la productividad del Chapare era la más alta de todo el país. Desde la década de 1950, Santa Cruz y las regiones del altiplano habían dependido de la fruta proveniente del Chapare, cuya demanda continuada tenía asegurada. Concentrándose en estos cultivos tradicionales, la unidad técnica aumentó las posibilidades de que el programa de crédito diera resultados dentro del período de cinco años que se había previsto.

Para cada programa y cada asentamiento, la unidad técnica designó a los organismos sectoriales nacionales que ayudarían a formular el programa. El programa de electrificación, por ejemplo, se ajustó a las especificaciones de la Empresa Nacional de Electricidad, mientras que el programa de caminos secundarios sería llevado a cabo bajo los auspicios del Servicio Nacional de Caminos. La unidad técnica también determinó la superficie y el número de familias que serían afectadas por cada uno de los programas propuestos.

En agosto de 1979, la Comisión Coordinadora aprobó rápidamente estas recomendaciones, en parte porque el breve informe del equipo (22 páginas) estaba estructurado para destacar las políticas de la propuesta y los proyectos que cada organismo debía llevar a cabo. Luego, la Comisión Coordinadora indicó a la unidad técnica que prosiguiera con las actividades de la Fase II.

C. Fase II: Desarrollo del plan de acción

Una vez aprobado el informe de la primera fase, la unidad técnica comenzó a elaborar una propuesta para un plan quinquenal de acción basado en los siete programas (46 proyectos en total). Por recomendación del Comité de Coordinación Interinstitucional, también preparó pautas generales para la ocupación de tierras potencialmente productivas pero deshabitadas del Chapare. Además, la unidad comenzó a trabajar en el informe final del estudio.

Para preparar el plan de acción y de acuerdo con los requerimientos de los organismos internacionales de financiamiento, un especialista en formulación de proyectos de desarrollo del DDR se unió al equipo de estudio. Dicho especialista trabajó en estrecho contacto con los expertos en desarrollo agrícola y agroindustrial e ingeniería forestal, planificadores físicos e ingenieros, especialistas en recursos hídricos y transportes, ecólogos, economistas, y expertos en ciencias sociales.

Debido a que muchos de estos expertos habían ayudado a formular la estrategia de desarrollo, la renovación del contacto con la contraparte nacional y las entidades locales fue relativamente simple. La unidad técnica mantuvo el diálogo mientras se preparaba el plan de acción, y efectuó visitas semanales al Chapare para reunirse con los grupos de colonos locales y con la cooperativa de camioneros.

Durante estas reuniones en el Chapare, la unidad técnica tuvo que enfrentar los conflictos de intereses entre los colonos y los camioneros. Los colonos deseaban reducir su dependencia de los camioneros, y éstos se verían afectados por las actividades de desarrollo en el área. Gradualmente, los camioneros fueron convenciéndose de que la creciente actividad económica en el Chapare aumentaría la demanda total de transporte lo suficiente como para compensar la pérdida de control de la cooperativa sobre el financiamiento agrícola. Los colonos, por su parte, apoyaron los programas de crédito administrados por el Gobierno, contemplados en los programas agrícolas propuestos, ya que el crédito les permitiría cierta independencia frente a los camioneros. En general, los proyectos propuestos contaron con la aceptación de los colonos y el apoyo limitado de los camioneros.

Del análisis de las actividades propuestas efectuado por la unidad técnica surgieron pocos conflictos entre el manejo de recursos naturales y el desarrollo económico. En las reuniones informales, los colonos, los técnicos de las entidades locales y la unidad técnica concordaron en que las prácticas vigentes de conservación de suelos, corta de árboles y actividades agrícolas contribuían a incrementar la dependencia de la cooperativa de camioneros y a una producción de subsistencia de un solo cultivo. Los colonos comprendieron las causas de la erosión de los suelos, la deforestación y la contaminación del agua de superficie, así como la necesidad de rotar los cultivos y aplicar mejores prácticas agrícolas. También hubo acuerdo en el sentido de que el área podría gozar de un crecimiento sostenido si se ponían en práctica programas de crédito agrícola y se creaban mercados estables y empleos adicionales en la agroindustria, conjuntamente con mejores servicios de salud y educación.

