Discursos

SR. ALEJANDRO FOXLEY, MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE CHILE
INTERVENCION DEL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE CHILE, SR. ALEJANDRO FOXLEY - TEMA “INFORME SOBRE EL PROBLEMA MARITIMO DE BOLIVIA” CUARTA SESION PLENARIA - ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA

5 de junio de 2007 - PANAMA


Muchas gracias Sr. Presidente,

He escuchado con mucha atención las palabras de mi estimado amigo David Choquehuanca, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Bolivia. Yo quisiera referirme brevemente a un proceso en el cual hemos sido actores durante el último año y medio, un proceso de diálogo constructivo, lo puedo decir desde el punto de vista personal, y esto es sin duda compartido por todos en mi Gobierno y desde luego por la Presidenta Bachelet. En él –como decía David hace un momento- se definió una agenda sin exclusiones, con trece puntos. Ambos gobiernos, yo diría que con un alto grado de buena voluntad, hemos venido llevando a cabo un diálogo que se ha reflejado en avances en los trece puntos de esta agenda.

Por supuesto, hay que reconocer lo obvio y es que estos procesos son muy complejos, con avances inmediatos en algunas materias, otros son más lentos y lo importante es mantener el buen ánimo recíproco, la persistencia en el esfuerzo y la buena voluntad para llegar a resultados. El ánimo del Gobierno de la Presidenta Bachelet es el de compartir no sólo con el Gobierno de Bolivia, sino con su pueblo, un camino de integración vecinal y regional y un camino de proyección conjunta de Bolivia y Chile hacia el resto del mundo. Como hemos manifestado en esta Asamblea General en otras ocasiones, la relación con Bolivia constituye una prioridad importante en nuestra política exterior. Esto ha quedado reflejado en los encuentros, que ya son varios, entre la Presidenta Michelle Bachelet y el Presidente Evo Morales, y debo decirlo –yo he estado presente en varios de esos encuentros- con un buen ánimo recíproco y mucha empatía, en el sentido de efectivamente avanzar en esta agenda que se ha definido por ambos países.

Es verdad, hemos logrado en los últimos meses convergencias no retóricas, sino muy concretas, que tienen como base un proceso activo de generación de confianza mutua. Ha habido un intercambio muy intenso, que va generando una red cooperación bastante importante. Visitas recíprocas de ministros, de viceministros de Estado, de senadores, de diputados, visitas de altos Jefes de las Fuerzas Armadas a un país y al otro, empresarios, representantes de la sociedad civil y el mundo de la cultura. Como decía recién también David, hubo reuniones muy significativas con invitados de los medios de comunicación de Bolivia en Chile, y tuvimos discusiones bien a fondo de todos los temas, sobre todo en la idea que cada país se ponga en el lugar del otro y comprenda las dificultades, que tratemos de superarlas y de avanzar juntos.

En ese contexto, nuestros variados mecanismos de cooperación política, económica y de integración, han logrado resultados concretos. Se han efectuado numerosas reuniones con el objeto de seguir perfeccionando el acceso de Bolivia al Océano Pacífico a través de los puertos chilenos, en conformidad con el Tratado de Paz, Amistad y Comercio de 1904. Destacamos aquí, por ejemplo, que Chile próximamente va a perfeccionar la habilitación a Bolivia del Puerto de Iquique para integrarlo al Sistema de Libre Tránsito del que ya goza ese país en los puertos de Arica y Antofagasta. Hay que hacer notar que, en el caso de Chile, la administración de los puertos ha sido concesionada al sector privado. Se han efectuado inversiones muy importantes para modernizar esos puertos, para permitir la utilización más eficiente de estas ventanas hacia el resto del mundo y naturalmente eso ha significado, en algunos casos, el aumento de las tarifas de esos servicios portuarios. Esto es parte de una política general del Estado chileno; lo hemos hecho en concesiones de infraestructura al interior del país, lo que ha resultado de una tremenda modernización y cualquiera que visite Chile así lo va a notar. Y por lo tanto, al decir que estamos avanzando en la facilitación del acceso al Puerto de Iquique, estamos tratando de resolver algunos problemas tan prácticos como el que he señalado, pero la verdad es que el compromiso que existe, y que vamos a cumplir rigurosamente, es que un Sistema de Libre Tránsito esté en pleno funcionamiento y que provea de un servicio extremadamente eficaz y eficiente a quienes lo utilicen para el transporte de carga desde Bolivia hacia otras partes del mundo.


Quiero resaltar también que el Grupo de Trabajo sobre Asuntos Bilaterales ha sistematizado una agenda. Destaco la XVI Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas Bilaterales, que se acaba de realizar el día 18 de mayo, a nivel de Vicecancilleres, oportunidad en que nuestros Gobiernos abordaron la totalidad de la agenda acordada, conformada por los 13 puntos.

