Eliminación de las minas antipersonal
Por más de una década, la OEA ha coordinado un amplio programa
internacional para eliminar decenas de miles de minas terrestres
antipersonal que representaban una amenaza para civiles en países
afectados por el conflicto. En diciembre de 2002, Costa Rica se
convirtió en el primero de estos países en declararse seguro de los
efectos de minas terrestres antipersonal. En octubre de 2004, Honduras
fue el segundo país en completar el programa de eliminación de minas.
El programa de Acción Integral contra Minas Antipersonal (AICMA), de
la OEA, comenzó en Centroamérica y ahora opera en varios países de la
región. En abril de 2005, Suriname se unió a los países considerados
seguros de los efectos de minas, después de que la OEA proporcionó
asistencia técnica para eliminar un pequeño número de minas
antipersonal que aún permanecían en el interior del país.
En 2002 la OEA comenzó a apoyar las tareas de desminado en Perú y
Ecuador, donde existen decenas de miles de minas enterradas en la
frontera entre ambos países como consecuencia de su conflicto
fronterizo de muchos años. Estos dos países, que en 1998 pusieron fin
a su diferendo, han destruido sus almacenes y comenzado la tarea de
erradicar las minas de su territorio. La OEA ha brindado su apoyo a la
labor de búsqueda y mapeo, y coordinado operaciones entre las unidades
de desminado de ambos países. En Perú, la OEA/AICMA apoyó a zapadores
policiales que destruyeron más de 20.000 minas antipersonal sembradas
alrededor de 415 torres eléctricas. En el año 2003 en Ecuador, la OEA
y la Junta Interamericana de Defensa (JID) establecieron un equipo de
apoyo internacional para cooperar con las operaciones de desminado en
la frontera entre Ecuador y Perú.
Como resultado de un acuerdo firmado con Colombia en 2003, la OEA
estableció una oficina en Bogotá para apoyar los programas de
acción contra minas. Inicialmente, el apoyo de la OEA incluye la
educación de la población sobre minas terrestres, la rehabilitación
de víctimas, el desarrollo de una base de datos y el entrenamiento de
miembros del ejército colombiano para el fortalecimiento de la
capacidad nacional en el área de desminado humanitario.
Varios países de la región han destruido sus almacenes de minas.
Durante los dos últimos años, con la asistencia
del programa AICMA de
la OEA y la JID, se destruyeron más de un millón de minas almacenadas
en Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, Honduras, Nicaragua y Perú.
Según las necesidades de cada país, la AICMA brinda su apoyo a la
difusión de los riesgos, la eliminación de minas, la destrucción de
reservas, la asistencia a las víctimas y la reintegración
socioeconómica de zonas anteriormente minadas, el establecimiento de
una base de datos y el esfuerzo por prohibir la producción, el uso, la
venta, la transferencia y el almacenamiento de minas terrestres. La
OEA ha logrado aumentar la capacidad de desminado de los propios
países, canalizando fondos internacionales, equipos y personal de
capacitación a las regiones afectadas.
En el año 2005, las contribuciones financieras fueron alrededor de
3,1 millones de dólares, una cifra significativamente menor a lo
programado para el año. Aunque la OEA ha podido cubrir las
necesidades básicas del programa, ha subrayado la importancia de que
la comunidad internacional continúe su apoyo a estos esfuerzos.
Las naciones del hemisferio han demostrado un sólido compromiso por
resolver el problema de las minas y han desempeñado un importante
papel protagónico en la comunidad internacional. Con la excepción de
dos países, todas las naciones americanas han suscrito -y 32 de ellas
han ratificado- la Convención sobre la Prohibición del Empleo,
Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersonal y
sobre su Destrucción, conocida como la Convención de Ottawa.
La experiencia centroamericana
Desde 1995, la OEA ha apoyado continuamente operaciones de desminado
en Centroamérica, concentrando sus esfuerzos en cuatro países: Costa
Rica, Guatemala, Honduras y Nicaragua. En enero de 2004, el ejército
nicaragüense informó que de las 135.000 minas terrestres sembradas,
quedaban por destruir menos del 25 por ciento. El proceso de
extracción está a cargo del ejército nicaragüense, que participa en
dos programas, uno coordinado por la OEA y financiado por la comunidad
internacional, y otro de carácter bilateral directo financiado por
otro donante. En Nicaragua, se estima que el proceso de desminado se
termine en 2006. En Guatemala, donde además existen artefactos como
granadas, morteros y bombas que representan una amenaza, se espera
concluir las tareas a finales del año en curso. En el transcurso de
más de una década, la AICMA apoyó a Honduras en la destrucción de
2.297 minas y otros artefactos en una zona de 400 kilómetros en la
frontera con Nicaragua.
Con sede en la capital nicaragüense de Managua, el programa
centroamericano funciona como alianza entre la OEA, la JID y técnicos
de desminado de los países afectados. Recibe financiación y apoyo
técnico de varios países miembros y observadores de la OEA.* La OEA
administra el programa, identificando, obteniendo y distribuyendo los
fondos, equipos, técnicos y otros recursos necesarios. La JID
inspecciona las operaciones de desminado y trabaja con supervisores de
campo de varios países, entre ellos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela. La
remoción de minas está a cargo de soldados, fuerzas de seguridad y
técnicos capacitados del país afectado.
Como en el caso de Ecuador y Perú, el programa de acción contra las
minas en Centroamérica incluye, además del desminado, la educación de
la población, la asistencia a las víctimas, la recopilación de
información y otras actividades. En Nicaragua, la OEA ha ayudado a
unos 730 sobrevivientes a recibir tratamiento médico, prótesis,
asesoramiento y otros tipos de asistencia. En el año 2002 se creó el
Programa de Capacitación y Reinserción de Víctimas de Minas
Antipersonal para ofrecer capacitación laboral a las víctimas. Hasta
la fecha, 170 personas se han visto beneficiadas por este programa.
Finalmente, como parte del programa de rehabilitación, se inició un
novedoso proyecto de terapia deportivo en Ecuador, con la
colaboración del club Aquiles en Nueva York. Los cinco atletas que
participan correrán en un maratón en la ciudad de Nueva York en el
mes de noviembre y se tiene planificado continuar este programa en el
futuro.
*Los siguientes países han donado fondos, equipos y personal al
programa de desminado coordinado por la OEA: Alemania, Argentina,
Australia, Austria, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Corea,
Dinamarca, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala,
Honduras, Italia, Japón, Nicaragua, Noruega, Países Bajos, Perú, Reino
Unido, Rusia, Suecia, Uruguay y Venezuela. Varias organizaciones no
gubernamentales también han realizado donaciones.
Última actualización: Octubre de 2005
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