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I. Diagnostico

ANTECEDENTES Y OBJETIVOS

Con el objetivo general de formular un Plan de Desarrollo de los Recursos Hídricos para la Provincia de Loja, el Gobierno de la República del Ecuador solicitó a la Organización de los Estados Americanos el presente estudio como parte del Programa de Cooperación Técnica para el bienio 1990-91. El citado Plan, enfocado dentro de los propósitos generales de desarrollo económico, conservación ambiental y mejoramiento de la calidad de vida tuvo los siguientes objetivos específicos:

· Revisar los sistemas hidráulicos existentes en la provincia, definir el grado de avance y establecer un orden de priorización para la ejecución de los proyectos que conformen cada sistema.

· Enmarcar, dentro del Plan, varios de los proyectos existentes para el desarrollo hidráulico de la provincia, ayudando a definir un programa de inversiones.

· Identificar nuevas alternativas y proyectos complementarios

· Definir términos de referencia y elaborar programas de acción para la ejecución de los proyectos que sean seleccionados.

Capacitar al personal técnico en aspectos de planificación, desarrollo hidráulico, formulación de proyectos de desarrollo, manejo y conservación de recursos naturales renovables y manejo del medio ambiente.

AREA DEL PROYECTO

La Provincia de Loja, ubicada aproximadamente en la latitud 04° Sur, limita al Sur con la República del Perú, al Oeste con la Provincia de El Oro, al Norte con El Azuay y al Este con Zamora-Chinchipe. Con una superficie de 10.790 km2 contiene una población, de acuerdo al Censo de 1990, de 390 mil habitantes. Ambas cifras equivalen a un 4% de los valores homólogos del país. El 60% de sus pobladores residen en áreas rurales y se dedican principalmente a la agricultura y ganadería. Sus principales centros poblados se interconectan con carreteras pavimentadas y a su vez con las capitales de las provincias aledañas.

La provincia se divide en 15 cantones cuyas cabeceras carecen en su mayor parte de un adecuado sistema de suministro de agua potable. Las localidades menores se abastecen mediante sistemas de agua no tratada. Existen 16 proyectos medianos y pequeños de riego en construcción y operación.

Dentro de sus límites provinciales se encuentran cuatro sistemas hidrográficos que son por el Norte el del río Jubones, por el Este el del río Santiago que forma parte de la cuenca del río Amazonas y por el Noroeste, Puyango-Tumbes que en su conjunto cubren el 35 % de su superficie. El saldo, es decir el 65%, corresponde al sistema Chira-Catamayo. Cabe destacar que durante los últimos años se han preparado los proyectos Puyango-Tumbes y Chira-Catamayo, de carácter binacional, destinados al riego de extensas zonas dentro y fuera del Ecuador y a la generación energía hidroeléctrica.

ASPECTOS CLIMATICOS E HIDROLOGICOS

El aspecto más peculiar del clima de la Provincia de Loja, que lo diferencia del resto del país, se debe al abrupto y caótico relieve y al fenómeno de la desertificación que avanza desde el Sur.

Sobre la provincia actúa el Frente Intertropical, el efecto de la interacción de la Corriente del Niño y Corriente fría de Humboldt, los Vientos Alisios y la típica orografía serrana y costanera. Los relieves locales interceptan, como barreras, la penetración del aire húmedo de los dos frentes citados anteriormente provocando fuertes contrastes térmicos a corta distancia. De esta manera en los valles del Catamayo y en la margen izquierda superior del río Jubones, aparecen mesoclimas tropicales semidesérticos como consecuencia de la presencia de fenómenos climáticos ligados al relieve.

La temperatura media anual fluctúa entre 13°C en Saraguro, por el Norte y 24°C en Macará en el extremo austral. Aunque la precipitación media anual de la provincia es de 950 mm, las variaciones a lo largo y ancho varían entre un 40 y 250%. Como consecuencia de todos estos factores la región en estudio presenta Una serie de microclimas.

