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La OEA apoya un proyecto piloto de mezcla de etanol en el Salvador - 23 de septiembre de 2014

El desarrollo de la industria de biocombustibles se presenta como una gran oportunidad que conlleva a una mayor seguridad energética, menor generación de gases de efecto invernadero y material particulado, desarrollo rural, mejor desempeño de la flota vehicular y reducción de la factura petrolera. Sin embargo, este desarrollo debe estar acompañado de estudios científicos que demuestren su viabilidad, impacto y aplicación local.

En este contexto, a través del Consejo Nacional de Energía (CNE), la OEA está apoyando a El Salvador en el desarrollo de un Proyecto Piloto de Mezcla Etanol Carburante que busca documentar la utilización de distintas mezclas de etanol con gasolina en la flota vehicular de instituciones públicas y privadas. El proyecto, que inició hace un año se ejecutó en dos etapas que culminarán en diciembre del año 2014. El pasado 23 de septiembre, funcionarios del CNE y OEA presentaron los resultados alcanzados hasta el momento a diferentes autoridades públicas del país.

La primera fase consistió en evaluar las mezclas con etanol en diferentes tipos de motores de entrenamiento: carburados e inyectados. Las pruebas arrojaron resultados muy positivos, entre ellos: mejor rendimiento del motor de los vehículos, disminución en el consumo de combustible y una combustión menos contaminante. El CNE estableció un convenio de cooperación con la Escuela Especializada en Ingeniería ITCA-FEPADE, para el desarrollo de esta primera fase.

La segunda fase se inició el pasado 18 de agosto y consiste en evaluar la mezcla en 42 vehículos pertenecientes al sector público, privado y academia, incluyendo motocicletas. Pasado un mes del inicio de esta etapa, no se ha reportado ningún tipo de incidencia en los motores y la percepción de los conductores es que se trata de un combustible de alto rendimiento.

Durante la implementación del Proyecto Piloto, la OEA apoyó la construcción de una unidad móvil dispensadora de gasolina y etanol para la realización de las mezclas en distintos porcentajes. El dispensador que fue construido 100% con mano de obra salvadoreña, tuvo un proceso de diseño y construcción que duró aproximadamente 6 meses, cumpliendo con todas las normas de calidad y seguridad industrial. Durante el evento de presentación de resultados del Proyecto Piloto, además se hizo una demostración de la unidad móvil dispensadora de gasolina y etanol.

El etanol que está siendo utilizado para las pruebas piloto proviene de la melaza que es un subproducto de la producción de azúcar del ingenio La Cabaña. Al respecto, el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Energía indicó que: “Es necesario definir incentivos para que los ingenios salvadoreños produzcan etanol y de esta manera aporten a la disminución de la dependencia de los derivados del petróleo, así como a la baja de nuestra factura petrolera que para 2013 ascendió a $1700 millones, por lo que representaría una disminución del 5% a 10%, una cifra importante para el país”.

El desarrollo de la industria de biocombustibles también genera cuestionamientos por el requerimiento de tierras para estos cultivos y la amenaza a la seguridad alimentaria. Al respecto, el pasado mes de agosto la OEA llevó a cabo en El Salvador, un taller de sensibilización sobre la importancia de hacer una evaluación adecuada del potencial de desarrollo de bioenergía analizando la interacción entre la disponibilidad de recursos naturales, la producción de alimentos, el desarrollo rural y la elaboración y uso de biocombustibles.

Durante el evento, la OEA ratificó su apoyo a esta iniciativa piloto que busca incentivar el uso de biocombustibles. Ronalth Ivan Onchaeta, representante de la Organización de estados Americanos (OEA) indicó que: “El Salvador posee condiciones ideales para producir etanol de manera sostenible y amigable para el medio ambiente. Tiene la posibilidad de potenciar su seguridad energética, brindando nuevas oportunidades laborales y expandiendo las actividades agrícolas hacia nuevos horizontes de eficiencia y competitividad”. Hasta el momento el Proyecto Piloto ha demostrado la viabilidad del uso de mezclas de etanol en la flota vehicular, lo que representa una gran oportunidad de desarrollo que finalmente ayudará a mitigar el alto costo de la gasolina y beneficiará el medio ambiente.

Esta actividad se está desarrollando bajo el marco del acuerdo de cooperación entre Estados Unidos y Brasil para el apoyo en la difusión de la implementación del memorándum de entendimiento para el desarrollo de biocombustibles.