Resoluciones Asamblea General


AG/DEC. 8 (XXV-O/95)

DECLARACIÓN DE MONTROUIS: UNA NUEVA VISIÓN DE LA OEA

(Aprobada en la sexta sesión plenaria, celebrada el 7 de junio de 1995)

Los Ministros de Relaciones Exteriores y los Jefes de Delegación de los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA), reunidos con ocasión del vigésimo quinto período ordinario de sesiones de la Asamblea General en Montrouis, República de Haití,

CONSIDERANDO:

Que ante los desafíos de la globalización que enfrenta la comunidad hemisférica, se hace necesario subrayar la relevancia de los organismos multilaterales y fortalecer su capacidad para impulsar la cooperación entre las naciones del Hemisferio;

Que los Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas le encomendaron a la Organización de los Estados Americanos el seguimiento de las decisiones de la Cumbre de las Américas y destacaron su importante papel de apoyo para la realización de algunos temas del Plan de Acción;

Que las propuestas presentadas ante el Consejo Permanente por el Secretario General en su documento "Una Nueva Visión de la OEA" ofrecen un enfoque de un sistema interamericano fortalecido y renovado, sobre la base de decisiones adoptadas por la Asamblea general en sus períodos de sesión de Santiago, Managua, México y Belém do Pará y que ha tomado en cuenta las prioridades acordadas en la Cumbre de las Américas;

Que la prioridad que la Organización de los Estados Americanos otorga a la promoción, la consolidación y la defensa de la democracia, con pleno respeto al principio de no intervención, ha sido reafirmada en varios instrumentos y documentos de la Organización;

Que la Organización de los Estados Americanos, a solicitud de cada Estado interesado, ha realizado una labor significativa en la defensa de la democracia cuando ésta ha sido quebrantada, promoviendo el restablecimiento del orden constitucional. Asimismo, ha participado en algunos casos en procesos de reconciliación nacional, o de fortalecimiento institucional, incluyendo la observación electoral;

Que los incesantes esfuerzos realizados por los Estados miembros y el Secretario General en apoyo de la determinación del pueblo haitiano de defender su soberanía y de aplicar las disposiciones de la resolución AG/RES. 1080 (XXI-O/91) contribuyeron al restablecimiento del gobierno democráticamente electo de Haití después del golpe de Estado en septiembre de 1991;

Que como lo afirmaron los Jefes de Estado y de Gobierno participantes en la Cumbre de las Américas, "el fortalecimiento, el ejercicio efectivo y la consolidación de la democracia constituyen la prioridad fundamental para las Américas", y que es necesario que la Organización esté en condiciones de responder de manera efectiva a los requerimientos de cada Estado miembro que lo solicite para la promoción y consolidación de su sistema democrático;

Que el ejercicio pleno de todos los derechos humanos es condición necesaria para una sociedad pluralista y participativa, así como para la vigencia de la democracia representativa y que es obligación de los Estados impedir toda forma de discriminación y velar por la protección de los derechos humanos de las mujeres, las poblaciones indígenas, los niños, los refugiados, los discapacitados, los trabajadores migratorios y sus familias, las poblaciones minoradas y grupos minoritarios, las víctimas de discriminación racial y étnica y los detenidos en espera de juicio;

Que según se reafirmó en la Cumbre de las Américas, es necesario fortalecer y perfeccionar aún más el sistema interamericano de protección y promoción de los derechos humanos, cuyos órganos desarrollan una labor de trascendental importancia;

Que en la diversidad étnica y cultural radica una de las mayores potencialidades del Hemisferio y que es deber de la OEA valorar e incorporar dicha realidad en la búsqueda del desarrollo de los pueblos de América;

Que las reformas a la Carta, a fin de incluir el concepto de desarrollo integral como factor que contribuye a la paz, a la armonía social y al fortalecimiento de las instituciones democráticas, la eliminación de la pobreza extrema como objetivo básico del desarrollo y la creación del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), a fin de promover la cooperación en estos campos, deberán incidir en la modernización de la OEA;

Que el vigésimo período extraordinario de sesiones de la Asamblea General sobre cooperación interamericana para el desarrollo, celebrado en México, definió el marco general de política y prioridades de la cooperación a nivel interamericano y asumió un compromiso para impulsar la cooperación solidaria para el desarrollo como objetivo fundamental de la OEA y como instrumento idóneo para apoyar colectivamente los esfuerzos nacionales en favor del desarrollo y, en particular, para contribuir a la superación de la pobreza extrema en el Hemisferio;

