Después de los acontecimientos de El Niño en 1982-83 los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA), expresaron la necesidad de contar con cooperación técnica para el manejo de amenazas naturales. En respuesta a esta necesidad, el Departamento de Desarrollo Regional y Medio Ambiente (DDRMA) de la OEA inició, con el apoyo de la Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero (OFDA) de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Proyecto de Riesgos Naturales. En ese entonces la OEA ya había prestado servicios de planificación para el desarrollo regional por más de veinte años y en 1984 publicó Planificación del Desarrollo Regional Integrado: Directrices y Estudios de Casos Extraídos de la Experiencia de la OEA. De acuerdo con los principios establecidos en dicha publicación, el enfoque de la OEA incorpora el manejo de amenazas naturales dentro del proceso de planificación del desarrollo.
Los servicios de cooperación técnica, capacitación de personal y transferencia de tecnología están dirigidos hacia la evaluación y mitigación de amenazas como elementos de evaluación del medio ambiente y de recursos naturales, y formulación de proyectos. La cooperación técnica se concentra en evaluaciones de amenazas y vulnerabilidad, en la incorporación de medidas de mitigación de riesgos en la formulación de proyectos de inversión, en el uso de sistemas de información geográfica para la preparación y análisis de mapas, y en la planificación de cuencas urbanas para el manejo de las amenazas y los recursos naturales. La capacitación de personal incluye talleres y cursos sobre varios aspectos de mitigación de desastres y planificación del desarrollo integrado. En casi todos los Estados miembros se ha capacitado personal con nuevas técnicas para el manejo de amenazas. La transferencia de tecnología se ha concentrado, hasta ahora, en el establecimiento de sistemas de información para el manejo de emergencias, incluyendo suministro de equipos y capacitación del personal. Los países receptores y otros organismos internacionales han confirmado la eficacia de que tiene incluir el manejo de amenazas naturales en la planificación del desarrollo para reducir el impacto de los desastres.
Después de siete años de trabajo de campo, es posible preparar una síntesis de la experiencia de la OEA con amenazas naturales. El material contiene una amplia gama de objetivos que refleja la amplitud de los aspectos involucrados en la mitigación de riesgos. A nivel político, se espera estimular a los ministerios nacionales encargados de la planificación, a los organismos de desarrollo y a las instituciones financieras internacionales, a que sistemáticamente incluyan el análisis de amenazas naturales en sus programas de desarrollo económico. Específicamente, se espera que la experiencia persuada a:
- Los organismos de desarrollo en los Estados miembros a incorporar la consideración de amenazas naturales dentro del proceso de planificación del desarrollo integrado;- Los organismos internacionales de cooperación técnica y financiera a considerar las amenazas en las primeras etapas de la formulación de proyectos de inversión;
- Los gobiernos y organismos financieros a prestarle más atención a los aspectos de riesgos al evaluar proyectos de inversión y a tratar de evitar los riesgos en lugar de serles neutral;
- Las entidades bilaterales y multilaterales de asistencia financiera a reevaluar la distribución de sus fondos para casos de desastres, aumentando la porción destinada a actividades de prevención.
A nivel operacional, se espera proporcionar a los planificadores con algunas de las herramientas necesarias para evaluar las amenazas naturales y para adoptar medidas de mitigación. Algunas de estas herramientas son los análisis sectoriales de vulnerabilidad, los mecanismos para incorporar medidas de mitigación dentro de las estrategias y proyectos de desarrollo, y la aplicación de sistemas de información geográfica en el manejo de amenazas.
Con el propósito de suministrar informaciones útiles para los responsables de la formulación de políticas y los planificadores, la OEA ha preparado dos documentos complementarios, cada uno destinado a un público específico. El presente documento, Desastres, Planificación y Desarrollo: Manejo de Amenazas Naturales para Reducir los Daños, está dirigido al personal responsable de la formulación de políticas en los Estados miembros, los bancos internacionales para el desarrollo y los organismos de cooperación técnica, y está dividido en dos secciones principales:
- La Parte I presenta los principios generales para integrar el manejo de amenazas naturales dentro de la planificación del desarrollo y de la formulación de proyectos. Su intención es dejar establecidas dos ideas: que el daño causado por los eventos naturales es muy elevado y que aumentará en el futuro, pero que puede ser reducido; y, que la mejor manera de reducir el impacto de los eventos naturales se encuentra dentro del contexto de la planificación del desarrollo integrado.- La Parte II es un conjunto de pautas para la aplicación de las metodologías de manejo de amenazas. Evitando entrar en demasiados detalles, su intención es orientar a los responsables de la toma de decisiones para que éstos puedan discutir el tema con el personal técnico, llegar a conclusiones y evaluar el trabajo realizado.
El documento complementario, titulado Manual sobre el Manejo de Amenazas Naturales en la Planificación del Desarrollo Regional Integrado está dirigido a planificadores y personas encargadas de poner en práctica el desarrollo y esencialmente, es un documento de referencia técnica. El mismo contiene una compilación y análisis de experiencias de campo no disponible a través de otras fuentes.
Es de esperarse que los principios, pautas y enfoques técnicos presentados en estos documentos ayuden a los planificadores y a las personas encargadas de tomar decisiones, a comprender la relación entre la mitigación de amenazas naturales y el proceso de planificación del desarrollo en América Latina y el Caribe. La publicación de estos documentos se realiza en un momento en que la región se enfrenta al desafío presentado por el Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas para la década del 90. Los documentos demuestran que la reducción del impacto de los eventos naturales sólo puede lograrse cambiando la forma en que el desarrollo se lleva a cabo y han sido preparados para contribuir, aunque de manera pequeña, a este cambio.
Kirk P. Rodgers
Departamento de Desarrollo Regional
y Medio Ambiente
Organización de los Estados Americanos