Mientras los colonos consideraban las propuestas de la unidad técnica, los proyectos de erradicación de la coca que ya se habían iniciado, sin embargo, estaban haciendo peligrar su subsistencia. Adoptando un enfoque más amplio y positivo que el del MACA y las otras instituciones internacionales de desarrollo que auspiciaban esos proyectos, el equipo mantuvo varias reuniones con los colon os para buscar las alternativas que les ofrecían la mayor seguridad económica, y posteriormente decidió concentrar la atención en el crédito agrícola y en algunos otros programas

Para explicar su enfoque integrado del desarrollo del área del Chapare, la unidad técnica utilizó mapas en forma de borradores que mostraban las principales zonas de cultivo de la coca, el plan de acción de programas y proyectos para los asentamientos espontáneos, los dirigidos por el Gobierno y las áreas deshabitadas, así como la jerarquía de asentamientos propuestos para apoyar el plan. Esta información ayudó a los colonos y al personal de las entidades bolivianas a visualizar las propuestas de la unidad técnica en términos geográficos precisos, y a encuadrar estas acciones dentro de los principales problemas del área.

Sobre la base de estas discusiones y de sus actividades anteriores, la unidad técnica dividió la región del Chapare en tres áreas principales, de acuerdo con su papel en el desarrollo a corto y a mediano plazo (véase el mapa 4). En su mayor parte, las propuestas fueron para los asentamientos espontáneos, que constituían el "área de concentración de proyectos". En el área que contenía los proyectos de colonización dirigidos por el Gobierno - el "área de consolidación" - se implementarían los proyectos sectoriales identificados por los organismos nacionales, seleccionados sobre la base de su compatibilidad con la estrategia general. En una tercera zona designada "como área de expansión" se llevarían a cabo actividades del sector público basadas en la estrategia de desarrollo económico del área y en las recomendaciones de la unidad técnica relacionadas con los recursos. Para el resto del área del Chapare no se especificaron actividades de desarrollo debido a que no se disponía de los recursos necesarios para construir un camino principal, aunque se fijaron pautas para la preparación de proyectos.

Reunión de camioneros, colonos y miembros del equipo de estudio en la sede de la cooperativa de transporte en Villa Tunari.

MAPA 4 - ESTUDIO DEL CHAPARE - REPUBLICA DE BOLIVIA - Estrategia Espacial para Corto y Mediano Plazo

Dentro de cada zona se definió una jerarquía de asentamientos. El subcentro regional, Villa Tunari, se vinculó con el centro regional, Cochabamba, a través de redes institucionales y de comunicación. Las zonas de concentración y de consolidación se dividieron en subzonas, cada una de ellas con un centro designado. Los restantes asentamientos establecidos fueron designados como centros locales.

Esta jerarquía reflejó factores tales como la distribución de la población, la ubicación de los centros comerciales y las oficinas locales de los organismos sectoriales nacionales, y la construcción de la carretera Cochabamba-Villa Tunari-Santa Cruz, que atravesaría la zona de consolidación. También se consideró la función que desempeñarían los asentamientos en pequeños puertos fluviales como puntos de salida de productos agrícolas adicionales.

Sobre la base de esta jerarquía y de las características de cada zona, se prepararon paquetes de proyectos y programas de inversión para los asentamientos (véase el mapa 5). Los mismos incluyeron proyectos de crédito agrícola e industrias, mercados zonales y transferencia de tecnología, construcción de caminos, servicios de salud y electrificación. En los paquetes se incluyeron únicamente proyectos que tuvieran una tasa interna de retorno positiva, sin subsidios.

Los proyectos viales, de salud, de electrificación, de mercados zonales y de agroindustrias se seleccionaron sobre la base de las diversas necesidades de la comunidad y según el tamaño de cada asentamiento. No todos los asentamientos obtendrían todos los tipos de instalaciones o servicios, pero se utilizarían los mismos criterios de diseño para cada tipo de instalación construida.

El tipo y el número de agroindustrias propuestas no reflejaban el potencial teórico del área, ya que la dependencia de los caminos entre las fincas y los mercados y la ruta principal a Santa Cruz limitaba el desarrollo agroindustrial. Más aún, como la ejecución del programa vial sería más costosa que la de los otros programas, su implementación no se mantendría al mismo ritmo de la creciente producción agrícola. Por consiguiente, el equipo concentró su atención inicialmente en las industrias seleccionadoras y empacadoras de productos agrícolas locales. Las industrias elaboradoras de alimentos se inclinarían sólo cuando el sistema vial pudiera absorber el tráfico suplementario que generarían. Como se especificó en el acuerdo inicial del proyecto, sólo se planificaron en detalle las actividades que pudieran implementarse totalmente en un período de cinco a siete años.

