La III Cumbre de las Américas reconoce la erradicación de la pobreza y la inequidad como el desafío más apremiante que enfrenta el Hemisferio. En efecto, en la Declaración de Quebec se plantea como derrotero la reducción en un 50% para el año 2015 de la proporción de personas que viven en condiciones de pobreza extrema, recogiendo la meta establecida por la comunidad internacional en la Cumbre Social de Copenhague.

Según la Declaración de Quebec, el combate a la pobreza y la desigualdad tiene como condiciones fundamentales la democracia y el desarrollo económico y social, las cuales son interdependientes.

En el Plan de Acción de Quebec se establece explícitamente que los gobiernos mejorarán las redes de seguridad social a nivel nacional y regional para estabilizar los ingresos y el consumo individuales y familiares, con la participación de los bancos de desarrollo multilaterales y los organismos de desarrollo, las organizaciones no gubernamentales y organizaciones comunitarias. Además, establecerán redes regionales con el objeto de compartir prácticas recomendadas y experiencias.

La creación de la Comisión Interamericana de Desarrollo Social, está prevista en el Programa Interamericano de Combate a la Pobreza como la instancia que permitiría dar un mayor impulso al diálogo interamericano para cumplir con los mandatos de las Cumbres de las Américas y aquellos definidos por el propio Programa Interamericano de Combate a la Pobreza.