Discursos

JOSÉ MIGUEL INSULZA, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
LANZAMIENTO DE PRIMER INFORME SOBRE MIGRACIÓN INTERNACIONAL EN LAS AMÉRICAS

11 de julio de 2011 - Washington, DC


La migración internacional contemporánea está vinculada de manera única a los procesos de integración social y económica que caracterizan la globalización. Ella es uno de los temas prioritarios en la agenda de gobierno de muchos países y las cuestiones asociadas al fenómeno son complejas: las desigualdades de ingreso entre países, los desajustes demográficos y económicos, las crisis políticas, la existencia de gobiernos represivos o conflictos armados, son aspectos que contribuyen a la expansión de los movimientos migratorios que hemos presenciado en los últimos veinte años y que presentan retos para muchos países. Ello no significa que descuidemos la noción de que la gran mayoría de la migración se produce por razones económicas en los países de los cuales salen estas personas, y también por las condiciones económicas que les proporcionan los países a los cuales emigran.

En nuestra región esto es particularmente cierto, por cuanto los americanos, especialmente los latinoamericanos y caribeños, tienden a migrar, en distintas direcciones, en cantidades mayores que los de otras regiones: mientras la población de América Latina y el Caribe representa alrededor de un ocho por ciento del total mundial, los migrantes de esta procedencia son un 16 por ciento del total de estos movimientos en el mundo. Y dado que nuestra migración se produce fundamentalmente dentro del espacio geográfico americano, este factor le confiere una alta relevancia al tema de la migración en la política y en las relaciones hemisféricas.

Uno de los elementos esenciales para avanzar en la comprensión de los desafíos y oportunidades de la migración internacional es contar con información confiable y lograr un monitoreo continuo de los movimientos y las políticas. Compilar esta información para un grupo amplio de países trae un beneficio adicional, pues la comparación trae a la luz las tendencias y desarrollos generales que pueden no vislumbrase cuando se cuenta solamente con la información nacional.

Por esto nos complace especialmente presentar este primer informe sobre Migración Internacional en las Américas, realizado por el Sistema Continuo de Reportes de Migración Internacional en las Américas (SICREMI). Esta es una iniciativa de la OEA que, como único foro político hemisférico, constituye el espacio ideal para la cooperación regional necesaria que requiere un proyecto de esta naturaleza. Esta primera fase, que concluimos hoy con la presentación de este primer informe, se realizó en colaboración de la Organización para la Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE) y con la participación de la CEPAL a través de la CELADE y con fondos del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional de España, cuyos representantes nos acompañan aquí el día de hoy y a quien aprovecho esta ocasión para agradecer su apoyo y participación.

Quisiera agradecer también de manera especial el esfuerzo y empeño que los países participantes en esta primera fase han mostrado en la elaboración de este primer informe.

Las Américas son un continente donde, desde una perspectiva histórica, sus movimientos migratorios se pueden caracterizar en al menos cuatro grandes momentos: primero, hasta alrededor de 1950, los países de todo el continente fueron destino para la migración transoceánica proveniente especialmente de Europa, para convertirse luego - con excepción de Estados Unidos y Canadá- en países de emigración. Segundo, desde alrededor de 1960, se inicia una emigración permanente y cada vez de mayor intensidad de los países de América Latina y el Caribe hacia países desarrollados, principalmente Estados Unidos, Canadá y Europa, especialmente España.

Tercero, hay una emigración intrarregional entre países vecinos presente a través del tiempo y de magnitud moderada, pero en progresivo ascenso. Hemos mencionado el caso de Europa, pero Argentina ha recibido una migración mayor que cualquiera de los países de Europa. Argentina, Costa Rica, Venezuela, Republica Dominicana y recientemente Chile, en proporción a sus números de habitantes, han sido los principales receptores de migrantes. En las décadas más recientes, a partir de los años sesenta y más aceleradamente en las décadas siguientes, importantes grupos de latinoamericanos dejan sus países como producto de conflictos internos, dictaduras en el sur o guerras civiles en el centro. Aunque esta tendencia ha disminuido significativamente, queda el hecho de que algunos países, como Chile y Uruguay, pasaron a ser países con emigración neta en ese periodo.

Actualmente, la región alberga simultáneamente dos tendencias diferenciadas que se consolidan hacia el siglo XXI: por un lado, en America del Norte, Estados Unidos y Canadá se consolidan como países receptores, siendo los Estados Unidos el país que más inmigrantes recibe a nivel mundial en términos absolutos –no relativos, como veremos-. Por otra parte, salvo algunas excepciones, América Latina y el Caribe se caracterizan por la emigración de sus conciudadanos, tanto dentro de las Américas como hacia Europa.

