Discursos

JOSÉ MIGUEL INSULZA, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
SESIÓN DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DE NACIONES UNIDAS SOBRE LA CUESTIÓN DE HAITÍ

6 de abril de 2011 - Nueva York


Muchas gracias, Presidente Santos y a su gobierno por haberme permitido participar en esta sesión del Consejo de Seguridad sobre la cuestión de Haití.

Como es del conocimiento de los miembros del Consejo, desde agosto de 2010 la Organización de los Estados Americanos (OEA) en conjunto con los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM) tienen una Misión Conjunta de Observación Electoral conjunta en Haití, cuyo objetivo es monitorear todos los aspectos relacionados con el proceso electoral en dicho país.

Esta misión de observación, la primera que realizamos en conjunto, es parte de los esfuerzos que realiza la OEA para apoyar el fortalecimiento del Estado de derecho y la gobernabilidad en Haití, con lo cual, esperamos, se logrará finalmente la creación de una institución más permanente dedicada a la organización de futuras elecciones.

Esta misión conjunta es también un ejemplo de la importancia de la coordinación entre los diferentes actores internacionales en Haití, incluida la Organización de las Naciones Unidas, a través de su Misión de Estabilización en Haiti (MINUSTAH), los representantes de los Amigos de Haití, la OEA, el CARICOM y de los organizamos de crédito internacional, especialmente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En palabras del Jefe de la Misión, Embajador Colin Granderson, “las elecciones del 28 de noviembre de 2010 ocurrieron en las circunstancias menos propicias”. Y por eso, es importante que reconozcamos todos aquí el mérito del Presidente de Haití, señor René Prevál, quien a pesar de todas las dificultades nunca titubeó en la necesidad de que las elecciones se realizaran en las fechas que correspondía hacerlas, porque las democracias deben funcionar de esa manera, más allá de las dificultades que puedan enfrentar.

Pero por cierto existieron problemas en la primera ronda, y todos sabemos los esfuerzos que se realizaron para facilitar soluciones.

Felizmente, la segunda ronda de elecciones del 20 de marzo de 2011 tuvo una mejor organización y se llevó a cabo en un entorno de mayor tranquilidad. Tuvimos una Misión Electoral de más de 200 observadores que estaban en el terreno, además de los que coordinaban las actividades en otras partes. Hubo desafíos, como puede constatarse en el informe de la misión conjunta emitido el 21 de marzo.

Si los resultados preliminares anunciados por el Consejo Electoral Provisional son confirmados el 16 de abril, Haití pronto tendrá un nuevo Presidente y, nuevamente, un cambio de poderes pacífico, caracterizado por un proceso democrático. Y como lo recordaron esta mañana el protagonista de ese traspaso de poderes será el Presidente René Prevál. Así empezará una nueva fase, un nuevo capítulo para Haití.

Este nuevo capítulo no será fácil para Haití pues se caracterizará por los desafíos políticos que deberán enfrentar el país y su nuevo Presidente, por una división del poder entre dos ramas del Gobierno. Los resultados preliminares indican de hecho que los partidos que perdieron o que no participaron en las elecciones presidenciales constituirán la mayoría de los miembros en las dos cámaras del Congreso, el cual tendrá que aprobar la nominación de un nuevo Primer Ministro. La necesidad de un diálogo político continuo en el que participen todas las partes interesadas es, por tanto, un requisito esencial para una gestión de gobierno de acción eficaz. Y quiero señalar que este es un tema en el que nosotros queremos seguir apoyando los esfuerzos de Haití en conjunto con la Comunidad del Caribe, CARICOM.

Lo anterior se dice con facilidad pues las partes tienen ideologías diferentes y, por si fuera poco, las “heridas” de las elecciones recientes son obstáculo para la reconciliación.

La gestión de la cosa pública, para que sea eficaz, tendrá que buscar un nuevo sentido a la política y un compromiso y un consenso entre los poderes Ejecutivo y Legislativo que permita alcanzar la estabilidad y consolidar el éxito de la reconstrucción. Es necesario que los diversos intereses se expresen y contribuyan al progreso de la sociedad como un ente sólido y no como grupos distintos y beligerantes.

La necesidad de diálogo adquiere así más importancia para que la comunidad internacional pueda seguir apoyando los indispensables programas de reconstrucción. Es necesario contar para ello, y para lo que se ha manifestado aquí, que Haití es quien tiene que dirigir su propia reconstrucción con una visión clara acerca de lo que el pueblo haitiano quiere para el futuro de la reconstrucción.

Existe, por lo que hemos escuchado aquí, preocupación por el objetivo que persigue y las operaciones que realiza la Comisión Interina para la Reconstrucción.

En particular, hay quienes han expresado su preocupación por el número limitado de recursos desembolsados en relación a los que fueron prometidos al Fondo para la Reconstrucción y un cierto cambio en los países e instituciones en lo que se refiere a la planificación bilateral sobre el uso de los recursos, lo cual tal vez no sea una buena señal para las prioridades establecidas por el Gobierno de Haití en su plan de acción a largo plazo.

Ante la inminente toma de posesión del nuevo Presidente, es indispensable revisar los métodos de trabajo de la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití a fin de asegurar que se atiendan rápidamente las prioridades del Gobierno de Haití en lo que le resta de vida de esta Comisión.

Aprovecho esta oportunidad para reiterar el llamamiento a la comunidad internacional de donantes para que canalicen recursos prometidos al Fondo para la Recuperación de Haití y para que ajusten, en la medida de lo posible, las actividades bilaterales que los países y las organizaciones no gubernamentales realizan, a las prioridades del Gobierno haitiano.

Se ha hablado recientemente sobre la conveniencia de mantener o modificar la naturaleza de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití. No dudamos que sea necesario prolongar su presencia pues resulta ser esencial para el mantenimiento de un entorno pacífico y estable, propicio para la reconstrucción. Sin embargo, la comunidad internacional debe tener la posibilidad de actuar en forma más coordinada y ordenada, y canalizar todos sus recursos hacia la consecución de las metas establecidas por y con el Gobierno de Haití. La mayoría de los haitianos, y muchos de sus dirigentes, tienen la impresión de que gran parte de los recursos no se está gastando realmente en Haití y que no se están atendiendo las necesidades de su pueblo.

Es necesario disipar esa impresión mediante una acción rápida, coordinada y transparente. Y saludamos en ese sentido los anuncios efectuados por el ex presidente William Clinton acerca de la forma de gestionar los recursos en el Fondo de Reconstrucción.

La OEA está dispuesta a apoyar a Haití en el de una política de diálogo y compromiso, en el fortalecimiento y gestión institucional y en la creación de un sector público eficiente.

Una iniciativa importante de la OEA en esta materia es el Proyecto para el Desarrollo de la Infraestructura Catastral, recientemente presentado para su aprobación a la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití. Aunada al proyecto de registro civil que pone en práctica actualmente la OEA y la labor de la Misión Conjunta de Observación Electoral, este proyecto catastral es fundamental para el fortalecimiento del Estado de derecho en el país, y la base para el progreso económico a través de las inversiones pues el orden y la predictibilidad en materia de derechos de propiedad y tenencia de la tierra son factores esenciales para el desarrollo económico y la reconstrucción.

Es el momento de restablecer la confianza entre Haití y la comunidad internacional; que fue patente en los meses posteriores al terremoto del 12 de enero de 2010, pero que fue sometida a una dura prueba tras la primera ronda de elecciones.

Se abre ahora un nuevo capítulo para Haití; unamos esfuerzos para que sea benéfico para el desarrollo democrático de este querido país.

Muchas gracias.