La Primera Vuelta
(presentación del señor Rafael Bielsa)

La Misión de Observación Electoral fue organizada como respuesta a la solicitud que cursara el Gobierno de la República del Ecuador a la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos. Los Acuerdos sobre Inmunidades y Privilegios y los relativos a los Procedimientos de Observación Electoral fueron suscritos por mi en mi calidad de Jefe de Misión, como es de rigor, con las autoridades competentes.

La Misión, realizó en ocasión de la primera vuelta electoral cuatro viajes previos a su instalación permanente en Ecuador. El primero, tuvo como propósito fundamental la concertación de audiencias con las autoridades gubernamentales y electorales del país, así como la realización de las primeras entrevistas con distintos referentes y candidatos políticos. En esa oportunidad, la Misión tuvo particular cuidado en difundir los dos propósitos relevantes de su gestión:

• la disposición de apoyar los esfuerzos nacionales para contribuir al objetivo de brindar la mayor transparencia, imparcialidad y credibilidad al evento electoral,

• la intención de observar las etapas del proceso electoral e informar a los Estados miembros de la OEA y a su Secretario General los resultados de sus labores.

Los tres viajes siguientes fueron programados con el fin adicional de profundizar conocimientos sobre algunos elementos de la organización electoral que se utilizarían en los comicios. En dicha oportunidad presente mi primer informe pre-electoral que recogió las apreciaciones en torno a la administración electoral, la campaña política, la observación nacional, las quejas y denuncias formalmente recibidas, el papel de los medios de comunicación y las recomendaciones que la Misión presentó a las autoridades ecuatorianas.

Con el fin de atender el proceso electoral del 15 de octubre, la Misión se instaló oficialmente el día 08 y contó con la participación de 131 observadores de 16 Estados miembros y de Corea del Sur, Israel, Japón, Suecia y Suiza quienes, en su gran mayoría, habían participado en anteriores elecciones ecuatorianas, además de ser muchos de ellos profesionales con notoria experiencia en materia electoral.

Fueron establecidas 14 subsedes, en cabeceras de provincias. Con esta distribución, y los recursos de movilidad y medios de comunicación idóneos para realizar las visitas a cada uno de ellas, se logró cubrir en la etapa pre-electoral gran parte del territorio nacional.

En fecha 11 de octubre la Misión presentó su segundo informe pre-electoral, destacando en ocho puntos los aspectos más relevantes de sus tareas de observación. Durante los últimos días de la campaña, la Misión contribuyó a trasladar al Tribunal Supremo Electoral distintas denuncias, quejas e inquietudes alrededor de los procedimientos que aplicarían en ocasión de la primera vuelta electoral. Asimismo, promovió el diálogo, el acercamiento y la construcción de consensos alrededor de diferendos o conflictos que existieron entre los protagonistas del proceso.

Es de precisar que la Misión señaló en forma reiterada dos aspectos importantes en torno al proceso electoral: en primer lugar, la necesidad de que se mejoraran los canales de comunicación entre la máxima autoridad electoral y los distintos actores políticos y sociales del país. En segundo lugar, las insuficiencias en la planificación de las actividades relacionadas a la Transmisión Preliminar de Resultados, denominada TREP, en virtud de las deficiencias presentadas en los simulacros efectuados. La Misión de manera verbal y escrita planteó al Tribunal Supremo Electoral y a la opinión pública la necesidad de realizar pruebas integrales en situación de stress electoral para poder detectar el nivel de eficiencia de este procedimiento.

Igualmente debo señalar que en mi condición de Jefe de Misión recibí algunas criticas, las cuales conllevaron a que la Misión reforzara en sus mensajes el alcance y contenido de su mandato en el país y continuara con sus esfuerzos para garantizar el papel de objetividad, imparcialidad y neutralidad que la caracterizó en todo momento.

El día de la elección, fueron observad ajuntas receptoras del voto en los centros de votación distribuidos en distintas provincias del país. Del trabajo de observación realizado la Misión destacó alrededor de la primera vuelta electoral lo siguiente:

• Que la jornada electoral comenzó con dificultades organizativas, demoras en la constitución por ausencia de miembros de las juntas receptoras del voto y problemas con la documentación electoral y los materiales electorales.

• Que en las zonas de población indígena faltó mayor capacitación, materiales y miembros de las juntas receptoras del voto que pudieran expresarse en el idioma local, así como que los mecanismos de información y orientación del ciudadano resultaron insuficientes.

• Que hubo escasa presencia de fiscales o veedores de los partidos políticos participantes.

• Que en algunos casos hubo recintos electorales que resultaron inadecuados para el número de votantes, por lo que no se garantizó plenamente el secreto del voto, pues el ciudadano quedaba a la vista y expuesto mientras escribía las papeletas.

• Que en diversas localidades se registraron actividades proselitistas reñidas con la legislación vigente.

• Que una vez finalizada la jornada de votación, durante las primeras horas del periodo postelectoral el sistema de transmisión preliminar de resultados funcionó con cierta normalidad, pero posteriormente se verificaron problemas que motivaron el cese de la transmisión por parte de la empresa prestadora de este servicio. Ello conllevó a que no se completara la emisión de los resultados ni para los cargos de Presidente y Vice Presidente de la República, ni para los cargos de diputados al Congreso de la Republica.

Esta situación generó importantes retrasos en conocer los resultados definitivos para las distintas dignidades y generó una serie de conflictos post electorales en distintas provincias del país. Una vez conocidos los resultados del computo oficial y definitivo por parte del Tribunal Supremo Electoral que no arrojó un ganador en primer vuelta, se pasó a la segunda vuelta electoral prevista para el 26 de noviembre que culminaría con la elección del Presidente y Vice Presidente de la República.