Los programas de transferencia de tecnología y de crédito agrícola, que eran aproximadamente los mismos en todos los asentamientos, fueron ligados a las instituciones existentes y a la nueva jerarquía de dichos asentamientos. Los agricultores tendrían acceso al crédito para la producción de cultivos tradicionales (con excepción de la coca) en parcelas pequeñas, y para actividades de engorde de ganado en un matadero de Villa Tunari. Al comprar a crédito los insumos agrícolas, los agricultores podrían mantener por lo menos el cincuenta por ciento de la tierra (de seis a siete hectáreas adicionales por parcela familiar) en producción constante, y las agroindustrias locales y el mayor acceso al mercado regional estabilizarían la demanda de esta mayor producción. Los proyectos elegibles para el crédito fueron determinados sobre la base de los datos utilizados para preparar el mapa de zonas y subzonas agrícolas (mapa 3) que incluía precipitación pluvial, profundidad del suelo, potencial de inundaciones, y las restricciones causadas por las pendientes.

Los componentes forestales de los programas propuestos se limitaron a medidas de conservación hasta tanto se realizaran nuevos estudios de los recursos forestales. En su informe final, la unidad técnica recomendó limitar las concesiones de explotación de madera, introducir prácticas selectivas de corta, y abandonar la práctica de quema en las partes de árboles que no se venden. La reforestación se integró en los modelos de producción agrícola propuestos, y la unidad técnica recomendó que el Centro de Desarrollo Forestal prohibiera asentamientos adicionales en la reserva y parque nacional Isiboro Securé, donde vivía la población aborigen. Aun cuando el Gobierno de Bolivia había designado oficialmente el área como reserva, es probable que los movimientos migratorios y los conflictos de intereses probablemente se intensifiquen debido a que el camino Chapare-Beni, que se halla en construcción, atravesará la reserva.

Las directrices para la ocupación de nuevas tierras se basaron en la experiencia obtenida en áreas habitadas. Se puso énfasis en los siguientes puntos: (1) evaluar los recursos naturales del área que sería ocupada; (2) asegurarse de que los colonos tu vieran los títulos legales de sus tierras, y (3) identificar la infraestructura necesaria para sustentar la agricultura sedentaria en las tierras ocupadas. Se utilizaron estas pautas para determinar la cantidad de tierra que sería ocupada, el diseño de la infraestructura física, y la distribución de las parcelas.

MAPA 5 - ESTUDIO DEL CHAPARE - REPUBLICA DE BOLIVIA - Ubicación de Programas y Proyectos Propuestos

D. Fase II: Preparación del informe final

El informe final de la unidad técnica se presentó a la Comisión Coordinadora en abril de 1980. Preparado sobre la base del material aprobado en el informe interino, describió las inquietudes nacionales en relación con el desarrollo del Chapare, la base para una estrategia de desarrollo para la región, y los programas y proyectos de desarrollo integrado para el área (véase el cuadro 1). También incluyó versiones revisadas de asentamientos, producción de coca y mapas temáticos.

Analizando el informe final, la comisión coordinadora apoyó tres características del Proyecto Chapare:

1. Los proyectos propuestos respondían directamente a los objetivos que la unidad técnica determinó originalmente, y a la estrategia de desarrollo regional diseñada para el área.

2. La evaluación del equipo sobre los recursos naturales del área, la red institucional, el acceso a la tecnología de producción, la densidad de la población, la situación de la tenencia de la tierra, las condiciones del mercado y los factores demográficos, fue concisa y pragmática.

3. Los proyectos estaban institucionalmente y espacialmente integrados, y reflejaron una total comprensión de las necesidades, las limitaciones y el potencial del área.

La comisión coordinadora aprobó el informe final en cuestión de semanas. En este punto, los organismos de contraparte habían demostrado su apoyo a las recomendaciones del estudio, y CORDECO las había integrado en su plan de acción para el Chapare. Los colonos de la región también habían expresado públicamente su apoyo al plan.

IV. Implementación de las recomendaciones

Tres meses después de la presentación del informe cambió el Gobierno de Bolivia, por lo que el personal técnico y administrativo fue reemplazado a los niveles regional y local. Las recomendaciones del estudio fueron ignoradas con la partida del personal de contraparte que ayudó a formular la estrategia de desarrollo y el plan de acción, y porque el INC había perdido el control sobre las actividades de coordinación. Además, cuando CORDECO retiró su apoyo, el programa de implementación fue abandonado.