Al analizar las precipitaciones mensuales se determinaron cinco tipos o zonas de régimen pluviométrico que siguen la orientación de la Cordillera de los Andes. Las primeras tres, viniendo desde la costa, presentan períodos lluviosos que terminan en mayo pero cuyo inicio se va adelantando de enero a octubre a medida que se avanza desde la costa hacia el interior a tal extremo que las dos zonas más orientales presentan lluvias a lo largo de todo el año.

El régimen de evapotranspiración potencial de la provincia permite inferir que el segundo semestre del año (particularmente los meses de octubre y noviembre) constituye el período crítico para el desarrollo y crecimiento de los cultivos y de la vegetación arbórea natural, desde el punto de vista de la humedad atmosférica y del suelo. En otras palabras, en muy pocas localidades se puede realizar agricultura sin riego durante el período julio-diciembre que a veces se prolonga hasta enero.

En base a 15 estaciones meteorológicas se determinó un número igual de zonas edafo-climatológicas más o menos homogéneas en cuanto a clima y suelos a las cuales se agrega el páramo. Ello permitió establecer los déficits y excesos de agua y consecuentemente los requerimientos generales de riego.

Mediante la consolidación de 25 series, de 25 años, de lluvias a nivel mensual y las estadísticas de caudales provenientes de una red de 7 estaciones hidrométricas se elaboró un modelo estadístico-estocástico-lluvia-escorrentia que permitió obtener caudales (de 70% de probabilidad de ocurrencia) razonablemente confiables en los sitios de posibles obras de derivación para el riego. Para los mismos sitios se generaron hidrogramas de crecidas, con 50 años de recurrencia, utilizando el modelo del US Soil Conservation Service.

Durante la ejecución del estudio se efectuaron dos campañas de muestreo de la calidad del agua en 11 lugares. Se observó la presencia de elevadas concentraciones de mercurio (> 5 ppm en 7 lugares) y de bacterias coliformes. Estos últimos exceden los valores tolerables aún para la irrigación.

RELIEVE Y EROSION

El 86% del área de la provincia presenta un relieve montañoso y colinoso con pendientes mayores al 16%, siendo la zona central y oriental la más montañosa. La erosión es el producto de concurrencia de todo un proceso integrado de varios factores, entre los cuales cabe citar: material parental suave y frágil, fuertes pendientes, clima seco, lluvias fuertes y poca cubierta vegetal natural. A ello se suma la acción depredadora del hombre con actividades de sobrepastoreo, deforestación y laboreo inadecuado.

El proceso anterior se refleja en el deterioro creciente de la producción de agua en cantidad y calidad. La infiltración del agua se ha visto reducida, incrementándose la escorrentía superficial con abruptas y fluctuantes crecidas con el consecuente arrastre del suelo.

El 42 % de la provincia demuestra señales de una erosión muy severa de origen principalmente antrópico, teniendo como resultado la formación de surcos y cárcavas profundas. El 55% del territorio está afectado por una erosión ligera de origen pluvial.

Con el fin de cuantificar las pérdidas de suelo se utilizaron métodos indirectos1 dividiendo los cuatro sistemas hidrográficos en 15 cuencas y 30 subcuencas, considerando primordialmente la ubicación de las principales estaciones hidrométricas. Las mayores estimaciones de pérdidas unitarias anuales de suelo se detectaron en las subcuencas de Quebrada Grande y río Playas, que forman parte de la cuenca del río Catamayo-Playas, y en la cuenca del río Puyango-Cazaderos situados respectivamente en la parte central y noroccidental de la provincia y fueron del orden de 1.940, 1.460 y 1.200 m3/ha/año respectivamente. Aunque al término del estudio se contaba con unas 550 medidas del caudal sólido en suspensión, efectuadas en los sistemas Catamayo y Santiago, los resultados aún no pueden ser considerados suficientemente representativos. Estimaciones muy preliminares arroyan valores que varían entre 69.000 y 1.000.000 de ton/año.

1 Para el análisis geomorfométrico se utilizó la metodología del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza-CATIE.

