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Comunicado de Prensa

En anticipación al Día Internacional de la Mujer Afro-latinoamericana, Afrocaribeña y de la Diáspora, la CIDH llama a los Estados a adoptar medidas especiales para erradicar la discriminación múltiple que enfrentan las mujeres afrodescendientes en el contexto de la pandemia del COVID-19

24 de julio de 2020

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Washington, D.C. - En anticipación a la conmemoración al Día Internacional de la Mujer Afro-latinoamericana, Afrocaribeña y de la Diáspora, a celebrarse el 25 de julio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llama a los Estados a adoptar medidas especiales, con enfoque interseccional e intercultural, para erradicar la discriminación múltiple que enfrentan las mujeres afrodescendientes en la región en el contexto de la pandemia del COVID-19.

La Comisión Interamericana observa que las mujeres y las niñas afrodescendientes en las Américas han sido objeto de la situación estructural de exclusión e inclusive marginalización, caracterizada comúnmente, por tener un acceso limitado a la educación, empleo y seguridad social. Al mismo tiempo, la CIDH toma nota que a menudo registran las tasas más elevadas de deserción escolar, mortalidad materna, embarazo adolescente, desempleo y ocupaciones poco calificadas o no remuneradas, sobrerrepresentación en establecimientos penitenciarios; y su vez reportan bajos índices de participación política y representación en espacio de toma de decisiones.

La precarización de los derechos de las mujeres afrodescendientes en el hemisferio da cuenta de las consecuencias históricas de la esclavitud, la colonización y  de los esquemas de discriminación racial que aún permean en las instituciones, que al interconectarse con las diferentes formas de violencia y discriminación basadas en el género, conducen a la multiplicidad de patrones de exclusión, requiriendo así la implementación de políticas públicas con enfoque interseccional e intercultural para llevar a la erradicación de las diferentes categorías de discriminación que afectan a las mujeres afrodescendientes.

La CIDH advierte, además, que según la información disponible en el contexto de la pandemia del COVID-19, se ha profundizado la desigualdad estructural en las mujeres afrodescendientes de la región, debido a la recesión económica, el incremento del desempleo y el aumento acelerado de ocupación informal. Ello ha impactado particularmente a las trabajadoras del servicio doméstico, mujeres en situación de calle, trabajadoras sexuales, mujeres jefa de hogar, migrantes, en situación de pobreza y pobreza extrema, mujeres trans, y trabajadoras rurales, quienes se han visto afectadas por una disminución drástica en sus ingresos y por consiguiente en su autonomía económica; presentando, además, dificultades para acceder a servicios de salud.

La Comisión Interamericana reitera la necesidad de que los Estados adopten medidas especiales y acciones afirmativas para erradicar la discriminación múltiple y agravada que enfrentan las mujeres afrodescendientes, a fin de combatir todas las causas y estructuras que les impidan el goce pleno de sus derechos; y en esa línea disponer de planes de apoyo económico con el fin de mitigar los efectos desproporcionados de la pandemia del COVID-19 en las mujeres afrodescendientes, así como implementar políticas sanitarias que garanticen su acceso pleno a la salud.

La Comisionada Margarette May Macaulay, Relatora sobre los Derechos de las Mujeres, y sobre los Derechos de las Personas Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial, ha señalado que los Estados deben promover la igualdad de género y racial y, en particular, la inclusión social plena y efectiva de las mujeres afrodescendientes. Asimismo, el Presidente de la Comisión, Joel Hernández, recordó que “las mujeres afrodescendientes enfrentan obstáculos permanentes para la realización de sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales y por lo tanto los Estados deben desarrollar políticas específicas dirigidas estos derechos y con su participación”.

Finalmente, la CIDH destaca la importancia de integrar un enfoque interseccional e intercultural en el diseño, ejecución y monitoreo de todas las políticas públicas, y de manera especial en las focalizadas en la inclusión social de las mujeres afrodescendientes. En particular, los Estados deben reforzar los sistemas de protección social y políticas de seguridad alimentaria con perspectiva de género, incluidas políticas de renta básica y de oferta de atención médica enfocada a la necesidad específica de estas mujeres en el marco de los procesos de recuperación económica tras la pandemia. Asimismo, llama a los Estados a ratificar tanto la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia, como la Convención Interamericana contra toda forma de discriminación intolerancia.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

No. 177/20