Discursos

JOSÉ MIGUEL INSULZA, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
SESIÓN DE CLAUSURA DE LA I REUNIÓN DE MINISTROS EN MATERIA DE SEGURIDAD PÚBLICA DE LAS AMÉRICAS.

8 de octubre de 2008 - Ciudad de México


Creo que podemos estar satisfechos -señor Ministro, señor Presidente de la Reunión, señores Vicepresidentes- por varias razones.

Primero, porque hasta ahora nunca habíamos tenido una Reunión de Ministros responsables de la Seguridad Pública en Las Américas.

A pesar de que en nuestros países los Ministros responsables de la Seguridad Pública tienen un rango digno de la importancia de la tarea que desempeñan, de la preocupación que el problema despierta en nuestra región y del hecho que se haya transformado en un tema transnacional de carácter hemisférico que nos engloba a todos de una manera u otra y que si bien se han reunido en ocasiones los Ministros de Justicia y otros Ministros, nunca habíamos tenido una reunión específica de los encargados de Seguridad Pública. Este es un primer motivo para estar satisfechos.

Un segundo motivo, señor Presidente, es que esta reunión se realiza en México, un país que nos es tan querido y, al mismo tiempo, un país que está haciendo un esfuerzo tan importante y tan significativo para todo el hemisferio en contra de la delincuencia y la violencia organizada. Aprovecho para reiterar nuestra satisfacción por haber podido aportar nuestra solidaridad y nuestro apoyo, en realidad un grano de arena, a la gigantesca lucha que el Gobierno de México, encabezado por el Presidente, licenciado Felipe Calderón, está librando en contra de la criminalidad.

Y en tercer lugar estamos, por cierto, satisfechos por los resultados alcanzados. Hemos tenido una muy fructífera jornada de trabajo, hemos tenido reuniones importantes, hemos discutido un conjunto de temas y hemos concordado en una Declaración, un Compromiso por la Seguridad Pública en Las Américas, que adopta Acuerdos muy concretos y significativos en materia de gestión de la Seguridad Pública, de prevención de la delincuencia, la violencia y la inseguridad, y también en lo relativo a la gestión de la policía, la participación ciudadana y comunitaria y la cooperación internacional. Finalmente, se han fijado mecanismos de seguimiento entre los que destaca la segunda reunión ministerial, que se realizará en la República Dominicana en 2009 y la tercera reunión que tendrá lugar en Trinidad y Tobago en 2010. De igual manera se hará una reunión de expertos en Uruguay, el próximo año, en la que se tomará nota de los avances alcanzados y se prepararán las reuniones ministeriales.

Hemos establecido, de esta manera, un mecanismo relativo a los temas de apoyo técnico, a las contribuciones, a la forma en que los organismos internacionales del Sistema Interamericano pueden cooperar en este esfuerzo y para darle seguimiento a este compromiso. Pero todos estos logros no tendrán más que una importancia formal si no cumplimos nuestro cometido fundamental y creo que nos vamos de aquí con la sensación de haber dado pasos importantes para el trabajo que realizamos en nuestros países.

Creo que el grado de entendimiento, de empatía que se ha producido entre las señoras y señores ministros en el intercambio de experiencias ha sido muy fructífero y nos permitirá acometer de mejor manera, en los próximos días y en los próximos meses, una tarea que no tiene sustitución.

Me preguntaba hace unos días alguien de la prensa, aquí en México, si la tarea no se podría hacer de otra manera. No, la delincuencia organizada que enfrentamos hoy es un peligro para nuestra democracia, para nuestro desarrollo, para nuestra gente. No hay otra alternativa que combatirla; combatirla de manera moderna, combatirla con eficiencia, combatirla de manera que sea compatible con nuestro régimen democrático y con nuestro respeto a los derechos humanos, pero que al mismo tiempo sea implacable en asegurar a todos los ciudadanos de nuestra tierra el bienestar y la tranquilidad que requieran.

Yo estoy seguro que esta reunión que hemos tenido en México y las que tendremos, irán mejorando mucho nuestra cooperación e irán mejorando mucho nuestro trabajo común. Y, sobre todo, que contribuirán a mejorar la vida de los ciudadanos de las Américas.

Muchas gracias señor ministro.