Agricultores vendiendo sus productos en Villa Tunari, un mercado zonal en la región del Chapare. Se recomendó la instalación de centros de comercialización similares a lo largo de la propuesta carretera Cochabamba-Villa Tunari-Santa Cruz.

Cuadro 1. RESUMEN DEL INFORME FINAL1

Componente

Presentación

Presentación

Resumen de las recomendaciones del informe y lista de los participantes del estudio.

Introducción









- Antecedentes:


(a) Objetivos y política de desarrollo socioeconómico de Bolivia


(b) El área del Chapare en la política de desarrollo regional


(c) El programa nacional de cooperación técnica

- Ejecución del acuerdo de cooperación técnica:


(a) Operaciones


(b) Resultados


(c) Contenido

- Contenido del informe

El Contexto Nacional





- El ambiente nacional y la población boliviana

- Actividades económicas

- Geografía y recursos naturales

- Sectores de producción

- Desarrollo regional y su interrelación con el desarrollo nacional

Bases para la Formulación de una Propuesta para el Desarrollo del Chapare








- Objetivos

- El diagnóstico:


(a) Chapare como recurso: el contexto


(b) Aspectos físicos


(c) Aspectos económicos


(d) Aspectos sociales


(e) Aspectos poblacionales


(f) Aspectos institucionales

Un Programa Integrado para el Desarrollo del Chapare


















- Antecedentes y criterios

- Estrategia para el desarrollo:


(a) La relación entre los objetivos y el diagnóstico


(b) La estrategia propuesta

- Programas y Proyectos; discusión detallada de acciones sectoriales específicas y componentes de proyectos:


(a) Programa agroindustrial


(b) Programa de electrificación para centros poblacionales


(c) Programa de caminos secundarios


(d) Programa de mercados zonales


(e) Programa preventivo para el cuidado de la salud


(f) Programa de crédito agrícola


(g) Programa de transferencia de tecnología agrícola


(h) Pautas generales para la ocupación de nuevas tierras

- Conclusiones y recomendaciones a corto y mediano plazo:


(a) Programa de inversión por sector


(b) Evaluación global


(c) Propuesta para la estructura institucional del área


(d) Recomendaciones principales a corto y mediano plazo

Anexos













Informes preliminares de sectores específicos:


- Suelos: estudio exploratorio


- Recursos forestales: estudio exploratorio


- Formulación y aplicación de criterios para selección de inversiones, proyectos y programas


- Aspectos socioeconómicos


- Diagnóstico de la estructura institucional


- Programa preventivo para el cuidado de la salud


- Programa de caminos secundarios


- Programa de electrificación para centros poblacionales


- Programa de producción ganadera


- Programa agroindustrial


- Programa de mercados zonales


- Programa de crédito agrícola

Información clave cartografiada







Escala

Temática

Síntesis

Proyectos

1:250 000






Suelos: estudio exploratorio

Zonificación agroecológica

Ubicación de proyectos y

Suelos: índice de información disponible

Estrategia espacial para el corto y mediano plazo*

programas propuestos*

Cubierta forestal: estudio exploratorio



Uso actual de la tierra: estudio exploratorio*



Areas con cultivo de coca*



Sistema vial



1 Gobierno de Bolivia (MACA-INC-CORDECO) y Secretaría General de la OEA/DDR, Proyecto Chapare: Estudio para el Desarrollo Integrado, Provincias de Chapare, Carrasco, Mozos y Arami, informe Final; Gobierno de Bolivia; Cochabamba, 1980.

* Cubre la porción del área de estudio actualmente colonizada (parte sur).

Sin el apoyo de un programa de desarrollo regional integrado, con una producción de coca floreciente a pesar de los esfuerzos del Gobierno por reducirla, el área plantada con este cultivo aumentó ocho veces entre 1978 y 1982, y la producción de cultivos alimenticios tradicionales cayó por debajo de los niveles de subsistencia. En estas circunstancias, el proyecto de erradicación de la coca pasó a primer lugar, mientras los otros proyectos sectoriales eran reevaluados. Los programas de salud, educación y agua potable quedaron detenidos, los problemas de tenencia de la tierra en el área del Chapare fueron ignorados, y no se implementaron proyectos agrícolas ni agroindustriales.

Con otro cambio de gobierno en 1982, CORDECO examinó nuevamente las recomendaciones del informe del Chapare. También fueron analizadas por COPLACO (Comisión de Planeamiento y Coordinación Agropecuaria de Cochabamba), un nuevo organismo de planificación creado en respuesta a las recomendaciones del equipo de estudio para ampliar la unidad técnica y hacerla parte permanente de CORDECO.