Que se requiere intensificar y articular las acciones de cooperación para el desarrollo a fin de asegurar su coherencia con las prioridades acordadas por los Estados miembros, así como su desarrollo en el marco del nuevo concepto y práctica de la cooperación, para que sea más solidaria, eficaz y eficiente, apoye en particular a quienes más lo necesitan y propicie una mayor movilización de recursos financieros, técnicos y humanos, tanto de la propia Organización como de otros organismos e instituciones en favor del desarrollo y la consolidación de la democracia en el Hemisferio;

Que los Estados miembros desarrollan importantes esfuerzos en los ámbitos de la integración económica y la promoción del libre comercio en la región, en coincidencia con el objetivo de concluir a más tardar en el año 2005 las negociaciones para el establecimiento del Área de Libre Comercio de las Américas, tal como fue acordado en la Cumbre de las Américas;

Que es de vital importancia que los Estados miembros y la Organización adopten las medidas apropiadas para reforzar las actividades de cooperación en favor del desarrollo sostenible, de conformidad con los compromisos asumidos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, de 1992, y en la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, de 1994;

Que es necesario estimular la cooperación de los Estados miembros en el campo jurídico internacional, a través de la aprobación de los recursos necesarios, para que el Comité Jurídico Interamericano pueda cumplir plenamente la importante función que le asigna la Carta de la OEA;

Que la creciente interdependencia y la integración económica obligan al tratamiento de la cuestión de los trabajadores migratorios y de sus familias a través de enfoques basados en la solidaridad entre los Estados miembros y con pleno respeto a la dignidad y a los derechos de dichas personas;

Que la utilización y el acceso a las tecnologías de información, de comunicación y de telecomunicaciones son esenciales para el desarrollo de los Estados miembros, y que es necesario diseñar normas comunes en esta materia;

Que la Carta de la OEA consagra como propósitos esenciales de la Organización afianzar la paz y la seguridad del Continente, prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre los Estados miembros y que, igualmente, reafirma como principios que deben observar los Estados americanos el fiel cumplimiento de las obligaciones emanadas de los tratados y otras fuentes del derecho internacional y la condena a la guerra de agresión;

Que los profundos cambios ocurridos en el escenario internacional y hemisférico ofrecen una oportunidad para el diálogo y la cooperación sobre temas de seguridad, desarme y confianza mutua en el seno de la OEA;

Que el progreso en el proceso de firma y ratificación del Tratado de Tlatelolco constituye una importante contribución a los esfuerzos internacionales para evitar todas las formas de proliferación de las armas de destrucción masiva, en particular las nucleares;

Que el terrorismo constituye un grave fenómeno delictivo que preocupa seriamente a todos los Estados miembros y que tiene efectos devastadores para la convivencia civilizada y las instituciones democráticas, así como para la vida, la seguridad y los bienes de las personas;

Que con la utilización de diversas formas de violencia se atenta contra las instituciones democráticas, el estado de derecho y las perspectivas de desarrollo, y que los problemas en materia de seguridad ciudadana, principalmente en las grandes ciudades, afectan la calidad de vida de sus habitantes;

Que la producción, el consumo y el tráfico ilícitos de drogas, al igual que los delitos conexos como el lavado de dinero y el tráfico de armas y de precursores químicos, representan una amenaza para las instituciones democráticas, así como para la salud y el bienestar de los ciudadanos;

Que en la Cumbre de las Américas, los Jefes de Estado y de Gobierno reconocieron que "la corrupción en los sectores público y privado debilita la democracia y socava la legitimidad de los gobiernos e instituciones", lo que plantea la necesidad de contar con un enfoque a nivel hemisférico a fin de combatir sus diversas modalidades y manifestaciones y de asegurar la sanción de los responsables; y

Que se hace necesario fortalecer la Organización y adecuar su funcionamiento interno para que pueda cumplir con las responsabilidades que se le han asignado,

DECLARAN:

1. Su compromiso con la preservación de la paz y la seguridad, y con la promoción de la democracia, los derechos humanos, la justicia social y el desarrollo, reiterando su voluntad de fortalecer la Organización de los Estados Americanos, principal foro político del Hemisferio, para que pueda brindar a los Estados miembros la cooperación necesaria que les permita alcanzar estos fines.

2. Que la Carta de la OEA establece que la democracia representativa es condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región y que, en defensa de este concepto, la Asamblea General aprobó el Compromiso de Santiago y subsecuentes reformas a la Carta.

