Oficina de Prensa de la CIDH
Washington, D.C.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) repudia los ataques contra instituciones en Brasilia, que representan un atentado con la democracia. Estos resultaron en personas heridas y daños a los edificios sede del Congreso Federal, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial. La CIDH llama al Estado a la investigación de los hechos y a redoblar sus esfuerzos para el fortalecimiento de la democracia.
El 8 de enero, manifestantes que apoyan al expresidente del país se manifestaron en Brasilia, exigiendo una intervención militar para la deposición del gobierno legítimamente electo. Durante esta jornada, irrumpieron de forma violenta en las instalaciones sede de los tres poderes del Estado, en la capital del país. En ese marco, al menos 70 personas resultaron heridas según informes de la Secretaría de Salud. Asimismo, según el Sindicato de Periodistas Profesionales del Distrito Federal, al menos 12 periodistas fueron atacados; además del robo o daño a equipos periodísticos. Los hechos fueron condenados ampliamente por otros países y organismos internacionales. A nivel interno, las instituciones nacionales iniciaron procesos penales contra personas presuntamente responsables.
La Comisión rechaza la violencia en contexto de manifestaciones y reitera que el derecho de reunión debe ejercerse de manera pacífica y sin armas. Los Estados deben adoptar las medidas necesarias para evitar actos de violencia, garantizar la seguridad de las personas y el orden público, así como investigar, juzgar y sancionar a las personas responsables de los hechos de violencia, con respeto al debido proceso.
La CIDH resalta que estos actos no se produjeron de manera aislada, sino en un contexto de profundas tensiones sociales, violencia política, desinformación y cuestionamientos sin evidencia a los resultados elecciones presidenciales de 2022. En este contexto, la Comisión manifiesta su preocupación por la persistencia de una grave tensión que afecta el tejido social en el contexto poselectoral en Brasil. Asimismo, la CIDH observa con preocupación que actos similares se han registrado en otros países de la región, en los que se ha amenazado también el orden democrático.
La CIDH urge a que las voces con responsabilidades públicas no promuevan discursos que animen o sean permisivos al odio o aboguen por el uso de la violencia en contra de personas, procesos e instituciones del Estado de Derecho. La CIDH recuerda que las autoridades y figuras públicas tienen el deber de constatar sus manifestaciones con la debida diligencia en razón de su investidura.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 006/23
4:30 PM