Desde la última revisión, las recomendaciones del equipo han constituido la base de un plan de acción para el Chapare, a cargo de organismos del Departamento de Cochabamba, y para solicitar asistencia técnica de los organismos internacionales. A mediados de 1983 el Gobierno de Bolivia solicitó al DDR que revisara los estudios recientes sobre el Chapare - incluyendo el propio estudio del DDR - y que identificara propuestas para financiamiento externo inmediato.

V. Lecciones aprendidas

La ETAPA DE DISEñO del estudio del Chapare mostró la importancia de:

1. Involucrar a los presuntos beneficiarios del proyecto a través de todo el estudio. Debido a que los pobladores del área ayudaron a identificar las necesidades locales y a revisar las acciones propuestas, las recomendaciones de la unidad técnica se ajustaron a la forma de vida de los agricultores del Chapare y propusieron actividades generadoras de ingresos para sustituir la producción de coca, mejores servicios sociales y de salud, y nuevos programas de crédito agrícola, ninguno de los cuales eran considerados en los programas de erradicación de la coca.

2. Restringir la recopilación de datos para ahorrar tiempo y mantener el impulso del proyecto. La unidad técnica reunió solamente los datos necesarios para diseñar las políticas geográficas y técnicas para la estrategia de desarrollo y la formulación de proyectos. Como resultado, el proyecto se mantuvo dentro del calendario de trabajo, y los recursos financieros alcanzaron hasta que se completó el estudio.

La ETAPA DE EJECUCION mostró las ventajas de:

1. Trabajar con las instituciones existentes en el Chapare, Cochabamba y La Paz. Ello resolvió varios problemas y reforzó los vínculos entre los organismos nacionales. En primer lugar, debido a que el equipo conocía las propuestas de los organismos nacionales y a que éstos se mantuvieron informados acerca de las pautas que se preparaban para el desarrollo integrado del Chapare, pudieron superarse algunas de las limitaciones del Comité de Coordinación Institucional. En segundo lugar, a través de estrechos contactos con las entidades locales, el equipo técnico se familiarizó con los requerimientos sobre la preparación de proyectos de prefactibilidad que dichas entidades debían seguir para cumplir con las instituciones internacionales de financiamiento. Esta información facilitó la definición de las tareas de los miembros del equipo en la etapa de formulación de proyectos. Los proyectos se formularon desde un principio en términos aceptables para las instituciones financieras.

2. Presentar un informe de alta calidad para la primera fase, que generó considerable apoyo institucional para el proyecto del Chapare. El documento fue tan breve que pudo ser fácilmente asimilado por los examinadores de la Comisión Coordinadora y los otros organismos nacionales. Al describir los programas propuestos y resumirlos objetivos del estudio en un apéndice de dos páginas, el informe fue claro y conciso. Una vez definidas las responsabilidades que cada entidad tenía en los proyectos, así como las áreas precisas y los grupos de población afectados por los mismos, los encargados de adoptar decisiones pudieron evaluar con exactitud el sentido práctico de cada propuesta.

3. Enfocar las propuestas de proyectos sobre la utilización de tecnologías y prácticas que ya estaban en uso en el área de estudio. Ello aumentó notablemente la probabilidad de que el plan de acción produjera resultados palpables en un plazo de dos a cinco años. Debido a que los cultivos tradicionales eran productivos y tenían una gran demanda, el equipo ahorró tiempo y gastos, ya que no tuvo necesidad de hacer pruebas de campo para nuevos cultivos ni organizar sesiones de adiestramiento para los agricultores.

4. Aceptar la inevitabilidad de la producción de coca e incorporar este cultivo en un enfoque de desarrollo integrado, o sea un enfoque más eficaz que la más estrecha perspectiva de desarrollo rural de las otras entidades sectoriales que trabajaban en el área, simplemente porque era aceptable para los colonos. En el estudio del Chapare, los asentamientos fueron considerados como una unidad del desarrollo rural integrado, y la red de asentamientos se tuvo en cuenta en los contextos regional y nacional.

La ETAPA DE IMPLEMENTACION se mejoró con las siguientes medidas:

1. Teniendo en cuenta las consideraciones de implementación en el comienzo de los trabajos, como se ha indicado antes.

2. Utilizando maestros y otro personal respetado como "agentes de cambio" para obtener apoyo para las acciones propuestas.