3. Su determinación de apoyar la labor de la Organización en favor de la promoción y consolidación de la democracia y en ese sentido instruyen al Consejo Permanente y a la Secretaría General para que, con sujeción a los principios de no intervención y de respeto a la soberanía e independencia de los Estados, se preparen para otorgar a cada Estado que lo solicite el apoyo requerido; asimismo, reiteran su apoyo a que se fortalezca la Unidad para la Promoción de la Democracia a fin de que la Secretaría General pueda proporcionar, a los Estados miembros que lo soliciten, asistencia en áreas tales como procesos legislativos y judiciales, reformas gubernamentales y otros cambios institucionales.

4. Su decisión de apoyar las actividades del Secretario General de la OEA destinadas a promover el entendimiento, el diálogo y la reconciliación política, a solicitud del Estado interesado y teniendo en cuenta que la reconciliación nacional tiene su origen dentro del propio país y se produce en el marco del estado de derecho.

5. Su compromiso de apoyar las iniciativas de la OEA destinadas a alentar las posibilidades de intercambio de experiencias entre las instituciones democráticas de los Estados miembros, particularmente entre los poderes legislativo y judicial de dichos Estados.

6. Su interés en que el Secretario General efectúe consultas sobre la conveniencia y posibilidad de crear un Centro de Estudios para la Democracia y someta oportunamente al Consejo Permanente sus conclusiones y recomendaciones sobre el particular.

7. Su seguridad de que la consolidación de la democracia requiere iniciativas y esfuerzos dirigidos a la superación de la pobreza extrema, la que erosiona el desarrollo democrático y la convivencia social de nuestras naciones y que, por tanto, exige la aplicación de medidas y programas que aseguren una mayor inversión social.

8. Su voluntad de seguir promoviendo la observancia y defensa de todos los derechos humanos y de las libertades fundamentales, conforme han sido definidos por los correspondientes instrumentos interamericanos, particularmente la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, a través de los órganos establecidos para tales efectos.

9. La importancia de que los Estados que aún no lo han hecho consideren seriamente ratificar o adherir a la Convención Americana sobre Derechos Humanos y a los demás instrumentos interamericanos sobre la materia, y den especial consideración al reconocimiento de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y solicitan al Secretario General, a la Comisión y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que continúen las iniciativas para contribuir a facilitar tales ratificaciones, adhesiones o reconocimientos.

10. Su convencimiento de que en el sistema interamericano existe una valiosa experiencia y un bien ganado prestigio en los campos de la promoción y la protección de los derechos humanos, que justifica que los Estados miembros otorguen un decidido respaldo a sus órganos, incluida la dotación de mayores recursos financieros y humanos para el cumplimiento de sus fines; igualmente, que se realice una evaluación del funcionamiento del sistema interamericano de derechos humanos con miras a iniciar un proceso de reflexión que permita su perfeccionamiento, incluida la posibilidad, si fuere necesario, de introducir reformas en los instrumentos correspondientes, en especial a la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

11. Su convicción de que la responsabilidad de defender la observancia de los derechos humanos corresponde primordialmente a los Estados y, dentro de estos, particularmente al poder judicial, que debe ser fortalecido. Tal criterio lleva a destacar el papel complementario de los órganos interamericanos de derechos humanos, que actúan, una vez agotada la vía interna, respecto de las violaciones a los derechos humanos que no hayan podido remediar las instancias nacionales. Por otra parte, renuevan su apoyo para que se promuevan el diálogo y la cooperación con los gobiernos, a fin de superar los obstáculos para la vigencia de determinados derechos o libertades y para que se emprendan acciones conjuntas con el propósito de lograr una mejor observancia de tales derechos.

12. Su interés en que el Secretario General, en consulta con el Consejo Permanente, promueva una mayor cooperación entre los órganos de derechos humanos del sistema interamericano y las instituciones nacionales e internacionales de desarrollo, estudio y financiamiento, con miras a incrementar los recursos disponibles para la protección y promoción de los derechos humanos, entre otros, en los campos de reforma del sistema judicial, de programas educativos, de mejoramiento del sistema carcelario y de la situación de las personas detenidas o procesadas por prolongados períodos en espera de sentencia.

13. Su convencimiento de que los pueblos de América deben continuar su lucha contra el racismo, la xenofobia y la discriminación racial, y promover la participación de los distintos grupos étnicos, minorados o minoritarios, en igualdad de oportunidades, en la vida económica, política y social de los Estados miembros.

14. Su compromiso de promover el desarrollo económico y social de las poblaciones indígenas, con especial atención a las cuestiones relacionadas con los derechos humanos, el medio ambiente, la educación y la salud. Este compromiso se enmarca en la búsqueda de políticas de desarrollo social que incluyan la protección y promoción de sus derechos y de su diversidad cultural.