USO DEL AGUA

Gran parte del consumo doméstico del agua se obtiene directamente de fuentes, en muchos casos, con elevado grado de contaminación y en forma racionada. Este último factor no permite que se obtenga un cuadro de la verdadera necesidad del recurso agua. A nivel rural el 34% de la población está conectada a la red pública, el 20% se surte de pozos, el 40% por medio de ríos, vertientes, acequias o canales y el resto por medio de carros repartidores u otros medios. A nivel urbano en cambio el 91% se surte de la red pública y el resto de pozos, ríos, vertientes, acequias, carros repartidores u otros medios.

En lo que se refiere al servicio de alcantarillado sanitario el 80% de la población rural no tiene ningún tipo de servicio mientras que a nivel urbano el 73 % tiene conección a alguna red y sólo un 12% no tiene ningún tipo de servicio. Se ha previsto que para el año 2020 habrá una demanda de 459 l/s para el sector rural y 1.286 l/s para el sector urbano.

Existen numerosos proyectos preparados por el Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias, destinados a atender una buena parte de los centros poblados.

La mayor parte de las concesiones de agua otorgadas por el INERHI hasta junio de 1992, que totalizan 12.176 l/s, corresponden al riego a cargo del sector privado. A ello se agrega un conjunto de proyectos de riego del INERHI, conformado por 11 en operación y 5 en construcción que en su totalidad comprometen 12.850 l/s. Para el suministro de agua de uso doméstico se estimaron 182 l/s comprometidos. No existen concesiones para el uso de agua en procesos mineralógicos donde se exige el reciclaje. Se preparó un esquema topológico en el que se detalla la distribución espacial de las concesiones.

SUELOS

Los suelos de una manera general tienen las siguientes características:

· En los horizontes predomina la arcilla (30-50%)

· El PH oscila entre neutro a alcalino (7-8)

· La disponibilidad de materia orgánica y nitrógeno es media; el contenido de fósforo es generalmente bajo y la provisión de potasio es alta, especialmente en áreas secas y tropicales.

Casi la mitad de la provincia (45%) está cubierta por suelos (Clase VII) inapropiados para uso agropecuario pero que pueden destinarse a la explotación de recursos forestales. Si las condiciones climáticas son favorables podrían incluirse árboles frutales con cultivos permanentes como café y cacao. Dichos suelos se localizan en áreas con pendientes mayores del 58% y muy a menudo asociados con suelos de las clases VI y VIII. En síntesis, los suelos con aptitud forestal y silvopastoril cubren el 54% de la provincia o sea 596.700 ha.

Un 15% de la provincia es ocupada con tierras no aptas para fines agropecuarios ni explotaciones forestales. En cambio un 30% de la superficie cuenta con tierras aptas para cultivos intensivos (Clases II, III y IV). El saldo de los suelos (Clase VI) corresponde a tierras apropiadas para cultivos permanentes, pastos y explotaciones forestales. Ver Mapa A-6. Un 30% de las tierras se consideran potencialmente regables pero sólo una quinta parte de ellas es regable sin limitaciones.

MEDIO BIOTICO

La mitad de las tierras de la provincia es dedicada actualmente a actividades mixtas predominando las combinaciones pastos naturales-cultivos anuales y pastos artificiales-cultivos permanentes que ocupan la cuarta parte de la provincia. Le sigue en orden de importancia la cobertura forestal que abarca el 28% de la superficie y se compone fundamentalmente de bosques naturales muy intervenidos y matorrales, una vegetación leñosa que sobrepasa los 5 metros y crece en sectores de topografía escarpada y montañosa. El 12% es dedicado a pastos cultivados y naturales y sólo el 5% a la agricultura pura.

Desde 1962 se han iniciado varios intentos de forestación y reforestación con resultados todavía bastante modestos. En las plantaciones artificiales efectuadas se destaca la utilización del Pinus radiata y pátula conjuntamente con Eucalyptus glóbulos, saligna y camaldulensis. Los bosques así formados se destinan a la explotación.

En el área del proyecto se pueden identificar las zonas de vida natural según L.R. Holdridge que lamentablemente han sido muy degradadas por la intervención humana. Ver Mapa A-5.