3. Identificando los conflictos suscitados entre los actores principales y ayudándolos a alcanzar soluciones mutuamente satisfactorias, que luego pudieran incorporarse a las recomendaciones del estudio. Los agricultores y la cooperativa de camioneros llegaron a un acuerdo en virtud del cual éstos redujeron los fletes por unidad incrementando al mismo tiempo sus ganancias, debido a que el mayor rendimiento de los agricultores constituyó un incentivo para producir y vender más cultivos.

4. Presentando el estudio regional como modelo. Aunque los proyectos propuestos estaban destinados solamente a una pequeña porción del área total del Chapare, los paquetes integrados y las pautas para el desarrollo de tierras inhabitadas resultaron de gran interés para CORDECO (que estaba asumiendo responsabilidades cada vez mayores en la dirección del desarrollo regional) y otras instituciones sectoriales que se hallaban comprometidas en la planificación del desarrollo regional. El uso del informe del Chapare como estudio de caso durante las sesiones de adiestramiento contribuyó a este interés.

VI. Bibliografía

Banco Interamericano de Desarrollo. Programa Cooperativo FAO-BID. Prioridades de Inversión en el Sector Agropecuario de Bolivia, Documento sobre Desarrollo Agrícola. N° 12. Washington, D.C., 1973.

Betancourt, E. Proyecto Chapare: Diagnosis de la Situación Institucional. Washington, D.C., OEA, diciembre 1978.

Breton, F. "Working and Living Conditions of Migrant Workers in South America". International Labour Review, 114:339-354, noviembre-diciembre 1976.

Corporación de Desarrollo de Cochabamba. Análisis Socioeconómico y Programa de Acción Inmediata. Cochabamba, 1975.

Dorsey, J.F. A Case Study of Ex Hacienda Toralapa, Upper Cochabamba Valley. R.P. N° 65. Madison, Wisconsin, Land Tenure Center, 1975.

Dorsey, J.F. A Case Study of Lower Cochabamba Valley: Ex Hacienda Parotani and Caramarca. R.P. N° 64. Madison, Wisconsin, Land Tenure Center, 1975.

Medina, E. Estudio de Mercadeo del Area de Chimoré. Cochabamba, IICA-PRODES, 1979.

Mirkow, I., y Oddone, C. Una Estrategia para el Desarrollo del Chapare. Washington, D.C., OEA, marzo 1979.

Mirkow, I., y Galleguillos, U. Presentación del Informe Final del Sector Desarrollo Social. Washington, D.C., OEA, junio 1978.

Nelson, M. The Development of Tropical Lands. Baltimore, Johns Hopkins, 1973.

OEA. Secretaría General/INC. Proyecto Chapare: Propuesta de Estudio para el Desarrollo Integrado. La Paz, OEA, mayo 1975.

OEA. Secretaría General/República de Bolivia. Proyecto Chapare: Estudio para el Desarrollo Integrado. Cochabamba, OEA, 1980.

Petit, Miguel, et al. "Resumen de las Actividades Cumplidas y de las Propuestas de Acción Formuladas para el Desarrollo del Chapare". Cochabamba, agosto 1979 (inédito).

Pohl, J., y Zepp, J. Latin America. New York, Columbia University, Institute of Latin American Studies, and E.P. Dutton, 1967.

U.S. Agency for International Development. Mission to Bolivia: Agriculture Development in Bolivia. LA/DR-DAEC/P-75-76. La Paz, 1974.

Unzueta, O. Mapa Ecológico de Bolivia: Memoria Explicativa. La Paz, MACA, 1975.

Weil, Thomas, E. Area Handbook of Bolivia. 2nd. ed. Washington, D.C., U.S. Department of State, 1973.

Wennergren, E. Boyd, y Whitaker, Morris D. The Status of Bolivian Agriculture. New York, Praegers, 1975.

Wiggins, Steve. Colonización en Bolivia: Acción Cultural Loyola, Cap. III. Sucre, 1979.

Zondag, C.F. The Bolivian Economy During Next Two Decades. Informe de la Misión de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas sobre Bolivia (documento de trabajo). La Paz, junio 11-13, 1979.

Zuvekas, C., Jr. Rural Income Distribution in Bolivia. General Working Document N° 2. Washington, D.C., U.S. Department of Agriculture, 1977.

Zuvekas, C., Jr. Unemployment and Underemployment in Bolivian Agriculture. Washington, D.C., U.S. Department of Agriculture, 1977.

Página precedente Inicěo de página Página siguiente