Dicho lo que antecede, Misión destaca que el proceso electoral celebrado el 15 de octubre pasado se desarrolló en un marco de calma y orden que permitió el libre ejercicio del sufragio.

La Segunda Vuelta Electoral
(participación del señor José Antonio Viera Gallo)

En mi carácter de representante especial designado por el Secretario General, conjuntamente con el subjefe del a Misión, señor Moisés Benamor iniciamos a partir del 22 de noviembre en la capital ecuatoriana nuestras actividades en ocasión de la segunda vuelta electoral.

Con anterioridad a la llegada del Jefe del a Misión, sostuve reuniones con autoridades gubernamentales, lectorales, agrupaciones políticas y representantes de la sociedad civil a fin de conocer el ambiente previo a la elección.

La Misión conoció posiciones e inquietudes expresadas por diversos sectores políticos y sociales de la población ecuatoriana respecto de las incidencias producidas en el marco de la primera vuelta electoral y sus apreciaciones de la segunda vuelta.

De igual manera constató de todos los contactos sostenidos con distintos sectores de la vida pública en Ecuador la firme voluntad en la sociedad ecuatoriana de vigilar y fortalecer su institucionalidad democrática, así como de superar los actuales problemas por los que atraviesa el país.

Con la participación de 83 observadores la Misión acompañó a los ecuatorianos en ocasión de la segunda vuelta electoral. El día del a jornada electoral tuve la oportunidad de observar la instalación y apertura de las mesas, el proceso de votación así como el cierre y escrutinio de votos. En todo momento, es de destacar el óptimo desenvolvimiento de los procedimientos aplicados y pude conocer las medidas que tomó el Tribunal Supremo Electoral con el fin de facilitar el ejercicio del sufragio. Además, he de reconocer el trabajo de los miembros de las Juntas Receptoras del Votos.

Igualmente, vale destacar en ocasión de esta segunda vuelta electoral la participación de los fiscales de las organizaciones políticas, lo cual permitió una supervisión oportuna y veraz del desarrollo del proceso electoral.

Durante la observación realizada se presentaron inconvenientes aislados que si bien no alteraron el proceso electoral en su conjunto, constituyen aspectos que seguramente serán atendidos en aras de una mayor eficacia en futuros procesos electorales.

Durante el día de la elección se recibieron denuncias verbales por parte de dirigentes y militantes de ambas organizaciones políticas sobre actividades proselitistas de los partidos contrarios. Al respecto, la Misión expresó en oportunidad de su reporte de actividades de la jornada electoral, que los actores sociales, políticos y gubernamentales del país seguramente reflexionaran de manera conjunta para reglamentar con mayor claridad los alcances y limitaciones de las actividades de los actores políticos durante el día de la elección.

Igualmente exhortó a las autoridades electorales a continuar trabajando a fin de facilitar el ejercicio del sufragio a todos los electores y en ese sentido recomendó que para próximos procesos electorales se genere un diseño logístico tanto en el biombo para emitir el sufragio como en su ubicación en los centros de votación con la finalidad de garantizar mejor la privacidad del voto.

Es de destacar el papel que protagonizó la sociedad civil mediante las iniciativas de observación nacional. La observación de Participación Ciudadana y de la Asociación Quelkaj hicieron evidente su alto compromiso democrático, en especial, manifestando el interés de actuar activamente en el fortalecimiento de la institucionalidad democrática así como en la construcción de un proceso electoral legítimo y transparente.

La Misión espera que las lecciones aprendidas durante este proceso, así como las prácticas exitosas inspiren las necesarias reformas al régimen electoral ecuatoriano que logren el mejoramiento de la organización y administración electorales.

La segunda vuelta electoral de las elecciones para Presidente y Vicepresidente de la República así como la Consulta Popular celebrada el 26 de noviembre en el Ecuador se han desarrollado en un ambiente de tranquilidad, permitiendo que la voluntad de los electores se exprese libremente.

Por tal motivo deseo destacar el trascendente papel que jugó la población ecuatoriana y en especial su electorado, quienes acudieron, una vez más, a ejercer el sufragio de manera pacifica y cívica reiterando su convicción democrática. Para ellos él más sincero reconocimiento.

Cierre de la Presentación
(participación del señor Rafael Bielsa)

En estos momentos, el Tribunal realiza las ultimas actividades relacionadas con el escrutinio definitivo de la selecciones 2006. Si bien este proceso ha enfrentado algunas dificultades de carácter técnico, retrasos en torno a la contabilización de los votos para candidatos a congresistas y ciertos cuestionamientos por parte de algunos sectores, es posible afirmar que el mismo se desarrolló adecuadamente. Por tanto, la Misión confía en que la declaratoria de la elección se realizará con apego a la legalidad y de manera legítima.

Es oportuno destacar que el papel de la Misión es de observar el proceso electoral en su conjunto y que en este particular no puede ni debe desempeñar roles reservados por la legislación nacional a órganos internos específicos. Sin perjuicio de lo cual la Misión permanece atenta a los tramites todavía pendientes del proceso electoral.

En mi carácter de Jefe de Misión deseo agradecer en primer lugar, a las Instituciones del Estado Ecuatoriano, en especial al Tribunal Supremo Electoral; a las autoridades del Gobierno, a los sectores políticos y sociales del país, a todos y cada uno de los integrantes del a Misión, quines demostraron su compromiso con el buen funcionamiento de este importante ejercicio democrático de la OEA. A Brasil, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón y Suiza por su contribución económica y apoyo en las labores de la Misión.

Desde su instalación en el Ecuador la Misión percibió la inquebrantable voluntad de su población en formar parte activa en elecciones participativas, legitimas y transparentes, por lo que puedo asegurar que esta voluntad del pueblo ecuatoriano permitirá una evolución institucional acorde con los retos y desafíos que el país presenta.