En 2009 , fuera de Canadá y Estados Unidos, la inmigración en las Américas continuó siendo un asunto regional, puesto que entre el 70 y 90 por ciento de la inmigración en Argentina, Chile, El Salvador, Ecuador, México y Uruguay se originó en las Américas, generalmente proveniente de países vecinos.

Argentina y Chile fueron los países con la inmigración más significativa entre los países de America Latina, aunque con niveles muy bajos cuando son comparados con los países de la OCDE. Los flujos de inmigración de estos dos países fueron proporcionalmente de la misma magnitud que los que en la OCDE presentan Francia y Alemania, y tres veces superiores a los de Japón. Y eso considerando que estos tres países, Francia, Alemania y Japón, son los países de la OCDE que mantuvieron la inmigración permanente per cápita más baja en 2009. En términos comparativos, Argentina recibió cinco inmigrantes por cada mil habitantes y Chile tres inmigrantes por cada mil habitantes.

Estos niveles son todavía más bajos respecto a los de Canadá – con casi 20 inmigrantes por mil habitantes- y Estados Unidos - con 8 inmigrantes por cada mil habitantes. En general, el nivel de flujos de entrada a Canadá y Estados Unidos combinados es en términos proporcionales casi siete veces superior al conjunto de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, México y Uruguay.

La emigración sigue siendo el tema dominante en América Latina y el Caribe con respecto a los movimientos de poblaciones de la región. De 2003 a 2009, casi 950.000 personas por año emigraron desde las Américas hacia países de la OCDE. Cerca de la mitad de estos movimientos fueron hacia Estados Unidos, y una cuarta parte hacia España.

Se destaca, además, que los niveles de migración legal desde las Américas hacia los países de destino de la OCDE se ha mantenido en medio de la crisis económica más dura de los años de posguerra con la excepción de los niveles de migración hacia España y Estados Unidos, que han disminuido.

Los trabajadores migrantes de las Américas se vieron afectados por altas tasas de desempleo en Estados Unidos y en Europa durante los años 2008-2009. En 2009, la tasa de desempleo para los trabajadores migrantes fue del 13,8 por ciento, frente a una tasa de desempleo del 9,1 por ciento para los nacidos en el país. Esto se debe en gran medida a que están empleados en sectores más dependientes a la variación cíclica, como la construcción, el alojamiento y la alimentación. Aunque en algunos estados de Estados Unidos se han dictado normas que probablemente desalienten la migración, la razón de la disminución está claramente correlacionada, como ha ocurrido en otros períodos, con una disminución de las oportunidades de empleo de este país.

Este primer Informe SICREMI 2011 contribuye en forma efectiva a poner a disposición de la comunidad internacional información sobre flujos migratorios y otros aspectos importantes de la migración. Es el primer paso de un proyecto pionero en la región, que se propone recabar y sistematizar información técnicamente rigurosa y de actualidad sobre flujos migratorios, en base a la cual se prepara un informe anual sobre las tendencias de los movimientos migratorios.

El proceso para la elaboración de este primer informe implicó superar dificultades, tanto por la heterogeneidad en los sistemas de gestión migratoria de los países participantes, como por las enormes diferencias entre la disponibilidad de información y la presentación de la misma a nivel nacional.

Asimismo, la red de corresponsales nacionales sobre la que se estructura el SICREMI se conforma como un espacio de diálogo e intercambio de experiencias entre los países de la región y con expertos de organismos internacionales que colaboran en este esfuerzo para producir y sistematizar información, así como para analizar los diversos aspectos de la migración relevantes para la región.

Creo que este primer reporte demuestra que es posible obtener información valiosa y actualizada sobre diversos aspectos de la migración internacional de las Américas, al reunir los esfuerzos de distintos actores vinculados al tema.

El proyecto va a incorporar progresivamente un número creciente de países de las Américas miembros de la OEA e incluirá en los próximos años una revisión anual de los desarrollos en programas, políticas migratorias y legislación de la región. Esta es la primera piedra de este ambicioso proyecto que hemos puesto hoy, y es importante subrayar que su continuidad y sostenibilidad demanda un activo apoyo y compromiso de todos los gobiernos de la región, requiere la cooperación de los organismos internacionales que nos han acompañado en este esfuerzo y la colaboración de las agencias internacionales de cooperación.

Una vez más quiero agradecer al Gobierno de España por haber puesto su confianza y su valiosa cooperación en este proyecto, así como también quiero agradecer a la Agencia Canadiense de Cooperación Internacional, que si bien no tuvo un aporte directo en este proyecto, su colaboración para otros proyectos asociados al tema migratorio en la OEA, como las bases de datos MILEX y MINPET, contribuyó de manera indirecta, pero no por ello menos importante, al desarrollo de este Primer Informe SICREMI.

Muchas gracias.