15. Su reconocimiento de la dignidad de la mujer y del aporte de la mujer a la sociedad, que exige la adopción de políticas dirigidas a fomentar la participación activa que le permita disfrutar plenamente de todos sus derechos y desarrollar sus potencialidades. En tal sentido, apoyan la labor que viene realizando la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) y respaldan su aporte y participación en la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer a celebrarse en Beijing en 1995.

16. Su preocupación por la situación de todos los trabajadores migratorios y de sus familias, cuya dignidad y derechos humanos y civiles deben ser respetados y protegidos por los Estados miembros.

17. Su voluntad de abordar con especial atención los temas principales de la agenda de la seguridad hemisférica, su compromiso de contribuir al desarme general y completo bajo estricto control internacional y su decidido apoyo al intercambio de información y experiencias para el fortalecimiento de la confianza entre las naciones del Hemisferio, destacando la importancia que, para el logro de dicho objetivo, tendrá la Conferencia Regional sobre Medidas de Fomento de la Confianza y la Seguridad, a realizarse en Chile en noviembre de 1995. Asimismo, expresan su enérgico rechazo al comercio ilícito de armas y su voluntad de apoyar los esfuerzos orientados a evitar dicho tráfico.

18. Su voluntad de propiciar el intercambio de experiencias en la prevención y lucha contra la delincuencia y estudiar posibles acciones encaminadas a mejorar las condiciones de la seguridad ciudadana.

19. Su más enérgica condena a todas las formas de terrorismo, nacional o internacional, cualesquiera sean sus agentes y modalidades, y su decidida voluntad de cooperar para prevenir y combatir firmemente los actos terroristas en cualquier parte del Hemisferio, con pleno respeto de la jurisdicción de los Estados miembros y de los tratados y convenciones internacionales, y su respaldo a la realización en el marco de la OEA de una conferencia especializada sobre terrorismo.

20. Su decisión de intensificar la cooperación entre los Estados miembros para enfrentar el problema de las drogas en el Hemisferio en sus distintas etapas y modalidades: la producción, el tráfico y el consumo ilícitos, así como los delitos conexos, tales como el lavado de dinero y el tráfico de armas y de precursores químicos. Asimismo, manifiestan su apoyo a los esfuerzos que vienen desarrollando los países afectados por este fenómeno, y reiteran su respaldo a la labor de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) y de la Organización en el proceso de diseño e instrumentación de una estrategia hemisférica eficaz en la lucha antidrogas, particularmente mediante la reducción de la demanda, el fortalecimiento de los organismos y comisiones nacionales para el control de drogas, el desarrollo jurídico, el desarrollo alternativo y el Sistema Interamericano de Documentación e Información sobre Drogas.

21. Su decisión de combatir todas las modalidades de corrupción pública y privada. Con este propósito, y teniendo en cuenta la labor que está cumpliendo la Organización, apoyan la cooperación y el intercambio de experiencias para propiciar la modernización del Estado, la transparencia en la gestión pública y el fortalecimiento de los mecanismos internos de investigación y sanción de los actos de corrupción, así como la realización de una conferencia especializada a celebrarse en Caracas para considerar, y en su caso adoptar, una Convención Interamericana contra la Corrupción.

22. Su propósito de contribuir al buen funcionamiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC), así como a la apertura de los mercados, a un intercambio comercial creciente y más transparente, y a la eliminación de las prácticas comerciales discriminatorias e injustas que distorsionan y limitan los beneficios de la globalización de la economía.

23. Su respaldo a los esfuerzos que viene desplegando la Organización, particularmente la Comisión Especial de Comercio y su Grupo Asesor, así como la Secretaría General a través de la Unidad de Comercio, en apoyo de los Estados miembros, a fin de facilitar que se realice la determinación adoptada por los Jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre de las Américas de concluir, a más tardar en el año 2005, las negociaciones para el establecimiento del Área de Libre Comercio de las Américas.

24. Su respaldo a los esfuerzos de la Organización para desarrollar la cooperación hemisférica en favor de la conservación del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales, según los compromisos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992, particularmente el Programa 21, y su decisión de impulsar la evaluación y actualización del Programa Interamericano para la Conservación del Medio Ambiente, de revisar la agenda de la Comisión del Medio Ambiente y de dotar a la OEA de mecanismos adecuados, entre los cuales el Consejo Permanente considerará la propuesta del Secretario General para crear una Unidad de Medio Ambiente, con el fin de promover el desarrollo sostenible.

