Discursos

LUIS ALMAGRO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
PANEL TEMÁTICO: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA EL LIDERAZGO DE LAS MUJERES EN LAS AMÉRICAS EN EL MARCO DE LA 47 ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA

20 de junio de 2017 - Cancún, México


*Cotejar con texto pronunciado

México, miembro fundador de la OEA, es un socio estratégico de la Organización. Por su historia, su cultura, la dimensión de su economía, su ubicación geográfica, y sobre todo por sus aportes a la agenda hemisférica de democracia, derechos humanos, seguridad y desarrollo, México es un actor clave en el hemisferio.


Amigos y amigas,

• A nivel hemisférico se ha generalizado la convicción de que la plena e igualitaria participación de las mujeres en la vida pública es esencial para avanzar en una agenda democrática en lo político, económico y social.

• Hoy los países del hemisferio cuentan con una amplia tradición por la defensa de los derechos políticos de las mujeres, que se ha reflejado en el desarrollo de instrumentos jurídicos y políticos internacionales que reconocen el derecho de las mujeres a participar en la vida pública. Más recientemente, este marco normativo se complementó con la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en particular de su Meta 5.5. “Velar por la participación plena y efectiva de las mujeres, y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública.”

• Es justo entonces reconocer los avances ,en nuestro hemisferio en esta materia, en la que ha sido pionero a nivel mundial en temas como el avance de la agenda de los derechos políticos de las mujeres. Actualmente, la región cuenta con el promedio más alto de mujeres parlamentarias (28.2%) después de los países nórdicos (41.7%) y es donde más países han instituido cuotas de género o han adoptado la paridad.

• En el 2008 Ecuador fue el primer país en elevar a rango constitucional la paridad para la nominación de cargos de elección popular. Desde entonces, ,las Américas ha sido escenario de procesos dinámicos de demandas, reclamos, avances y desafíos al pleno ejercicio de los derechos políticos de las mujeres. A la fecha, estas demandas se han materializado en reformas concretas en cinco países del continente: Bolivia, Costa Rica, Ecuador, México y Nicaragua, que han adoptado la paridad entre mujeres y hombres como principio rector de sus sistemas democráticos.

• Además de ser un principio democrático general, ,la paridad se ha constituido en un principio convencional y constitucional en algunos países y en el máximo estándar para asegurar el derecho de las mujeres a ser electas, en condiciones de igualdad. En este sentido, América Latina es la región más avanzada del mundo en materia de regulación normativa y protección de los derechos de representación y participación política de las mujeres.

• Esto se ha logrado gracias a los esfuerzos y el liderazgo de las mujeres, tanto dentro de las instituciones políticas – partidos, parlamentos, e instituciones electorales – como de los movimientos de mujeres.

• Pero los avances en la región son heterogéneos y, aún donde las mujeres han ido cerrando la brecha numérica de representación, persisten grandes desafíos para eliminar la discriminación y la violencia contra las mujeres en el pleno ejercicio de sus derechos políticos. Incluso en países que han implementado la paridad, las mujeres reclaman todavía la desigualdad de condiciones entre hombres y mujeres en el ejercicio del poder y no tienen la misma incidencia en procesos de debate, en la toma de decisiones o en la asignación de recursos.

• Desde un enfoque de género, la brecha entre los compromisos adoptados por los países en el ámbito multilateral y el quehacer diario de los sistemas democráticos nacionales sigue siendo un obstáculo significativo a la verdadera igualdad. Los esfuerzos de los Estados encaminados a la realización de estos compromisos siguen siendo insuficientes.

• Datos de la CEPAL indican que, si bien las mujeres son más de la mitad de la población, del padrón electoral y de la militancia de los partidos políticos, en ningún país de la región alcanzan a ocupar un tercio de los cargos de forma simultánea en las más altas instancias de los tres poderes del Estado.

• Como bien anuncia este panel, desde una lógica de colaboración entre organismos multilaterales, los Estados y la sociedad civil, es necesario potenciar nuestros esfuerzos para promover y alcanzar la paridad en la vida pública – y yo diría que empezando por los niveles más altos del poder político, esto basado en dos premisas fundamentales: Primero, porque tener mujeres en posiciones de liderazgo transmite un mensaje transformador sobre los roles sociales y el ejercicio del poder; normaliza a las mujeres como líderes y contribuye a contrarrestar la actual discriminación, el acoso y la violencia contra las mujeres que permea el ámbito político.

• Y segundo, porque está comprobado que una mayor cantidad de mujeres en posiciones de decisión y de poder político contribuye al fortalecimiento del Estado – no solo en términos de políticas públicas para la igualdad y derechos de las mujeres, sino en ámbitos generales. Las sociedades con mayores índices de igualdad de género son más estables, fuertes y resistentes frente a las fluctuaciones globales. Las democracias con mayor representación y liderazgo de mujeres gozan de mayores niveles de legitimidad y participación.

• Es por esto que nuestro compromiso tiene que ser con el liderazgo de las mujeres, no solamente como una cuestión de justicia humana y de reparación del daño ocasionado por siglos de exclusión, discriminación y violencia; sino también como un camino efectivo para la construcción de democracias pacíficas, fuertes y sostenibles.

• Espero que este evento aporte al avance de la labor de hacer de la mujer una verdadera líder de nuestras democracias.

Muchas gracias.