A lo largo de los años, la CIDH ha monitoreado la situación de las personas en el contexto de la movilidad humana a través de visitas, estudios temáticos e informes de país, solicitudes de información, audiencias y reuniones de trabajo. Con el propósito de garantizar el reconocimiento de estas personas como sujetos de derecho y asegurar el goce efectivo de sus derechos humanos, la CIDH también ha enfocado sus acciones en garantizar que las víctimas de violaciones puedan acceder, en igualdad de condiciones, a la justicia internacional. Lo anterior, mediante los mecanismos de casos individuales y medidas cautelares previstos por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Además, ha impulsado el desarrollo jurisprudencial y de las opiniones consultivas que se han emitido en relación con este grupo de personas.

En 1996, la CIDH creó la Relatoría sobre Desplazados Internos y la Relatoría sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias por la grave situación de quienes sufrían desplazamientos internos y de las personas migrantes y sus familias en países de las Américas. Aunque la creación de estas relatorías sirvió para brindar mayor atención y visibilidad a los derechos humanos de estos grupos en situación de vulnerabilidad, la protección y promoción de los derechos humanos de otros grupos de personas en el contexto de la movilidad humana seguía siendo uno de los principales focos de trabajo de la CIDH desde sus inicios. Por ejemplo, se ha monitoreado el fenómeno del desplazamiento internacional de cientos de miles de personas que tuvieron que huir o abandonar sus países como consecuencia de las dictaduras y conflictos armados que ocurrieron en la región en el siglo XX, y solicitar protección internacional.

En 2012, la CIDH modificó el mandato de la Relatoría para responder a la multiplicidad de desafíos que plantea la movilidad humana en la región, ya sea internacional o interna, migración o desplazamiento forzado. El nuevo mandato está enfocado en el respeto y garantía de los derechos de las personas migrantes y sus familias, solicitantes de asilo, personas refugiadas, apátridas, víctimas de trata de personas, desplazadas internas, así como otros grupos de personas en situación de riesgo en el contexto de la movilidad humana.

En los últimos años la CIDH ha decidido modificar el nombre de la Relatoría, que pasó a denominarse Relatoría sobre Movilidad Humana, para reforzar el alcance amplio de su mandato.