También, tal vez simplemente para conocimiento de los colegas en esta Asamblea de la OEA, quisiéramos destacar que dentro del marco del Acuerdo de Complementación Económica Nº 22, Chile ha otorgado a Bolivia, en forma asimétrica, el 100% de preferencia arancelaria a las importaciones de cualquiera de sus productos originarios, con la sola excepción del azúcar, el trigo y la harina de trigo. Hoy día en la mañana mencionaba que habíamos firmado tratados de libre comercio con 56 países, algunos de ellos muy exigentes en la negociación de la apertura de mercados, y quiero afirmar con realismo, también con modestia, que el Acuerdo que hemos concordado con la República de Bolivia en materia comercial, significa para la economía chilena el mayor grado de apertura respecto de cualquier otra economía en el mundo, porque el arancel lo hemos bajado a cero, totalmente a cero, en absolutamente todos los productos, excepto los tres que acabo de mencionar. Por eso, cuando uno escucha en las reuniones multilaterales en la región la necesidad de corregir asimetrías, por lo menos este es un paso que a lo mejor se puede aplicar a otras situaciones de asimetría en la región, en el cual un país decide abrir su economía enteramente, con arancel cero, a otro país. Y lo hemos hecho porque consideramos muy importante que a futuro, en el mediano y largo plazo, podamos sentirnos verdaderos socios con la República de Bolivia y trabajar juntos la proyección hacia el resto del mundo. En este sentido, Chile también se ha comprometido a cooperar con Bolivia en la promoción de sus exportaciones, no sólo hacia nuestro país sino también hacia otros destinos. En una de las conversaciones que tuvimos con el Presidente Evo Morales justamente veíamos la tremenda posibilidad de complementación en las exportaciones, por ejemplo de fruta: frutas tropicales desde Bolivia, frutas de clima temperado nuestras, y salir juntos al Asia-Pacífico y ofrecer una canasta exportadora complementaria, no competitiva, y donde pudiéramos hacer la promoción en conjunto, donde podríamos invitar a las agrupaciones de pequeñas empresas campesinas de los dos países a asociarse, a lo mejor en el contexto de la CAN u otro, y que ellos conozcan los mercados del Asia y que trabajemos juntos ese proceso. Se generarían, probablemente, empleos en sectores campesinos relativamente aislados, que podrían tener una significación económica importante. Hemos hablado de confeccionar perfiles de mercado de los productos de ambos países y contrastarlos con las demandas en los mercados nuevos, como China y Japón, etc y otra serie de materias que incluyen cosas tan concretas y específicas como intercambios a nivel de personas que se están formando en la carrera diplomática, intercambio de personas que trabajan en las oficinas comerciales de uno y otro país, es decir, aprender juntos como proyectar nuestras economías hacia el resto del mundo.

Además, creo que es importante simplemente darlo como información acá, para compartirlo con Uds. –nuestros colegas en el Gobierno de Bolivia conocen toda esta información-, quiero decir que estamos muy comprometidos a llevar adelante una serie de programas en cooperación bilateral, en muchas materias: en los sectores, por ejemplo, aduanero, turístico y de infraestructura. Estamos implementando un acuerdo de controles integrados de frontera, lo que evidencia un proceso de estrecha colaboración entre las respectivas entidades de los dos países. Yo podría seguir ilustrando este punto con muchos ejemplos, para decir que este es un proceso complejo, que tiene sus etapas, no estamos detenidos, estamos avanzando, estamos teniendo reuniones muy frecuentes, donde ponemos encima de la mesa cada una de las materias que nos preocupan, y rendimos cuenta ambas partes, de cómo estamos avanzando en cada una de ellas. De hecho, en su reciente Cuenta a la Nación ante el Congreso Pleno, la Presidenta Bachelet, refiriéndose al entorno vecinal, señaló claramente una vez más que su Gobierno profundizará las relaciones con Bolivia, país que consideramos, de verdad, no retóricamente, un país hermano, con el que podemos y debemos enfrentar con una visión compartida los desafíos del siglo XXI.

Estas palabras reseñan, con carácter inequívoco, el sentido de la interlocución que queremos mantener con Bolivia. Con confianza mutua, fortaleciendo los mecanismos de cooperación, actuando concertadamente en temas de interés común hacia la región y el resto del mundo, y lo que es muy importante, avanzar en una velocidad compatible, y esto lo quiero subrayar, con la construcción de los consensos nacionales necesarios de respaldo para profundizar mucho más allá la relación. Esos consensos no siempre están, no siempre se dan gratuitamente, son tareas de persuasión que hay que llevar adelante, mostrando en el camino intermedio resultados concretos en muchos planos.

El Gobierno de Chile está convencido de que el diálogo bilateral, gradual y sin condicionamientos, que han venido manteniendo la Presidenta Bachelet y el Presidente Morales, y sus Gobiernos, es el camino adecuado para avanzar hacia una relación de cooperación, efectiva integración y, sobre todo, de amistad.

Señor Presidente,

Me he referido a esta agenda bilateral amplia y constructiva. Estamos convencidos de que tenemos que seguir avanzando, generando confianza mutua y tomando acciones que consoliden de manera progresiva lo logrado y que tengan sobre todo, como recién lo he dicho, un impacto positivo en la opinión pública de ambos países, hasta que efectivamente nuestros pueblos sientan que este destino común supone profundizar muy fuertemente las relaciones en todos los planos. Los destinos de Chile y Bolivia tienen una vocación de unidad. Hemos tenido gestos emblemáticos de reencuentro y fraternidad, que nos parecen esenciales para mirar la relación bilateral con optimismo. El diálogo ha sido fecundo y muestra importantes coincidencias. Ratificamos así un camino que debe conducirnos, resueltos los problemas pendientes, a una mejor calidad de vida para nuestros pueblos.

Muchas Gracias