Discursos

HÉCTOR MARCOS TIMERMAN, CANCILLER DE ARGENTINA
INTERVENCIÓN DEL SR. HÉCTOR MARCOS TIMERMAN, CANCILLER DE ARGENTINA

6 de junio de 2011 - San Salvador, El Salvador


SEÑOR SECRETARIO GENERAL
SEÑORES JEFES DE DELEGACION
SEÑORAS Y SEÑORES

Agradezco al pueblo y el Gobierno de El Salvador por la organización del 41° Período de la Asamblea General de la OEA, así como también por el notable trabajo logístico realizado para el éxito de esta importante reunión hemisférica anual.

La OEA nos ofrece un espacio apropiado para tratar los temas que hoy nos convocan y para los cuales debemos encontrar respuestas en forma conjunta y constructiva, teniendo siempre presente los valores de la paz, la seguridad, la democracia y los derechos humanos, como líneas rectoras de nuestro hemisferio.

A través de su activa búsqueda de soluciones en las últimas crisis democráticas de la región, la Organización de los Estados Americanos ha demostrado, su actualidad y compromiso con los valores fundamentales que guían el continente: la firme defensa de los valores democráticos, de los derechos y libertades fundamentales así como del desarrollo con inclusión social.

Para la Argentina estos tres ejes de acción en el ámbito internacional se refuerzan mutuamente y debemos considerarlos de manera relacionada a fin de verlos finalmente realizados. En este sentido, la Carta Democrática Interamericana conforma un verdadero instrumento de nuestra política exterior y una referencia permanente de su acción en el ámbito interamericano.

Al tiempo que reconocemos los aportes de la Carta Democrática Interamericana, pensamos que es preciso continuar reforzando y mejorando los instrumentos de la Organización a fin de fortalecer la calidad de la democracia y consolidar su institucionalidad. En ese sentido, debemos buscar las formas de seguir incrementando la capacidad de la OEA, a través de los mecanismos existentes, para responder a los requerimientos de un Estado Miembro que solicite asistencia a tales fines.

Con relación a la vigencia de las instituciones democráticas, la República Argentina desea en esta Asamblea General saludar los esfuerzos políticos desplegados por dos democracias de nuestro continente, por dos Estados amigos de la Argentina, las Repúblicas de Colombia y de Venezuela, que han buscado una solución política para la situación de Honduras. La Argentina apoyó el Proyecto de Resolución el pasado 1 de junio en la Reunión Extraordinaria de Washington que permitió el regreso de ese Estado a la Organización.

Corresponde ahora al gobierno de Honduras honrar su vocación democrática impidiendo la violación de los derechos que garantiza su Constitución así como cumplir con los compromisos que emanan del acuerdo por el cual se permitió a dicho gobierno integrarse, nuevamente, a ésta unión de países.

Señoras y señores: El tema del debate de esta Asamblea General es “La Seguridad Ciudadana en las Américas”. Debemos congratular al país anfitrión por haber oportunamente propuesto este tema de debate de clara vigencia y que requiere de parte de todos, una profunda reflexión. Se trata de un concepto complejo que a nuestro entender debe necesariamente abarcar aspectos de seguridad social, desarrollo, trabajo decente, no discriminación, fortalecimiento de la participación democrática, así como la implementación de políticas centradas en la protección de la persona humana.

Cada país, en función de sus necesidades nacionales prioriza las distintas dimensiones de la seguridad ajustando los instrumentos de respuesta a los diversos desafíos de seguridad a sus respectivas legislaciones nacionales.

En Argentina, entendemos que la seguridad ciudadana debe enmarcarse en el concepto general de defensa de los derechos humanos, tal como lo señala la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su informe. Esta concepción permite abordar la problemática de la criminalidad y la violencia y su impacto en la seguridad ciudadana mediante el fortalecimiento de la participación democrática y la implementación de políticas centradas en la protección de la persona humana.

Durante la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos en 2010, la Presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunció la creación del Ministerio de Seguridad de la Nación como corolario de un proyecto político que busca consolidar el gobierno civil efectivo sobre nuestras Fuerzas de Seguridad e Instituciones Policiales.

Para nuestro país, el Estado debe asumir los compromisos necesarios para permitir el pleno goce de los derechos humanos de los ciudadanos. En este sentido las políticas públicas en materia de seguridad deben tener entre sus objetivos, garantizar que la defensa de los derechos humanos se promueva tanto en el plano normativo como operativo, así como en las prácticas de las instituciones y los agentes estatales.

