Discursos

SEÑORA MARÍA SOLEDAD ALVEAR VALENZUELA, CANCILLER DE CHILE
REUNIÓN INFORMATIVA CON OBSERVADORES PERMANENTES

8 de junio de 2003 - Santiago, Chile



Estimados Señores Jefes de las Delegaciones de los Estados Observadores Permanentes,

Es para mi un honor darles la bienvenida oficial a nuestro país en nombre del Gobierno de Chile. Les agradezco que hayan decidido participar en esta Asamblea General y que hayan asistido a este encuentro.

La sesión de sólo dos días de la Asamblea nos obliga a ser muy rígidos en el manejo del tiempo y nos deja poco margen para compartir con todas las Delegaciones.

Por esta razón, y debido a la importancia que atribuimos a su presencia en esta Asamblea, es que los he invitado con el propósito de saludarlos y aprovechar esta oportunidad para entregarles informaciones sobre los contenidos más relevantes de este encuentro.

La Gobernabilidad Democrática

En nuestro Hemisferio, hace doce años suscribimos en esta ciudad el Compromiso de Santiago con la Democracia y la Renovación del Sistema Interamericano. En esa oportunidad, aprobamos la Resolución 1080 sobre Democracia Representativa, iniciándose un proceso de consolidación de los valores y los principios que organizan la convivencia política.

La Carta Democrática Interamericana, aprobada en Lima en 2001, marcó un hito en este proceso.

Hoy la sociedad hemisférica está integrada por una mayoría de países que comparten valores y principios democráticos. Ellos deben reafirmarse para responder a los desafíos que enfrentamos en la región.

Esta situación se ve reflejada por un hecho significativo. Si bien en América Latina más de la mitad de la población apoya la Democracia, su grado de satisfacción solo alcanza a un tercio.

El camino para asegurar una gobernabilidad democrática debe asumirse desde tres dimensiones: la del desarrollo y modernización institucional; la equidad en el modelo económico y la de una integración social participativa.

No seguir ese camino nos dejaría sin herramientas para prevenir la frustración ciudadana y superar el peligro que representa la indiferencia frente a la política, frente a la tarea pública, frente a la propia democracia.

Entonces, surge la importancia de analizar fórmulas que permitan perfeccionar el sistema político; mejorando la gestión pública; buscando mecanismos que fortalezcan los partidos políticos, instancias principales para canalizar las demandas ciudadanas dando una mejor y mayor atención a los esfuerzos para consolidar la cultura democrática.

En suma, avanzar hacia un Estado más ágil, que pueda atender las necesidades de la población y ayudar a fortalecer el concepto de ciudadano activo.

Es decir, un ciudadano consciente de sus derechos; un ciudadano que se sienta representado y parte de un proyecto común de sociedad.

Para implementar este diseño, la OEA constituye un espacio privilegiado de cooperación con el fin de construir estrategias que nos permitan avanzar hacia una mejor gobernabilidad democrática.

Por ello, a través de algunas medidas operativas, queremos poner de relieve nuestro compromiso con el propósito fundamental de la puesta en práctica de los valores y objetivos que promueven la Carta Democrática Interamericana. Ella nos obliga a impulsar la gobernabilidad, la buena gestión, los valores democráticos y a fortalecer la institucionalidad política y de la sociedad civil organizada.

En dicho contexto queremos aprobar en esta Asamblea una “Declaración de Santiago sobre Democracia y Confianza Ciudadana: un nuevo compromiso con la Gobernabilidad para las Américas”, cuyo objetivo político es instalar en la OEA un punto focal de cooperación para facilitar la gestión de programas que permitan ayudar a los Estados y a las sociedades a fortalecer la gobernabilidad.

Este serviría como uno de los antecedentes para ordenar las prioridades e interrelaciones de los desafío políticos, sociales y económicos, y apoyaría a los Gobiernos, quienes tienen la responsabilidad de mejorar la calidad de la democracia.

Por otro lado, pensamos proponer un proyecto de resolución de carácter operativo, titulado “Programa de Gobernabilidad Democrática de las Américas”, cuyo propósito sea incluir el tema en las actividades del próximo período de trabajo de la OEA.

El mismo pone de relieve el compromiso con los principios y objetivos que promueven la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, instando a los Estados miembros a que, en el marco de ambos instrumentos, adopten medidas de promoción y fortalecimiento de la gobernabilidad democrática.

Además, el documento encomendará a la Secretaría General la elaboración de un “Informe de Gobernabilidad Democrática en la Región”, que contenga sugerencias concretas para promover los procesos de modernización del Estado y de la reforma judicial como su eje central; a impulsar la plena participación de la ciudadanía en el sistema político y a fortalecer el papel de los partidos políticos como intermediarios de las demandas de la ciudadanía en una democracia representativa, así como a apoyar los esfuerzos que requiere la superación de la exclusión social y el crecimiento con equidad.

Esperamos presentar ese Informe ante la próxima Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas, que se celebrará en México.

Sin embargo, el aspecto fundamental del Proyecto de Resolución será la solicitud a la Secretaría General para que, a través de la Unidad para la Promoción de la Democracia y la Secretaría del Proceso de Cumbres, recoja las recomendaciones de la Cumbre Extraordinaria de México y elabore una propuesta de “Programa de Gobernabilidad en las Américas”, al Trigésimo Cuarto Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General.

Agradecimientos a Estados Observadores

Por último, aprovecho la oportunidad para expresar nuestros agradecimiento a los Estados Observadores ante la OEA por el importante apoyo que prestan a las labores de la Organización, en las distintas áreas de trabajo y, en especial, la colaboración a las unidades de la Secretaría General, al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y al Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA).

Valoramos todas las acciones que conduzcan a establecer una relación interactiva entre los distintos sistemas regionales. Debemos buscar mecanismos que nos permitan compartir experiencias en la promoción y protección de valores universales como la democracia, los Derechos Humanos, las libertades fundamentales, el crecimiento con equidad, en la búsqueda de la paz y seguridad global.

Esperamos que a partir de Santiago podamos reforzar este vínculo interregional a través de programas concretos y operativos.

Les reitero los agradecimientos del Gobierno de Chile por la contribución y el interés en fortalecer esta Organización.

Muchas gracias.