25. Su pleno respaldo a la Conferencia Cumbre sobre Desarrollo Sostenible a realizarse en Bolivia en 1996 y su disposición de cooperar en el proceso de preparación de la misma.

26. Su decidido apoyo a los programas de la Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible.

27. Su compromiso con la promoción de las inversiones en infraestructura de información, comunicación y telecomunicaciones, y solicitan al Secretario General que impulse el acceso de las instituciones nacionales a las redes informativas y que apoye y proponga políticas para fortalecer la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL), a fin de que ésta pueda cumplir con la misión que se le encomendó en el Plan de Acción de la Cumbre de las Américas.

28. Su preocupación por la persistencia de tensiones y conflictos entre algunos Estados miembros que deben ser superados por medios pacíficos y jurídicos. Su condena a los actos de agresión de cualquier tipo para resolver conflictos entre Estados, y comprometen su acción solidaria para rechazar la utilización de la fuerza. Su pleno convencimiento de que los principios y propósitos esenciales consagrados en la Carta de la OEA obligan a los Estados miembros a utilizar los medios de solución pacífica de controversias y, en especial, los mecanismos pactados en los tratados bilaterales vigentes entre ellos.

29. Su decisión de apoyar e impulsar la cooperación técnica de la OEA en los temas relacionados con el área de turismo, cuyo desarrollo reviste interés para todos los Estados de la región y en particular para los del Caribe.

30. Su interés en promover el acercamiento entre las distintas regiones del Hemisferio y mejorar la comunicación entre los pueblos, así como su deseo de que la OEA desempeñe un papel más amplio en los procesos de promoción y difusión cultural.

31. Su compromiso con la plena ejecución de las resoluciones adoptadas por el vigésimo período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para hacer efectiva la cooperación solidaria para el desarrollo y en particular para apoyar la lucha contra la pobreza extrema que afecta a gran parte de la población del Hemisferio, observando la necesidad de establecer un amplio diálogo sobre cooperación financiera bilateral y multilateral, inversión y deuda, expansión y apertura del comercio interregional, y cooperación técnica, científica y tecnológica.

32. Su compromiso para que en el proceso de modernización de la cooperación para el desarrollo se adopten las reformas requeridas en la estructura, modalidades y procedimientos de la Secretaría General para que se asegure que la cooperación responda a las prioridades definidas por los Estados, sea más solidaria, eficaz y eficiente, y se beneficie de las experiencias de cooperación entre los Estados miembros, así como de programas conjuntos con otros organismos de cooperación y financiamiento, como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, los organismos de las Naciones Unidas, las instituciones de cooperación de los países tanto del Hemisferio como fuera de él y las organizaciones no gubernamentales, con el propósito de canalizar mayores recursos hacia la región.

33. Su reconocimiento a la labor que ha cumplido la OEA en materia de apoyo a la formación de recursos humanos en el Hemisferio y solicitan al Secretario General que, con el fin de garantizar la mayor objetividad, eficacia y eficiencia de los programas de becas y adiestramiento, se realice una evaluación de éstos y se propongan las reformas que fueren necesarias para garantizar que respondan a las necesidades de los Estados miembros, expresadas en las prioridades de la Organización.

34. Su solicitud al Secretario General para que efectúe una evaluación del funcionamiento de las oficinas nacionales y, en coordinación con el Consejo Permanente, pueda adoptar las decisiones que estimen pertinentes.

35. La necesidad de fortalecer la Organización y adecuar su funcionamiento interno para que pueda cumplir con las responsabilidades que se le han asignado. En tal sentido, solicitan al Consejo Permanente y al Secretario General que, dentro del ámbito de sus respectivas competencias y de manera coordinada, realicen las reformas que fueran necesarias para asegurar eficacia, eficiencia y transparencia en el funcionamiento interno de la Secretaría General, promoviendo una mayor colaboración y complementariedad con los otros órganos, organismos e instituciones del sistema interamericano. Asimismo, instruyen al Secretario General para que asegure el apoyo técnico y los recursos que requieran los Consejos, el Comité Jurídico Interamericano y sus órganos subsidiarios.

36. Al emitir esta Declaración, los Ministros y Jefes de Delegación de los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos renuevan su firme voluntad de poner en práctica las medidas necesarias para que la OEA responda de manera oportuna y eficaz a las preocupaciones y necesidades de los pueblos de las Américas.

37. La presente Declaración se denominará "Declaración de Montrouis: Una Nueva Visión de la OEA".