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MENSAJE DEL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA, JOSÉ MIGUEL INSULZA, CON OCASIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA CORRUPCIÓN

La proclamación del 9 diciembre como Día Internacional contra la Corrupción es un reconocimiento más de la trascendencia universal de este problema y de la necesidad de fortalecer los esfuerzos para enfrentarlo con mayor eficacia.

En el ámbito de la OEA debemos congratularnos por haber sido pioneros al aprobar la Convención Interamericana contra la Corrupción, el primer instrumento jurídico internacional en la materia y que abrió paso a la adopción posterior de otros tratados en este campo como los de la OCDE, El Consejo de Europa, la Unión Africana y las Naciones Unidas.

La cooperación contra la corrupción tiene que ver con temas centrales de nuestra agenda colectiva. En primer lugar, con la gobernabilidad democrática. Así lo ratifica la Carta Democrática Interamericana que define como componentes fundamentales del ejercicio de la democracia, entre otros, la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad y la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública. En segundo lugar, con el desarrollo social. Estudios han probado que las principales víctimas de la corrupción son los pobres. Y, en tercer lugar, con el desarrollo económico. Investigaciones han confirmado que entre mayor sea la corrupción en un país, menor será la inversión y el crecimiento económico.

La creación del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana contra la Corrupción (MESICIC) ha reafirmado el compromiso de nuestros Estados para enfrentar este problema que no distingue fronteras ni ideologías. Desde que este instrumento de cooperación de carácter intergubernamental, pero con amplios espacios de participación de la sociedad civil, empezó a operar en el año 2002, nuestros países se han sometido a rigurosos análisis sobre la forma como están cumpliendo con las obligaciones asumidas en la Convención y se han beneficiado de recomendaciones y programas de apoyo que les han permitido fortalecer sus marcos jurídicos e instituciones para enfrentar con mayor eficacia  la corrupción.

Tenemos buenas razones para creer en la utilidad de lo que venimos haciendo. Los informes hemisférico y de progreso adoptados por el MESICIC en este año muestran evidentes avances de los Estados en sus marcos jurídico-institucionales en áreas tales como las relacionadas con la prevención de los conflictos de intereses; el acceso a la información pública; la contratación estatal; las declaraciones patrimoniales de los servidores públicos; la  protección de los denunciantes de actos de corrupción; y la asistencia y cooperación internacional para el juzgamiento de los autores de dichos actos.

Estamos progresando, pero, por supuesto, las acciones para enfrentar un problema tan complejo no tienen punto final. Nuestra acción colectiva en esta materia debe entenderse como un proceso permanente que requiere muchas acciones, en diferentes niveles y con diferentes orientaciones.

Estamos convencidos de que no sólo los Estados y sus autoridades están llamadas a enfrentar la corrupción, sino que en esta tarea deben participar el sector privado, la sociedad civil y la comunidad internacional en su conjunto.

Los Estados han acordado que, a partir del año 2012, el MESICIC va a evaluar integralmente los órganos de control superior, así como, por primera vez en un mecanismo hemisférico de esta naturaleza, a realizar visitas in situ a los países para constatar “sobre el terreno” la aplicación de la Convención. Esta decisión, sin lugar a dudas, representa un salto cualitativo de gran importancia en el compromiso de los Estados para fortalecer la cooperación efectiva contra la corrupción.

Nosotros, desde la Secretaría General de la OEA, continuaremos haciendo lo que nos corresponde y nuestros países podrán seguir contando con nuestro apoyo para que su compromiso de combatir  la corrupción, formalizado con la aprobación de la Convención y fortalecido con  la adopción de su mecanismo de seguimiento (MESICIC),  sea cada vez más efectivo y redunde cada vez más en  beneficio de sus ciudadanos.


Edición N° 78 - Diciembre 2011

¿Qué es el MESICIC?

El Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción (MESICIC) es una herramienta para propiciar el desarrollo de la Convención Interamericana contra la Corrupción, mediante la cooperación entre los Estados Parte de la misma que son miembros de dicho mecanismo.

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