Se detectaron 11 zonas de vida. Refiriéndose sólo a las que predominan especialmente, se debe citar en primer lugar la Zona de Bosque Seco-Montano Bajo localizada entre 2 a 3.000 m que representa el 21% del área de estudio. La vegetación primaria ha sido alterada completamente. En la actualidad se observan muy pocas asociaciones de árboles y muchas áreas de cultivos de subsistencia. En seguida la Zona de Bosque Seco-Pre Montano situada entre 100 y 2.000 m cubre un 17% del área. La mayoría de los pobladores que habitan esta zona practican agricultura de subsistencia durante 6-8 meses en el año en las partes altas de las montañas habiendo sido desplazado de los pequeños valles sisados bajo los 800 m. La vegetación natural es muy limitada y en algunos sectores nula y los terrenos se hallan erosionados. Se observa sobrepastoreo causado por cabras, mulas y vacunos. El hombre ha colaborado en destruir los bosques naturales en su afán de obtener zonas de cultivos. Lo mismo sucede en la Zona de Bosque Húmedo-Montano Bajo que se halla entre los 1.800 y 2.000 m y ocupa un 14% del área. Siendo esta zona muy productiva, se han destruido los bosques protectores y las cuencas de los ríos presentan deficiencias marcadas de humedad en la temporada seca.

En la Provincia de Loja, luego de la Reforma Agraria, se inicio un proceso violento de deforestación para ampliar la frontera ganadera y así compensar los pastizales que les fueron negados a los campesinos, lo cual incide en la desaparición de especies vegetales de utilidad silvopastoril.

Entre 1954 y 1990 se ha incrementado la superficie de pastizales de 189 mil a 422 mil ha. Durante el mismo periodo se ha producido un incremento del número de cabezas de ganado (bovino, porcino, caprino, ovino y equino) y consecuentemente su densidad ha aumentado de 0,4 a 0,5 cabezas por ha. Las praderas con pastos naturales presentan signos de degradación por estar sometidos a altas presiones de carga animal. En las fincas mayores a 5 ha se observa un incremento de la superficie de pastos a expensas de la reducción de la frontera agrícola. En la zona seca de la provincia, las especies forrajeras arbóreas y arbustivas desempeñan un papel importante en el suministro de alimento para el ganado.

La destrucción de las especies de animales oriundos es inminente por el seccionamiento de sus nichos de vida. Así las aves desaparecen junto con la reducción de las especies que contribuyen a su sustento. Los mamíferos como dantas, tigrillos y venados están desapareciendo pues en la provincia se caza y se cultiva con venenos.

Con el objeto de rescatar algunas calidades de las zonas naturales y poder mantener una biodiversidad exclusiva de cada piso altitudinal y climático y ante el proceso de alteración de sus bosques, el Gobierno del Ecuador creó en 1976 el Sistema Nacional de Areas Protegidas del Estado, con una serie de categorías de manejo. En los últimos años se ha producido un cambio en la política de manejo de áreas protegidas con la participación de organismos no gubernamentales. En la provincia existen 6 áreas protectoras legalizadas que cubren unas 46 mil ha. Además se ha propuesto un conjunto de 17 lugares para que sean declarados Areas Naturales.

MEDIO SOCIOECONOMICO

La población de la provincia ha crecido entre 1950-90 a una tasa anual uniforme de 1,4% que es más baja que la tasa correspondiente al país. Al igual que en el resto de las provincias tiende a concentrarse en la capital de la provincia y en las cabeceras cantonales. Aún así sigue predominando la población rural frente a la urbana.

La categoría de trabajo por cuenta propia abarcó el 48% de la población económicamente activa seguida con el 37%, por la de empleada o asalariada.

Las difíciles condiciones naturales y socioeconómicas de los campesinos pequeños y medianos de la provincia ha causado un fuerte flujo migratorio hacia Guayaquil, Quito, Santo Domingo y el Oriente que se acentuó a partir de 1968 al presentarse una de las más devastadoras sequías del siglo. En aquella época los valles subtropicales de la zona suroccidental quedaron prácticamente abandonados. El Censo de 1990 señala un balance negativo de -164.183 personas equivalente al 43 % de la población.