Mi país reconoce que la seguridad pública es deber y obligación exclusivos de cada Estado. Para la Argentina la conducción y el control político de las instituciones policiales y fuerzas de seguridad es un principio irrenunciable. Entendemos que para lograr la efectividad de la política de seguridad interior debe asegurarse la participación ciudadana, la coordinación entre las distintas agencias, la profesionalización y modernización de equipamientos y la provisión de los recursos necesarios.

El Gobierno Argentino ha asumido el compromiso de abordar este tema mediante la implementación de políticas públicas integrales, cimentadas en la libertad y el pleno respeto de los Derechos Humanos con la firme convicción de que un enfoque de seguridad con perspectiva democrática conlleva la construcción de ciudadanía y la reafirmación de la ley y el Estado de derecho como herramientas de inclusión social.

Entiendo que el Proyecto de Declaración que esta Asamblea está llamada a adoptar recoge esta visión y será una guía adecuada que habrá de orientar los trabajos de la OEA y de sus miembros.

En cuanto al Sistema de Seguridad Hemisférico, la Argentina propicia una reevaluación de dicho sistema para que responda a la realidad contemporánea de nuestros países, donde prime la vigencia de la democracia y de los derechos humanos y el control civil de las instituciones de defensa.

Es en este contexto que la Argentina ha propuesto la realización de una Conferencia sobre el futuro del Sistema Interamericano de Defensa en Buenos Aires, que contó con el apoyo de todos los Ministros de Defensa del Hemisferio quienes encomendaron a la OEA a abocarse a la tarea. Esperamos sinceramente que podamos avanzar con decisiones en este sentido.

En la visión argentina el proceso de reforma que auspiciamos debe involucrar necesariamente a las instancias nacionales de conducción política y estar dirigido a incrementar los niveles de confianza, diálogo y cooperación. Al mismo tiempo, la reforma de cualquiera de las instancias de cooperación hemisférica (el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, el Colegio Interamericano de Defensa y la Junta Interamericana de Defensa), debe reconocer los mecanismos subregionales existentes y en formación, como lo es, en nuestro caso, el Consejo de Defensa de la UNASUR.

Por otra parte y en el marco del concepto de gestión integral del riesgo, en un contexto de repetidos desastres naturales entre los que se han destacado terremotos en distintos lugares del planeta, no debemos olvidar el impacto social de los desastres naturales en muchos países del hemisferio y la eventualidad que todos, con independencia de nuestras respectivas capacidades podemos llegar a requerir asistencia humanitaria en tiempo oportuno. Quiero en este punto mencionar la importancia de seguir muy de cerca la evaluación de mecanismos de alerta en el monitoreo de los efectos del cambio climático, especialmente en atención a la vulnerabilidad que sobre este punto presentan las islas caribeñas.

Así, destaco la tarea del Grupo de Trabajo Conjunto sobre Mecanismos existentes sobre prevención, atención de los desastres y asistencia humanitaria entre los Estados Miembros, que es presidido por la Argentina. Dicho Grupo de Trabajo, que tuvo su origen en la AG/RES 2372 sobre la Iniciativa Cascos Blancos, diseñará un Plan Interamericano para la Coordinación de la Prevención, la Atención de los Desastres y la Asistencia Humanitaria, que contribuirá a agilizar trámites y normativas, definir funciones y obligaciones del personal humanitario, entre otros aspectos importantes, complementando nuestras prácticas exitosas y evitando la duplicación de esfuerzos.

Señor Presidente, En nuestro hemisferio, pese a un pasado no exento de violencia, gozamos del privilegio de habitar una de las regiones más pacíficas del planeta. Hemos sido capaces de resolver conflictos y disputas bilaterales por medios pacíficos, probando que este método no sólo es un ideal sino también un instrumento útil y efectivo. Quedan sin embargo temas pendientes y tensiones por resolver y no debemos cejar en nuestros esfuerzos en tal sentido.

Por ello, finalmente quisiera reiterar el agradecimiento del pueblo argentino por el permanente apoyo interamericano en la disputa que mantiene nuestro país con el Reino Unido sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, cuestión sobre la que volveré al tratar el tema en particular.

Muchas gracias, Sr. Presidente