Para poder efectuar las proyecciones de la población para los años 2000, 2010 y 2020 se partió de la hipótesis que con la puesta en marcha de un conjunto de acciones que se señalan más adelante los balances migratorios negativos se reducirán en un 50% y se asumió una tasa de crecimiento acumulativa anual de 1,6%. De igual manera para el crecimiento de la población económicamente activa (PEA) total y agropecuaria se asumieron tasas anuales de 2,9 y 1,4% respectivamente asumiendo que se creará un mayor número de empleos a través de los proyectos de desarrollo en las áreas afectadas por el Programa de Manejo y Conservación de los Recursos Naturales Renovables y el Plan Provincial de Riego.

El analfabetismo, de acuerdo a los tres últimos censos, se ha reducido del 24 al 9% siendo relativamente menor que en el resto del país. El índice de mortalidad en 1987 fue de 4,24 por mil, muy inferior al nacional (5,3 por mil).

En la provincia funcionan 484 centros de educación primaria popular, distribuidos en los 15 cantones. El 88% de los establecimientos de educación primaria se localiza en el área rural. En el año lectivo 1990-91 se registraron 113 establecimientos de nivel medio. En la ciudad de Loja hay dos universidades.

La provincia cuenta con 10 hospitales, 3 centros de salud, 44 subcentros, 23 servicios de salud comunitaria, 49 dispensarios y 44 puestos de salud. Hasta 1990 se registraron 99.772 viviendas particulares. El 65% de las viviendas se hallan localizadas en las áreas rurales. Aunque la provincia cuenta con diversos recursos turísticos, su grado de desarrollo es aún incipiente debido a la falta, sobre todo, de vías de acceso.

El sistema vial se conforma con la Carretera Panamericana que la atraviesa de Norte a Sur y 5 ramales que unen esta provincia con las provincias aledañas. Cuenta además con 2 aeropuertos situados a 38 y 240 km de la capital.

A pesar de que Loja dispone de unos 460 MW de origen hidráulico, técnicamente explotables, su aprovechamiento no es factible por razones económicas. La Provincia recibe energía por medio del Sistema Nacional Interconectado. Según el Censo de 1990, el 52% de la población dispersa utiliza leña como fuente energética.

En lo que respecta a los sistemas de tenencia una encuesta hecha por el Proyecto señaló la existencia de un 88% de propietarios, 8% de arrendatarios y el saldo de aparceros y otras formas.

La misma encuesta indicó que, en una muestra de 300 Unidades de Producción Agrícola, el 55% corresponde a un estrato de menos de 5 ha, 35% de 5-20 ha y el saldo, a estratos mayores de 20 ha. Normalmente en fincas menores a 5 ha, el 64% de sus superficies se dedica a cultivos, el 29% a pastos y el saldo a bosques y otros usos mientras que en fincas mayores a 50 ha el 64% se dedica a pastos.

A pesar de que el tamaño promedio de las familias campesinas lojanas es de 7,7 personas, la disponibilidad de fuerza de trabajo se reduce substancialmente por la incidencia de los fenómenos migratorios quedando un promedio de 5 personas que viven permanentemente en la finca-hogar.

Durante los estudios se logró estimar el uso de la fuerza de trabajo en los cultivos por tipo de actividad así como los rendimientos unitarios de los principales cultivos de la provincia comparados con aquellos a nivel nacional. De igual manera se estimó el destino de la producción según cultivos (Consumo humano, semilla, alimento para animales y venta) así como la actual producción total y comercializada a nivel de los principales cultivos. Finalmente se analizó el sistema e comercialización detectando un ingreso promedio per cápita de la PEA equivalente a 1.193 dólares anuales por persona apta para el trabajo. Unicamente el 27% de las personas entrevistadas se benefició directa o indirectamente con algún tipo de crédito. El 71% de los entrevistador no habla recibido asistencia técnica de ningún tipo.

La organización social en el agro lojano es muy limitada. De la muestra considerada sólo el 26% afirmó pertenecer a algún tipo de organización como cooperativas, asociaciones, comunas, juntas de aguas o de regantes. De acuerdo al Ministerio de Industrias, Comercio, Integración y Pesca, la mayoría de las industrias lojanas se enmarca dentro de la pequeña industria siendo las más numerosas aquellas que se dedican a la industrialización de la madera, alimentos, bebidas y tabacos. Por las características geológicas de la provincia, la actividad minera en el futuro se proyecta a la explotación principalmente de oro.

ASPECTOS LEGALES E INSTITUCIONALES

En relación con este proyecto la planificación a nivel nacional le corresponde al Consejo Nacional de Desarrollo-CONADE, al Instituto Ecuatoriano de Recursos Hidráulicos-INERHI, al Instituto Ecuatoriano de Electrificación-INECEL y al Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias-IEOS. A nivel regional, la planificación está a cargo del Plan Hidráulico de Loja-PHILO, el Programa de Desarrollo para Región Sur-PREDESUR y el INERHI. Adicionalmente existen los ministerios y otras agencias gubernamentales que tienen competencia en todo el país. Se preparó una matriz institucional que señala una multiplicidad de organismos gubernamentales con funciones superpuestas en el manejo y conservación de los recursos naturales renovables.

El ordenamiento jurídico Estado Ecuatoriano se constituye por un sistema jerarquizado de normas legales. La máxima expresión legal del Estado es la Constitución Política, a la que se subordinan todas las demás normas legales. Las leyes que tiene relación directa con el manejo y conservación de los recursos naturales renovables son las siguientes:

· Ley de creación del Instituto Ecuatoriano de Recursos Hidraulicos
· Ley de aguas
· Ley de prevención y control de la contaminación ambiental
· Ley forestal y de conservación de áreas naturales y vida silvestre

ESTRATEGIA DE DESARROLLO

Las potencialidades y limitaciones que presenta la Provincia de Loja y que han sido puntualizadas a lo largo del presente documento, demandan la búsqueda de caminos adecuados que viabilicen la marcha de la región hacia el tan deseado desarrollo económico y social. Cabe en este diagnóstico, como corolario de los trabajos realizados, presentar someramente las ideas básicas de desarrollo que se proponen y que requieren ser atendidos por programas, proyectos y acciones formulados en forma tal que se pueda esperar a corto y mediano plazo mitigaciones y mejoras de las actuales condiciones particularmente en las zonas rurales. En este sentido se presenta un listado de ideas cuyo orden no necesariamente corresponde a su nivel de importancia:

· Crear puestos de trabajo en el sector agrícola, forestal y silvopastoril

· Mejorar la productividad en el sector agrícola y agropecuario

· Incrementar y diversificar la producción

· Frenar la emigración de las zonas rurales Controlar el avance de la desertificación

· Crear conciencia ecológica tanto a nivel rural como urbano

· Mejorar la coordinación interinstitucional

· Mejorar el manejo de los recursos naturales renovables y prácticas silvopastoriles

· Integrar al campesino en la concepción y ejecución de actividades de manejo y conservación

· Reforzar la aplicación de las leyes y reglamentos relacionadas con el manejo del medio ambiente

· Evitar que la construcción y mantenimiento de las obras de infraestructura, particularmente las carreteras y obras de riego impacten negativamente en el medio ambiente

· Controlar los efectos de la erosión en todas sus etapas

· Mejorar el sistema de comercialización en las zonas rurales

· Controlar la presencia del mercurio en los recursos hídricos superficiales

· Mejorar las prácticas de riego

· Motivar la creación de agroindustrias

· Orientar al campesino sobre prácticas de manejo en laderas y en el uso de productos agroquímicos

Para poder atender estos y otros problemas crónicos de la provincia se propone formular, para ser ejecutado dentro del horizonte de tiempo establecido, un Plan Provincial de Riego y un Plan de Manejo y Conservación de los Recursos Naturales Renovables.

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